Juan Carlos Argüello

Periodista, director de Economis

Austeridad

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Ya está empezando a bajar la inflación, lentamente va a mejorar la actividad económica y esperamos que eso nos lleve a tener un crecimiento cada vez más sólido“, enumeró Mauricio Macri. Horas después, el Instituto Nacional de Estadística y Censos, revelaba lo contrario. Después de una tímida desaceleración en diciembre, la inflación de enero recuperó vigor y fue superior incluso a la que esperaban consultoras privadas. La suba de precios fue de 2,9 por ciento, con un acumulado en los últimos doce meses, de 49,3 por ciento.
El NEA tuvo la inflación promedio más alta del país, con 3,4 por ciento y un acumulado de 49,9 por ciento. En la región, lo que más aumentó fue Comunicación, con 8,4%, Vivienda, agua y electricidad, con 6,7 por ciento, educación, 4,7 y salud, 4,4 por ciento. El segundo indicador obedece a decisiones del propio Estado nacional, como el nuevo tarifazo eléctrico decidido por la Nación. Los otros se alimentan del efecto arrastre de la misma inflación. Todo sube.
Macri también aseguró que “en lo económico, a pesar de los golpes, estamos mejor parados que en el 2015“.

Horas después, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, apurando un trago de agua, admitía que la pobreza está en aumento. “Con el impacto de la inflación y algunas medidas económicas claramente (el próximo) puede ser un índice que dé un poco peor que el último que se anunció”, reconoció la funcionaria.
No hace falta esperar hasta marzo. En Misiones la pobreza creció como consecuencia directa de la devaluación de mayo. Aumentó 6,6 puntos porcentuales en relación con el tercer trimestre de 2017, mientras que la indigencia creció 4,9 puntos porcentuales. La canasta básica alimentaria, lo mínimo necesario para subsistir, aumentó a 9.160,06 pesos, mientras que la Canasta Básica Total, se elevó a 23.487,33 pesos en Misiones. En el tercer trimestre se profundizaron las consecuencias del modelo y los datos del resto del país serán igual de dramáticos.
Cómo lidiar con ese escenario, define la sensibilidad social de un Gobierno. En las últimas horas sorprendió la ferocidad con que la Policía porteña, que obedece a Horacio Rodríguez Larreta, reprimió una manifestación de verduleros, que al mismo tiempo que se quejaban por la caída de sus ventas, ofrecían sus productos a bajo precio para compradores igual de necesitados. Sin contemplaciones, los uniformados repartieron golpes, empujones y un innecesario gas pimienta contra hombres “armados” con cajones de lechuga que fueron “incautados”.


Una colega periodista hizo una sagaz lectura: “El macrismo trata a sus votantes como si solo fueran antikirchneristas y por eso alimenta la grieta, apostando a que la promesa de transparencia sea suficiente para retener el poder, sin que la crisis evidente y cada día más profunda, sea una traba”. Se equivoca, claro está. Ni todos los que votaron el cambio son antikirchneristas ni son antik todos los que patalean por las consecuencias del cambio.
Misiones camina por otro sendero, no sólo por la contención a los pequeños productores, sino por la decisión del Gobierno de minimizar en lo posible, los efectos de las medidas que llegan de la Nación.
El gobernador Hugo Passalacqua ordenó al equipo técnico de Energía de Misiones que el nuevo tarifazo -38 por ciento sube la energía mayorista, que se traslada en 25% a la factura- se cobre en cuotas a los usuarios. Si, en cuotas. Tres cuotas de 8 por ciento para los residenciales y seis para la industria y comercio, con la idea de sostener el empleo. El esfuerzo es titánico para las cuentas de la Provincia: la Nación ya confirmó nuevas subas para mayo y agosto, además de desprenderse de otras obligaciones que venía asumiendo.
Apenas unas horas antes de que Larreta mandara a reprimir a los verduleros, el Presidente anunció una medida largamente anhelada por diversos sectores productivos, que están ahogados por la caída del consumo y el costo impositivo, que en algunos casos, aumentó con el último Pacto Fiscal, que quitó exenciones para las economías regionales. Ahora Macri cumplió con un pedido de las entidades empresarias y elevó el mínimo no imponible para los aportes patronales a 17.500 pesos, cuando estaba en 7.500.
La medida viene muy bien para algunos sectores económicos, pero olvidó a otros que ahora trinan por la desventaja.
En el caso de Misiones, incluyó a la yerba mate y a la elaboración de hojas de té y dejó afuera al tabaco y a la industria de la madera, olvido éste, el último, que fue subsanado horas después por gestiones del senador y candidato a gobernador de Cambiemos, Humberto Schiavoni. Apenas la semana pasada los dirigentes de la alianza nacional habían escuchado el lamento de los madereros. Insólito olvido, siendo Misiones la provincia forestal por excelencia. Lo curioso es que la madera estaba incluida, pero para pymes de Formosa y Chaco, lo mismo que el tabaco, para la zona salteña.
En el caso de Misiones, donde se concentra la mayor cantidad de trabajadores alcanzados, con 12.500, las empresas podrán ahorrarse unos 50 millones al mes en aportes patronales, aunque en el caso de las yerbateras, en la práctica ya no pagaban aportes patronales, sino que cumplían con la Corresponsabilidad Gremial.
Pero la decisión del Gobierno nacional dejó muchos lastimados en sectores que padecen la misma crisis y no encuentran salida. Con toda lógica, la industria turística pidió los mismos beneficios y en el Comercio -devastado por la caída de ventas y cierre de locales-, preparan un reclamo similar.
Los concesionarios de automóviles de Misiones pidieron auxilio al Gobierno provincial para reactivar un sector que agoniza. De estar preparados para vender un promedio de 2400 autos por mes, en diciembre se vendieron 340 y diez planes de ahorro.

