En los últimos dos años, los costos para producir alimentos en general no pararon de aumentar. Muchos de los insumos que se utilizan en la producción agroalimentaria son importados y se ubicaron por encima del 70%. Este panorama complica la rentabilidad de muchos productores de la provincia de Misiones e incluso algunos en particular les genera trabas en la comercialización. Esto los obligó a ajustarse, a vender sus productos a un precio no tan elevado para llegar al cliente con la mercadería y no perder ganancias.

Estos altos costos pueden persistir durante un período largo, aunque no se sabe bien cuánto. Por ello, el objetivo de muchos productores es, de alguna manera, ganarle a esta adversidad económica y hacer frente a los productos que se necesitan para la producción en sí. Por lo menos así lo manifiestan desde el sector, que son aquellos que día a a día sortean y esgrimen las desavenencias económicas actuales, debido a que casi todos los productos agrícolas se han vuelto más caros.

Hoy la situación es compleja para muchos productores, por lo que buscan distintas alternativas dentro de sus chacras, como por ejemplo, diversificar la producción. Es decir, no hacer un solo cultivo, sino tener varias opciones para que la venta sea segura y generar más ganancias.
Los altos costos de los insumos, el precio del combustible, y la energía apuran a los colonos a tomar decisiones rápidas, ya que quedarse quietos no es la solución frente al problema.

En este sentido, y a contrapunto de los inconvenientes diarios, muchos de los feriantes (algunos instalados hace muchos años en sus puestos) dejaron de venir, debido a que se les hace imposible costear los precios de logística y traslado, por nombrar algunos impedimentos. Además, sostienen que ya no se vende como en otras épocas, a la gente no le alcanza el dinero para comprar , siempre vienen y llevan lo justo, o un poco de cada cosa, mientras que los colonos, que viven de esta producción, no pueden dejar de trabajar, explicó a Economis Alicia Klauss, productora de Colonia Alemana de Olegario Andrade.

Klauss se dedica a la frutihorticultura y tiene una producción diversificada en su chacra de alrededor de 20 hectáreas, de las cuáles cinco son utilizadas para plantación de verduras y hortalizas, como ser lechugas (distintas variedades), chauchas, zapallito, repollo, espinaca, entre otros. Además, trabaja en la producción de durazno y mandarinas. Un amplia variedad de cultivos para sostener, de alguna manera, los altos costos que tuvieron en los últimos meses.

“Trabajamos con invernaderos para las verduras y con semillas importadas. Esto significa que al producir con insumos de calidad, el precio es siempre más alto en todo”, reveló Alicia. La productora de Andrade explicó que casi todo lo que se usa está dolarizado. Esto sin contar los costos de logística que tiene afrontar con los insumos que llegan de otras provincias en camiones, como el abono.

En la chacra de Klauss la producción es orgánica, trabajan con compostaje. “El camión de abono que nos llega de la provincia de Entre Ríos, sale 160.000 pesos, son unos 30.000 kilos que nos dura aproximadamente un año”, aseguró. Por otra parte, agregó que todo aumentó alrededor de un 120%, como ser el kilo de semillas que actualmente sale 5.000 pesos, con un rinde para dos invernaderos. Usándolo cada quince días, el kilo dura un mes.

A su vez, bajó la rentabilidad, el poder adquisitivo de los consumidores, sin mencionar la suba del precio de la nafta y las complicaciones que tienen para conseguir, por su faltante. Alicia cuenta que, en algunas estaciones de servicio no venden más de 20 litros por persona.

La producción en la chacra no se detiene en ningún momento, se trabaja de lunes a lunes, sobre todo con las condiciones climáticas actuales y con los inconvenientes que dejó la sequía del pasado verano y que afectó a toda la producción agrícola de la región.

Respecto a la comercialización, los puntos de venta convencionales son las ferias francas de diferentes partes de la provincia, sobre todo de Posadas, como ser la de Villa Cabello, Chacra 32-33, Mercado Villa Urquiza, por nombrar algunos. Es por ello, que los colonos sostienen que no conviene invertir si no hay rentabilidad, ni tampoco nichos de venta seguros.

La alternativa es innovar, por lo que debe haber una planificación y capital para invertir en algo distinto. Luis Krejci, es otro productor de Olegario V. Andrade, quien dijo que la única alternativa es seguir trabajando y produciendo lo que sea para salir adelante. Al igual que Alicia, sostiene que los costos de todo subió mas del 100%. “Antes se producía de mas y se vendía más barato y en sí era muy barato, hoy los costos del abono es de lo que más subió. Estamos pagando la carga 200.000 pesos que dura entre seis meses a un año, con un buen manejo”.

No obstante, Krejci cuenta con ayudantes para trabajar, lo que también significa sostener la producción y vender bien para pagar a los trabajadores que tiene a su cargo. “Pienso que, además de que se generen más políticas de ayuda, hay que bajar los impuestos que nos atoran y nos dejan menos margen de ganancia”, finalizó.

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