CARROZAS DE FUEGO

La Feria del Libro y un renacer del consumo

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La 46° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires cerró su ciclo 2022 con un récord histórico de público, la confirmación de la vigencia del libro como objeto de culto y consumo y con un florecer del mercado editorial, que vivió y disfrutó de la gran fiesta anual de la literatura como pocas veces en la historia. El balance, las expectativas cumplidas, los éxitos editoriales, Malvinas, Misiones y muchos temas más en este informe que completa la trilogía de notas exclusivas de Economis en la Feria del Libro.

Más de 1.300.000 personas accedieron a la feria durante los 18 días en que estuvo abierto el predio rural de Palermo. Se trata de la concurrencia más alta en toda la historia, fruto de la ansiedad de los lectores por volver a reencontrarse en un espacio cultural que era tradicional y que, debido a la pandemia de Covid-19, se había suspendido durante dos años. Larguísimas colas en las entradas al predio, en las firmas de autores y en las cajas para pagar los libros fueron postales de cada una de las jornadas, acrecentado el fenómeno los fines de semana, en donde transitar por la feria fue casi una proeza.

La reactivación

Todos los números del mercado editorial ratifican la mejora del sector, que parece haber superado las consecuencias, tanto de las políticas neoliberales del gobierno de Mauricio Macri como de la pandemia de Covid-19, que redujeron la producción y las ventas a números irrisorios. Los datos del “Informe de producción del libro argentino 2021”, que la Cámara Argentina del Libro presentó durante la feria en una rueda de prensa a la que asistió Economis, son contundentes al respecto: la cantidad de ejemplares editados en el país, durante el 2021, volvió a los niveles del 2018, pero todavía son la mitad de lo que se imprimió en 2015 y un tercio de los datos del 2014.

El dato sobresaliente es la cantidad de novedades que se registraron el año pasado, con 34.256 títulos nuevos, la cifra más alta en toda la década. La particularidad del caso es que las novedades en papel se mantuvieron estables en torno a los 23.000 títulos, mientras que las digitales saltaron a 11.000, marcando un nuevo récord para el formato.

El peso del Estado en la reactivación del sector es clave, así lo define el informe cuando afirma que “las ventas institucionales y las ediciones de instituciones públicas jugaron un papel fundamental” en la recuperación editorial. 

El 22% de las ventas de los 44 millones de ejemplares editados fue al sector público del área de educación, a lo que se debe agregar otro 8% de edición propia del ministerio de Educación. Esto quiere decir que uno de cada 3 libros impresos en la Argentina fue adquirido por el Estado y distribuido en forma gratuita en algún establecimiento educativo de todos los niveles y modalidades.

Tanto el informe como la feria confirmaron la plena vigencia del libro como objeto de culto y consumo masivo y transversal. Pese a cierto imaginario en torno a que se trata de un elemento propio de “viejos”, la realidad es absolutamente diferente: los mayores consumidores de libros son los jóvenes. Según el informe, el 24% de los títulos nuevos y el 27% de las tiradas del SEC (sector editorial comercial) correspondió a la literatura infantil, juvenil y didáctica. En este sentido, la gran estrella de la feria fue la autora de novelas de fantasía, la estadounidense Shelby Mahurin, quién pasó ocho horas seguidas firmando libros. Economis recorrió la fila de miles de fans que esperaban por conocer a la escritora y pudo confirmar que la gran mayoría de los lectores eran jóvenes menores de 30 años.

Por su parte, en Posadas, Matías Scarabotti, dueño de la librería Tras los Pasos, una de las más lindas del país, también ratificó que “la literatura infanto-juvenil está primera o segunda entre los géneros más vendidos”. 

El empresario resaltó “que la industria nos apoyó muchísimo con la edición infanto juvenil, penetrando en este público nuevo donde aparece el desafío de encontrar nuevos lectores, que es una tarea quijotesca”. 

Otro factor que potenció al mercado fueron las jornadas destinadas a la compra de libros por parte de las bibliotecas populares nucleadas en la Conabip. Este año, en el marco del programa “Libro%”, el Estado destinó 168 millones de pesos a la compra de libros durante los días 6, 7 y 8 de mayo, en donde la feria se abrió más temprano especialmente para los referentes de las bibliotecas populares de todo el país. Participaron del programa 992 bibliotecas argentinas, 22 de ellas de la provincia de Misiones.

Economis habló con Mariana Palma, de la biblioteca popular Thay Morgenstern, de San Pedro, quién comentó que recibieron 182.000 pesos de parte de Conabip. “Con ese monto debimos cubrir la compra de libros, pero también pasaje y estadía. En el caso de Misiones, la Federación de Bibliotecas gestionó con Gobernación un colectivo, con lo que ahorramos eso. En total, nosotros compramos libros por 163.000 pesos”. 

Cada biblioteca tiene libertad para elegir los títulos que adquiere, solo se establece que deben comprar en varias editoriales distintas. En el caso de la Thay Morgenstern, adquirieron “muchas novelas históricas, juveniles, manga, enciclopedias de plantas medicinales, biografías, de percusión y música, de sociales, política y antropológicas”. 

Las diferencias con la gestión anterior resultan abismales, ya que en el año 2019 apenas recibieron 26.800 pesos y la autorización para que viaje un representante por biblioteca. Este año el monto se multiplicó por 7 y se permitió el viaje de dos personas.

Las voces de la feria

El mercado editorial coincide en el balance positivo de la feria de Buenos Aires, que “superó nuestras expectativas”, reconoce Juan de Sousa, creador del sello Argentinidad, especializado en temas de defensa nacional y en la cuestión Malvinas. El editor explicó que “a comienzos de año había dudas sobre si la feria se iba a hacer o no. No teníamos muchas expectativas en el mercado editorial, en especial por el punto de partida. Pero fue un récord de visitantes y se reflejó tanto en el público que ingresó a la feria como el que compró libros. Superó las expectativas, fue como un reencuentro de todos, como un renacimiento, por lo menos, del mercado editorial”.

El stand de Argentinidad fue un espacio de gran emotividad durante la feria, ya que buena parte de sus novedades y presentaciones se vincularon con los 40 años de Malvinas. Esta editorial es la referente principal en la edición de libros escritos por veteranos de guerra o historiadores del conflicto por el Atlántico Sur. 

De Sousa manifestó que “Malvinas ocupó un lugar importantísimo, lugar destacado, central. Tanto en nuestras novedades que publicamos como en el lugar que tuvieron cada uno de los autores en el stand para dar charlas o firmar ejemplares. Previamente habíamos tenido el problema de la falta de papel y hablé con muchos autores y marcarles que no íbamos a poder imprimir todos los libros y que íbamos a priorizar lo de Malvinas y tuvimos el apoyo y el entendimiento de todos los autores”.

Por su parte, Carlos Benítez, responsable editorial de Punto de Encuentro, expresó que “había gran expectativa de parte nuestra y del público” y que “se trabajó muy bien, se vendieron muchos ejemplares y entiendo que pasó lo mismo en otras editoras. Es un balance sumamente positivo”. 

Más allá de este balance, Benítez expresó la preocupación por “la situación compleja en la que estamos, en especial por la falta de papel, que es algo que preocupa mucho. Eso genera especulación, alza de precios, inestabilidad y eso conspira contra nuestro mercado, que viene muy vapuleado luego del 2015 en adelante”. 

Además, continuó, hay mucha concentración en el mercado, pero hay que seguir trabajando y apostando para modificar estas cuestiones negativas. También es cierto que aparecen muchas editoriales pequeñas, muy chicas, ya sea individuales o cooperativas y eso se puede convertir en algo más potente. Porque la variedad y la multiplicidad es lo que genera la riqueza cultural en términos editoriales”.

La ciudad de La Habana, capital de Cuba, fue la invitada de honor a la feria. Fernando Rojas, editor de la Casa de las Américas, expresó que la invitación “nos da la oportunidad de llegar con una propuesta bastante amplia desde el punto de vista de presencia física en libros, pero también con nuestros escritores, poetas, narradores, ensayistas y editoriales. Somos entre 20 y 30 personas. Es un espacio para visibilizar a Cuba en todas sus dimensiones, en sus contradicciones, en los problemas que está atravesando, algunos que se vinculan con los problemas del mundo, otros se ven agravados por la relación y el bloqueo de los Estados Unidos y eso agrava mucho la situación. Y también muestra el peso de la cultura en la resistencia”.

Rojas remarcó los lazos históricos que unen a la Argentina con Cuba. “Somos parte del intercambio cultural, enfatizó, y queremos llegar a un pueblo que tiene muchos vasos comunicantes con Cuba. Desde la Casa de las Américas, allá en los 60, cuando se establece el premio por primera vez, se le entrega a Ezequiel Martínez Estrada, en el 70 es jurado Rodolfo Walsh, hay una relación total entre nuestros pueblos que se ha reflejado en muchos ámbitos”. 

Consultado sobre el vínculo que une a Cuba con Misiones a través de la mítica figura de Ernesto “Che” Guevara, el editor reflexionó que “es un vínculo que se construye, tenemos la posibilidad de decir que hay alguien que es parte de los dos espacios geográficos. Eso muchas veces disminuye el poder de división que tienen las fronteras. Esa idea de conexión internacional, latinoamericana, sobre todo en la búsqueda de solidaridad y hermandad latinoamericana. Y eso es lo que simboliza la figura del Che”.

Por último, se destacó también el stand de Perú, organizado por la Dirección del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura del país incaico. Allí se expusieron más de 270 títulos, señaló Leonardo Dolores, director peruano del libro, quién remarcó que “la participación de Perú en la feria Internacional del Libro de Buenos Aires ha permitido ampliar oportunidades de proyección comercial de la industria editorial peruana, en mercados internacionales competitivos, a través de la exhibición y venta directa de libros y productos editoriales, lo que ha contribuido a la reactivación económica del sector”.

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