El desplome se inició en mayo, pero la actividad se paralizó en agosto, aseguró Frances Lowe, vocera de los lamentos empresarios en una reunión con el secretario de Hacienda, Adolfo Safrán, quien quedó, junto a su equipo, en trabajar en alguna medida para reactivar la demanda.  
Las fechas no son casuales. En mayo se produjo la primera gran devaluación y el desesperado pedido de auxilio al FMI. En agosto, una nueva devaluación disparó la inflación y hundió el poder adquisitivo, entrando en una depreflación, una parálisis de la actividad que convive con suba de precios. El dato de utilización de capacidad instalada en la industria es espantoso: 56,6 por ciento en diciembre. El peor en muchísimo tiempo y revela que casi la mitad de la industria está parada. Algunos sectores están con respirador artificial: el 75 por ciento de la industria automotriz está inutilizado y el 68 por ciento en el caso de los textiles, 23,4 puntos porcentuales menos que en el mismo mes del 2017..
En Misiones, los datos de actividad y consumo, están en retroceso, según el último Informe Estadístico Mensual, que reportó el Instituto Provincial de Estadística y Censos.
El Cemento Portland, componente principal del hormigón y uno de los insumos básicos de la industria de la construcción, muestra una caída en la variación anual (septiembre 2018 – septiembre 2017) del 16,2 por ciento en la serie Tendencia-Ciclo y del 28,8% en la serie Desestacionalizada.
La cantidad de puestos de trabajo en la construcción presenta una caída anual (septiembre 2018-septiembre 2017) del -14,1 por ciento.
La demanda total de energía eléctrica presenta una variación anual del -4,8% y la variación trimestral interanual muestra un crecimiento del 2,7%. La venta total de combustible registró una caída del 9,3%, golpeada por los sucesivos aumentos durante el año pasado
En cuanto a la demanda laboral según sectores económicos, el único que muestra un crecimiento en la variación interanual es el sector de las empresas de servicios (41,6%).
Por el contrario, las caídas más pronunciada se dan en el sector establecimientos industriales (-56,4%), hogares (-56,4%) y empresas constructoras (-55,5%). La demanda laboral según la calificación profesional muestra una variación trimestral interanual positiva en cuanto a directivos (31,2%), otros (18,3%) y vendedores y corredores (6,7%).
Por otra parte, se observa una caída de la demanda de, principalmente, obreros de la construcción (-91,7%), operarios industriales (-75,0%), y servicio doméstico (-62,1%)
Desde la firma del acuerdo con el Fondo, el programa económico nacional solo cumple las metas impuestas por el organismo financiero internacional, que por estas horas vino a monitorear la efectividad de los funcionarios de Gobierno.
No es que el FMI haya perdido la fe en Macri, pero por las dudas, los enviados de Christine Lagarde, también buscaron conocer qué piensan los eventuales contendientes del Gobierno en un año electoral.
Sergio Massa fue el primero en sentar posición ante los técnicos del FMI y aseguró que “Argentina necesita generar sus propios dólares” para dejar de vivir de prestado.  Calificó al acuerdo vigente como “inviable” y que “solo congela nuestra economía”
Del otro lado, Juan Manuel Urtubey juntó a su equipo “técnico” y se ofreció como una alternativa que no desentona con lo que pretende el FMI, con reforma laboral, impositiva y previsional, incluidas.
El ex ministro de Economía, Axel Kicillof, posible contendiente de María Eugenia VIdal en Buenos Aires, recibió a los enviados del Fondo Monetario Internacional en mangas de camisa, con un mate, bizcochos Don Satur y un libro con un sugestivo título: “Por qué la austeridad mata”, un mensaje extraño a las ideas de los boys de Lagarde.
Por qué la austeridad mata es un libro del economista David Stuckler y el epiodemiólogo Sanjay Basu. La sinopsis presenta una conclusión demoledora: “Los recortes son seriamente perjudiciales para la salud”. Son las recetas de austeridad las que agravan fatalmente las consecuencias de las crisis, mutilando programas sociales clave justo en el momento en el que más se necesitan, empeorando el desempleo y obstaculizando la recuperación. Nada que no se conozca en la Argentina por estas horas. Son decisiones políticas.
Misiones apuesta al sentido inverso, La presencia del Estado custodia, en la medida que sus recursos lo permiten, el bienestar compartido. Cada vez cuesta más, admiten en el Gobierno. El último tarifazo eléctrico, trasladado en cuotas, es otro nuevo golpe a las arcas provinciales, con una coparticipación que viene creciendo por debajo de la inflación. Pero otras provincias no pueden tomar medidas similares porque sus propias cajas están agotadas.
Passalacqua reunió a todo su gabinete esta semana con una premisa clara: no bajar el ritmo de trabajo y que no haya apuro por las cuestiones electorales. “Cerca de la gente”, remarcaron Passalacqua y el vicegobernador Oscar Herrera Ahuad. Ambos entienden que tomar distancia no significa quitar respaldos a la gobernabilidad necesaria, sino diferenciar gestiones y, esencialmente, sus efectos.  
 


Passalacqua aprovechó el momento para dejar claro que nadie debe descuidar la gestión ni por un minuto, sea o no candidato a algo. Nadie, ni en primera ni segunda línea, tiene el sillón garantizado, aún faltando pocos meses para las elecciones.
El énfasis puesto por Passalacqua en que la gestión no detenga su marcha se refleja en dos hechos que marcarán un antes y un después: en marzo abrirá sus puertas el Observatorio Astronómico de Misiones, que viene a coronar el despliegue del Centro del Conocimiento. El mismo mes se pondrá en marcha la primera escuela secundaria con el sistema Flipped Learning, o aula invertida. Son resultados de un modelo que piensa más allá de una fecha electoral.

