Yerba mate tokenizada: tradición argentina en el mundo blockchain
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Por primera vez en el mundo, la yerba mate se convirtió en un activo digital tokenizado. La iniciativa, impulsada por la startup R3al Blocks en alianza con la marca Mathienzo, agotó todos sus tokens en menos de 24 horas. Desde Buenos Aires, Débora Carrizo, CEO de R3al Blocks, explica cómo este proyecto combina identidad cultural, innovación tecnológica y democratización financiera.
¿Cómo surgió la idea de tokenizar yerba mate?
Débora Carrizo: Lo que hacemos en R3al Blocks es tokenizar activos del mundo real. En este caso, trabajamos con la producción de yerba mate de Mathienzo porque es un producto icónico, cotidiano y reconocido. No estamos creando un token sobre nuestra empresa, sino sobre la producción concreta de un bien real. Esa es la diferencia: no comprás acciones en la bolsa, invertís directamente en un lote de yerba.
¿Qué significa, en la práctica, invertir en un token de yerba mate?
D.C.: Lo que buscamos es democratizar el acceso a la inversión. Con la tokenización podemos fraccionar los montos y permitir que alguien empiece con solo 20 dólares. Antes, acceder a la agroindustria o a la bolsa estaba reservado a grandes capitales. Hoy cualquier persona puede participar, con tickets bajos y 100% online.
Cada token está vinculado a un lote de producción: desde la compra de la hoja verde hasta el envasado y la venta. Cuando se completa el ciclo, el inversor tiene dos alternativas: recibir un retorno estimado del 16% anual en dólares o retirar el producto a un precio preferencial. Es un esquema claro, transparente y trazable.
¿Cómo se accede al token y cómo se puede pagar?
D.C.: Todo funciona en nuestra plataforma r3al.io. Allí el usuario crea una cuenta, elige el monto y confirma la operación. Ofrecemos múltiples formas de pago: pesos, tarjetas de crédito y débito, transferencias en dólares y también criptomonedas. La idea es que no sea una experiencia exclusiva para gente “muy cripto”, sino que cualquier persona pueda sumarse.
¿Qué riesgos existen para el pequeño inversor?
D.C.: Los riesgos son los propios de cada industria. Si invertís en vino, dependés de la cosecha de uvas; si invertís en inmuebles, dependés del mercado inmobiliario. Con la yerba mate ocurre lo mismo: la variabilidad está en la producción agroindustrial. Lo que sí garantizamos es que la tecnología blockchain otorga trazabilidad, seguridad e inviolabilidad en cada operación. Y aconsejamos siempre informarse, conocer a los equipos detrás de cada proyecto y entender en qué se está invirtiendo.
¿Por qué la yerba mate fue un buen punto de partida?
D.C.: Porque tiene un valor cultural y emocional muy fuerte. La gente se conecta con la yerba, la consume a diario, la asocia a momentos de estudio, trabajo o encuentro con amigos. Cuando lanzamos el token, esa identificación fue clave: todos entendieron el producto, confiaron y se entusiasmaron.
Además, descubrí que la yerba mate tiene propiedades incluso superiores al té verde: más antioxidantes, más cafeína natural, más beneficios para la salud. Es un producto que puede crecer muchísimo en los mercados internacionales, y ahora también como activo digital.
¿Qué proyecciones tienen a partir de este primer caso de éxito?
D.C.: Este es solo el comienzo. Queremos ampliar la experiencia hacia otras economías regionales: energía, agroindustria, inmobiliario. La tokenización abre una puerta enorme para proyectos que no llegan a la bolsa pero que tienen capacidad productiva y generan empleo.
Nuestro objetivo es que la inversión se transforme en un círculo virtuoso: consumidores que son también coproductores e inversores de lo que eligen todos los días.
Un mate con futuro digital
La primera yerba mate tokenizada del mundo no es solo una novedad tecnológica. Representa una nueva forma de pensar la economía: unir tradición y blockchain, producción local y financiamiento global. Argentina, cuna de la infusión más emblemática de Sudamérica, ahora también es pionera en llevarla al universo digital.
“Lo más importante -resume Carrizo- es que esto le da a la gente la posibilidad de participar activamente en la economía real, con accesibilidad, transparencia y confianza. La yerba mate, nuestra identidad, ahora también es un activo de inversión global”.
