La solidez de la previsibilidad
La sintonía verde que Misiones impulsa como marca registrada, comienza a tener impacto en todo el país. Los principales medios se hicieron eco del reclamo de una compensación que se hizo a la Nación por la protección de la biodiversidad y la custodia de los ríos, que en definitiva terminan siendo insumo vital de la riqueza de la Pampa húmeda. Esa exposición favorece la posición misionera, que no exige otra cosa que un reconocimiento históricamente negado por el establishment político, que al mismo tiempo que escamotea recursos, desde el atril pontifica sobre las “provincias pobres”.
Pese a que las condiciones estructurales no han cambiado, Misiones hace tiempo que tiene méritos para sacarse ese mote y recuperar independencia.
La política fiscal, cincelada en los últimos 20 años, permitió recuperar autonomía y generar recursos propios para una expansión inédita en infraestructura y obras públicas en los lugares más recónditos. La previsibilidad atrae inversiones y consolida empleo.
La multinacional Arcor eligió a Misiones, la tierra de los Ingresos Brutos, para invertir 20 millones de dólares en una nueva planta de bolsas de papel. Dass volvió a producir en Misiones para abastecer un mercado nacional y regional. Beira Río llegará a Misiones a producir calzados para el mercado argentino y brasileño. Cientos de pymes le dan solidez a un mercado laboral que creció durante los peores momentos de la pandemia.
No son casos aislados. Misiones recupera empleo en el sector forestal y volvió a superar los diez mil puestos registrados -catorce mil fue el récord en 2008-, para revertir una tendencia a la baja que se dio, casualmente, en los momentos en los que el ex presidente Mauricio Macri imponía baja de impuestos, reclamaba desregulaciones y encabezaba numerosas mesas forestales con la promesa de que el sector iba a explotar. No fue así.
Misiones resistió esos embates y consolidó un modelo que no solo siguió creciendo, con más de 600 aserraderos pequeños y medianos, sino que el empleo en el sector más que duplica a Corrientes: la principal actividad empleadora dentro de la forestoindustria de Misiones es “Aserrado y cepillado de madera”, que concentra el 53,6% del total, con 5.414 trabajadores, que es más que la suma de todo el empleo foresto industrial de Corrientes, juntos (5.253) . En la tierra del chamamé no se grava la industria forestal y el negocio es “exportar” rollos a China, mientras que la madera en pie se malvende a cinco dólares la tonelada. En Misiones, con precios mínimos regulados, el precio del pino trozado está en 47,79 dólares y puede llegar a 57,35 dólares en el caso de las araucarias podadas.
Esa previsibilidad se refleja en otros ejes. Misiones nuevamente es la primera provincia con un presupuesto aprobado, con el foco puesto en las áreas sociales y la recuperación de la economía. El 79 por ciento de la inversión del presupuesto aprobado por 249 mil millones, se hará en Salud, Educación, Desarrollo Social y Económico para pensar en la recuperación de la pospandemia. Misiones es la provincia que tiene mayor autonomía fiscal, lo que le permite planificar con antelación y proyectar hacia dónde quiere ir.
En relación con 2021, el presupuesto aumenta 63,73%
Esa autonomía sirve para plantarse ante la Nación y reclamar con énfasis. No está pidiendo favores ni dádivas, sino un reconocimiento por los servicios ambientales al país. Puede mostrar cuentas en órden, saneadas, sin deudas y una economía en crecimiento. El peso de la deuda en relación con el gasto es mínimo: será del 0,2% en 2021.
En el Congreso el planteo misionero fue recepcionado en los principales despachos. El objetivo es que los pedidos sean incorporados en la letra chica del presupuesto: más obras para Misiones -para equilibrar las asimetrías con otras provincias-, la compensación ambiental por 114 mil millones de pesos y la creación de la Zona Aduanera Especial que sirva como escudo para la economía misionera, ante los futuros saltos del tipo de cambio.
