Tranquilos que recién empezamos

Compartí esta noticia !

Escribe Guillermo Knass. Transitando todavía el primer mes del nuevo año, aparentemente la ansiedad va adelantando una agenda de discusión sobre temas que en otras oportunidades se ponían calientes recién desde mediados de febrero. Me refiero a las paritarias, esa negociación que realizan los sindicatos con los empresarios o el estado, de acuerdo a la pertenencia de los trabajadores para discutir los aumentos salariales del año.
Con respecto al tema, el Ministro del Interior Rogelio Frigerio realizó declaraciones a la prensa diciendo que si bien las paritarias son “libres” deberían ir de la mano con la pauta inflacionaria, y que la famosa clausula gatillo no sería necesaria dada la revisión y esperanza de que se cumpla la revisada meta inflacionaria del 15 % puesta por el BCRA.
Entendiendo el tema
El de trabajo es un caso particular de mercado, uno con fallas reconocidas desde la academia, que por eso reconoce como negociador a los sindicatos en representación de los trabajadores que son los genuinos oferentes del trabajo.
 Cuando quiero comprar un kilo de carne voy a la carnicería o al supermercado, pregunto el precio y si estoy de acuerdo entre lo que veo del producto y el precio que me piden compro. Si no estoy de acuerdo puedo pedir un precio menor o ir a otra carnicería en la que lo que me ofrecen se corresponda con el precio que estoy dispuesto a pagar.
Cuando hacemos esto todos los días en los comercios estamos en presencia de mercados que funcionan: oferta y demanda intercambian información, negocian, hay competencia, ambas partes actúan por voluntad, llegan o no a un precio de acuerdo, etc. Esto se da cuando compradores y vendedores tiene fuerzas de negociación relativamente iguales.
Con el trabajo no pasa así, no hay igualdad de fuerzas, es un absurdo pensar que los trabajadores pueden llegar a sueldos justos negociando cada uno por su lado con los empleadores y que si no están de acuerdo se van a otra empresa a empezar de 0. Por eso se unen desde principios del siglo pasado en sindicatos y gremios para negociar de tal manera que si no es para todos no es para nadie. El empleador puede echar a uno o dos trabajadores si no están de acuerdo con el sueldo, pero no pueden echar a todos; aquí es donde se equilibra el poder de negociación entre empleadores y trabajadores para llegar a sueldos más justos.
Cabe aclarar que también hay casos donde el poder de los sindicatos termina siendo tan fuerte y desmedido en sus demandas que destruyen a la empresa sacándole más de lo que es viable económicamente, y termina matando la fuente de trabajo con la irracionalidad de sus demandas, no siempre lo que debería ser se condice con lo que realmente es, pero estos casos son los menos aunque hacen más ruido.
El problema:
¿Por qué le interesa al gobierno que los sueldos no superen determinado porcentaje de aumento?
Si se trata de empleados públicos se entiende porque aumenta el costo del estado, ¿pero en el caso de las empresas privadas?
La evidencia demuestra que los precios de los bienes tienen una relación directa con los salarios pagados por los empresarios a los trabajadores. O sea que el gobierno sabe que si las empresas privadas dan aumentos de sueldos del 20 %, por más que no tenga que pagar directamente esos sueldos, a la larga va a tener que comprar los bienes necesarios para su funcionamiento un 20 % más caro, con lo cual el costo de las compras del estado se encarecen en esa medida. Otro efecto es el de la puja que se da entre trabajadores de mantener el poder de compra y el ingreso relativo, con lo cual si los privados obtienen un 20 % es muy difícil contener a los empleados públicos en un 15 % que es lo que espera el gobierno.
O sea, si algunos gremios importantes consiguen un 20 % de aumento, es muy probable que todos tiendan a ese porcentaje y los precios terminarían alrededor del 20 % y no del 15 % que quisiera el gobierno
Veamos la evidencia: en el gráfico siguiente observamos como evolucionó la inflación y los aumentos de sueldo promedio en la Argentina reciente.

Como vemos, en un país con poco o nulo crecimiento, si un año ganan los aumentos, al otro ganan los precios, llegando en los siete años observados a una mínima diferencia (encima a favor de los precios).
Entonces: Las paritarias son el gran desafío que tiene el Gobierno, y es un desafío en el que no puede intervenir directamente en todas las negociaciones, pero éstas van a influir en la baja gradual de la inflación, por eso quiere un tope del 15 por ciento coincidente con la meta inflacionaria, y además sin cláusula gatillo para evitar cualquier riesgo de que se dispare. Si esto ocurriera obligará al Gobierno a poner tasas de interés más altas en Lebacs u otras políticas recesivas en pos de poder cumplir con la meta de inflación anunciada pero que afectarán seriamente a los incipientes signos de recuperación económica.
A mirar como terminan bancarios, comercio y docentes; va a decir mucho sobre la inflación del 2018.

