La comunidad indígena de Azul tiene luz y agua segura por primera vez en treinta años
La Fundación Hora de Obrar impulsó las mejoras de infraestructura con financiamiento de la Unión Europea y Pan para el Mundo. Se inauguraron 32 obras que beneficiaron a 16 comunidades indígenas en los últimos tres años.
La aldea mbya guaraní de Azul en Ruíz de Montoya, que por primera vez en 30 años cuenta con servicios básicos, es el último eslabón en la cadena de mejoras impulsadas por el Proyecto Tape Porã. Con la construcción de un reservorio, una red interna y una torre para el tanque de distribución, las familias de Azul ya tienen acceso a agua segura. Además, se ha completado el tendido eléctrico principal, incluyendo instalaciones domiciliarias y la preparación para la conexión con la línea de media tensión.
Estas obras representan un avance histórico en términos de desarrollo local y salud comunitaria. La mejora en la calidad de vida y las oportunidades para mujeres y niñas es uno de los impactos más notables de estas acciones. Ahora, las familias pueden beber y cocinar con agua segura y disfrutar de luz eléctrica en sus hogares, transformando su día a día y abriendo nuevas posibilidades para el futuro.
“Estoy muy agradecida porque mi familia por primera vez va a tener luz y agua. Azul, esta comunidad está hace 30 años acá y por primera vez vamos a tener agua limpia y electricidad. Estoy muy contenta porque esperamos mucho tiempo” expresó al respecto Isabelina Ayala, cacique de Azul.
Un proyecto integral y sostenible
El Proyecto Tape Porã no solo se enfocó en la infraestructura básica, sino también en la capacitación de los miembros de la comunidad en plomería y electricidad, asegurando la sostenibilidad de las mejoras. Las comunidades Mbya Guaraní participaron activamente desde el diagnóstico inicial, el mapeo de las redes de agua y luz, hasta la colaboración junto al personal técnico. Este enfoque colaborativo y participativo ha sido fundamental para el éxito de las obras.
Además de garantizar agua segura para consumo y uso doméstico, el proyecto ha acompañado a las comunidades en la instalación de infraestructuras complementarias, como la protección de vertientes y la construcción de reservorios de agua. Estas acciones contribuyen a la gestión sostenible del recurso vital, especialmente frente a la sequía, mediante la reforestación del monte nativo alrededor de las vertientes de agua.
En total, se han concretado trabajos en 16 aldeas, con la realización de 32 obras que incluyen la instalación de tomas de agua con bomba, cañerías y piletas con canillas en los hogares. Estas mejoras no solo han transformado la vida de las comunidades Mbya Guaraní, sino que también han sentado las bases para un futuro más justo y equitativo.