¿Qué está pasando en el mar de China Meridional?

Compartí esta noticia !

Te invito a dar una vuelta por el mar de China Meridional. Los ojos del mundo están en Afganistán pero la verdadera pelea es AHÍ y no veo a los analistas hablando de esto.

Hace algunos días, la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris visitó Singapur y Vietnam para intentar impulsar las alianzas de Estados Unidos, cuando China le disputa la influencia política y la dominación naval en la región indopacífica, un área a la cual le vengo prestando atención muy de cerca. Algo te conté en esta edición.

Durante su gira, la vicepresidenta acusó en varias ocasiones a las autoridades chinas de intimidar a sus países vecinos. Pekín respondió con reproches similares sobre la actitud de Washington en Afganistán.

Para empezar a adentrarnos en este conflicto del cual hace mucho quiero escribir al respecto, te dejo este mapa que robé (no me denuncies porfi).

Para que quede claro la dimensión y la importancia que esto toma para el resto del planeta, te lo pongo en números claros y concisos:

  • $3,37 TRILLONES de dólares es el comercio total que pasa por el Mar de China Meridional (números actualizado al 2016)
  • 40% del comercio mundial de gas natural licuado transitó por el Mar de China Meridional en 2017.

¿Qué es lo que se disputa entonces? Absolutamente todo. Desde territorio marítimo hasta el control de recursos naturales claves para los desafíos de desarrollo económico que requiere el mundo que se viene.

Vamos de a poco.

¿Quiénes son los actores? Malasia, Brunei, Vietnam (Mar Oriental), Filipinas (Mar Occidental), y China (Mar Meridional).

China es quien reclama la mayor parte, en el área que se conoce como la línea de los 9 puntos y que incluye las islas de Spratly y Paracelso, que cuentan con bases navales. Sostiene que, según el derecho internacional, los militares extranjeros no pueden llevar a cabo actividades de recopilación de inteligencia, como vuelos de reconocimiento, en su zona económica exclusiva (ZEE). 

El gigante asiático creó islas artificiales y cuenta con población instalada en esos archipiélagos. Es decir, están aumentando físicamente el tamaño de las islas o creando nuevas islas por completo. Además de “apilar arena” en los arrecifes existentes, China ha construido puertos, instalaciones militares y pistas de aterrizaje, particularmente en las islas Paracel y Spratly, donde tiene no 1 sino 27 (!) puestos avanzados. China ha militarizado Woody Island mediante el despliegue de aviones de combate, misiles de crucero y un sistema de radar de última tecnología.

Según los Estados Unidos, los países reclamantes, en virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), deben tener libertad de navegación a través de las ZEE en el mar y no están obligados a notificar a los reclamantes de actividades militares. 

En julio de 2015, la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) de La Haya comenzó una audiencia sobre el caso presentado por Filipinas en contra de China con respecto a sus reivindicaciones en el Mar del Sur de China, un año después, falló a favor de Filipinas y ahí se empezó a pudrir todo. 

¿Por qué? Porque desde entonces China se niega a aceptar la autoridad del tribunal.

Como no podía ser de otra manera, para proteger sus intereses políticos, de “seguridad” y económicos en la región, Estados Unidos (están en todos lados los gringos, son como Droopy) ha desafiado las asertivas reclamaciones territoriales y los esfuerzos de recuperación de tierras de China mediante la realización de FONOP (“Freedom of Navigation”) y el refuerzo del apoyo a los socios del sudeste asiático. 

También en respuesta a la presencia de China en el territorio en disputa, Japón ha vendido barcos y equipo militar a Filipinas y Vietnam para mejorar su capacidad de seguridad marítima y disuadir la agresión china.

Es decir, Washington ha desplegado al área buques de guerra y si hay buques ya sabemos que significa: quilombo. ¿Por qué? Porque es el tipo de guerra más costoso de sostener y en tiempos de crisis, si EEUU decide poner el foco ahí, es porque realmente vale la pena. 

Y sí. Se estima que el Mar del Sur de China puede contener 105.000 billones de barriles de reservas de hidrocarburos.

Pensa que el crecimiento económico de Beijing, lo ha convertido en el segundo mayor consumidor de petróleo en el mundo y se espera que su demanda de energía pueda aumentar aún más en las próximas décadas. Por esta razón, tener acceso sin oposición a tales reservas de hidrocarburos es fundamental para el futuro de la seguridad energética de ese país.

Te puede Interesar  El reto de la inflación en la economía de Estados Unidos

Este lugar es una zona de amortiguación (buffer zone le dicen en inglés) de la parte continental del sur de Beijing por lo que su control podría crear una “barrera” militar de protección que le permita mitigar cualquier amenaza militar futura.

Así, por ejemplo, un bloqueo comercial -lo más común en estos tiempos- en contra de China sólo podría lograrse a través del control de este espacio marítimo (por eso EEUU y Japón financian el despliegue de barcos/buques filipinos y vietnamitas para que controlen la zona, todo está pensado baby, además de qué pensas que se trató la visita de la VP Kamala Harris ahí en medio de todo el quilombo de Afganistán?).

Ya volveremos a eso, pero vayamos a lo importante. 

¿Qué está haciendo China para protegerse de los “invasores”? 

Gastando TODA la plata que sea necesaria.

  • Modernizar y ampliar su ejército y marina, así como desarrollar y expandir la capacidad de fuerzas paramilitares.
  • Evitar un enfoque multilateral, centrándose en la negociación bilateral y el diálogo en la gestión de los territorios marítimos en disputa, evitando terceros.
  • Haber creado la nine-dash line (o la “línea de los 9 puntos”), como la base histórica de sus reclamos de soberanía en el sur de China, actuando como un medio de coerción a otros países reclamantes.
  • Construir islas artificiales con capacidades estratégicas en la zona en disputa.

Es decir, estamos hablando de que China cambió su enfoque en el último tiempo de su estrategia de despliegue militar pasando de un enfoque continental a uno marítimo. Algo que definitivamente asusta a Washington porque podría convertirse en la potencia naval más fuerte del mundo y ejercer un dominio total de las costas del pacifico para 2030, incluso superando a grandes marines de guerra como la de Rusia o India. Según este informe que en 2018 James Fanell (ex director de inteligencia de la Sexta Flota de EEUU) presentó ante el Congreso de Estados Unidos para exponer el peligro del avance chino.

Oficialmente, Estados Unidos mantiene la “neutralidad” sobre los reclamos de soberanía en el Mar de China Meridional. Pero tiene un interés directo en las disputas por cuatro razones clave…

Primero, obligaciones de defensa mutua con Filipinas en caso de conflicto con un tercero; segundo, su compromiso con el derecho internacional como signatario de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (aunque aún por enraizar); tercero, dependencia del comercio marítimo de la zona para su propia prosperidad económica; y por ultimo, profunda preocupación por los intentos de China de restringir los despliegues navales estadounidenses en aguas asiáticas.

En respuesta, las administraciones de Trump y, ahora, Biden han aumentado la ayuda de seguridad marítima y los simulacros militares con aliados y socios regionales; extendió los despliegues navales a las proximidades de las islas ocupadas por China bajo las llamadas operaciones de “libertad de navegación” y subrayó repetidamente las obligaciones de Beijing de cumplir con el derecho internacional vigente.

Para Washington y las potencias afines, desde los miembros del Quadrilateral Security Dialogue (Quad) desde Japón y Australia hasta la India, así como las potencias europeas de Gran Bretaña, Alemania y Francia, la creciente asertividad de China representa una amenaza directa para la paz y la seguridad regionales, por eso absolutamente TODOS están involucrados.

¿Por qué varios países occidentales están metidos en este conflicto? 

Los países occidentales se resentirían de esa gestión del mar si va en contra de sus antiguas colonias o de los intereses económicos actuales en Asia, como el acceso a las concurridas rutas marítimas de carga.

Pensa que el Reino Unido, por ejemplo, está obligado por sus Acuerdos de Defensa de las Cinco Potencias de 1971 para ayudar a defender el antiguo protectorado de Malasia. Malasia disputa parte de la reclamación china de alrededor del 90% del Mar de China Meridional. El mar se extiende desde Hong Kong al sur hasta la isla de Borneo, acá te dejo otro mapa para que se entienda.

Te puede Interesar  Dieciocho cosas que sucedieron por primera vez en 2020

(La antigua colonia francesa Vietnam impugna la reclamación marítima de China, incluidas las Islas Paracel del mar. China controla Paracel hoy en día. Francia todavía mantiene vínculos “culturales” y “económicos” con sus antiguas colonias del Sudeste asiático)

Hay dos áreas principales de preocupación según este informe del Pentágono y los rivales más pequeños de China en la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático). Una es la rápida militarización de China de las disputas, incluso mediante el despliegue de misiles tierra-aire y otras armas avanzadas en islas recuperadas.

Y si hablamos de la ASEAN, tenemos que hablar de Vietnam, uno de los demandantes de las islas en disputa, que asumió la presidencia de dicha asociación en 2020. Durante su mandato, Vietnam podría bloquear el progreso de las negociaciones sobre el establecimiento de un código de conducta marítimo en el Mar de China Meridional, que China ha estado defendiendo, o podría iniciar acciones legales contra China.

Esto puede hacer que se pique todo y por supuesto, cuenta con el apoyo de EEUU y sus aliados para llevarlo adelante.

Ahora te dejo algunas noticias en forma de línea temporal del último mes en las cuales me estoy basando para darte todo el contexto posible de este conflicto MÁS que importante.

  • 30 de Agosto: el miércoles 1 de septiembre entrará en vigencia una regulación que dispuso la Administración de seguridad marítima de China, donde los barcos occidentales tendrán que reportar su nombre, su actividad y cuánto tiempo van a quedarse “bajo territorio chino”.
  • 27 de Agosto: un buque de guerra de EEUU pasó por el estrecho de Taiwan
  • 25 de Agosto: Japón denunció que la presencia china está en aumento
  • 10 de Agosto: Washington declara que el despliegue de china en la zona es peligroso para la seguridad internacional
  • 4 de Agosto: la armada india manda buques de guerra a la zona de conflicto en apoyo a EEUU
  • 2 de Agosto: Alemania (sí, los alemanes también están en esta) envió un buque de guerra para apoyar a las naciones occidentales (a cambio, Washington le enviaba tropas para fortalecer las zonas de influencia rusas en plena escalada por el gasoducto NordStream 2). 
  • 31 de Julio: Gran Bretaña envía portaaviones a la zona de conflicto para detener el avance de China
  • 29 de Julio: China aumentaba la presencia militar en la zona

China insiste en que las actividades de reconocimiento extranjero en su ZEE sin notificación previa y permiso violan sus derechos, y podría comenzar a hacer cumplir esta interpretación. Sin embargo, el ejército de los Estados Unidos necesita continuar llevando a cabo operaciones en el Mar de China Meridional, incluido el reconocimiento, para garantizar su preparación en una serie de contingencias, incluida la defensa de Australia, Japón, Filipinas y Taiwán. 

Las reclamaciones de la ZEE de China podrían obligar a los Estados Unidos a elegir entre continuar las operaciones, arriesgando así una confrontación directa con China, o reducirlas, socavando sus compromisos de alianza.

Muchos socios y aliados de los Estados Unidos, como Japón y Corea del Sur, dependen del acceso sin restricciones al Mar de China Meridional para comerciar con el mundo exterior. Los países del sudeste asiático dependen en gran medida de la pesca en las aguas en disputa, donde se captura más del 12% de los peces del mundo y se emplean más de 3,7 millones de personas. La presencia del ejército estadounidense para estos países significa la “protección” del comercio, por lo tanto, no están dispuestos a perderla.

Un enfrentamiento militar menor entre China y un reclamante podría escalar a un conflicto más grande que involucre a múltiples reclamantes y probablemente a los Estados Unidos si uno de sus aliados militares, como Filipinas, está involucrado. Además, si China establece el control sobre el Mar de China Meridional, podría declarar y hacer cumplir zonas de exclusión militar, lo que interrumpiría u obstruiría las líneas de comunicación internacionales y las cadenas de suministro cruciales.

About The Author

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin