Movimiento de pinzas
“Hay que tener una alta valoración y respeto por el voto, sea cual fuera, a favor o adverso. Pedimos con cada sublema la oportunidad a la gente para algo nuevo”. La definición es del conductor de la Renovación, Carlos Rovira. La escucharon atentos los 27 candidatos a diputados y los principales aspirantes a cubrir cargos en el Concejo Deliberante de Posadas.
La reunión, en el Centro del Conocimiento, sirvió para hacer un análisis del escenario electoral y de los desafíos de cara a las elecciones del 22 de octubre. Fue un encuentro pleno de militancia. Los más jóvenes se sorprendieron de que la recomendación de Rovira sea simple: “Trabajar mucho, con mucha humildad para conquistar cada uno de los votos en octubre”. El gobernador Hugo Passalacqua, en un encuentro en la Rosadita, les dijo lo mismo.
Los más veteranos sonreían con disimulo. La excitación en el ambiente traía a la memoria los momentos fundacionales de la Renovación, cuando cada uno salía a buscar el voto con todas las armas disponibles ante un rival que era dueño del poder.
Hoy el rival es quizás más poderoso y las elecciones primarias encendieron algunas alarmas, especialmente en la capital misionera, donde pese a que prácticamente no hubo una campaña intensa de Cambiemos, el resultado le fue sumamente favorable.
Las recomendaciones a los candidatos fueron acompañadas por algunos reproches a los dirigentes. Hay que trabajar más y mejor. Incluso con una herramienta utilizada a piacere por la oposición: la cibermilitancia. Hay que despabilar.
La preocupación no es antojadiza. La oposición se coló por la ventana. Como un caballo de Troya, logró meterse hasta el patio trasero, lo que demuestra que hicieron mal quienes subestimaron a Cambiemos. El poder es un imán poderoso y atrae incluso al más perspicaz.
Mauricio Macri demostró hace tiempo que sabe utilizar las herramientas del poder y la seducción. Ganador primero en la ciudad de Buenos Aires, llegó a la Presidencia sin poder evitar que se lo tomaran a broma. Pero por instinto o consejos de Durán Barba, empieza a desplegar el juego de la seducción para sumar hasta a los más reacios. Quizás eso explique el triunfo en provincias a priori firmes opositoras.
En un movimiento de pinzas, constriñe a las provincias con pequeños ajustes casi imperceptibles del modelo económico, empuja, presiona y después se sienta a negociar. Peor aún, saltea al poder provincial y dialoga cara a cara con intendentes y actores económicos.
Ejemplos de esto. “Cometerían un error muy grave, que ya hicieron otros, si se profundiza esta idea de centralizar las decisiones y saltear a la Provincia”. La advertencia del presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional, Santiago Ros, apunta a que la Nación dejó de girar recursos vitales para la construcción de viviendas y en paralelo, traza “gestiones” con intendentes provinciales para darles soluciones habitacionales.
Ros reveló que el Iprodha se verá obligado a tomar deuda por unos mil millones de pesos para seguir fortaleciendo la política habitacional enfocado en las familias de menores recursos.
El ministro de Salud Pública, Walter Villalba, también reveló en la comisión de Presupuesto de la Legislatura, que el cambio económico iniciado en 2015 comenzó a hacer mella en uno de los baluartes de la Renovación: el modelo de salud. Costó mucho lograr reducir los índices de mortalidad infantil desde los más altos escalones del infierno a una línea por debajo de la media nacional. En apenas un año y nueve meses, hubo un preocupante retroceso. Aunque Misiones se mantiene por debajo de la media, la mortalidad infantil creció casi un punto.
La explicación es sencilla. La Nación disminuyó las partidas del plan Remediar y otros programas de salud. Retrocedieron los envíos de anticonceptivos, preservativos y dispositivos intrauterinos. Durante siete meses los promotores de salud de las comunidades guaraníes dejaron de cobrar. Las franjas más bajas de la sociedad quedaron desprotegidas, agobiadas por la inflación del 40 por ciento registrada el año pasado. Eso se tradujo en menos controles prenatales y tristes resultados estadísticos. Los esfuerzos que hizo Misiones por mejorar infraestructura sanitaria y hospitalaria, se dan de bruces ante el retroceso de los indicadores socioeconómicos. Los hospitales –especialmente el Madariaga- aumentan el número de atenciones e internaciones, pero eso solo no alcanza.
Los problemas estallan lejos de Buenos Aires. Más allá de que tengan su raíz en decisiones macro, terminan siendo responsabilidad local, del médico del pueblo, del intendente y, en última instancia, del gobierno local.
La presión por un lado, la seducción por el otro. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, vino a Oberá a la Fiesta Nacional del Inmigrante. Acompañado por Humberto Schiavoni, presidente del PRO y candidato a senador, la celebración del crisol de razas sirvió de escenario para sucesivos mitines de campaña. Vino en vuelo privado y como turista. No hubo contactos con el Gobierno provincial.
Días antes el secretario de Agricultura, Santiago Hardie, vino en viaje fugaz a Misiones. Pasó por Posadas y luego fue a El Soberbio, a la fiesta de Agricultura Familiar. Siquiera llamó al ministro del Agro para avisar formalmente su visita. Hubo fotos y abrazos de campaña. Alex Ziegler aprovechaba para explicar que la importación de cerdos de Estados Unidos era un mal necesario para el país. “Para vender, tenemos que comprar”, defendió ante la mirada atónita de algunos interlocutores de la Cofra, la cooperativa de Alem, donde el puesto de trabajo de 600 familias está en riesgo por el intercambio de limones por cerdos yanquis.
Pero la muestra más cabal de que la línea de gobernabilidad pactada simbólicamente, puede correrse en tiempos de campaña, la dio el propio presidente Mauricio Macri. Hace unos días sorprendió la visita a Posadas del presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere. El empresario ganadero vino a reunirse con… forestales. No fue demasiado claro el motivo de su desembarco e incluso, algunos ganaderos se preguntaban por los verdaderos motivos de la visita, cuando el interlocutor debería haber sido el ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile.
Etchevehere fue una avanzada informal del propio Macri. Aplacar cualquier discurso negativo a días del inicio de la Feria Forestal Argentina parecía ser lo más atinado, con un sector amenazado por la apertura de las importaciones.
Los motivos de fondo se revelaron en medio de esta semana. El ruralista convocó a la “mesa forestal” a una reunión con el Presidente que se hará este martes a las 15.30 en la Rosada. “Él mismo se ocupará de resolver las demandas del sector porque podemos crear miles de puestos de trabajo”, prometió Etchevehere.
Efectivamente, Macri convocó a los forestales a una reunión para el martes –supeditada a una cumbre con Donald Trump convocada a última hora para analizar la situación de Venezuela- y una “previa” el lunes a las 9.30 en la Sociedad Rural, para definir la agenda. Los temas en carpeta son conocidos. Pero a tono con el discurso del Gobierno, se puso el foco en una eventual rebaja impositiva para fortalecer inversiones. También se colaron propuestas tales como exceptuar a las forestaciones de la ley de Tierras, que protege a las comunidades originarias, derogar la ley de insalubridad laboral de la industria celulósica y el papel, que rige en Misiones y eliminar Ingresos Brutos a las exportaciones, además de buscar la instalación de entre dos y tres pasteras de un millón de toneladas para absorber la masa forestal ociosa.
La mesa forestal que se reunió entusiasta con Etchevehere en Posadas, no tendrá la foto con Macri. O al menos, no todos sus integrantes. Se limitó la presencia a “un referente por organización” y temen que la agenda sea dominada por los intereses de la Asociación Forestal Argentina (AFOA), que representa a los grandes jugadores del mercado, como Arauco, por estos días más preocupados por sus nuevas operaciones en Brasil que por los negocios en la Argentina. Fuera de la agenda quedaron, por ejemplo, la actualización de la ley de presupuestos mínimos de la Protección de Bosques Nativos y se duda del convencimiento de Macri para sostener la ley 25080, que subsidia la implantación de bosques. Aunque en septiembre somos todos forestales, no todos los forestales son lo mismo.
Mientras la Nación busca interactuar con todos en sus dominios, la Provincia debe lidiar con otros embates de Cambiemos, vinculados a la gestión económica, que, en definitiva, terminan generando los problemas locales.
Mucho se puede hacer desde lo local, pero lo que se derrama de Nación, finalmente, tiene efecto en las provincias. El desempleo, por ejemplo, sigue en los mismos valores que el año pasado. Se dirá que es una buena noticia. Y lo es, a medias. Se dejó de caer. Pero en realidad, el 5,1 por ciento de desocupación marca que hay un núcleo que no logra encontrar empleo y que la tasa no creció por el efecto desaliento: la tasa de empleo cayó del 42,2 por ciento al 39,8 por ciento y la de actividad, del 45,5 al 42 por ciento. En paralelo, creció el porcentaje de ocupados que demandan un nuevo empleo de 7,8 a 8,2 por ciento. En total, según los datos oficiales, en Posadas hay unas 31 mil personas con problemas laborales, entre desocupados y ocupados que quieren trabajar más o mejor.
Los datos en el país muestran algo similar. El mercado laboral está estable, como en el peor momento de la crisis autogenerada el año pasado.
Por eso la obsesión de Passalacqua por la radicación de industrias en Posadas, resulta vital. La capital es la más azotada por la crisis de las asimetrías y al mismo tiempo, tiene una economía cerrada en los servicios. Hay escasez de industrias que puedan absorber una mano de obra cada vez mayor. El turismo es una actividad potente para toda la provincia, pero obliga a Posadas a agudizar el ingenio para poder crecer. Oportunidades hay en el turismo de eventos. Y se puede. El empresario Guillermo Brajkovic está a la cabeza de la organización de un encuentro que traerá a más de 1.200 estudiantes a un congreso de Ingeniería. En solo una semana, 12 millones de pesos se invertirán en hotelería y servicios. La mayoría de los hoteles estarán a pleno.
La magnitud de los números amerita a que los empresarios del sector depongan egos y ambiciones personales y se unan en pos de potenciar la actividad. Si la torta es más grande, todos podrán quedar más satisfechos. Quien sea dueño del sello no debería ser un escollo.
Falta poco más de un mes para las elecciones y formalmente por estas horas se inicia la campaña. La Renovación tiene el norte marcado y el desafío de sumar votos en Posadas y recuperar algunos municipios del interior en los que no le fue demasiado bien.
En la oposición el panorama varía. Cambiemos quiere retener los votos en Posadas y sumar alguno que otro en el interior. Pero con repetir resultados, está cómodo. No habrá una intensa campaña, sino actos de gestión y mucha presencia digital.
El partido Agrario, que conduce Héctor “Cacho” Bárbaro quiere quedarse con la corona opositora en Misiones y en la Nación. Hay entusiasmo en las filas agrarias, sobre todo por la desazón de los otros espacios.
El puertismo quedó lastimado, pese a que debería estar celebrando un cuarto lugar en las primarias. La disputa por la conformación de la lista enfrentó a los más leales. Finalmente el ala dura bajó a Ramón del Rosario Velázquez, pero habrá “vendettas”. De todos modos, Claudio Roa sigue firme en el timón institucional.
No es el único espacio con heridos. Avancemos está prácticamente desmembrado. Después de las primarias, Adolfo Velázquez desapareció del radar y Alejandro solo garantizó trabajar para su reelección. Claudio Wipplinger ya había anunciado que pasaba a cuarteles de invierno para “preservarse”. Los radicales de Vanguardia, María Losada y Hugo Escalada se juramentaron seguir trabajando hasta el último día. “Lo que saquemos, será nuestro. Hay que honrar cada voto”.