La Argentina se ubica en el puesto 61 del Índice de Capital Humano del Banco Mundial
El Banco Mundial lanzó su Índice de Capital Humano, un proyecto con el que busca llamar la atención sobre la necesidad de invertir en el talento, y que muestra las deficiencias en la preparación que tendrán los niños argentinos para desempeñarse en el mundo laboral: el estudio situó a nuestro país en el puesto 63 entre 157.
El Índice de Capital Humano mide la cantidad de capital humano que una niña o un niño nacido hoy puede esperar alcanzar a los 18 años, teniendo en cuenta los riesgos de mala salud y educación que existen en el país en el que ha nacido. El índice mide cuánto dista cada país de alcanzar la frontera de educación integral y de atención integral de salud de las niñas o los niños nacidos hoy.
El capital humano, es decir, los conocimientos, las habilidades y la salud que las personas acumulan durante toda su vida, ha sido un factor clave que influyó en el crecimiento económico sostenido y las tasas de reducción de la pobreza de muchos países en el siglo xx, especialmente en Asia oriental.
“En el caso de las personas pobres, el capital humano es, con frecuencia, el único capital que poseen”, afirmó Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial. “El capital humano es uno de los principales factores que impulsan el crecimiento económico inclusivo y sostenible, pero la inversión en la salud y la educación no ha recibido la atención que merece. Este índice, establece una conexión directa entre la mejora de los resultados en materia de salud y educación, la productividad y el crecimiento económico. Espero que sirva para llevar a los países a adoptar medidas urgentes e invertir más —y de manera más eficaz— en su población”.
“La vara está cada vez más alta para todos”, añadió Kim. “El desarrollo de capital humano es crucial para que todos los países, sea cual fuere su nivel de ingreso, puedan competir en la economía del futuro”.
El estudio, que tiene en cuenta indicadores como la mortalidad antes de los cinco años de vida, los años de escolarización y pautas de salud, determinó que un niño que nace hoy en nuestro país será, cuando crezca, solo el 61 % de lo productivo que podría ser si tuviera educación completa y plena salud.
“Debido a que la inversión en capital humano puede que no produzca retorno durante varios años, los políticos tienden a pensar en alternativas más a corto plazo para lustrar su reputación”, estimó el informe que determinó que el país más preparado es Singapur, seguido de Corea del Sur, Japón y Hong Kong.
Distinguió después a Finlandia, Irlanda, Australia, Suecia, Holanda y Canadá.
Recién en el puesto 45 se ubica el primer país latinoamericano: Chile, seguido de Costa Rica en el 57, Argentina en el 61 y México en el 64.
“El índice mide la cantidad de capital humano que un niño promedio nacido en 2018 puede esperar captar”, indicó el estudio, que precisó que las cifras esconden muchas dispersiones, por ejemplo de género.
“El capital humano consiste en el conocimiento, las habilidades y la salud que una persona puede acumular en su vida, lo que le permite realizar su potencial como un miembro productivo de la sociedad”, agregaron los expertos del informe, que ubicó a Ecuador en el número 66, a Perú en 72 y a Brasil en el 81.
El estudio dejó a Haití el último lugar de la región de América Latina y el Caribe, en el puesto 112.
• EL ESCENARIO EN ARGENTINA
• Un niño que nace hoy en nuestro país será, cuando crezca, el 61 % de lo productivo que podría ser si tuviera educación completa y plena salud.
• 99 de cada 100 niños nacidos sobreviven hasta los 5 años.
• Se espera que un niño que comienza la escuela a los 4 años habrá completado 13,1 años de escolaridad cuando cumpla 18.
• Los estudiantes obtienen 424 puntos en una escala en la que una calificación de 625 representa un rendimiento avanzado y una de 300, un rendimiento mínimo.
• Cuando se toma en cuenta lo que los niños aprenden realmente, la cantidad de años de escolaridad esperados es de solo 8,9.
• En toda Argentina, el 89 % de los jóvenes de 15 años sobrevivirán hasta los 60. Esta estadística es una medida indirecta de los diversos episodios de salud mortales y no mortales que un niño nacido hoy experimentaría como adulto en las condiciones actuales.