El legado de la humanidad: “tecno-fósiles” y la extinción masiva

Compartí esta noticia !

Una mirada fascinante hacia el futuro, dos expertos escriben sobre cómo los objetos que usamos hoy serán los fósiles del mañana, nuestro legado para las próximas generaciones.

¿Qué rastros dejará la humanidad para que futuras civilizaciones estudien nuestro paso por la Tierra? Un nuevo libro, “Discarded: How Technofossils Will Be Our Ultimate Legacy” (Descartados: Cómo los tecnofósiles serán nuestro legado definitivo), explora esta pregunta, planteando que los objetos manufacturados, desde botellas de plástico hasta teléfonos móviles, serán los “tecno-fósiles” que definan nuestra era.

Los paleontólogos Sarah Gabbott y Jan Zalasiewicz, autores del libro, sostienen que la humanidad está creando un nuevo tipo de fosilización, donde los objetos artificiales superan a los restos biológicos. “Estamos haciendo estos objetos y estos materiales para que sean súper duraderos, para resistir la erosión, para resistir la luz solar, para resistir la abrasión y no ser comidos por otros animales”, explica Gabbott.

El impacto del plástico y la ropa:

Entre los objetos más comunes que se fosilizarán, destacan los plásticos, presentes en botellas, bolsas y ropa. “Producimos 100.000 millones de prendas cada año, y alrededor del 60% de ellas contienen plásticos”, señala Gabbott. La ropa, normalmente invisible en el registro arqueológico, se convertirá en una firma distintiva de nuestra civilización.

Las ciudades costeras, tienen un alto potencial de fosilización debido a su hundimiento y la subida del nivel del mar. “Habrá estos mega-fósiles, mega-tecno-fósiles, que se extenderán por miles de kilómetros cuadrados”, afirma Zalasiewicz. Añadiendo que ante la baja del nivel del mar, aflorarán miles y miles de residuos.

Si bien algunos objetos serán fáciles de identificar, otros, como los teléfonos móviles, presentarán un desafío. “Verán montones y montones de estas cosas. Sabrán que era importante para la civilización, pero ¿para qué rayos se usó?”, señalando que un teléfono móvil es un rectángulo, con un vidrio superior que en unas décadas se parecerá más a un cerámico, con un plástico sumamente bien conservado, por lo que tendría mucho sentido la pregunta con respecto a su uso, expresó Gabbott.

Otro rastro significativo será la disminución de la diversidad biológica, con una preponderancia de animales domesticados. “Ahora sabemos que solo el 4% de los mamíferos en el planeta son mamíferos salvajes”, señala Gabbott.

Los autores esperan que el reciclaje se vuelva más común, pero advierten que muchos materiales seguirán desechándose, ya que materiales como el plástico, solo puede reciclarse una vez, por lo que costará mucho deshacerse de él. “Habrá una evolución en la forma en que se utilizan los materiales”, dice Gabbott. Zalasiewicz, por su parte, anticipa que la preservación de objetos en resina epóxica y vertederos anóxicos podría generar “fósiles” sorprendentes.

El libro invita a reflexionar sobre el impacto de la humanidad en el planeta y el legado que dejaremos a futuras civilizaciones. “¿Qué nos dirán? ¿Y qué podría decirles a algunos hipotéticos seres del futuro, digamos, dentro de 100 millones de años, podrían encontrar lo que dejamos atrás?”, concluye Zalasiewicz

Compartí esta noticia !

Frizata, la primera alimenticia argentina en apostar por la neutralidad plástica

Compartí esta noticia !

La compañía flexitariana de alimentos congelados directo al consumidor obtuvo la certificación de neutralidad plástica, para revalorizar el equivalente al 100% de los residuos plásticos generados. Este compromiso es parte de su estrategia para reducir el impacto de la industria alimenticia sobre el medioambiente. 

Frizata, la compañía flexitariana de alimentos congelados directo al consumidor, obtuvo la certificación de neutralidad plástica. La compañía se ha asociado con rePurpose Global para financiar la recuperación de la mayor cantidad de desechos plásticos que utiliza en su packaging. Este compromiso es parte de una estrategia más amplia de la compañía que apunta a reducir el impacto de la industria alimenticia sobre el medioambiente.  
 
Frizata está permitiendo la eliminación de, aproximadamente, 25 mil kg de desechos plásticos por año que de otro modo se vierten en vertederos, se queman o se tiran a los océanos cada año. 
 
A través de su asociación con rePurpose Global, la compañía está respaldando proyectos que apuntan a recolectar y procesar flujos de desechos difíciles de reciclar  que de otro modo serían de muy bajo valor para ser recuperados del medio ambiente.
 
En rePurpose encontramos una solución para este desafío que no solo impacta en la recuperación de desperdicio de plásticos sino también tiene un impacto socio-económico, al generar trabajo formal y financiar el crecimiento de modelos comerciales circulares” explica Adolfo Rouillon, cofundador de Frizata.

Esta iniciativa de Frizata se enmarca en una estrategia integral de sustentabilidad que es mucho más amplia. “La sustentabilidad es parte del ADN fundacional de la compañía. Nuestra visión como empresa global de alimentos es contribuir a reducir el impacto que generamos tanto en la producción de alimentos, como en la distribución”, afirma Adolfo Rouillon, y enumera algunos de esos puntos claves: 

  • Menor huella de carbono: el modelo de negocio directo al consumidor nos permite acortar distancias con el consumidor; se suprime el proceso de mover inventarios hacia miles de puntos de venta y se elimina el viaje del cliente hacia ese punto de venta.  Esto permite también ahorrar en packagings para los traslados intermedios. Por su parte, los clientes reciben los productos en cajas de cartón reciclable.
     
  • Reducimos el desecho de alimentos: Los alimentos Frizata tienen una vida útil prolongada y están envasados en porciones para que el consumidor pueda utilizar solo lo que va a consumir. 
     
  • El 70% de nuestro portfolio de alimentos es a base de vegetales: apostamos por una dieta cada vez más equilibrada y a innovar en alimentos veggies y meat free, para todos los días. Para tomar dimensión de esto, para producir un kg de carne animal se necesitan 15 mil litros de agua, mientras que para producir un kg de proteína vegetal como la soja se necesitan 1500 litros.
     
  • El futuro radica en la biodiversidad de ingredientes del reino vegetal: hoy el 65% de la energía que consumimos proviene de 4 cultivos y 5 especies animales. Por eso desde Frizata trabajamos continuamente en explorar nuevos ingredientes que provienen de las más de 50.000 especies vegetales que podemos consumir los seres humanos.

Estamos construyendo una plataforma global para acercar una nueva generación de alimentos innovadores a millones de consumidores deseosos de repensar la forma en que se alimentan todos los días, con una experiencia simple y práctica con un fuerte impacto en la calidad y equilibrio de lo que comemos, precios accesibles y cuidando el medio ambiente”, afirma Adolfo Rouillon, cofundador de Frizata

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin