Pruebas Aprender: Las cuentas no cierran ni a grandes ni a chicos
El Gobierno de Mauricio Macri presentó los resultados de las evaluaciones censales Aprender 2018, realizadas por el 79% de los chicos de sexto grado del país. Según el informe, se observan interesantes progresos en prácticas del lenguaje, pero persisten las amplias dificultades en matemática donde no hubo avances.
Cinco meses después de que se tomaran las pruebas Aprender 2018, el presidente Mauricio Macri presentó sus resultados en una escuela de Jujuy. La nueva edición sigue la misma línea que la anterior: al igual de lo que sucede al final del secundario, los alumnos de sexto grado mejoraron en lengua, pero continúan con bajos desempeños en matemática.
En lengua evidenciaron mejoras todas las provincias del país. Con respecto a 2016, cuando se evaluaron las mismas materias en primaria, hubo un incremento de 8,5 puntos porcentuales. En ese entonces, el 66,8% de los estudiantes había alcanzado los dos niveles más altos -satisfactorio y avanzado-. En 2018, el 75,3% de los chicos tiene buena comprensión de textos. Como dato positivo: se redujo en 7 puntos la cantidad de alumnos en el estándar más bajo.
En matemática la historia es diferente. Tal como en secundaria, los resultados son flojos. Con respecto a 2016, no hubo variaciones en el promedio nacional más allá de que nueve provincias mejoraron. Todavía al 43% le cuesta resolver operaciones sencillas e incluso el nivel más bajo -por debajo del satisfactorio- creció 1,6 puntos porcentuales.
“De todas las cosas que estamos haciendo, para mí la más importante es esta: la educación. ¿Cuántas veces hemos escuchado sobre la importancia de la educación? Pero lo importante es hacer algo distinto. Acá nos juntamos todos y nos pusimos a trabajar y obtuvimos estos resultados en dos años. Esto demuestra que sí se puede, que si trabajamos juntos y ponemos la energía en el hacer, las cosas van a mejorar todos los días”, aseguró Macri en un acto que compartió con el gobernador Gerardo Morales.
“La educación en Argentina empezó a mejorar”, remarcó el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro. “Lo más importante es que la nueva edición no se tiñó de política partidaria. Las escuelas ya entendieron el inmenso valor que tiene la evaluación para diseñar políticas públicas. Hace 10 años discutíamos si la evaluación era para castigar o echar docentes. Hoy claramente vemos que no es así”, agregó en referencia a la mayor cobertura que tuvo el operativo: el 94% de las escuelas participó de la prueba que, desde este año, se hace alternadamente entre primaria y secundaria.
El ministro sostuvo que el crecimiento en lengua se debió a que allí se puso el foco en primer lugar. “920 mil docentes participaron en jornadas institucionales orientadas a la enseñanza de lengua. Cuando se mejora en lengua inmediatamente se crece en otros saberes. Un alumno no puede resolver un problema matemático si no entiende el enunciado”, razonó.
El estancamiento en matemática esperan poder revertirlo a partir de la implementación del nuevo modelo de enseñanza de matemática que anunciaron a fines del año pasado y que ya se aplica en algunas escuelas.
La brecha entre la escuela pública y privada continúa más allá de pequeñas variaciones. Por caso, entre los alumnos de nivel socioeconómico bajo de ambas gestiones se registraron 12 puntos porcentuales a favor de los que van a colegios privados en lengua.
Hubo otras brechas de aprendizajes, sin embargo, que se achicaron. “Ya es sabido que América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo, pero en cada edición de Aprender vamos viendo mejoras en ese aspecto. En todas las regiones del país se redujo la dispersión entre los estudiantes que se ubican en los niveles más altos y aquellos que están en los más bajos”, señaló Elena Duro, secretaria de evaluación educativa y destacó el programa de las Escuelas Faro: “Las 800 primarias que reciben asistencia desde 2016 mejoraron en lengua y matemática”.
Los estereotipos de género, que dicen que a las mujeres les va mejor en lengua y a los varones en matemática, siguen presentes pero con menor fuerza. En lengua la disparidad se redujo 5 puntos y en matemática se achicó 2 puntos.
Al respecto, Mercedes Miguel, secretaria de innovación educativa, analizó: “La brecha por estereotipos de género es una tendencia histórica de nuestro sistema educativa y estamos empezando a cerrarla. La única forma que tenemos de mejorar es estar cerca de los docentes y de las escuelas. Sobresalen las mejoras en lengua porque sostuvimos nuestra decisión de priorizar la capacitación docente en esa vía. Estamos convencidos de que se pueden revertir los determinismos por género y lugar de nacimiento”.