Hace seis años Ignacio Gallero asumió un compromiso con la cultura regional y con una visión innovadora creó la marca Olla Negra, que se convirtió en un símbolo de identidad misionera. La idea surgió con la intención de representar la esencia de Misiones a través de la indumentaria. 

Nacho, como lo conocen sus allegados de Puerto Rico, ciudad donde nació y se crió, estudió Diseño Multimedial en Buenos Aires, Publicidad en la Universidad del Salvador e incursionó en Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires, aunque no terminó esa carrera, la suma de conocimientos fue de gran ayuda para lo que se venía. 

Sin embargo antes de encontrar su pasión en el diseño de indumentarias, tuvo una agencia de viajes, lo que le permitió conocer una variedad de lugares y observar un detalle que cambió su perspectiva. “En Argentina todos tienen remeras con palabras que no entendemos”. 

En el 2018 tuvo la idea de hacer remeras, sin el más mínimo conocimiento del área textil, pero con un objetivo: que las remeras no quedaran en el cajón como un recuerdo, como suele pasar con la mayoría de las prendas adquiridas en los viajes a Cataratas u otros puntos turísticos. 

“Sin querer me preparé bastante durante varios años, para poder generar una marca que sea reconocida, fácil de identificar. Para  todo ese desarrollo también me ayudaron mucho todo esos estudios que hice”, dijo el emprendedor a Economis. 

El emprendimiento se inició con una iconografía diseñada de los lugares de Puerto Rico, a través de los cuales buscó comunicar un mensaje, un sentimiento o una historia como la que tiene la Iglesia central del pueblo, la Costanera o una fábrica abandonada hace mucho tiempo. No obstante observó que la ciudad era un mercado chico y apuntó a la provincia toda, a resaltar su flora, su fauna, su historia, su gente, su tradición. Hoy los inicios quedaron lejos y es reconocido por importantes artistas locales y nacionales que eligen su marca para un evento especial, porque al final todos, desde su lugar, quieren dar a conocer las bellezas de Misiones y de Argentina. 

Detalló que los primeros diseños fueron un camión de tareferos y la chipa (sin acento como debe de ser) y funcionaron muy bien, lo que generó una gran demanda. Poco a poco se fue animando a explorar más y sacar diseños jugados. “El primer riesgo fuerte en su momento fue con la palabra argel, sin embargo fue una de las remeras que mejor funcionaron. Me daba miedo porque hacer cosas más tradicionales como el camión o el mate eran más efectivas o más fácil saber que iban a funcionar”.

La comercialización empezó por Instagram e inmediatamente creó una página web/tienda virtual propia, porque no quería usar otras aplicaciones. “Quería que sea https://ollanegra.com.ar/ que sea propia. Me contacté con un diseñador de la página también acá, con el objetivo de que  siempre quise que sea todo local, porque constantemente vemos elementos de otro lugar o la bandera de Japón, me di cuenta que en Misiones siempre aparecen otras cosas y no se explota lo que hay aca”. 

“Era darle un poco la vuelta de rosca, fui pensando la manera al observar que nadie hacía nada por la región, para que la gente tenga ganas de usar la prenda, hay muy poca cultura plasmada de Misiones en objetos. Lo que hay es muy por arriba, vi todo un campo en el que no se estaba haciendo nada y la verdad es que me encantan las remeras como objeto, como un buen lienzo donde diseñar”. 

El servicio es inmediato, todo aquel que realice su compra, en el mismo día Nacho diseña lo pedido y lo envía. Dependiendo de la zona tarda más o menos en llegar. “La idea es que la gente pueda hacer el pedido y elegir el motivo, el color de la remera, el color del diseño, armar la orden de compra como quiera”.

Con una gran demanda, hace aproximadamente tres años la propuesta dejó de ser un hobby y se transformó en una marca registrada que es el sustento económico de Nacho, transformando el emprendimiento en una empresa unipersonal al que le dedica tiempo, trabajo, imaginación, innovación y amor en cada prenda. Haciendo no solo el diseño sino también la parte de comunicación, publicidad y un gran trabajo artesanal. 

“Los comienzos fueron duros, me manchaba todo, todas las remeras, la casa, porque la pintura toca y mancha cualquier cosa. Hoy aprendí que la mejor técnica para pintar es sobre algodón, lo que más dura y más lindo queda, porque es una tela fresca, hay técnicas donde la remera no respira, cuando empecé no sabía hacer remeras. Fue todo un aprendizaje largo, es una técnica que me llevó un tiempo aprender”, contó. 

Actualmente la marca tiene clientes de toda la provincia y del país gracias a la página web. “Siempre vendí, nunca mermó la venta, hay meses mejores que otros, pero la vengo piloteando, a los músicos les gusta usar mis diseños, les gusta subir al escenario con las remeras, eso para mí es súper importante porque eligen mi marca para un momento tan especial, también hay famosos que eligen mis remeras, y así muchos artistas que la eligen para vestirse para momentos especiales, también científicos que les gusta porque representa algo divino”.  

Lejos de buscar una expansión internacional, el misionero elige mantenerse chico, porque desea disfrutar cada momento de algo que representa más que solo un rubro comercial, sino un genuino gusto por lo regional y artesanal. Nacho, además de diseñar indumentaria también es músico -una parte muy importante en su vida- y el visualizar una expansión le demandará mucha más energía y tiempo. 

“No es mi búsqueda, es un proyecto bastante acústico, no quiero que se vaya por las ramas, me gusta mucho el trato personalizado, saber a quién le vendo, tener una relación, saber a qué se dedica. Hablo con mis clientes, tengo una comunicación con prácticamente todos, sé quién tiene mi remera, en eso me gusta estar, es parte del disfrute”, expresó. 

La visión a futuro es sacar productos más creativos, lograr un producto único de edición limitada, con precios diferenciales. Recientemente sacó una remera hecha con tierra, el cual tiene un video elaborado en su página de instagram, demostrando que hay un gran laburo por fuera de las remeras, que es la comunicación. “Hay una búsqueda, no tan comercial, si bien siempre está presente porque es por donde está el sustento pero me gustaría tener más prendas camisas, hace poco ingresaron los buzos y en un futuro me gustaría hacer camisas delantales, hay todo un mundo en la indumentaria”. 

Compartió que el negocio de las remeras generó un gran entusiasmo en la población, y muchos de ellos coleccionan la línea como así también se muestran orgullosos de  comprar para regalar a sus familiares del exterior. Por lo que la marca se puede ver en diferentes partes del mundo como Suiza, Alemania y otros lugares. 

“El mensaje es que Misiones es una provincia muy hermosa, que el misionero siempre encontró en su gastronomía y en su idiosincrasia algo muy simple que para mí es más que una riqueza muy grande que tenemos. Nuestra cultura es muy linda. Nuestras comidas son muy ricas. La chipa. Mi niñez fue muy buena acá. Entonces creo que mi mensaje siempre fue que valoremos de donde somos, que esto es un paraíso, que tenemos nuestras palabras, nuestra poesía y nuestra riqueza. Las remeras nunca fueron en tono burla, son remeras generan orgullo de alguna manera porque yo estoy orgulloso de mi provincia, yo me fui a Buenos Aires y ahí entendí que vivíamos en un lugar muy privilegiado y las remeras transmiten eso”.

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