La ola anti-oficialista en Latinoamérica en los comicios
Después de la pandemia, el único partido de gobierno que volvió a gobernar fue el Partido Colorado en Paraguay, pero no con el candidato del entonces presidente de la Nación. Qué sucede en Latinoamérica.
En un informe realizado por el medio Bloomberg, se estima que los últimos 10 años, el 73% de los presidentes latinoamericanos ha visto a sus partidos perder las elecciones presidenciales contra la oposición. Esta tendencia, que se inició en 2013, se ha consolidado en los últimos años, con la victoria de candidatos de la oposición en países de todo el espectro ideológico, desde la izquierda hasta la derecha.
Posterior a la crisis producto de la pandemia del coronavirus, el único gobierno latinoamericano que pudo imponerse en comicios, fue el Partido Colorado de Paraguay. Donde incluso esta imposición requiere una aclaración: el actual presidente paraguayo, Santiago Peña, pertenece a una facción interna de esa agrupación que no es la misma que la de su antecesor, Mario Abdo Benítez.
La web Latinometrics, fue la encargada de relevar lo que sucede en la última década con las elecciones, además de contemplar lo que sucede en las democracias de habla hispana (más Brasil) de la región, excluyendo a Nicaragua y a Venezuela, donde se mantienen Daniel Ortega (desde 2007) y Nicolás Maduro (2013), respectivamente. Tampoco aparece Cuba, país gobernado por Díaz Canel, donde hay un sistema de partido único desde finales de los años 50.
Según el conteo de Latinometrics, en los últimos 10 años se llevaron a cabo en la región 37 elecciones “libres y justas”, en las que en 28 perdió el partido de Gobierno.
Brasil:
En Brasil, el Partido de los Trabajadores (PT) gobernó entre 1 de enero de 2003 y el 31 de diciembre de 2010 de la mano de Luiz Inácio Lula da Silva. El 1 de enero de 2011 asumió Dilma Rousseff, de esa misma fuerza política. En 2014 Dilma fue relegida, pero fue echada por medio de un impeachment el 31 de julio de 2016. Tras su destitución, asumió su vicepresidente, Michel Temer, quien pertenecía al Movimiento Democrático Brasileño. Temer se enfrentó al PT y llevó adelante una gestión conservadora, contraria a la propuesta de sus aliados. En las elecciones de 2018 se impuso el ultraconservador Jair Bolsonaro, que tras cuatro años de gestión no logró ser reelecto y en 2022 perdió con Lula.
Argentina:
Tras 12 años de kirchnerismo, en 2015 la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner eligió como su candidato a Daniel Scioli, que fue derrotado por el centroderechista Mauricio Macri. Macri, a su vez, perdió las elecciones de 2019 con Alberto Fernández, quien llevaba como vicepresidenta a Cristina. En 2023, el partido de Gobierno buscó seguir en el poder, llevando a las elecciones al ministro de Economía, Sergio Massa, quien perdió contra el libertario Javier Milei.
Chile:
En 2013, Michelle Bachelet volvió al poder de la mano de la coalición Nueva Mayoría, derrotando a Evelyn Matthei Fornet, quien era la candidata del entonces presidente Sebastián Piñera. A su vez, en 2017 el centroderechista Piñera volvió al poder. En 2021 ganó las elecciones una agrupación de izquierda encabezada por el actual presidente, Gabriel Boric.
Ecuador:
En Ecuador, en 2017, el izquierdista Rafael Correa sí logró llevar a la Presidencia a su candidato: se trataba de su vicepresidente Lenín Moreno. El inconveniente, para Correa, es que Moreno dio un giro copernicano y llevó a cabo un gobierno completamente distinto al que esperaba el correísmo. En 2021, llegó al poder Guillermo Lasso, quien tras dos años debió dejar el poder, tras verse acorralado por la oposición en un juicio político que estaba a punto de ordenar su destitución. En las elecciones se impuso Daniel Noboa Azín.
Bolivia:
En Bolivia, en tanto, gobierna desde 2019 Luis Arce, del mismo partido del expresidente Evo Morales, pero los dos líderes están enfrentados y hoy Morales es, quizás, el principal opositor a este Gobierno.
México:
En la segunda economía de la región, México, se impuso en 2018 el centroizquierdista Andrés Manuel López Obrador, derrotando a los tradicionales partidos políticos PAN y PRI.
Colombia:
En tanto, en 2022, Gustavo Petro se convirtió en el primer presidente de izquierda de la historia de Colombia.
Perú:
Perú es un caso llamativo también. Un país cruzado por una larga historia de presidentes destituidos, en el cual en 2021 se coronó como presidente el izquierdista Pedro Castillo. Sin embargo, Castillo fue destituido tras intentar un autogolpe de Estado en diciembre de 2022 y su lugar fue ocupado por su vicepresidenta, Dina Boluarte. La actual mandataria está totalmente enfrentada a la cúpula del partido que la llevó a la vicepresidencia.
El fenómeno de Javier Milei en Argentina
Los analistas de Latinometrics se preguntan, como disparador, si el triunfo del libertario Javier Milei en Argentina, responde a una ola “antigobernante” en la región. Al respecto, Latinometrics propone ciertas respuestas:
“Milei no es el único que canaliza la ira de los latinoamericanos hacia una candidatura exitosa a la presidencia. En la última década, la oposición política –ya sea de izquierda o de derecha– ha ganado casi las tres cuartas partes de todas las elecciones libres y justas”.
“Es posible que muchos votantes se hayan sentido desanimados por sus propuestas ultraconservadoras de política social y económica, pero su otra opción era el ministro de Economía en ejercicio (Sergio Massa) de un país en quiebra, con una inflación del 140%”.
“Tal vez la ira sea la mejor explicación para la ola anti-gobernante que ha invadido la región durante la última década”.
¿Por qué pierden los oficialismos?
“La gente está de mal humor después de una década de poco crecimiento económico y una pandemia que golpeó fuertemente a la región”, sostuvo Benjamin Gedan, director del Programa de América Latina del Centro Wilson.
El experto en política latinoamericana explicó: “Hay poca confianza en los partidos políticos o en las instituciones democráticas y los mandatarios gozan de lunas de miel cada vez más cortas. Con herencias pesadas, incluyendo altos niveles de deuda, los líderes en la región no tienen los recursos financieros para cumplir con sus promesas de campaña”.
Además, destacó que “los pueblos latinoamericanos también están decepcionados con la creciente tasa de delincuencia” añadiendo que “los efectos de cambio climático es también un reto enorme”.
A modo de conclusión, Gedan reflexionó: “En esta coyuntura, muchos votan con los pies y migran hacia el norte. Los que quedan aprovechan de las elecciones para castigar a sus gobernantes”.
Por su parte, Mauricio Jaramillo Jassir, analista político y profesor de la Universidad del Rosario (Colombia) expuso: “La gente vota por un cambio, la gente vota después de un tiempo de hastío. Ese cambio se puede llamar Nayib Bukele, Javier Milei o Gustavo Petro. Ganan las elecciones quienes pueden encarnar la idea de cambio, es decir, quienes la gente piensa que pueden corregir algo que no funciona”.
Jaramillo Jassir puntualizó que se observa un “voto bronca” para castigar a los políticos. Según su mirada, ganan quienes han conseguido “canalizar la indignación ciudadana frente a la política”.
Fuente: Bloomberg