Pedimos por nuestra Patria
Carta de monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas, para el domingo 19 durante el año [11 de agosto de 2019]
En cada misa que celebraremos en nuestra Patria rezaremos en este domingo 11 de agosto por nuestra democracia en la Argentina y por el momento fundamental que estamos viviendo en estas elecciones que denominamos PASO. Pediremos para que cuando votemos lo hagamos con responsabilidad y total conciencia que aquello que decidamos será fundamental para el futuro de nuestra Patria. También para que en lo que queda del camino eleccionario sigamos profundizando nuestro discernimiento y pidiendo en este tiempo que los que buscan diversos cargos tengan en cuenta a la gente y al bien común.
El 7 de agosto hemos celebrado a San Cayetano. En la Argentina es la oportunidad que tiene el pueblo para pedir su intercesión a Dios, por un tema central en la vida de cada persona y familia, que es el trabajo.
También en nuestra Diócesis, en distintas comunidades hubo celebraciones. Debo señalar que siempre quedo impresionado por la religiosidad y a la vez por la claridad del mensaje que nos da nuestra gente sobre la importancia que tiene el trabajo en la vida de una sociedad. Estos mensajes profundos son enviados desde el sentido común y sensatez que tiene la sabiduría del pueblo. Lamentablemente a veces se toman aspectos superficiales de las movilizaciones masivas que genera la devoción a San Cayetano y no se hace una lectura profunda de la fe de nuestro pueblo, ni se tiene en cuenta que pueden ser indicadores, quizás las mejores encuestas, para evaluar, corregir y encaminar el rumbo de toda proyección económica, social, cultural.
No es casual que en nuestra América Latina se da por un lado un cierto crecimiento económico y por otro siga acentuándose la inequidad social. En esto la multiplicación del asistencialismo dañó la cultura del trabajo. Es importante recordar el documento «Laborem exercens» del Papa san Juan Pablo II, en donde se subraya la enseñanza que habitualmente nos da la doctrina social de la Iglesia, acentuando la prioridad del trabajo sobre el capital. En sí debemos afirmar la importancia del capital para el crecimiento, pero dicho crecimiento es genuino, consistente y justo, cuando está ligado al trabajo.
Será una clave en nuestra Patria y Provincia profundizar en el eje de la cultura del trabajo, que tanto tiene que ver con nuestra identidad heredada de nuestros antepasados que por generaciones consideraron su trabajo como clave para crecer. Aunque nuestra realidad va cambiando y la globalización y la tecnología generan nuevos escenarios, deberemos tener en claro que si nos sometemos solo a lo virtual seguiremos generando rupturas con la realidad en donde el proceso de concentración y exclusión seguirán profundizándose.
En el Documento de Aparecida cuando se refiere al trabajo señala: «Alabamos a Dios porque en la belleza de la creación, que es obra de sus manos resplandece el sentido del trabajo como participación de su tarea creadora y como servicio a los hermanos y hermanas. Jesús, el carpintero (Mc. 6,3), dignificó el trabajo y al trabajador y recuerda que el trabajo no es un mero apéndice de la vida, sino que constituye una dimensión fundamental de la existencia del hombre en la tierra, por la cual el hombre y la mujer se realizan a sí mismos como seres humanos. El trabajo, garantiza la dignidad y la libertad del hombre, es probablemente la clave esencial de toda la cuestión social» (DA 120).
El pasado 7 de agosto, hemos pedido y manifestado a San Cayetano que en cada hogar de los argentinos y misioneros haya «pan y trabajo». Pedimos a nuestro padre Dios por la intercesión de San Cayetano, para que podamos revalorizar la cultura del trabajo en todos los ámbitos, con la certeza que esto nos hace más dignos, porque nos ayuda a plenificar el haber sido hechos a imagen y semejanza de Dios. ¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!
Un saludo cercano y hasta el próximo domingo. Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas