La oligarquía intenta marcar la cancha
Aun no asumido el nuevo gobierno nacional, la vieja y siempre agresiva oligarquía, intenta marcar la cancha, para que le mantengan sus privilegios y no le toquen un centavo de las jugosas ganancias que consiguieron, ni se les recorten sus privilegios excluyentes vueltos a asumir, en el contexto de reprimarización económica forzosa, perpetrado por el actual tercer gobierno neoliberal.
Esa retrógrada y apátrida oligarquía forma parte del actual impresentable gobierno neoliberal en extinción, entre otros por medio del dudosamente moral ministro Etchevehere (el mismo que soporta un proceso judicial abierto en su contra por su propia hermana, por supuestas maniobras delictivas con el patrimonio familiar; el mismo acusado de fumigar plaguicidas muy tóxicos, en las inmediaciones de escuelas rurales; y el mismo que había cobrado una jugosa “indemnización” de la Sociedad Rural, al asumir como ministro macrista).
Esa misma oligarquía, avaló explícitamente todas las políticas de genocidio económico; de industricidio alevoso e intencional; de desguace tecnológico; de endeudamiento desenfrenado; de negociados descarados e infames perpetrados por el presidente, sus colaboradores y secuaces diversos (casos como Correo Argentino, Panamá Papers, prórrogas escandalosas de concesiones de autopistas, negociados con eólicas, etc.); y nunca se molestó por los múltiples y muy vergonzosos actos de entrega explícita de soberanía; todo eso perpetrado por el macrismo, con la anuencia de la vieja y siempre retrógrada oligarquía campera como aliada interna principal.
Como lo evidencia el accionar oligárquico a lo largo de nuestra historia, a sus componentes solo les importan sus campos, sus negocios y sus privilegios, y ese pensamiento egoísta en grado sumo, lo muestran los comentarios de sus más verborrágicos integrantes, que opinan en las redes sociales como patrones de estancia…o sea en tono imperativo, soberbio y pretendidamente dueños de la verdad y de la última palabra. También son pruebas irrefutables de esa mezquindad de valores y cortedad de miras, sus constantes apoyos a gobiernos clasistas, antinacionales, con ribetes racistas y por ende cargados de mentalidad liberal, la cual es opuesta a cualquier tipo de sano Pensamiento Nacional.
Con fuertes prejuicios usados como corazas, que son endebles para mantener sus indefendibles posturas, es usual que “metan en una sola bolsa” al marxismo, al trotskismo y al anarquismo, con las distintas vertientes del Pensamiento Nacional –con el peronismo como expresión más consolidada-, lo cual es incompatible y una aberración conceptual, pero lo sostienen a fuerza de machacar eso sin importarles las incoherencias insalvables de sus mediocres posturas ideológicas. No razonan con la mente ni con el corazón, lo hacen desde el bolsillo y la mezquindad total.
Supuestamente desconocen al Capitalismo de Estado, que en sus diversas variantes nacionales, con un Estado activo y con proteccionismo del mercado interno, practican de un modo u otro todas las naciones exitosas, incluyendo las grandes potencias y las potencias emergentes, así como varias que salieron de la miseria crónica, con políticas activas de desarrollo y soberanía.
Muestran como adalides del “liberalismo económico”, a varias potencias que practican el doble discurso, predicando hacia afuera liberalismo absoluto, pero aplicando internamente fuertes medidas proteccionistas e intervencionistas; de lo cual EEUU, Canadá, Gran Bretaña y la Unión Europea son los casos más flagrantes de esa hipocresía conceptual. ¿O es que acaso la UE no protege a sus productores agropecuarios, sin importarles la “eficiencia”?; ¿acaso no advierten que los europeos, al igual que los anglos del norte, priorizan los valores estratégicos del autoabastecimiento y de mantener ocupada a su población, por sobre los fetiches del “libre comercio y libre mercado”? ¿Pueden desconocer el estúpido papel que hizo Macri, con resultados nulos, demostrativos de su ignorancia geopolítica, al ir a rogar a Francia y Alemania que anulen barreras aduaneras y para arancelarias, con las que protegen a sus productores de alimentos? ¿Acaso no saben que Trump logró revertir la decadencia de EEUU, al imponer fuertes medidas proteccionistas de su industria, y de estímulos a su producción de hidrocarburos?
Pero los oligarcas contumaces, siguen repitiendo el mantra de “la grandeza del centenario”, mentira que inocularon a los uniformados como reaseguro de sus posturas políticas, ocultando que ese modelo de economía primaria a ultranza solo pudo funcionar –con muchas limitaciones y aspectos negativos- en un contexto mundial que caducó definitivamente entre 1900 y 1914, siendo anacrónico e
incoherente pretender recrear esa Argentina feudal, de economía primarizada, con riqueza concentrada y la miseria oculta pero extendida a la mayoría de la población.
Aquella Argentina feudal, tipo país – estancia, solo daría trabajo a diez millones de argentinos, marginando a todo el resto. Pero eso no solo no les importa, sino que les interesa contar con grandes volúmenes de desocupados, para forzar salarios a la baja y ahogar eventuales protestas. Se niegan a ver lo que está pasando por similares circunstancias, en “su gran modelo” Chile, en Ecuador, en Perú y en Colombia, ante los alzamientos populares generados por el hartazgo que provoca el neoliberalismo salvaje…hoy la doctrina preferida de los oligarcas camperos.
Lamentablemente, la falsedad histórica y aberración conceptual económica de “la grandeza del centenario” -1910- (cuando ocultaban a los pobres, para que los visitantes ilustres no los vieran, excluidos al borde de los festejos), falsedad con la que se entroniza al liberalismo como única doctrina económica “correcta” (desconociendo sus falsedades conceptuales y su rol de instrumento de colonización cultural), y el consecuente desprecio a la industria y al desarrollo tecnológico nacional, es inculcada como “pensamiento político correcto” y excluyentemente válido, en los Institutos Militares, con lo cual se aseguran contar con fuerzas de choque, manipulables por los oligarcas contumaces, listas para operar como tropas de ocupación en el propio territorio, instigándoles como enemigos “únicos” al peronismo y al comunismo, a los que con malicia consideran casi equivalentes –lo que es una brutalidad conceptual- incluyéndolos en la supuesta misma concepción “populista”, concepto instalado por los mercenarios de la comunicación, como calificativo despectivo respecto a todo lo Nacional y Popular.
Ocultan que el comunismo –hoy extinguido como tal y solo supérstite en grupúsculos políticos sin inserción popular ni mayor sustento doctrinario sólido- es tan antinacional como el liberalismo económico, y su versión recargada, el neoliberalismo; doctrinas estas últimas a las que adhieren por ignorancia total los milicos liberales. Por eso muchos militares siguen viendo “zurdos y subversivos” hasta en la sopa, pero no ven las brutales acciones de desguace total y de pisoteo de la soberanía, perpetradas por los “libreempresistas” hoy en el poder formal.
Total, a los militares liberales (el 90 % del total) los contentan fácil, con un par de desfiles, con oportunos incrementos de remuneraciones por sobre los acordados a “los civilachos”, y con fuertes dosis de sobadas de lomo. ¡De patriotismo auténtico y de Defensa de Lo Nacional, ni hablar ni pensar! Con el patrioterismo declamativo se llenan mentes y se adormecen conciencias.
Así o con poco más, bajo la sutil supervisión británica antes, y de “los primos trasatlánticos” luego, manejó a su antojo la oligarquía campera, al país, condenándolo al subdesarrollo crónico y la miseria masiva.
No es un detalle menor, que la Sociedad Rural Argentina (SRA), se formó durante el mitrismo, mientras se asolaba al Paraguay, mediante la guerra de la triple infamia, fogoneada por Gran Bretaña, para terminar con el “mal ejemplo” de un país industrializado y no endeudado, todo lo cual fue “corregido” destruyendo, empobreciendo y endeudando al Paraguay, a un alto costo en vidas para las cuatro naciones involucradas, pero sobre todo del perdedor.
La SRA nunca mostró pesar alguno por esa infame guerra, pero sus voceros en cambio se “escandalizaron” cuando Perón devolvió los trofeos de guerra, en un enorme y fraternal gesto con el país hermano.
Más allá de esos poco decorosos antecedentes, y de haber apoyado cuanto gobierno entreguista, liberal y apátrida hubo, la oligarquía no se hace cargo que la quita de las retenciones a los productos primarios exportados, fue una de las mayores causas del déficit fiscal y de endeudamiento acelerado, perpetrado eso al comienzo del gobierno macrista.
Pese a que han sido cómplices activos, copartícipes del gobierno, soportes institucionales, y permanentes voceros de la siniestra ideología neoliberal, de la cual el macrismo es la más destructiva versión de las tres perpetradas en Argentina; pretenden no solo no hacerse cargo de nada, cuan pretendida aristocracia en épocas monárquicas absolutistas; sino que tampoco quieren aportar nada para sacar al país del pantano de decadencia acelerada al cual sumieron. Y claramente, no les molesta que los alimentos esenciales sean hoy carísimos, provocando hambruna, desnutrición y muerte, al imponer precios dolarizados, mientras empobrecieron a la mayor parte del país.
Son muy pocos, seguramente poco más de 500 familias, irrelevantes numéricamente en nuestro país de 45.000.000 de habitantes. Pero suman a pequeños chacareros muy confusos, los mismos a los que el último gobierno peronista libró de las hipotecas allá por 2003/2004, y les facilitó comprar tractores, cosechadoras y camionetas, de industria argentina (“detallecito” que muchos ni consideran). Suman además a los sectores odiadores y/o confusos de las clases medias (que están mucho peor que en 2015, pero que el odio reconcentrado no les deja razonar); y tienen los explícitos respaldos –varios seguramente deseosos de pasar a roles “activos”- de la mayoría de los uniformados, que de tan colonizados mentales no tienen ni idea acerca de que es la soberanía ni el concreto amor a la Patria; además de las estructuras de los medios concentrados, ya en plena tarea de sembrar cizaña y esmerilar al próximo gobierno.
Es imperativo desarticular las explícitas amenazas de la oligarquía y otros sectores antinacionales, si queremos eludir la planificada disolución nacional ordenada por poderes supranacionales, y en cambio recuperar soberanía, dignidad y grandeza nacional.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos