¿Qué le falta a la ley de responsabilidad penal empresarial en la Argentina? La participación activa de la sociedad civil

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La nueva ley de responsabilidad penal empresarial ha quedado por lo menos desactualizada o incompleta a la luz de lo que se conoce como el “caso de los cuadernos” o “la mafia los cuadernos”, que ha desatado un proceso de transparencia que -esperemos- puede erradicar la corrupción en la contratación y la actuación con el estado en la República Argentina.
El periodista Hugo Alconada Mon del diario La Nación de Buenos Aires comentó que tras entrevistar a las máximos responsables de procesos similares en el Brasil (Lava Jato) y más atrás el tiempo en Italia (Mani Pulite), concluyó que su éxito tuvo que ver con la presión pública que se ejerció desde la ciudadanía en cada uno de sus casos; sin ella no se hubiese podido avanzar tanto como se avanzó en esos procesos.
En la Argentina nos encontramos con una ley dictada hace poco tiempo, reglamentada recientemente y con una muy baja tasa de implementación; las empresas están expectantes, preguntan, van a seminarios y charlas, pero la práctica todavía no se han visto resultados concretos y generalizados de la implementación de un sistema de integridad, y no “por cumplido”, sobre todo en aquellas empresas que obligatoriamente deben hacerlo como son las que contratan con el estado en cualquiera de sus niveles.
De antemano se puede señalar que el sistema diseñado y pensado por la ley, por su reglamentación, e incluso por el proyecto que está manejando la Oficina Anticorrupción y que fue lanzado a consulta pública, no conoce los resortes de la toma decisiones en las empresas tan profundamente como se requiere.
Hay que tener presente que las empresas no son organizaciones democráticas; el verticalismo es la norma, y quien se aparte de ella puede ser duramente castigado, directa o indirectamente; cualquiera que haya trabajado o trabaje en empresas en cargos directivos gerenciales de alta dirección lo sabe, y son normas no escritas que influyen a la hora de la toma de decisiones y de la acción de los directivos, aún en los de más alto rango. Imaginemos cómo puede hacer un responsable de integridad, por más alto cargo que tuviere, para apartarse de esa regla no escrita de no denunciar a su jefe, debiendohacerlo aún en el caso de que ese jefe sea el gerente general, el dueño de la compañía, o un accionista mayoritario.
Incluso fuera de la Argentina, en el llamado “viejo mundo”, he tenido que intervenir en casos en forma personal de denuncias de hechos de corrupción interna en empresas de clase mundial, en los que pese a contar con un sistema de denuncias formal y supuestamente confidencial, y un ombudsman externo a cargo de su recepción, nada pasó. Puro marketing mal entendido. Y mucha frustración e impotencia.
Es por eso que, en paralelo con lo relatado por el prestigioso periodista en los casos de Italia y Brasil, y adaptándolo a la realidad empresarial, distinta a la pública, se torna imprescindible incorporar a la sociedad civil en los procesos de integridad de las empresas.
Cómo hacerlo?
El sistema debe contar con un responsable interno de integridad, un ombudsman corporativo de reputación comprobada y un comité de integridad conformado además con por lo menos tres miembros de ONGS: una dedicada a temas de transparencia, una a lo ambiental y una a lo social.
El ombudsman deberá contar además con el apoyo de personas con experiencia en iniciativas de diálogo social y de coordinación de grupos de interés (Stakeholders).
El procedimiento, con los acuerdos y resguardos de confidencialidad necesarios, contemplará el monitoreo permanente tanto en el sistema de prevención como ante la detección o denuncia de hechos de corrupción.
Es una propuesta preliminar -pero necesaria- para evitar que, una vez más, cambie algo para que nada cambie como enseñó Lampedusa en su Gatopardo.
La resistencia inicial será un escollo a vencer. En uno y otro mundo (el empresario y el de la sociedad civil). Con distintos motivos pueden surgir los prejuicios.
Pero ese es un tránsito que la transparencia nos exige como sociedad diezmada por sistemas corruptos de dobles discursos y contabilidades paralelas casi ancestrales.

 
 
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Nuevo llamado a licitación de Letras del Tesoro por 1.000 millones de dólares

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El Ministerio de Finanzas convocó este viernes a la licitación de dos series de Letras del Tesoro en dólares por un total de u$s 1.000 millones para la semana que viene.

Los instrumentos a licitar incluyen Letras del Tesoro en dólares estadounidenses a un plazo de 182 días (con vencimiento el 16 de marzo de 2018) por u$s 600 millones; y Letras a un plazo de 378 días (al 28 de septiembre de 2018) por u$s 400 millones.

Según puntualizó Finanzas en un comunicado, la recepción de ofertas comenzará a las 10 del martes 12 de septiembre y finalizará a las 15 del miércoles 13, y será efectuada de acuerdo con los procedimientos aprobados por la Resolución N° 162-E/2017.

Además, explicó que la licitación se realizará por adhesión, con lo cual a los fines de participar, deberán indicarse únicamente las cantidades que se desean suscribir expresadas en valor nominal.

Para las Letras a 182 días el precio de suscripción será de 986,33 dólares por cada mil dólares de valor nominal, lo cual representa una tasa nominal anual de 2,78%. 

Para las Letras a 378 días el precio de suscripción será de 968,70 dólares por cada mil dólares de valor nominal, a una tasa nominal anual de 3,12%, detalló el Ministerio.

También aclaró que de acuerdo con los procedimientos de colocación para estas Letras, se adjudicarán primero las órdenes minoristas por hasta u$s 50.000 de valor nominal.

La suscripción de todos los instrumentos podrá realizarse tanto en pesos como en dólares estadounidenses, mientras que el l tipo de cambio para la suscripción será el correspondiente a la Comunicación “A” 3500 del martes 12 de septiembre.

Finanzas resaltó que podrán participar de estas operaciones personas físicas o jurídicas interesadas, debiendo a estos efectos dirigir sus manifestaciones de interés en tiempo y forma a través de los agentes de liquidación y compensación (integrales y propios) y agentes de negociación registrados en la Comisión Nacional de Valores (CNV).

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Revisionismo financiero: Un análisis sobre las expectativas de los agentes financieros

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Uno de los grandes pilares conceptuales de la campaña de Cambiemos fue el tan mentado retorno de la “confianza”, que entre otros aspectos permitiría reinsertar a Argentina en el mundo y recibir de esta forma, una consistente “lluvia de inversiones”. Finalmente, la llegada de inversiones significó sólo una sutil “garúa”, estrechamente relacionada con el negocio financiero garantizado por las altas tasas y el endeudamiento externo.

Asimismo, las decisiones políticas de Cambiemos han llevado a la Argentina a recorrer el camino inverso al resto del mundo: mientras las potencias profundizan la administración de su comercio exterior, nuestro país se abre de par en par a las importaciones; mientras la tasa de interés aumenta en todo el mundo, Argentina decide tomar deuda masivamente; y el derrotero continúa…

Uno de los síntomas de estos desencuentros se percibe al analizar los “ánimos y perspectivas” de las principales consultoras y especialistas privados (afines al gobierno). En el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central de manera mensual, tomando las expectativas de 59 consultoras, se puede observar un fuerte desgaste del optimismo por parte de los “analistas”. En dicha encuesta se relevan de manera sistemática las perspectivas (a modo de proyecciones) de unas 50 consultoras en relación a 4 variables fundamentales de la macro nacional: inflación, tipo de cambio, resultado fiscal y PBI.

Lo que llama poderosamente la atención es la comparación de las proyecciones a lo largo del tiempo y su constante empeoramiento. En términos generales, lo que a mediados del 2016 era para las consultoras un futuro prometedor con crecimiento, estabilidad cambiaria y déficit e inflación a la baja, ha mutado a una foto que refleja un futuro distinto, con mucha prudencia, poca euforia y dudas por doquier.

El REM en marzo y su evolución en el tiempo

Inflación: la meta es que alguien crea en la “meta”

Respecto de la consulta sobre la inflación interanual de 2017 las consultoras manifiestan de manera sistemática que la misma terminará por encima de la meta del BCRA (entre 12% y 17%). Independientemente de ello, se observa una clara tendencia al alza en las expectativas de inflación para este año. Mientras que a mediados del año pasado los “especialistas” aventuraban que el gobierno cerraría el año 2017 con una inflación del 19%, hoy no conceden menos de un 21% (las expectativas del relevamiento en marzo de 2017 estima una inflación de 21,3% para este año) y subiendo la apuesta mes a mes.

En concreto, las señales son claras. Aunque el presidente del BCRA seque la plaza de pesos o Caputo consiga todos los dólares del mundo, los tarifazos programados siguen haciendo su parte y desgastando el otrora optimismo. Esta tendencia no ha pasado desapercibida: sobre fines de marzo, el BCRA intervino el mercado secundario de LEBAC vendiendo de manera masiva para desplomar los precios y hacer subir el rendimiento implícito del instrumento. Esto se produce porque pese a que el central mantiene su tasa de referencia en 24,75%, la tasa de LEBAC continuó su sendero decreciente y la intención de Sturzenegger es que la misma no se “escape” de la referencia. ¿Qué sucede? La crisis genera monumentales excedentes líquidos en los bancos que son canalizados vía LEBAC, lo que hace que las licitaciones (ahora mensuales) de este instrumento sea sobreofertadas bajando su tasa. Un desconcierto general, que las consultoras le facturan al gobierno a la hora de sembrar las expectativas.

El juego de la apreciación: fundamental para la bicicleta

Respecto del valor del dólar promedio en 2017 la proyección de las consultoras implica un tipo de cambio cada vez más apreciado en términos reales. Lo que se traduce principalmente de estas proyecciones es que las consultoras ven garantizados rendimientos atractivos en dólares, lo que en el corto plazo se traduce en menos precio para los exportadores pero más ganancia para los capitales golondrina. Incluso, si descontáramos las intervenciones del BCRA en el MULC (por ejemplo, hace unas semanas obligando a Bs. As. y Santa Fe a liquidar sus divisas obtenidas vía endeudamiento externo, por fuera del mercado) el tipo de cambio debería situarse aún por debajo del actual.

En fin, tampoco hay consenso. El tipo de cambio para las consultoras rompió ya el soporte de $18 que incluyó en el presupuesto para este año.

El déficit fiscal: era por abajo

Desde que comenzaron los relevamientos de expectativas, hasta la fecha, la proyección del déficit fiscal se amplió casi un 30%. Esto podría ser interpretado como un veto al modelo fiscal de Cambiemos y, en efecto, lo es. Sucede que esa supuesta obsesión de Cambiemos hasta el momento no ha sido más que discursiva, y se ha visto afectada sensiblemente por las medidas que ha tomado el propio gobierno: una sistemática quita de impuestos y cargas a los sectores más concentrados, que no ha generado ningún derrame productivo, acompañado por recortes en los ingresos de los sectores más vulnerables, con escaso efecto sobre la ecuación fiscal, pero con un impacto profundamente recesivo y con impacto negativo sobre la recaudación. Las consultoras, si bien apoyan el discurso de reducción del déficit, son inflexibles con los resultados.

PBI: menos expectativas de brotes verdes

Como resultado de lo expuesto anteriormente y para mostrar algo de consistencia, las consultoras han recortado en los últimos meses sus expectativas de crecimiento de manera sistemática, con el agregado de que la última medición rompió el soporte del 3%. Para los encuestados, y según la estimación a marzo de 2017, la economía crecerá este año 2,8% y recalculando a la baja mes a mes. Si se proyecta el ritmo de decrecimiento en las expectativas, hacia diciembre las consultoras deberían estar estimando un crecimiento inferior al 2,5%.

Claro, en una economía con “atraso cambiario”, endeudamiento, interés elevado, inflación y déficit fiscal nadie podría suponer que las proyecciones del gobierno se cumplan. Al fin y al cabo no se ha cumplido ninguna de las proyecciones estimadas por Cambiemos.

Conclusión: “Es hora de que se sinceren y digan de qué partido son y cuáles son sus intereses” María Eugenia Vidal, 15/03/2017

Tal como se describió a lo largo del presente trabajo, las expectativas de los agentes financieros relevados por el BCRA en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), muestran un incremento de la inflación, una disminución del crecimiento, un tipo de cambio que se aprecia, y un leve aumento del déficit fiscal.

Difícilmente alguien pueda decir que las consultoras encuestadas tengan filiación con el gobierno anterior. Es más, muchas de ellas tienen relación estrecha con funcionarios actuales y durante 2016 acompañaron con sus posiciones el optimismo del gobierno. Parece que esa “luna de miel” ha quedado en el camino. La imposibilidad de Cambiemos de dar soluciones concretas a los problemas económicos y políticos comienza ya a avispar incluso a los “propios” y prende una señal de alerta incluso en sectores de pertenencia histórica al modelo representado por Macri.

Lo “positivo” (aunque preocupante) es que, a diferencia de lo que sucede con los sectores populares donde las repetidas expresiones masivas son ninguneadas de manera recurrente, estos actores son escuchados por el gobierno de Cambiemos. Tal vez por ello, algunos integrantes del gabinete han comenzado a discutir puertas adentro postergar temporariamente las decisiones de ajuste económico antipopular hasta después de las elecciones. Tantos desaguisados pueden disgustar incluso a la familia.

 

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