El presidente electo, Alberto Fernández, encabezó este mediodía el primer encuentro en el marco del Consejo Federal Argentina contra el Hambre, con la presencia de Marcelo Tinelli, Estela de Carlotto y Adolfo Pérez Esquivel, entre otros representantes del sindicalismo, el empresariado, los cultos y las organizaciones sociales. “No me perdono ser parte de una sociedad que se jacta de poder alimentar a 400 millones de personas y no poder alimentar a 15 millones de pobres que tenemos”, expresó el presidente electo. Antes de ingresar a la reunión, Tinelli dijo que “esto me hace pensar que cambia la Argentina y viene un país mejor”.

El presidente electo, Alberto Fernández, encabeza esta mañana, junto al diputado nacional Daniel Arroyo, la primera reunión de trabajo del Consejo Federal Argentina Contra el Hambre, que se desarrolla en sus oficinas.

Del encuentro participan Agustín Salvia (Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA), Marcelo Tinelli, Sonia Alesso (Ctera); Héctor Daer (CGT), Esteban “Gringo” Castro (CTEP), Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo) Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz), Narda Lepes, María Cher y la Mesa de Enlace, entre otros referentes empresariales, sindicales, de organizaciones sociales y de la sociedad civil.

La iniciativa contra el hambre fue presentada en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, en una actividad que se realizó el 7 de octubre. La puesta en marcha del Consejo Federal Argentina Contra el Hambre es una de las prioridades del próximo gobierno y se vinculará con Presidencia de la Nación.

Al comenzar el encuentro, y tras agradecer la presencia de todos, Alberto Fernández dijo que “aspiro a que esta sea una decisión social, no un plan de Gobierno, que nosotros como comunidad nos pongamos de pie a decir ‘terminemos con el hambre'”.

“Terminar con el hambre significa terminar con los que padecen hambre pero también alimentar bien a los chicos, porque un chico mal alimentado al comienzo de su vida es un chico que rinde intelectualmente menos en el futuro. Estamos en un tiempo donde el conocimiento es lo que hace ricas a las sociedades“, continuó.

El presidente electo advirtió que “necesitamos tener argentinos que puedan asumir el compromiso del futuro donde el conocmiento es un tema central. Esta es una mesa abierta, esta no es sólo la decisión de un Presidente que tiene ganas de llevar adelante un plan”.

“El problema es fundamentalmente que hemos perdido la conciencia de lo que es el hambre, se ha convertido en una estadística, y no es una estadística, es gente que sufre. Y no entiendo y no me perdono ser parte de una sociedad que se jacta de poder alimentar a 400 millones de personas y no poder alimentar a 15 millones de pobres que tenemos”, expresó.

Luego, afirmó que “eso no es un desafío que tiene que tomar el Gobierno de Alberto Fernández, este es un imperativo moral que tenemos como sociedad, todos tienen lugar en esta mesa. No es una pelea de Alberto F, es una pelea que como sociedad debemos dar”.

“Tantas veces nos embarcamos en batallas épicas – prosiguió- hagamos algo épico que valga la pena, que es terminar con el hambre de los nuestros, que no sea el mérito de un Presidente sino de una sociedad que se puso de pie avergnzada por esa realidad que se vive”.

En este conexto, Alberto Fernández pidió que “todo lo que pueden aportar, apórtenlo. El sentido es garantizarnos que haya un mecanismo que nos permita controlar que los recursos y la comida vaya a donde se necesita, y que no haya detrás de eso un objetivo político. Que el único objetivo sea terminar con el hambre”.

“Hay muchos que trabajan desde hace mucho tiempo en esto y les agradezco que esa experiencia la vuelquen para ver de organizar y dejen der ser tareas aisladas y darle una organicidad para lograr mejores reusltados”,explicó.

Dijo que la idea es “tener un grupo de trabajo que vea donde están las mayores necesidades y hagan el seguimiento para que llegue a donde se necesita lo que haga falta”.

Con la presencia del conductor televisivo Marcelo Tinelli, la reunión arrancó pasadas las 11:30 y se llevaba a cabo en las oficinas del futuro mandatario en el barrio porteño de Puerto Madero.

Antes de ingresar al encuentro, Tinelli destacó que “esto me hace pensar que cambia la Argentina y viene un país mejor”.

Al arribar a las oficinas ubicadas sobre la calle Encarnación Ezcurra, el conductor televisivo aseguró: “Ver a tanta gente importante acá, como Estela de Carlotto, organizaciones sociales y empresarios comprometidos en una causa así, me hace pensar que cambia la Argentina y va a venir un país mejor”.

Además de Tinelli, del encuentro participan Estela de Carlotto, Agustín Salvia (Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA), Sonia Alesso (Ctera); Héctor Daer (CGT), Esteban “Gringo” Castro (CTEP) y Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz), entre otros referentes empresariales, sindicales, de organizaciones sociales y de la sociedad civil.

La iniciativa contra el hambre fue presentada en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, en una actividad que se realizó el 7 de octubre. Según aseguró el futuro jefe de Estado, la contención social será una de las prioridades de su Gobierno.

Alberto Fernández sabe que el 10 de diciembre, cuando asuma la presidencia, tendrá que contener la situación social.

