Y si ya estuvieras en el 50% más rico del mundo
Un dato del Global Wealth Report de Credit Suisse y UBS nos obliga a replantear nuestra perspectiva: si tenés más de 5.000 dólares en activos netos, estás por encima del 50% de la población mundial en términos de riqueza.
Sí, aunque parezca poco, ese número te posiciona por encima de la mitad del planeta. Pero este dato no busca generar culpa. Busca generar conciencia y responsabilidad.
Lo que parece poco, puede ser una ventaja
En un mundo que nos empuja a perseguir más —más ingresos, más logros, más validación— rara vez nos detenemos a evaluar lo que ya tenemos. Y menos aún, a diseñar una estrategia para usarlo de manera inteligente.
Especialmente en profesiones exigentes como la medicina o las ciencias de la salud, donde el foco suele estar en el servicio al otro, no siempre se prioriza la gestión del propio bienestar económico. Sin embargo, esa capacidad de generar ingresos y mantener una actividad profesional activa ya representa una ventaja importante.
Tener más no es igual a estar mejor
El verdadero diferencial no está solo en la cantidad de dinero acumulado, sino en qué hacemos con él.
Como mentora y asesora en planificación financiera, veo constantemente dos escenarios: profesionales de alto ingreso atrapados en ciclos de estrés financiero por falta de orden, estrategia o visión a largo plazo; y personas con ingresos moderados que logran construir patrimonio, libertad y estabilidad gracias a decisiones inteligentes.
La diferencia está en el enfoque. Porque no se trata solo de cuánto ganás, sino de cómo administrás, qué prioridades definís, y si tus decisiones responden a un plan… o a la urgencia del día a día.
Un enfoque financiero saludable no depende del monto, sino de:
- La capacidad de planificar a mediano y largo plazo.
- La organización diaria de los ingresos y egresos.
- El desarrollo de una mentalidad estratégica, que priorice la sostenibilidad por sobre el impulso.
- La habilidad de separar la identidad profesional del rendimiento económico momentáneo.
Muchos profesionales altamente capacitados enfrentan ansiedad financiera no porque ganen poco, sino porque nunca recibieron educación financiera práctica y operan en automático, sin estructura ni objetivos claros. Y aquí es donde el cambio comienza.
Algunos datos que incomodan… pero despiertan
- La riqueza neta mediana global por adulto en 2023 fue de USD 8.654.
- Más del 50% de la población mundial tiene menos que eso.
- En América Latina, la desigualdad y la falta de educación financiera siguen siendo obstáculos estructurales.
Entonces la pregunta no es solo “¿cuánto tengo?”, sino: ¿cómo gestiono lo que tengo? ¿Con qué mentalidad enfrento mis decisiones financieras?
¿Y en Argentina?
En nuestro país, donde la inflación erosiona el valor del dinero y la incertidumbre es parte del paisaje económico, estos datos globales adquieren una dimensión particular.
Sostener un ahorro, mantener un consultorio operativo o invertir en desarrollo profesional no es menor. Es una muestra de resiliencia que muchas veces se subestima.
Pero no alcanza con resistir. Necesitamos gestionar con conciencia, planificar con visión, y tomar decisiones financieras desde la estrategia, no desde la urgencia.
¿Y si cambiaras la forma de ver tu situación?
Este artículo no romantiza la escasez, ni minimiza las dificultades reales. Su intención es ayudarte a cambiar el foco:
- De mirar lo que te falta, a valorar lo que tenés.
- De operar desde el agotamiento, a decidir desde la planificación.
- De actuar con urgencia, a construir con estrategia.
Porque tener dinero no garantiza estabilidad. Pero tener educación financiera, visión y
control, puede cambiarlo todo.
Bonus: Guía práctica para empezar a usar tu dinero con estrategia
Diseñada para profesionales de la salud y emprendedores del conocimiento
- Armá tu mapa financiero básico: ingresos, egresos fijos y variables. ¿Hay excedente real?
- Definí tus prioridades: inversión, ahorro, mejora del consultorio o pago de deudas.
3.Separá cuentas personales y profesionales.
- Automatizá el ahorro, aunque sea mínimo.
- Invertí en conocimiento financiero.
- Construí un fondo de emergencia: 3 a 6 meses de gastos.
- Revisá tus decisiones desde el propósito: ¿Esto me acerca a lo que quiero?
Si ya estás entre ese 50% con capacidad de elegir y decidir… ¿Qué vas a hacer con esa ventaja?



