La XXVII Edición de la Fiesta Provincial del Agricultor generó una inyección millonaria a la economía local
Entre el 8 y el 11 de septiembre se desarrolló una edición más de la simbólica fiesta del norte misionero. La celebración, homenaje a los agricultores, estuvo cargada de diferentes atractivos culturales, artísticos y de entretenimiento en general.
El éxito del encuentro se vio reflejado en la amplia participación y en los ingresos generados por el mismo y que impacta de manera directa en la comunidad. Sólo el remate ganadero incluyó más de 500 cabezas vendidas, generando un movimiento total superior a los 50 millones de pesos después del golpe final del martillo.
En el mismo rubro, la venta de asado también generó cifras de 7 dígitos. El domingo se vendieron al menos mil espetos de 2 kg de carne (800 de vaca y 200 de búfalo) a un valor de $3000 cada uno, además, de pollo y cerdo en gran cantidad. La demanda fue tal que a la hora del mediodía se formó una larga fila para los retiros.
El predio de la fiesta estuvo equipado con más de 80 stands, que ofrecían productos a la venta. Se trata de una pluralidad de propuestas tan diversas que convocó a comerciantes locales, regionales e incluso de puntos tan distantes como Horacio, quien vino por quinto año consecutivo desde la provincia de Salta, a ofrecer una variedad especial de gallinas, gallos y cerdos.
El valor de la entrada en el primer día fue de $200, jornada en el que se registraron más de dos mil ingresos. Para el segundo día, el valor del ingreso era de $500 y se registraron más de tres mil visitantes. Ya para el domingo, día en el que no se cobró entrada, la concurrencia superó ampliamente la cantidad de los dos días anteriores juntos, siendo casi imposible precisar un número exacto de visitantes.
Lo que quedó evidente es el movimiento intenso de ventas en todos los stands que ofrecían productos, algo que redunda en ganancia para quienes apostaron por instalar allí su emprendimiento.
Fuera del predio de la Fiesta también hubo un fuerte incremento en los consumos, donde la capacidad hotelera contó con un 100% de ocupación. Situación similar se vio replicada en los lugares de venta de comida, que se vieron desbordados por la cantidad de clientes.
La Fiesta del Agricultor aportó un flujo de dinero de varias cifras para casi todos los rubros, no solo del municipio, sino de la Zona Norte de la Provincia e, incluso, más allá de sus fronteras.