Compartí esta noticia !

Balance del gradualismo

Compartí esta noticia !

Por Guillermo Knass. Atravesando el primer mes del 2018, el presidente de Banco Central y el ministro de Economía no se toman vacaciones (o no se pueden desconectar, ya que apenas empiezan a cambiar el saco y la corbata por la malla y la ojota, los movimientos del dólar, tasas internas y externas los hacen volver a sus escritorios o al menos a marcar los teléfonos para dar y recibir las ordenes de las medidas a seguir. )
Pero antes de concentrarnos en la semana es oportuno hacer un balance del camino elegido por el Gobierno y su resultado en el 2017, así que tomaremos las principales variables y veremos su evolución en el año que acabamos de cerrar:
1 Crecimiento económico:
Claramente este año la economía creció, en promedio todos trabajaron más, produjeron más y vendieron más que en el 2016 ver cuadro:

Como se observa el crecimiento del 2017 fue importante, aunque si tomamos en conjunto los dos años de gestión de Cambiemos es prácticamente nulo.
Pero no veamos el vaso medio vacío, lo importante es empezar a crecer de una vez y la tasa del 2017 es mas que aceptable. Por otro lado si miramos hacia el futuro en el 2018 también se espera que continúe el crecimiento económico en la Argentina, según informes de los organismos multilaterales especializados en estas estimaciones ( FMI, Cepal, Banco Mundial) todos coinciden en que el 2018 será un buen año para todo Latinoamérica basado en dos pautas que para la Argentina son sumamente relevantes:

  1. a) La recuperación económica de Brasil, nuestro principal socio comercial y por ende el mayor destino de nuestras exportaciones.
  2. b) Una mejora en los precios de las materias primas y la creciente demanda por parte de China, por lo que la soja argentina seria nuevamente una de las principales traccionadoras del crecimiento del 2018.

Claro que según las estimaciones, la región crecerá un moderado 2 % contra un mundo en total que crecerá en promedio un 3,1% con lo cual seguimos perdiendo importancia en el globo en términos económicos.
Pero bueno……peor sería no crecer.
2 ) El empleo:
En realidad, nos referiremos al desempleo y depende de como se lo mire es el dato decepcionante del año, si bien tuvo una baja desde el segundo al tercer trimestre del año, prácticamente no mostró cambios con respecto al año anterior.

La regla y las comparaciones:
En realidad el crecimiento económico debería ser proporcional a la caída de desempleo, pero vemos que esto no está ocurriendo, ya que el mismo prácticamente no se movió.
Pero…. ¿Cuánto desempleo deberíamos tener?
El desempleo 0 es una utopía, no ha existido ni existirá en el mundo real ya que el empleo no solo depende de la demanda de los empresarios sino de la capacidad de los trabajadores, o sea si no estoy preparado para el puesto (porque no tengo la formación necesaria, por ejemplo) por más que se demande, seguiré siendo un desocupado.
Por otro lado, la población crece continuamente, esto pone un piso de crecimiento por debajo del cual por más que la economía crezca no lo hace de manera suficiente de crear los puestos de trabajo para ocupar a todas las personas que se incorporan a la población económicamente activa, o sea las que están en condiciones y quieren trabajar.
Para dar un parámetro a estos interrogantes podemos mencionar que el desempleo en el mundo se ubica entre el 5,5 y 6,2 % según la Organización Internacional del Trabajo, con lo que para tener un nivel aceptable de desempleo deberíamos bajarlo 2 puntos, o sea crear 250.000 nuevos puestos de trabajo.
Por otro lado según estudios privados para que se reduzca efectivamente el desempleo en la Argentina la tasa de crecimiento no debería estar por debajo del 3,5 % anual, por eso no se altera el desempleo a pesar del crecimiento del 2,8% del año 2017 y no cambiaria mucho en el 2018 cuando está previsto que la Argentina crezca un 2,6 %.
Déficit, deuda e inflación
Para no extender mas de lo recomendable el presente articulo y porque los dos segundos existen porque existe el primero los trataremos de forma conjunta:
El resultado del fisco sigue en torno a los 6 puntos del PBI (sin contar intereses por Lebacs porque es déficit cuasi fiscal, pero al final el problema es el mismo), esto obliga a seguir endeudándonos para cubrirlo. En el 2018 la deuda bruta llegaría a 55 % del PBI, después de haber estado en un 40 % en el 2015. Esto obliga a seguir emitiendo a un ritmo del 25 % anual.
Entonces:
La cuenta es sencilla: se larga al mercado un 25 % mas de plata, se espera un crecimiento del 2, 8 %, la nueva meta de inflación es el 15 % …. Donde van a meter el 7,2 % de pesos que van a sobrar.
Las ruedas del auto van a la misma velocidad (emisión-inflación ) no podes frenar una y no la otra, capaz que hagas un trompo. Bienvenido 2018¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin