La curiosa sociedad que le encontraron a la yerba y que es furor en Estados Unidos

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MIAMI, La Nación.- Café, té, golosinas para perro, galletitas, cerveza. En Estados Unidos los productos con cannabidiol, el químico no psicoactivo que se encuentra en las plantas de marihuana, comúnmente conocido por las siglas CBD, es un mercado incipiente, explosivo y legal.

Samer Atassi tiene 53 años y nació en Siria. Cuando tenía un año, desembarcó en Buenos Aires, donde se crió, pasó su adolescencia y forjó su identidad. Al terminar el secundario, Samer llegó a Estados Unidos para cursar la universidad, donde vive hasta el día de hoy. Shadi, su hijo, nació en Estados Unidos, aunque habla español como cualquier porteño. Es futbolista profesional y el destino lo llevó a vivir un tiempo en la Argentina, donde jugó para Boca Juniors. Vivía en una pensión en Lomas de Zamora con chicos del interior, y allí “el gringo”, como le decían, se enamoró del mate.

Hoy, padre e hijo, el primero consumidor de productos con CBD y el segundo, matero “fanático y obsesivo” como se define, pensaron desde Estados Unidos unir ambos productos. Así nació Milonga, el mate con CBD elaborado en un laboratorio americano en hornos de alta temperatura. El cannabidiol (CBD) es uno de los 113 cannabinoides que se encuentran en el cannabis, siendo el principal componente de la planta en las variedades de cáñamo .

La respuesta del mercado los dejó en shock. A dos semanas de tener listo el producto, se agotó la pequeña producción de 200 paquetes, y los impulsó a hacer una primera tirada de 1500 unidades, equivalente a unos 600 kilos. Hoy, apenas un mes después, están haciendo una segunda producción .

En su página web, empezaron a recibir pedidos de clientes en estados como Iowa, Pennsylvania, Georgia, Nuevo México, Nueva York, Indiana, Colorado, California, y también de otros países como Costa Rica, Uruguay, Holanda, Nueva Zelanda o México. En Estados Unidos ya tienen la marca registrada, y están en proceso de hacerlo en otros países. Recibieron una primera orden de 50 bolsas a Costa Rica para testear el mercado, y están avanzados en una exportación a México. En la Argentina, la importación de productos con CBD está prohibida. Pero sobre todo los sorprendió la demanda desde algunos estados norteamericanos, con clientes de nombre anglosajón. Por eso, en su web agregaron un campo en el formulario de compra, donde preguntan cómo llegaron a la firma. No han hecho publicidad hasta ahora, excepto posts en redes sociales. Pensaron que los primeros clientes serían únicamente latinos, pero se equivocaron.

“Los argentinos o uruguayos que toman mate no suelen tener idea de los beneficios del CBD. Por el contrario, los americanos que sí consumen CBD no conocen el mate. Nosotros queremos unir los dos mundos, y enseñar a tomar mate. Además, las hojas son orgánicas y eso acá les llama la atención, creemos que tiene muchísimo futuro”, cuenta Samer Atassi.

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El paquete de 350 gramos de yerba con 300 miligramos de CBD la venden a 19,75 dólares. Para que se autorice su venta, el CBD debe tener menos del 0,3% de THC, el ingrediente de la planta responsable de los efectos psicoactivos. Hoy la comercialización de productos con CBD está abierta para cremas o aceites, y es por ahora más restrictivo para alimentos. Cada estado de Norteamérica es libre de regular su venta, aunque está aprobada en la mayoría de ellos. Por eso, no hay demasiadas cifras oficiales. Un estudio de Grand View Research muestra que el mercado del CBD tiene previsto un crecimiento anual en Estados Unidos del 22% anual entre 2019 y 2025. Los Atassi saben que están entrando a un mercado nuevo con un producto nuevo.

“Comparado con una yerba tradicional es cara. Si lo mirás con un producto que tenga 300 miligramos de CBD, está regalado. Si comparás acá cualquier ítem de consumo, su equivalente con CBD es de cinco a seis veces más caro. Cuando muestro mi producto no entienden cómo vendemos 300 mg de CBD por ese precio”, dice Samer.

