La fiscal Daniela Dupuy destacó la ley de cibercrimen de Misiones y la contundencia de las pruebas del caso Kiczka
En el marco de la firma de acuerdos para la formación en investigación de ciberdelitos en Misiones, la fiscal especializada Daniela Dupuy reflexionó sobre los desafíos de combatir los delitos en entornos digitales. Dupuy remarcó que son contundentes las pruebas del escándalo de pedofilia que protagonizan el ex diputado puertista-libertario Germán Kiczka y su hermano Sebastián, a la vez que pidió “estirar la piola” para llegar al fondo de la investigación a los hermanos acusados de distribuir material de abuso infantil.
En paralelo, la especialista valoró la sanción de la Ley de Cibercrimen de Misiones. “La lucha contra el cibercrimen requiere una visión global, porque estos ataques no tienen fronteras”, subrayó Dupuy. Desde su doble rol como fiscal especializada y directora del Observatorio de Cibercrimen y Evidencia Digital de la Universidad Austral, destacó la importancia de un enfoque integral. “No podríamos avanzar en investigaciones transnacionales tan complejas sin un equipo técnico robusto y recursos adecuados”, enfatizó la fiscal, en una conferencia de prensa junto al presidente de la Legislatura, Oscar Herrera Ahuad, la presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Rosanna Venchiarutti y el Procurador General, Carlos Giménez.
Sobre el caso de Germán Kiczka, la fiscal explicó que fue parte de una operación internacional coordinada. “Este tipo de delitos es transnacional, por lo que requiere cooperación entre provincias y países. Con Misiones trabajamos codo a codo con el Procurador General, el equipo del SAIC y los jueces locales, lo que permitió que la operación tuviera una misma línea estratégica”, comentó.
Dupuy resaltó que el material encontrado vincula directamente al imputado con los delitos investigados. “Espero que el caso avance rápidamente a juicio oral. Los videos que se distribuyen son pruebas contundentes, y verlos es impactante: son niños de tan solo dos o tres años siendo abusados, menores de trece años. Esto no distingue clases sociales; cualquier niño puede ser víctima”, aseguró con firmeza.
“La Fiscalía Especializada nos permite ver la foto entera de lo que es la distribución de explotación sexual infantil y no es nada más tener o distribuir, lamentablemente. Inicia con otras actividades, con el abuso, con la trata de personas, de niños, entonces la explotación la difusión o compartir este tipo de imágenes es tirar de una piola. El tema es hasta donde se tira, ojalá que se tire hasta el fondo para ver si se puede descubrir cuáles son los orígenes”, remarcó sobre Kiczka y su entorno político y de amistades.
La Ley de Cibercrimen en Misiones
En cuanto a la Ley de Cibercrimen, Dupuy valoró su implementación y destacó puntos clave como la creación de una fiscalía especializada. “Esto es esencial. Cuando estos casos llegaban a fiscales comunes, no sabíamos cómo abordarlos. Hoy, contar con un equipo técnico y recursos informáticos es fundamental para investigar y resolver estos delitos con celeridad”, sostuvo.
“Hay cuestiones fundamentales: Cuando vamos a afrontar el mundo del cibercrimen, la creación de una Fiscalía Especializada es fundamental, porque yo recuerdo que cuando era fiscal criminal de penal de delitos comunes, estos casos nos llegaban a todos los fiscales y nosotros no sabíamos cómo afrontarlos. Una única Fiscalía especializada, con un equipo que cada vez requiere más gente, más recursos técnicos y más recursos informáticos, es decir personas técnicas e informáticas como ustedes tienen el SAIC, permitirá al Procurador Fiscal, tomar medidas de política criminal adaptadas a lo que pasa en Misiones. Entonces es fundamental. La otra cuestión, que es más global, es que ya todas las provincias vamos camino a la implementación del Sistema Acusatorio, donde somos los fiscales quienes investigamos y llevamos al juez o al Tribunal el caso ya investigado. En tercer lugar, la legislación de las medidas de investigación, tecnológicas, del agente encubierto digital, del ciberpatrullaje, Open Source Intelligence o todo lo que tiene que ver con investigación remota, vigilancia, remota, son necesarias”, enumeró.
Dupuy también abogó por la incorporación de medidas de investigación tecnológica específicas en el Código Penal. “Aunque el principio de libertad probatoria permite continuar sin una legislación específica, los códigos procesales modernos ya incluyen herramientas como la vigilancia remota y el ciberpatrullaje. Esto facilita la tarea de los investigadores y asegura que actuemos dentro del marco legal”, afirmó.
Para Dupuy, la educación es clave para prevenir el cibercrimen. “A través del Observatorio, buscamos federalizar el conocimiento y crear conciencia sobre los riesgos. Desde documentales hasta talleres en escuelas, mostramos la realidad de los peligros en línea para evitar que más personas sean víctimas”, explicó.
La fiscal remarcó que, en Argentina, los reportes de abuso infantil digital aumentan cada año. “En 2016 tuvimos 8.200 denuncias; ahora superamos las 100.000 anuales. Esto es un llamado de atención: debemos educar a nuestra sociedad, desde los niños hasta los adultos, para que estén alertas y sepan identificar riesgos”, concluyó.
Finalmente, Dupuy subrayó la gravedad de los ataques a infraestructuras críticas, como hospitales, y la falta de actualización en el Código Penal. “El daño informático tiene penas irrisorias. Necesitamos legislar para proteger mejor a las víctimas y sancionar severamente a los responsables, especialmente en casos de abuso infantil en línea”, indicó.
Con su experiencia en investigaciones complejas y el trabajo preventivo desde el Observatorio, Dupuy dejó un mensaje claro: “Esto no es un problema aislado. Es un flagelo global que nos exige a todos trabajar juntos para proteger a los más vulnerables”.