Las familias afectadas por la construcción de la represa hidroeléctrica de Baixo Iguaçu iniciaron una protesta frente a la sede del Consorcio Neoenergia en Capanema, al suroeste de Paraná, frente a Comandante Andresito.

La movilización es por la inmediata divulgación de un censo de las propiedades afectadas, que se lleva a cabo por la empresa sin monitorización de los afectados. Además, las familias reclaman la garantía de la Rehabilitación Rural de “compensación colectiva y justa”.

La construcción de la planta comenzó en julio de 2013. Desde entonces, los pequeños agricultores afectados pretenden cobrar por la reubicación e iniciar su vida en otro lugar. Numerosas tomas de la zona de obra se llevaron a cabo durante los poco más de tres años de construcción del megaproyecto. Las familias son parte del Movimiento de Afectados por Represas (MAB).

Las obras de la central hidroeléctrica Baixo Iguaçu se encuentran en la frontera entre Capanema y el Capitán Leonidas Marques, y tendrán un impacto en las zonas del parque nacional Iguazú del lado brasileño y en la región Suroeste del estado.

En noviembre de 2016, más de 30 agencias estatales, los parlamentarios de la Asamblea Legislativa del Estado y el Congreso de Brasil pidieron al Instituto Ambiental de Paraná (IAP) la suspensión de la construcción de la planta de energía de Baixo Iguaçu. El argumento es el hecho de que no están dadas las condiciones para la finalización de la obra, en cuanto a garantizar los derechos de las personas afectadas por el megaproyecto del Consorcio Neoenergia.

La planta será la sexta usina de gran porte a lo largo del río Iguazú. Ya están construidas sobre el lecho del río la hidroeléctrica Foz do Areia, Gobernador Ney Aminthas de Barros Braga (ex Salto Segredo), Salto Caxias, Osorio y Salto Santiago. El Consorcio de Energía Baixo Iguaçu está formado por Neoenergia y Copel, con una cuota del 70% y 30%, respectivamente. Las empresas pueden explotar la planta durante 35 años.

About The Author

admin

See author's posts