Hoy la apertura de las fronteras encuentra a Misiones en una posición ventajosa por el precio del dólar, pero nada garantiza que eso no cambie una vez más en cualquier instante. Por ahora, paraguayos y brasileños encontrarán en Misiones nafta más barata y algunos productos de gama media alta con precios más bajos que del otro lado de las fronteras. Sin embargo, la inflación desbocada de los productos de la canasta básica todavía permite hallar precios moderados en Encarnación o en las lojas free de las ciudades ribereñas de Brasil.
Los tres temas fueron parte de la agenda entre el gobernador Oscar Herrera Ahuad y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien oficia de enlace ejecutivo del Gobierno de Alberto Fernández. Desde que asumió, el 20 de septiembre pasado, Manzur desplegó una agenda con quince gobernadores y recibió dos veces al de Misiones.
En la misma línea, Sergio Massa en el Congreso es quien recepciona las demandas provinciales para diseñar el Presupuesto 2022.
Los pedidos son al mismo tiempo estrategia y táctica política. Estrategia para consolidar una posición a largo plazo. Táctica en tiempos electorales, en los que suelen abundar discursos vacíos y no debates de fondo.
La Renovación es coherente en esa línea. Llevar la posición de Misiones al Congreso con demandas puntillosas y con todo un arsenal argumentativo que se trabaja en conjunto entre el Poder Ejecutivo, la conducción política en manos de Carlos Rovira y los diputados nacionales, que son los encargados de gestionar en Buenos Aires.
En la oposición siquiera tangencialmente se tocan los temas de la agenda misionera. Los candidatos de Cambiemos están en su zona de confort, repitiendo esloganes que se adaptan a cualquier provincia y que se repiten desde el manual diseñado por los publicistas del ex presidente Mauricio Macri. “Crear empleo, bajar impuestos, terminar con la inseguridad”, se repite como un mantra, aunque sin precisar los cómos. Las recetas usadas en la era Cambiemos, claramente fracasaron: récord de deuda eterna, inflación, pobreza y desempleo en alza fueron el legado amarillo.
En el Frente de Todos tampoco tienen demasiado tiempo en la agenda para los temas locales. Están enfocados en recuperar un puñado de votos para torcer la paliza de las primarias y mantener la expectativa por conseguir una banca. Isaac Lenguaza lidera ahora los movimientos del espacio, relegando al ala dura del kirchnerismo que acompaña en silencio. La situación económica y los sinsabores de la gestión de Alberto Fernández no dan mucho pie al entusiasmo por lo que la prioridad es que Cambiemos “no se escape tanto”.
Pero el descontento con el gobierno de Fernández excede a lo que se pueda hacer en Misiones. El fracaso en controlar la suba de los precios esmerila las chances electorales y genera roces internos en la coalición gobernante. Los alimentos cuestan 53 por ciento más que hace un año y los pedidos de “comprensión” hasta ahora no dieron resultado. Tampoco hay garantías de que los controles de precios funcionen. En todo caso, reprimen o demoran subas, pero el problema sigue estando. Las expectativas puestas en el presupuesto 2021, de una inflación de 29 por ciento, ya fueron superadas: el acumulado es del 37 por ciento y todavía queda un trimestre completo. El congelamiento de precios impuesto por el secretario de Comercio, Roberto Feletti, el mismo que debe definir el laudo de la yerba mate, choca con las expectativas de la producción por conseguir un precio más alto para la materia prima -hoy los valores oficiales están fijados en 29,70 pesos para la hoja verde,
Pese a que el mercado está pagando entre 52 y 53 pesos-. Al mismo tiempo, frena el reclamo de la industria por subir los precios en góndola, para recuperar rentabilidad justamente para hacer frente a la suba de la hoja verde y los costos que impone la inflación. En la industria desde el año pasado están pulseando por una suba en góndolas que compense costos, pero parece que nuevamente serán rechazados.
Así, los albores de recuperación económica pospandemia quedan opacados por la nueva puja distributiva. El empleo industrial, que venía en picada en los últimos dos años del macrismo, está 35.000 puestos por encima de 2019 y la industria y la construcción también están mejor que en la prepandemia. Equilibrar la balanza es la exigencia del momento, pero eso no se consigue con medidas de apuro, sino con previsibilidad, la gran ausente de la política argentina.