Imprudencia, intencionalidad, capacidad operativa y disponibilidad de recursos son algunas de las cuestiones visibilizadas y en tela de juicio durante estos días, mientras más de 350 hectáreas están siendo consumidas por el fuego en Misiones.  

Tal como viene sucediendo hace algunos años y a pesar de la alerta de riesgo extrema comunicada abiertamente a toda la población, hay varios focos de incendio activos en la provincia: más de 36 precisamente, distribuidos en todos los extremos del territorio provincial. Pastizales y plantaciones de pino y eucaliptus fueron las más golpeadas, pero también monte nativo, predios vecinales, rosados y capueras. 

Los focos se extienden en todos los extremos del territorio provincial. Andresito es uno de los puntos más preocupantes, ya que los daños superan las 70 hectáreas. El fuego fue originado en una chacra de forma voluntaria para “quemar pasto viejo y que venga el nuevo” y se extendió hacia el monte. Los Bomberos Voluntarios, la Policía de Misiones y miembros del Plan del Manejo del Fuego se encuentran trabajando en la zona sin lograr erradicar el fuego hasta el momento. 

El fuego también hizo que Posadas amaneciera plagada de humo, producto de un incendio en la zona del Zaimán, puntualmente detrás de la Bioábrica. 

Emergencia ígnea en el territorio nacional.  Ante la situación de riesgo extremo de incendios a nivel nacional, se realizó una reunión extraordinaria en la cual el Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA) declaró el estado de emergencia ígnea en todo el territorio nacional por el plazo de 12 meses insta al Sistema Nacional del Manejo del Fuego en coordinación con las autoridades provinciales, “a tomar medidas excepcionales que fueren menester en la condición supra individualizada”. 

Neuquén, Chubut y Entre Ríos, son algunas de las provincias con focos activos. Santiago Azulay, presidente del COFEMA, catalogó como “daños irreversibles” a la pérdida de bosque nativo y de biodiversidad provocadas en las distintas regiones del país.  

Daño colateral. Economis conversó con Abel Gauto Fechner, presidente de la Asociación Maderera de Aserraderos y Afines del Alto Paraná (AMAyAdAP) sobre el tema, quien sostiene que es preciso crear una mesa en la cual estén diversos actores involucrados: “Precisamos tomar el toro por las astas y caminar a pasos firmes sin diferencias entre el sector público y el privado”. 

Tal como lo indican varios referentes sociales, el ingeniero forestal dejó entrever que hay incendios forestales que son intencionales: “desconocemos el trasfondo, pero generan un gran daño ya que no solo queman plantaciones forestales sino también bosque nativo”, sostuvo.

Además, sostiene que no se evalúa el daño forestal real que se está provocando ya que los focos atacan al patrimonio natural provincial y, por otra parte advierte: “¿alguien se preguntó cuántos impuestos se van a dejar de pagar producto de la pérdida de la masa forestal? Es un daño enorme”, puntualizó.  

También sostuvo que las inversiones destinadas al control y manejo del fuego deben ser orientadas y sostenidas con un sentido de perpetuidad. “Los forestales pagamos impuestos y nos gustaría que se reinviertan en beneficios para la provincia”, ultimó.  

Trabajo mancomunado y articulación en terreno. Algunas organizaciones y empresas grandes toman sus propias decisiones y destinan importantes recursos para atender los focos de incendio en sus zonas de influencia y propiedades. 

Entre ellas, se destaca Arauco por ejemplo, que esta semana estuvo atendiendo un promedio de entre 8 y 10 focos de incendio en distintos puntos de la provincia. Entre ellos, Puerto Esperanza, zona de Piray y San Pedro, entre otras.  

En comunicación con Open 101.7, Javier Sicardi, jefe de Protección Forestal en Arauco Argentina, reveló que están sumamente preocupados y se encuentran trabajando de forma mancomunada. “Estamos trabajando al límite de recursos. Esto quiere decir que estamos atacando todos los frentes y encima son frentes dispersos donde no podés concentrar ni gente ni máquinas, ni aeronaves. Bajo esa condición se nos hace muy difícil todo el trabajo de contención”. 

La forestal desarrolla un trabajo activo en la generación de estrategias preventivas y de control, como por ejemplo a través de consorcios conformados conjuntamente con otras compañías y organizaciones, estrategias colectivas como la señalización en rutas; o bien mediante el sistema de detección temprana propio, materializado a partir de torres de control e incluso un avión hidrante y un helicóptero helibalde.  

“Por el tema de las condiciones climáticas y la escasez de lluvias, los incendios van arrasando con todo. Monte nativo, plantaciones, cultivos pequeños, yerbales y otros. El impacto es gigantesco” explicó Sicardi y destacó el alto grado de intencionalidad en el origen de los incendios y las pérdidas tanto para las empresas, propietarios y así también los ahorros de muchas familias. 

“Pedimos a la comunidad que tomemos conciencia del daño que estamos generando”, señaló y remarcó que la clave está en atacar el foco inicial de incendio, de manera tal que la información, la comunicación y el compromiso ciudadano son cuestiones fundamentales.

Desde el gobierno provincial, el ministro Marcelo Pérez señaló que la situación es “similar a lo que ya vivimos el año pasado” y explicó que “atrás de esto siempre está la mano del hombre. Siembre es la irresponsabilidad y a veces hay intencionalidad también… hay que apelar a la responsabilidad de los misioneros. Y eso, en este caso, implica tratar de evitar cualquier foco de incendio”.

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