Lanzar Milonga tomó algo más de un año, y una elección puntillosa del nombre, packaging, y web, pero sobre todo la yerba. “Somos la primera compañía que mezcla el CBD con yerba orgánica. Es diferente en cómo te cae al organismo. Elegir la yerba fue un proceso que llevó meses. Probamos mil diferentes, sin marca, buscamos plantaciones. Finalmente elegimos traer yerba de Santa Catarina, Brasil, con certificados orgánicos y en Oregon se hace la mezcla. A mí me gusta la forma que toman los uruguayos, sin palo, las hojas están cortadas más finas que en la Argentina. Investigando las marcas uruguayas, todas tienen sus plantaciones en Brasil, y por eso llegamos allí”, dice Atassi hijo.

Algunos clientes probaron la infusión y dejaron el feedback en la web. “Para alguien que jamás tomó mate, pero consume a veces CBD, puedo decir que este producto es perfecto para introducir el mate y sus beneficios en tu vida”, opina por ejemplo Atiana Fyodorov. “El americano no tiene mate ni bombilla. Típicamente ellos usan el french press (la prensa francesa, el método de las cafeteras Bodum)”, cuentan. Los Atassi importaron mates y bombillas desde la Argentina y están esperando otro cargamento desde Uruguay.

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Otra de las señales positivas que supieron leer en el mercado para lanzarse, es el éxito de la bebida Guayakí. Se vende en supermercados de Estados Unidos, y se trata de mate con azúcar en lata. “Es energizante, como un Red Bull. Se toma frío. Lo pusieron de moda en lata, porque saben que es más fácil venderlo así. Cuando vemos la gente que toma nuestra yerba algunos lo asimilan a eso porque lo preparan y lo ponen en una jarrita en la heladera”, cuenta Shadi.

También los movilizó ingresar en el mercado vegano. Un nuevo local en la zona de Fort Lauderdale les pidió la yerba para vender. Además, empezaron por distribuir Milonga en algunos supermercados argentinos de Miami, y los contactaron de Houston y California para retail.

También tienen en carpeta lanzar Milonga yerba mate, pero sin CBD. “Estamos pasando por el proceso que nos certifiquen todo como producto orgánico, con el logo de USDA (el departamento de agricultura responsable de inspeccionar los alimentos)”, cuentan. Su hipótesis de máxima a futuro es poder vender ese mate orgánico en Whole Foods, la cadena de supermercados saludable que pertenece a Amazon.

La idea que más los moviliza, no obstante, es vender la experiencia del mate y los valores que encarna, tal como lo traen arraigado desde Argentina. “Nunca minimizaremos el producto a costa de hacer más plata”, destacan. En unas semanas están lanzando un blog, para que los debutantes materos americanos puedan contar experiencias, subir fotos, y proponer mezclas, como agregarle limón, naranja, etcétera. Están trabajando en tutoriales, videos y marketing enfocado no en lo comercial, sino en lo cultural.

Las vueltas de la vida hacen que, tal vez, este argentino de familia siria esté replicando algo que hicieron sus antepasados. Una oleada de inmigrantes sirios llegó a Argentina entre 1850 y 1860. Adoptaron la costumbre de tomar mate, y los que volvieron a Siria se lo llevaron consigo. Ahora, 160 años después, Siria es el mayor importador de yerba mate de la Argentina (31 millones de kilos en 2019).

“Tengo amigos muy americanos que se engancharon con Milonga y empezaron a leer hasta sobre los gauchos. Cada cuatro o cinco días hay amigos que nos piden que les curemos el mate. Lo comparamos con el té, que está muy establecido, y le mostramos que tiene más beneficios. Les transmitimos nuestra pasión. Si en Siria, que es una cultura que nada tiene que ver con la nuestra, pasaron las décadas y son materos. ¿Por qué acá no?”, rematan.

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