Una resolución del ministerio de Gobierno ordena a la Policía a detener a los conductores que estén alcoholizados y llevados a una celda hasta que un juez dictamine su liberación. Es una medida que obedece al texto del Código de Faltas de la Provincia, pero que no se estaba aplicando.

La decisión fue tomada hace un mes por el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, quien instruyó a la Policía a que en todos los casos en que un ciudadano sea detenido por guiar vehículos o animales en estado de ebriedad o consumiendo bebidas alcohólicas u otras sustancias, solo será liberado por orden escrita de un juez competente o en presencia del magistrado en la dependencia respectiva para lo cuál se deberá labrar el acta respectiva.

La detención será una medida inmediata, a la que se sumarán después las sanciones o multas correspondientes por conducir en estado de ebriedad o con algún grado de alcohol en sangre.

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