Cumplir las reglas ambientales, clave en la capital de la biodiversidad
La sostenibilidad es un concepto que se escucha a diario y que necesariamente debe ser discutido por todo tipo de organizaciones; contemplando el aspecto social, ambiental y económico.
Hoy en día ya no hay dudas: mitigar los impactos sobre el ambiente y las comunidades es una conditio sine qua non, sea quien sea el responsable del proyecto, desde pequeñas o grandes empresas, hasta cooperativas e inclusive polos tecnológicos o parques industriales, entre otros tantos modelos organizacionales.
Los caballitos de batalla en materia ambiental son los tratados internacionales sobre derechos humanos y medioambiente y; desde 2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible. A nivel nacional, la propia Constitución a través de su artículo 41; la Ley General del Ambiente 25.675 y la Ley provincial XVI-35.
Desde mediados de los 90´, en Misiones fue tendencia la presentación de estudios de impacto ambiental. Hoy, la máxima es que todo proyecto que sea susceptible de modificar el ambiente, alguno de sus componentes o afectar la calidad de vida de las comunidades en forma significativa, está sujeto a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental. Esta evaluación constituye un instrumento de política y de gestión ambiental y debe realizarse, previo a su ejecución.
En ese contexto, la Cámara Misionera de Consultores Ambientales (CaMCA) es una institución que se conformó en el 2.018, y surgió como corolario de algunas conversaciones de pasillos entre diferentes profesionales que se dedicaban a las auditorías ambientales.
Aristóbulo Yegros, actual presidente, conversó con Economis acerca de esa génesis institucional y el rol actual de la institución. “Nos juntamos y diseñamos la Cámara para tener más y mejor trabajo. Hoy estamos velando para que se cumplan todas las leyes”, aseguró.
Mientras continúan sumándose integrantes, 35 profesionales ya están asociados. Entre ellos agrónomos, ambientalistas, químicos, abogados, antropólogos, biólogos, bioquímicos y otros. El objetivo es ampliar la gama de profesiones, así como también incorporar paulatinamente a los consultores inscriptos en el Registro de Consultores Ambientales del Ministerio de Ecología y RNR de la provincia de Misiones (actualmente, cerca de 100).
La gran peculiaridad de la CaMCA es la multidisplinariedad. Más allá de ser una exigencia legal, lo cierto es que cada proyecto requiere de equipos y profesionales ad hoc, siempre bajo la tutela de un coordinador.
Articulación institucional. La vinculación con organizaciones y dependencias es clave y permite a la CaMCA proponer políticas y estrategias orientadas al abordaje y resolución de problemas ambientales en la provincia y colaborar como entidad de consulta, con los poderes públicos, nacionales; provinciales y municipales; entre otras funciones.
Recientemente, por ejemplo, se presentó públicamente un Informe de Situación del Arroyo Itá, realizado a partir de un convenio con la Fundación Prosperitá y en conjunto con la municipalidad de Posadas. La iniciativa sumó a actores locales involucrados e interesados en el cuidado de la cuenca, tales como voluntarios ambientales, referentes de la Reserva Itá y vecinos de la zona. “En este estudio particularmente se detectaron por ejemplo, 17 microbasurales, muchas conexiones ilegales a cloacas en la cuenca del arroyo y se realizó un relevamiento de especies forestales”.
El presidente de la CaMCA explicó a Economis que una cuestión trascendental de este tipo de iniciativa es que permiten reflejar la multiplicidad de voces involucradas en los territorios y comunidades y generar herramientas de gestión a través de ellas. “El reporte que surgió del estudio del Itá es un informe vivo, en el sentido de que está publicado en las redes y puede sumar opiniones o datos técnicos”, agregó.
Participación ciudadana. Uno de los requisitos de las evaluaciones ambientales es la instancia de participación ciudadana. Dependiendo de la envergadura del proyecto, puede realizarse un estudio comunicando a los actores involucrados directa e indirectamente o bien; al tratarse de grandes iniciativas, se realizan audiencias públicas convocando a toda la población involucrada y dando espacios para opiniones y sugerencias, a pesar de que estas no sean vinculantes.
“La participación ciudadana hoy en día es fundamental para la realización de cualquier tipo de proyecto”, detalló Yegros, explicando que constituye un espacio de análisis, de acceso a la información y de concientización.
En materia ambiental, la percepción social puede jugar a favor o en contra de los proyectos. Ejemplos sobran, en Misiones y el mundo. “Hay una particularidad respecto de algunos tipos de proyectos, tienen una percepción social muy negativa, por no decir mala fama. Por otro lado y sumado a esto, todo lo que se ignora suele generar temor”. Frente a esta cuestión, el mejor antídoto en palabras de Yegros, es generar información precisa y comunicarla fehacientemente.
“Muchas veces se han resuelto problemas, por ejemplo de que cierta cantidad de vecinos se unieron para evitar que se instale una determinada fábrica; lo que en realidad es un temor infundado justamente por no conocer del tema. Este tipo de cuestiones, se salvan con las instancias de participación ciudadana”.
Cambio climático y Agenda 2.030. La crisis climática no se toma vacaciones, y avanza vertiginosamente. Ni siquiera en Misiones, provincia que alberga más del 50% de la biodiversidad de Argentina.
Paradójicamente, mientras el planeta se acerca al peligroso límite de los 1,5 grados de calentamiento global; en Misiones se avizoran paisajes muy positivos para la consultoría ambiental. “El hecho de que 20 años antes de lo previsto, se llegue a los 1,5 grados de calentamiento global, hace que la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero pase a ser una prioridad para todos los gobiernos. Si todo lo que se aplica de ahora en más, va a tener que contar con un componente de reducción de emisiones, imagináte todo el trabajo que va a tener un consultor ambiental”.
La meta es el 2.030 “Esta década vamos a trabajar fuertemente. Esto es algo que vino para quedarse y debe ser un trabajo sostenido”.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son utilizados casi como un eslogan por algunas organizaciones de innumerables sectores. Sin embargo hay muchas organizaciones en las que se está trabajando al respecto pero no lo visibilizan o no lo comunican.
En este sentido, la generación de indicadores y el seguimiento es el gran tema entre profesionales e instituciones. “Creo que no estamos lejos de que se empiece a exigir el balance social y ambiental. Creo que inclusive hay leyes presentadas en el Congreso Nacional a partir de las cuales se exigirán a las empresas la presentación de sus balances social y ambiental, en cumplimiento de los ODS”, expresó Yegros.
En Misiones “hay muchos proyectos que si fuesen analizados desde el punto de vista cuantitativo y calculando exactamente la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que evitás emitir, tranquilamente podría calificar para obtener bonos verdes, por ejemplo”.
Misiones y sus servicios ambientales al mundo. La solicitud de una compensación económica por la preservación ambiental de Misiones a la Nación “es totalmente viable y tiene fundamentos muy sólidos a nivel técnico” y que “el país tendrá que reconocer”.
“Está reconociendo regalías en petróleo, reducciones en tarifas eléctricas al sur, hay una cantidad de cuestiones en las que Misiones siempre viene relegada de una u otra manera”, señala el especialista.
Al no existir un mecanismo de previsión, “nosotros, como actores del territorio, deberíamos poner sobre la mesa esa cuestión en la opinión pública del país para que se empiecen a tratar estos temas”. Yegros destaca que se debe trabajar en “una ley fundada en un estudio profundo en la cantidad de toneladas de gases de efecto invernadero que retiene la selva paranaense por año, cuantificarlo y traducirlo en un valor económico que seguramente va a ser el valor de toneladas de CO2 que hoy en día cotiza como bonos de carbono”.
Por último, el presidente de la CaMCA se refirió a los titulares de los últimos días que daban a entender que Misiones “venderá bonos de carbono”, explicando que la provincia ingresa al mercado a través de “un acuerdo con una empresa de base ambiental y que realizará un estudio integral para cuantificar la cantidad de CO2 y saber cuántos bonos de carbono Misiones puede certificar anualmente”.