Para empezar, contará con un aumento de fondos previstos por la ley de emergencia alimentaria. De los $27.000 millones dispuestos para este año, se pasará a $40.000 millones el próximo.

“Pero además, vamos a agregar una tarjeta para comprar alimentos para los menores de 6 años, por afuera de la AUH. Y estamos conversando con las empresas para bajar precios a 13 productos de la canasta básica, pero apuntando siempre a los más necesitados”, dijo Arroyo.

El presidente electo, Alberto Fernández, reconoció este viernes (15/11) el rol que tuvieron Jair Bolsonaro y Mauricio Macri en el asilo político de Evo Morales en México. La Cancillería argentina, que negó que haya un ‘golpe de Estado’ en Bolivia, hizo la gestión ante el gobierno de Bolsonaro para que se le permita al avión que transportaba a Morales atravesar el espacio aéreo brasileño ante la negativa de Bolivia, obligando al expresidente boliviano a dar un rodeo para llegar a su destino. La figura de Jorge Arguello detrás de las gestiones

En declaraciones este viernes (15/11) a la radio kirchnerista El Destape, Alberto Fernández confirmó las gestiones que hicieron los gobiernos de Mauricio Macri y Jair Bolsonaro para que Evo Morales pudiera llegar a México ante la negativa de Ecuador y Perú de abrir su espacio aéreo al avión que trasladaba al expresidente boliviano.

Primero, Fernandez cuestionó el rol de la OEA: “vengo hablando del tema Bolivia desde el jueves pasado, la OEA llevó dos argentinos que terminaron un informe que deja mucho para pensar. El sabado tuvimos noticias desde España que el informe salía el miércoles, lo charlé con Evo, y el informe hablaba de fallas que no eran trascendentes. Pero luego la OEA sacó precipitadamente el informe el domingo a la mañana. Inmediatamente Evo llama a elecciones y después pasó  todo lo que pasó”, relató sobre los acontecimientos que desembocaron en la renuncia del expresidente boliviano.

Contó luego las gestiones que realizó para que Evo llegara a México en calidad de asilado político. Reveló también que conversó con Mauricio Macri y que el presidente “me mostró su poca voluntad de actuar en el tema” pero admitió que gracias al gobierno actual se logró que Brasil abriera su espacio aéreo para que Morales cruzara desde Paraguay a Lima y Ecuador.

“Jorgue Argüello se contactó con la Cancillería argentina, que sí hizo una gestión con Brasil para conceder el espacio aéreo”, fijo Fernández.

Luego, el presidente electo, contó que Ecuador -en pleno vuelo de Evp- le negó el ingreso a su espacio aéreo, obligando a la aeronave a realizar un rodeo para llegar a territorio mexicano.

El itinerario de Morales ya lo había explicado Marcelo Ebrard, titular de la secretaría de Relaciones Exteriores de México.

Relató que una vez con Morales abordo del avión mexicano, la ruta que tenían prevista para trasladarlo era viajar por Perú y después tomar aguas internacionales. Originalmente se tenía el permiso de Perú, pero con Evo ya en el avión, el canciller peruano notificó a Ebrard que por decisiones políticas el Gobierno peruano decidió cancelar el permiso.

Ante la negativa del Gobierno peruano, Ebrard habló con el canciller de Paraguay, que accedió a que el avión mexicano descendiera en la ciudad de Asunción, para cargar combustible y evitar que ocurriera una tragedia con Evo Morales ya dentro en el avión.

El avión hizo escala en la capital paraguaya. Sin embargo. Posteriormente, las autoridades de Bolivia impidieron que la aeronave mexicana sobrevolara de regreso el espacio aéreo de dicha nación, por lo que se tuvo que solicitar permiso a Brasil y luego a Perú.

Esa gestión entre Argentina y Brasil no la contó Ebrar en detalle. Luego, dijo que hubo un nuevo contratiempo, para rodear Ecuador, luego de que el Gobierno ecuatoriano se negara a permitir el paso de la aeronave. A partir de ahí, el viaje se dio a través de aguas nacionales haciendo un rodeo, para llegar a México.

Volviendo a la entrevista con Fernández, consultado sobre si ahora hay dictadura en Bolivia, dijo: “es un gobierno inconstitucional que no nació de las urnas y no respetó la institucionalidad”.

“Al estilo Guaidós, Áñez se autoproclamó presidenta ante un Congreso vacío”, ilustró.

Como contrapartida, destacó la transición argentina: “A favor de lo que pasa en el continente, debemos dar las gracias de que el traspaso de poder se está haciendo en un clima de absoluta tranquilidad”, e incluso dijo que se lo comentó a Macri durante una conversación.

Sobre que Evo, el presidente electo opinó que la OEA tuvo implicancia en el golpe de Estado: “La gestión de (el secretario general de la OEA, Luis) Almagro será como una de las mas penosas que la OEA ha tenido y creo que va a tener que explicar porque yo no cité a los veedores”.

“Frente a las denuncias de fraude, yo pedí que cualquier organismo internacional haga una evaluación interna. Hubo algunos errores, pero no hubo fraude. ¿Cómo pudo haber fraude? No soy de la mentira, no soy de la gente que hace daño. El informe de la OEA no estaba basado en una auditoría técnico o jurídica sino que era netamente político”, completó.

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