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Universos diferentes

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La producción industrial registró en diciembre un desplome del 14,7% en comparación con el mismo mes del año anterior y acumuló en 2018 una contracción de 5%, su peor caída en la era Mauricio Macri.
Los 16 sectores relevados en el  nuevo Índice de Producción Industrial manufacturero tuvieron caída en diciembre, con algunos sectores con fuertes variaciones interanuales negativas, como Productos textiles (36,3%); Muebles y colchones (31,1%): Maquinaria y equipos (29,4%) – aquí sobresale el desplome de 48,3% en maquinaria agrícola-, y Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes (25,1%), que recoge la baja del 31% en automóviles. La madera, papel, edición e impresión tuvieron un diciembre pésimo, con una caída de 13.8 y un acumulado en el año de 3.1 en negativo.
Los datos duros relevados por el Indec, se traducen en la declaración de emergencia laboral que plantearon los principales empresarios del Alto Paraná, que se reunieron en Eldorado para hacer oír sus quejas al Gobierno nacional. El derrumbe en la actividad obedece a una caída del mercado interno y a la sangría de los tarifazos eléctricos y la inflación desbordada.
Uno de los principales pedidos fue que se elimine la retención de 3 pesos por dólar exportado que se impuso al sector maderero como medida para recaudar más y alcanzar el déficit cero que exigió el Fondo Monetario Internacional, medida que le quitó aliento al repunte exportador que experimentaron varios aserraderos de la zona a partir de la suba del dólar. “En cargas de bajo valor como el pino, esa retención implica un margen del 12 y hasta el 14 por ciento, así matan una de las pocas posibilidades de traer dinero fresco”, explicó Cristian Gruber, de establecimiento Don Guillermo, una firma con más de 40 años de trayectoria.
El vocero de la reunión fue Román Queiroz, presidente de la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná, quien trazó un panorama crítico de la situación que atraviesan muchas empresas del sector forestal y de otros rubros. “Si no se toman medidas urgentes, se va a profundizar la crisis y lamentablemente va a haber despidos y cierre de empresas”, señaló en diálogo con Economis.
“Nuestro sector es un buen indicador de cómo le va al resto de los sectores, si se venden menos autos es porque algo anda mal. En enero de 2018 se vendieron 2000 autos, en diciembre pasado esa cifra cayó a 300 unidades”, agregó Frances “Paquita” Lowe, un de las impulsoras del encuentro. Lowe, miembro de una tradicional familia fundadora de Eldorado, quería que el encuentro se haga en diciembre pero justo se dieron los despidos de la textil Dass, lo que corrió las fechas aunque no la temática. A “Paquita” no se le pueda acusar de opositora. Es férrea defensora del cambio, a pesar de las consecuencias negativas para su propio negocio.
Si la industria tuvo un año pésimo, la construcción no le perdió pisada. Cerró diciembre con una caída de 20,5 por ciento interanual, con apenas un “crecimiento” de 0,5 por ciento en el año. La malaria extendida en el país implica que en Misiones se esté rozando el piso de empleo en la construcción. El número de empleos en blanco en la construcción cayó a 8.216, con una baja interanual del 17 por ciento. En los tres años y un mes que Mauricio Macri lleva en el Gobierno, solamente enero de 2016 tuvo una menor cantidad de empleos, cuando se contabilizaban 7.339 puestos. Como contracara, el pico del empleo de los ladrillos, ocurrió en octubre de 2015, en plena campaña presidencial, con 14.103 puestos de trabajo registrados.
Según empresarios consultados por Economis, el principal factor para la caída del empleo de la construcción es la falta de nuevas obras públicas nacionales. “Las existentes se fueron terminando y al no haber nuevas, el empleo va a seguir cayendo”, explicó un constructor con más de 20 años de experiencia.
Cada punto de caída de la economía nacional, asfixiada por la extensa recesión, repercute en Misiones que poco puede hacer ante el derrumbe generalizado, aunque con sus herramientas, el Gobierno provincial mitigue un poco el daño.
“En tres años, el Gobierno nacional bajó un 60 por ciento los costos por contenedor para exportación en el Puerto de Buenos Aires”, quiso defender el radical Luis Pastori ante el enojo de los empresarios altoparanaenses.
“Eso no es así”, retrucaron desde el fondo del salón. Pastori trató de defenderse. Lo rescató del mal momento Queiroz: “Dudo mucho que sea así, pero ya lo veremos”, terció tratando de no empantanarse en una discusión estéril. Según datos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas, solo en el 2018 el costo de transporte se encareció un 62%, incluso por encima de lo que destacó Pastori.
No podemos negar que en 2018 hubo una caída en el PBI, principalmente producto de dos factores exógenos que alteraron el plan económico gradualista que veníamos sosteniendo: la peor sequía del país en 50 años que provocó la pérdida de ingresos por 6 mil millones de dólares, y la suba de tasas de interés internacionales que nos encareció el crédito”, desplegó el radical. “Ambos factores exógenos, más errores de gestión, de no estar bien preparados para afrontar tales adversidades, nos condujeron a una devaluación y pérdida de confianza que provocaron la caída en la inversión y el consumo”, se atajó. También defendió el aumento de la presión fiscal, “El adverso contexto económico que atravesamos en 2018 nos obligó a detenernos en nuestra marcha hacia la baja de la presión fiscal, y tuvimos que gravar de manera extraordinaria las exportaciones, aunque el tope de 4 pesos por dólar, hará que el paso del tiempo licue el gravamen. Sin embargo hemos logrado a través del Consenso Fiscal que Misiones elimine los Ingresos Brutos a las exportaciones, única provincia del país que lo cobraba, y que se baje los ingresos brutos a las actividades industriales”, cuestionó para ponerse en línea con otro de los reclamos empresarios, los impuestos provinciales y la tenacidad de Rentas para cobrar.
“Ese es el problema, hay que ver a quienes defienden los diputados, si a la gente a la que representan, en este caso nosotros, o a la gente que dirige su partido”, disparó después Queiroz, en referencia a las intervenciones de los diputados y funcionarios de Cambiemos que se empeñaban en defender la gestión de Macri y el crecimiento por ahora invisible.
Lejos de mostrar sensibilidad por las consecuencias de la crisis en las pequeñas y medianas empresas, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, resolvió aplicar un alza en la tasa de intereses resarcitorios y punitorios que cobra la Afip por el pago a destiempo de impuestos, los cuales treparán a 4,5 y 5,6 por ciento mensual, respectivamente. Estos valores duplican en promedio los costos actuales por morosidad, ya que las tasas que rigen hoy se ubican en 2 por ciento y 3 por ciento mensual respectivamente. Pero, como un “haz lo que digo, pero no lo que hago”, el mismo Dujovne planea “multar” a las provincias que “aumentaron la presión fiscal” con movimientos autorizados dentro del mismo Pacto Fiscal.
A la falta de brotes verdes se sumó en las últimas horas una sorpresiva secuencia de empresas que deciden abandonar o dejar de producir en el país por la baja en las ventas. Y Paolo Rocca, que se convirtió en un enemigo íntimo del Presidente con un reclamo judicial de mil millones de dólares por la quita de subsidios a Vaca Muerta.
El gran empresario, dueño de Techint, también sufre la quita de subsidios para cumplir con las metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional. Hay planeros pobres y planeros VIP. El ajuste lo padecen del mismo modo, pero los mecanismos de defensa son distintos. Rocca no hará piquetes.
De todos modos, Macri está convencido -y tiene elementos- de que es posible su reelección, aunque ahora algunas encuestas tengan arriba a la ex presidenta Cristina Fernández, incluso en la provincia de Buenos Aires, donde María Eugenia Vidal parecía insuperable. En el Gobierno consideran que la economía comenzará a repuntar a mitad de año, con el ingreso de dólares de la cosecha gruesa y que eso cambiará el humor social. “Nos costó más de lo que imaginé, fui demasiado optimista”, se sinceró el Presidente sobre la inflación desbocada. Después admitió que “falta mucho, hay cosas que seguir resolviendo para que la economía se vuelva a poner en marcha”. Ya no hay segundo semestre, sino un difuso segundo mandato.
No se entiende si es exceso de transparencia o al Presidente no lo cuidan como corresponde. Llamó mucho la atención una foto difundida por el propio equipo de Presidencia, con Macri sonriente jugando con una máquina de coser Singer, que dejó de fabricarse en la Argentina después de seis décadas, afectada por la apertura de las importaciones que habilitó el Gobierno. 

 

Hay quienes, en el Gobierno, ven como muy arriesgado esperar el milagro de la soja y el trigo, ya que el segundo trimestre está demasiado cerca del momento de ir a las urnas.
Depender del “milagro” es un argumento más que suficiente para buscar alternativas. En Misiones, el gobernador Hugo Passalacqua confirmó lo que se anticipaba: las elecciones se harán el 2 de junio “en línea coherente con lo que hemos hecho estos años, diferenciando claramente las problemáticas provinciales de las nacionales”.
“Son dos universos diferentes”, sintetizó Passalacqua, quien no por casualidad fue el primer gobernador en hablar durante la presentación formal de Alternativa Federal, la tercera vía que contiene a Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y otros gobernadores, además de dirigentes del peronismo no kirchnerista al que se podrían sumar los radicales desencantados con la alianza Cambiemos.
Alternativa Federal busca colarse en la grieta y llegar a la segunda vuelta sacando de escena a Cristina, con quien la mayoría de sus dirigentes prefiere no juntarse. En el Gobierno, en cambio, celebran que el espacio de Massa le pueda quitar votos a la ex Presidenta, con lo que el escenario quedaría dividido en tres, pero debilitaría a Cristina en una eventual segunda vuelta.
En Misiones, la Renovación prefiere no hacer esas especulaciones. Sus principales dirigentes reiteran que la relación institucional con la Nación sigue intacta, pero que no comparten ni modelo ni modos de gestión.
La convocatoria a elecciones el 2 de junio no sorprendió a los informados. Se sabía que la primera semana de ese mes era la elegida para separar debates. El jueves el Gobernador mantuvo reuniones con varios miembros de su gabinete para comenzar a diagramar la gestión y el trabajo político. El ministro de Ecología, Juan Manuel Díaz, el de Hacienda, Adolfo Safrán y la de Educación, Ivonne Aquino, fueron los primeros en pasar por el despacho de Passalacqua. “Con la educación arriba. Este año será muy importante porque se van a poner en marcha leyes que nuestra Legislatura votó y que nos dejan a la vanguardia: teatro, educación disruptiva, educación emocional”, destacó Aquino tras la reunión. Cada ministro se llevó instrucciones y la premisa de estar más activos que nunca y “cerca de la gente”. El vicegobernador Oscar Herrera Ahuad aseguró que “será una campaña corta y austera” con la prioridad puesta “en seguir junto a la gente”. Ahuad mantuvo encuentros con dirigentes empresarios para analizar la situación económica de la provincia de cara a los próximos meses. 
En el tablero político local Unidad Ciudadana también jugará fuerte, con la diputada nacional Cristina Britez como emblema, aunque no se descartan alianzas, como por ejemplo, con el partido Agrario y Social. 
En Cambiemos, paradójicamente, respiran aliviados por el desdoblamiento en Misiones. Saben que la economía es el talón de Aquiles y que es difícil convencer a alguien de ratificar el rumbo cuando enfrente hay una pared.
La ciudad de las Cataratas, donde Macri hizo grandes promesas el año pasado, fue, en las últimas horas, un ejemplo de que no hay espacio para improvisaciones. Vecinos, ambientalistas y empresarios, lograron frenar el negocio inmobiliario hotelero que había diseñado, sin consultar a nadie, el ministerio de Turismo de la Nación. No es que rechacen inversiones, sino que nadie les preguntó nada. No es que no quieran más turismo, sino que rechazaron el proyecto porque implicaba intervenir en el área selvática de las Cataratas y generar un turismo VIP que sería una competencia desleal para los que trabajan desde hace años fuera del área e incluso en las 600 hectáreas. “No hubo planificación, podrían haberlo planteado en Andresito, en Wanda, en Esperanza, en Libertad, para ampliar el polo turístico y no una sobreexplotación de Cataratas en un negocio para pocos”, indicó un empresario que respiró aliviado cuando se enteró de que se cancelaba el proyecto.
La falta de planificación no es una crítica aislada. Fue una decisión apresurada, sin hacer todos los estudios pertinentes. Por ello, atendiendo al reclamo de los vecinos se decidió esta suspensión. Por ahora se seguirá analizando qué tipo de inversiones o bajo qué modalidad se pueden hacer cosas”, explicó Alfredo Schiavoni, quien aportó sensatez en Cambiemos para frenar la iniciativa. El secretario de Turismo, Gustavo Santos, había calificado a los detractores de “tener mala información” y “maledicencia”.
No será la única batalla pre-elecciones que deberá librar Cambiemos con resultado que se puede anticipar adverso: el plan para convertir a Misiones en una cuenca productora de maíz genera cada día más rechazos, por el impacto ambiental que podría generarse con el uso intensivo de los agroquímicos necesarios para proteger a las plantas transgénicas.
En la chacra hay otro tema que preocupa: el precio de la yerba mate posiblemente sea definido por un nuevo laudo de la Nación, ya que las pretensiones de los productores están muy lejos de lo que está dispuesto a ceder la industria. Algunos yerbateros reflotaron la idea de establecer un precio equivalente a 50 centavos de dólar -unos 19 pesos-, lo que implica un aumento de 120 por ciento. Otra corriente, más moderada, exige un mínimo de 13 pesos -50 por ciento de aumento- para cubrir costos y recuperar terreno perdido por la inflación de 2018.
La de la yerba es una de las pocas industrias que salió empatada de la larga recesión que se inició en 2018, con un simbólico crecimiento de 0,5 por ciento. Pero hubo consumo récord y se recuperaron las exportaciones, que rindieron unos cien millones de dólares.
Sin embargo, el sector industrial carga una pesada mochila de deudas y las tasas por las nubes complican cualquier posible financiamiento. Además, en los últimos meses, el precio no pudo trasladarse a las góndolas, donde se da el fenómeno de paquetes más baratos que en septiembre. Por eso, advierten, cualquier precio que no contemple la realidad del consumidor, será imposible de cumplir.
A favor, los industriales cuentan con un detalle: la grilla de costos que usan los productores, da un valor cercano a los 10.38 pesos -23,7 por ciento más-, bastante lejos de cualquiera de las dos pretensiones. La grilla anterior daba 8,75 pesos y se acordó un precio de 8,40 pesos.
La diferencia entre lo que pretenden unos y otros es alta y, por la inflación y las altas tasas financieras, no se puede atribuir exageración alguna a los argumentos. Esa distancia, permite vislumbrar que será la Nación la que defina el precio. Pero sea cual fuere, dejará un saldo alto de enojo.

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En terapia

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El largo enero se fue dejando un reguero de malas noticias para la economía de bolsillo. Nueva suba de tarifas, 172 mil empleos registrados menos que en noviembre de 2017, la inflación que no cede y el consumo que se desploma. Si este es el único camino, en el mapa no se vislumbra una pradera verde regada por lluvia de inversiones, sino un páramo desolado con muchos más perdedores que ganadores.
Entre mayo y noviembre se perdieron 125.648 empleos registrados privados. El derrumbe coincide con el pico de la depreciación del peso y con el desesperado pedido de auxilio al Fondo Monetario Internacional. El programa económico del Fondo no hizo más que acentuar las consecuencias del modelo económico.
El índice de salarios total registrado en los últimos 12 meses tuvo un aumento de 28,7%. La inflación fue de 47,7 por ciento, casi 20 puntos por encima. El bolsillo sufre.
Sin embargo, el presidente Mauricio Macri se aferra al libreto y apuesta el todo por el todo a que la grieta le garantice un nuevo mandato. Aunque las encuestas marcan un sostenido rechazo a la gestión, el Gobierno nacional confía en que la “amenaza” latente de un retorno anticipado del “pasado populista”, sea suficiente para cosechar los votos necesarios para otros cuatro años.
La decisión de la gobernadora María Eugenia Vidal y del intendente porteño, Horacio Rodríguez Larreta de buscar sus reelecciones en octubre muestra al tridente de Cambiemos con una estrategia común.
Se especuló con que Vidal preferiría adelantar las elecciones en Buenos Aires para no atarse a la suerte de su jefe, pero finalmente primó el “bien superior”. Una derrota anticipada en la provincia con más votos podría ser catastrófica para las ambiciones de reelección presidencial y podría provocar un devastador efecto dominó. Una caída de Macri también dejaría en la orfandad a la gobernadora más beneficiada de los últimos años.
Los otros gobernadores de Cambiemos, alineados en el radicalismo, no parecen compartir la idea y jugarán sus suertes meses antes de octubre.
Es más, dentro del radicalismo emerge una línea interna, liderada por los herederos del alfonsinismo, que sueña con plantarse en una interna ante Macri o escindir la alianza Cambiemos para presentar una oferta electoral de la “socialdemocracia”.
Las principales encuestas desmenuzan el hastío de la sociedad con el modelo económico. Casi la mitad de los encuestados por la consultora Taquion teme perder su empleo y un 51,4 por ciento cree que el principal problema es la economía.
El 60,2 por ciento no votaría a Macri en su intento reeleccionista y un 51,4 por ciento buscará que cambie el Gobierno. Pero ninguna consultora se anima a jugarse por un resultado y nadie descarta la reelección.
Hay un dato de la encuesta de Taquión que sorprende por su contundencia: 70,7 por ciento de los consultados preferiría votar a un outsider partidario. El efecto Bolsonaro en las encuestas.
Sobre ese tópico se para el Presidente para sostener su continuidad. La grieta se retroalimenta constantemente, con elementos externos como la Venezuela de Maduro o internos, como la retórica antimigrantes (de la región) o algunas editoriales vergonzantes que parecen tener como objetivo adormecer otros debates. Los dos “grandes diarios” argentinos compitieron con sus argumentos sin pudor. La Nación celebrando las “niñas madres con mayúscula” y Clarín festejando como una “pasión argentina” sobrevivir revolviendo la basura. Vale la pena repasar ambas columnas para intentar comprender su lógica indignante. Más que provocar, parecen pretender sepultar otras discusiones.
La pérdida de empleos, el nuevo tarifazo eléctrico y las miles de personas sin luz en Buenos Aires, la inflación y la pobreza aparejada, quedan en ese revuelto, en segundo plano.

Mientras miles de argentinos padecen los aumentos o se pasan días sin luz, los amigos presidenciales, Marcelo Mindlin (Edenor) y Nicolás Caputo (Edesur) celebran. Se registra un 60 por ciento más de cortes que en 2016, pero las ganancias de ambas distribuidoras se elevaron en 437 y 226 por ciento respectivamente en el último año.

En Misiones las elecciones se harán en la primera semana de junio. En las próximas semanas el gobernador Hugo Passalacqua hará oficial el decreto de convocatoria. El objetivo es que la discusión política en la tierra colorada no se contamine con la crisis provocada por las medidas nacionales.
La Renovación garantiza estabilidad institucional, pero se desmarca de las consecuencias del modelo, que, de todos modos, tiene cada vez mayor incidencia en la economía local.
El Gobierno de Passalacqua se hizo cargo de cada responsabilidad que fue dejando de lado la Nación en el marco del plan de ajuste acordado con el FMI.
La espalda financiera resistió los embates de la crisis, pero al mismo tiempo, está cada vez más agobiada por el peso de la mochila.
El vicegobernador Oscar Herrera Ahuad confirmó que la Provincia también se hará cargo del subsidio interzafra que recibían los tareferos, el eslabón más débil de la cadena yerbatera, que ahora desatiende la Nación. Serán unos 75 millones de pesos para seguir parando la olla de los cosechadores.
Lo mismo sucede con la tarifa eléctrica, que volverá a aumentar este mes: la Provincia absorbió la mitad de la tarifa final que fijó la Nación. Idéntico repaso con el boleto del transporte urbano, que es el que más deterioro genera en la economía familiar, aparejado a un creciente descontento que llevó en las últimas horas al bloqueo de las terminales.
Según un estudio de la consultora Economía & Regiones, la actividad económica cayó en 22 de las 24 provincias y Misiones, con 4,4 por ciento, no fue la excepción. Peor les fue a aquellas provincias donde el Estado tiene un rol menor en la economía, lo que marca la trascendencia de los programas generados en la Provincia, como el Ahora Misiones, Ahora Góndola o el reciente Ahora Turismo. Sin esos planes, el desplome sería mucho más profundo.
La radiografía de las ventas en supermercados de Misiones muestra una disminución en sectores fundamentales: panadería, carne y verdulerías. En paralelo, el Ahora Misiones genera cada mes más ventas. Imaginar la caída sin esa red de contención, es un ejercicio agobiante.
La consultora fundada por Rogelio Frigerio señala que por octavo mes consecutivo el Estimador Mensual de Actividad Económica presentó una caída. En noviembre de 2018 la baja fue del -7,5%, siendo la más pronunciada desde junio de 2009.
Esta profundización deja al acumulado en 2018 un -2,2% por debajo de los primeros once meses de 2017. Además, la importante contracción de la actividad posiciona a la serie desestacionalizada en noviembre de 2018 un -4,5% por debajo de noviembre de 2015.
El informe advierte sobre la caída del salario real desde mayo -oh, coincidencia- y ratifica que todos los indicadores relacionados con el consumo muestran descensos pronunciados en noviembre 2018: ventas de CAME (-15,6%), supermercados (-12,5%), shoppings (-16,3%) y la confianza del consumidor (-37,2%). Peor aún, los primeros relevamientos y datos de diciembre tampoco son alentadores y muestran que el nivel de actividad se encuentra todavía lejos de revertir la caída y empezar a mejorar. En este sentido, hay que mencionar que CAME mostró una baja del -9,9% y la confianza del consumidor cayó -16,7% interanual.
Los empresarios, muchos de los cuales militaron el cambio de modelo en 2015, hoy revisan opciones. Este martes la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná y la Cámara de Comercio e Industria de Eldorado, convocaron a una reunión de todo el sector empresario de la zona norte, vinculado al sector forestal y de la madera -también fue convocado el presidente de la Confederación Económica de Misiones, Alejandro Haene- para analizar la crítica situación del sector y el impacto de las últimas subas de tarifas. Las economías regionales, lejos de revitalizarse por el dólar alto, sufren por los altos costos de producción, logística y salarios.
El sector maderero estaba llamado a ser uno de los mimados por el Gobierno nacional. Varias mesas de discusión, rebaja de impuestos y mejoras logísticas. Pasados tres años, en muchas empresas la situación es peor que en 2015. La maderera Henter, hace años en crisis, está al borde de cerrar definitivamente sus puertas, con los empleados en estado de emergencia y sin cobrar.
El modelo de dólar alto que ofreció el Gobierno no fue la medicina que necesitaba el sector. “La devaluación del peso no parece haber proporcionado alivio a estas actividades productivas, lo que sugiere que un tipo de cambio alto tampoco es la panacea. Para entender este fenómeno hay que evaluar la ecuación de rentabilidad en conjunto, considerando costos de insumos y salariales, ingresos por ventas, teniendo en cuenta volumen y precios, y también la incidencia de la tasa de interés. A partir de este diagnóstico, se pone de relieve la importancia de recuperar estabilidad macroeconómica (dólar, tasas, inflación), pero también la necesidad de reducir costos de producción y ventas (impuestos, regulaciones, aranceles de importación en países compradores, etc.), una tarea que corresponde a las tres jurisdicciones de gobierno”, describe Jorge Day, de la fundación Mediterránea.
El economista se pregunta: ¿Hubo un error en el diagnóstico, creyendo que un dólar más caro automáticamente favorecería a las economías regionales y a la industria nacional? Sí, porque sólo se consideraban los costos laborales. “El atraso cambiario era un problema porque se traducía en costos altos en dólares (especialmente los laborales), y se agravaba porque, por el proteccionismo, era difícil traer insumos y equipos importados baratos.
Pero, ahora, para una buena parte de las economías regionales y de la industria argentina, especialmente las que no son exportadoras, el dólar caro es también un problema, porque se resienten sus ventas en el mercado interno. Y a esto se agrega las altas tasas de interés, que eleva sus costos financieros, y a veces también reducen sus precios de venta”.
Para 2019, los pronósticos señalan que el dólar se rezagaría un poco, pero se mantendría elevado, las altas tasas de interés irían disminuyendo muy gradualmente, y el mercado interno tendría una recuperación también muy gradual. Esto se traduce en que la industria argentina, especialmente sustituta de importaciones, y una parte de las economías regionales habrán de seguir conviviendo con los problemas.
No es el único sector, claro. Por la caída de la obra pública nacional, los empleos de la construcción en Misiones cayeron al menor nivel en la era Macri. En noviembre la cantidad de empleos registrados (en blanco) en la construcción en la provincia cayó a 8.216, con una caída interanual del 17%.
En los 3 años y 1 mes que Mauricio Macri lleva en el Gobierno, solamente enero del 2016 tuvo una menor cantidad de empleos, ya que se contabilizaban 7.339 puestos.
Según media docena de empresarios de la construcción consultados por Economis, el principal factor para la caída del empleo de la construcción es la falta de nuevas obras públicas nacionales. “Las existentes se fueron terminando y al no haber renovación, el empleo va a seguir cayendo”, explicó un empresario que tiene más de 20 años de experiencia construyendo escuelas, CAPS y comisarías.
No ser arrastrados por esa crisis es un argumento central para elecciones separadas. La discusión se debe centrar sobre lo que le conviene a Misiones y los espacios políticos están preparándose para ese debate. La Renovación tiene sus pilares en la gestión, que en medio de una recesión extendida, logra sostener en movimiento la actividad económica sin mayores contratiempos. Y, cuando hace falta, poner los recursos que sean necesarios.
Como contracara, la Nación exhibe un modelo de Estado en retroceso y de medidas que no tienen siquiera la consideración de ser consultadas con los misioneros. La insistencia en el plan de convertir a Misiones en una cuenca productora de maíz para abastecer a Brasil, la presión para construir “villas turísticas” privadas en plena selva misionera, o la degradación del Instituto Nacional de Medicina Tropical, que perdió presupuesto y autarquía, son temas que serán parte de la agenda de campaña.
Salvo Cambiemos, todos los demás tienen argumentos en contra.

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Vuelo propio

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En Davos, donde no hubo molestas repreguntas, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, admitió que la economía cayó dos por ciento durante 2018 y que habrá una nueva contracción de al menos medio punto en 2019. Los datos de la actividad económica asustan, aunque todavía no se conocen los definitivos. En noviembre la actividad retrocedió 7,5 por ciento interanual y las actividades vinculadas al consumo sufrieron el peor revés. El comercio tuvo una caída del 17 por ciento, la industria 12,6 y la construcción completó el podio derrotero con 11,4 por ciento.
De los quince sectores que comprenden el índice sólo se “salvaron” el campo (+1,9%), Enseñanza y Servicios (sociales, salud, luz, gas y agua). Las perspectivas no son demasiado alentadores. La consultora Orlando Ferreres ya emitió el dato de diciembre y muestra caída de 6, 4% y de 2,1 en el 2018. En noviembre, había marcado una caída de 6,5, un punto por debajo de lo que reconoció el Indec. 

 “Para encontrar un dato tan negativo, tendríamos que remontarnos a junio de 2009 cuando la caída anual fue de 8 por ciento”, explica el economista Alejandro Rodríguez. En ese entonces, la economía global tambaleaba por la crisis de las hipotecas de Estados Unidos. Ahora el presidente Mauricio Macri no tiene excusas fuera de las fronteras.

Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional, que puso la plata para sostener esta política económica, está satisfecho: Christine Lagarde felicitó a Dujovne por “la sólida implementación del plan de estabilización”. Ni crecimiento, ni desarrollo.  Apenas estabilización, a un precio elevadísimo. Un plan que disparó la pobreza a lo más alto de la década y el desempleo que acaricia los dos dígitos.
“Quisiera reiterar el firme apoyo del FMI a la Argentina y al plan de reforma económica de las autoridades”, dijo la buena de Christine. Pero por las dudas, el FMI pone el foco en “la incertidumbre relacionada con las elecciones en Argentina”.
En Punta del Este, Uruguay, el economista Carlos Melconian, simpatizante de la alianza Cambiemos, brindó un lapidario informe sobre la economía en la era Macri. Sin poder suavizar los datos ante la JP Morgan, Melconian describió que el “balance económico del cuatrienio 2016-2019” obtuvo “peores resultados” que el último “cuatrienio de Cristina Fernández”.
Y enumera: el acumulado de la variación del PBI entre 2012 y 2015 da una suba de 1,5%. Bajo el mandato de Cambiemos, el mismo índice exhibirá una caída de 3%.
Lo mismo con la inflación: los últimos cuatro años de Cristina dejaron un acumulado de 182%, mientras que Macri cerrará su primer mandato con 211 por ciento si se cumple el pronóstico de aumentos para este año, aunque el Banco Central ahora se niega a hacer proyecciones para evitar nuevos papelones.
El presidente del Central, Guido Sandleris se excusó: “La inflación de un dígito no se puede lograr en un año”, afirmó como si su gestión estuviera escindida de los últimos tres años.
El joven funcionario reconoció que la inflación de 47,6% en 2018 “fue muy alta”.
Pero en pleno año electoral, el Gobierno no parece molestarse en tomar medidas que aplaquen las subas. Por el contrario, no disimula los aumentos que dependen del propio Estado, como el nuevo aumento de 300 por ciento en la energía mayorista, regalo de despedida de Javier Iguacel a las distribuidoras.
Ese aumento se aplicará desde febrero y tendrá un impacto del 25 por ciento en la tarifa del usuario. No será el único: las tarifas ya tienen subas programadas para mayo y agosto.
Este aumento de febrero significará que Misiones por igual consumo debería abonar a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico entre 150 y 170 millones de pesos más. Aún así lo que más impacta en la boleta de los usuarios es la quita de los beneficios por parte del Gobierno nacional en diciembre pasado. En este contexto, cobra mayor relevancia la victoria conseguida al cobrar regalías de Yacyretá en energía, que no se desvaloriza y permite decidir qué hacer con el ahorro apareado.
En el caso de Misiones el gobernador Hugo Passalacqua decidió volver a usar recursos propios para aliviar al usuario, lo mismo que sucedió con el aumento de diciembre, que coincidió con otros tarifazos, como la quita de subsidios al transporte, que hizo disparar el precio del boleto. Sin el aporte provincial, los bolsillos no aguantarían.
La decisión de la Provincia de sostener parte de los beneficios de la Tarifa Social, eliminados por Nación, mitigará el aumento en las boletas de energía a pagarse en febrero.
Por la decisión de la Nación, las boletas de energía de enero tendrían un recargo de cerca del 300 por ciento. Con un impacto mucho mayor en los sectores residenciales de menor consumo. Por ello la Provincia decidió hacer un aporte extraordinario para preservar a los sectores de más bajos recursos. Aún así por los aumentos programados para este año las boletas viene con incrementos de hasta un 100 por ciento.
Para graficar esto si un usuario que venía pagando 200 pesos por el consumo de 300 kWh, en febrero debería abonar cerca de 900 pesos por el mismo consumo con la “tarifa plana”. Sin embargo gracias a la decisión de la Provincia solamente deberá abonar unos 500 pesos.
Esta medida tendrá un costo anual para el erario misionero de 600 millones de pesos y abarca a un universo de beneficiarios actuales con consumos de hasta 500 kilovatios.
El lunes pasado la Provincia pagó 45,5 millones a las empresas de transporte en concepto del subsidio provincial previsto para cubrir el 50 por ciento del subsidio recibido en 2018 antes del abandono de la Nación que hasta ahora no giró un solo peso para cubrir su parte, lo que mantiene en estado de alerta a los empresarios del sector. Ahora trascendió que también se hará cargo del subsidio interzafra que cobraban los tareferos. La Nación sencillamente decidió no girar el dinero.
En el resto de las provincias no abundan políticas de contención semejantes. “Creo que gran mérito es del Gobernador que se anticipa a los problemas. Se los tiramos y enseguida nos habilita a buscar soluciones de antemano”, confió un ministro del Gabinete de Passalacqua.
¿Cómo pretende la alianza Cambiemos encarar el año electoral con tanto descontento en el bolsillo de los argentinos? Macri se muestra decidido a reafirmarse en su piso de votantes y apela a seducir al antiperonismo-antikirchnerismo, que podría ratificarlo solo para evitar un regreso anticipado.
El decreto de “necesidad y urgencia” de “extinción de dominio para recuperar los bienes del narcotráfico y la corrupción” es un regalo a sus votantes que no superaría ningún examen jurídico, aunque sean buenas las intenciones de recuperar más rápido los bienes obtenidos por delitos como narcotráfico, lavado de dinero, corrupción y trata de personas. Pero el Gobierno sabe que no podrá ser aplicado sin el aval del Congreso, aunque sirve para apurar un debate de campaña.
Macri repite que es el “único camino” y aprovecha cualquier circunstancia para diferenciarse del “populismo”. La crisis de Venezuela le viene como anillo al dedo. Nicolás Maduro es el tirano a destronar de acuerdo a un guión que se escribe en Washington, al que también se sumó el Brasil de Jair Bolsonaro. Pero si a Macri le sirve como argumento cohesionador, sorprende el alineamiento sin reservas de Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey o Miguel Ángel Pichetto. El consenso de Washington ya no necesita de los militares para imponerse. La política está bien dispuesta a cumplir sus dictados, aunque se muerda la cola. El doble comando aplaudido en Venezuela es sencillamente un golpe. Golpe blando, como el de Paraguay con Fernando Lugo, golpe blando como el que desplazó a Dilma Rousseff en Brasil. Golpe en fin, disfrazado de corrección política. Aceptar como el único camino semejante injerencia en asuntos internos de otros países es despreciar los principios básicos de la democracia.
Maduro, a esta altura, sirve más reteniendo el poder que fuera de él. A los efectos, es lo mismo que la amenazadora presencia de Cristina Fernández en las principales encuestas. Sirve como espejo en el que reflejarse.
La medición de enero de la consultora Poliarquía, registra caídas en los indicadores de apoyo al Gobierno nacional, como así también aquellos que miden la situación del país. La aprobación de la gestión de Macri cayó del 39 al 34 por ciento y vuelve a ubicarse cerca de los mínimos de la administración Cambiemos. “Con ese descenso, Macri pierde cinco de los siete puntos que había recuperado en diciembre”, puntualiza el informe.
“Entre los dirigentes opositores, Cristina Kirchner continúa mejorando, lenta pero consistentemente, su imagen favorable. Este mes subió medio punto y alcanza al 35 por ciento y atraviesa el punto de mayor popularidad desde que dejó el Gobierno”, agrega. Pese a ello, conserva una imagen negativa del 50 por ciento.
Otro estudio, realizado por la consultora de Estudios Sociales, Políticos y Territoriales, sólo en provincia de Buenos Aires, revela que el 63 por ciento de los encuestados no confía en que el Gobierno pueda resolver los problemas económicos y el 64,3 por ciento califica como mala o muy mala a la gestión presidencial. El 63,5 por ciento cree que las decisiones que toma el Presidente, “perjudican su situación personal”.
En el territorio bonaerense, la imagen positiva de María Eugenia Vidal alcanza a 26,4 por ciento, apenas por encima del 25,4 que tiene una muy mala percepción. Pero desempata la mala imagen. Otro 21,2 en contra de la gobernadora. En cambio, Cristina tiene 38,1 de imagen buena o muy buena y 49,2 de mala o muy mala.

En un año que tendrá por lo menos a diez provincias en elecciones antes de octubre, Misiones aparece en el tablero de la Nación como una de las “muy difíciles” para obtener un triunfo, en un mapa en el que el color amarillo no predomina.
La equilibrada equidistancia, pese a la garantía de gobernabilidad dada a la Nación, permite a la Renovación tener vuelo político propio y desmarcarse del rumbo económico con la impronta misionerista, que encuentra soluciones a los problemas sin pedir auxilios desesperados ni atinar al endeudamiento, salida fácil.
Passalacqua, quien estuvo junto al ministro de Turismo, José María Arrúa en Madrid presentado en la Feria Internacional de Turismo el vuelo que unirá a Iguazú con la capital española, pidió a cada miembro del gabinete salir a trabajar cara a cara.
El propio Gobernador mantiene una agenda intensa, junto a Oscar Herrera Ahuad, secundados por el entusiasmo de los ministros Marcelo Pérez, Lisandro Benmaor, Rafael Morgestern, Juan Manuel Díaz, Ivonne Aquino o jóvenes como Lucas Romero Spinelli, entre otros, figuras del Gabinete que fueron convocados por sus conocimientos y ahora se prueban en la arena política, custodiados por una Legislatura que marca el norte.
La irrupción en el debate electoral del plan de Nación para transformar a Misiones en una cuenca productora de maíz con unas 250 mil hectáreas sembradas, marcó un punto de inflexión en el que nadie podrá hacerse el distraído. Es un debate hasta ahora dominado por organizaciones sociales y ambientales sin ataduras con partidos políticos y que, por eso mismo, los interpelan. Es fundacional, a la misma altura que las discusiones por la energía hidroeléctrica que vuelven a estar en la agenda.
En el Gobierno las voces vinculadas a la agricultura ya salieron a marcar distancia y el ministro de Ecología, Juan Manuel Díaz, aclaró que hace falta mucha más información del programa planteado por Agricultura Familiar de la Nación, como para admitir su discusión dentro de la provincia, por el uso de los agrotóxicos que trae aparejado.
El proyecto presentado por Jerónimo Lagier encuentra pocos defensores incluso en Cambiemos, donde optaron por el silencio. En cambio, el peronismo se manifestó en contra y en la Legislatura presentó una iniciativa para frenar la iniciativa -firmada también por Héctor Escobar-.
Pero es en las chacras donde más ruido hizo. “Se pone interesante , tal vez mi aporte no modifique actitudes ni formas de pensar: Pero si queremos una producción agropecuaria insumo dependiente y usar a la tierra como un sustrato casi (hidroponía) ya sabemos qué hacer. Claro, es otra actitud  producir con un suelo vivo en este clima y ambiente especial y único en Argentina donde producimos alimentos que nutren a los seres vivos empezando por el suelo, los vegetales y los animales. Esto dará mucha mano de obra digna, todos formados, casi especialistas, con exportación sin aranceles. Todo depende de una política de Estado. Cambiará la motivación de muchos. Tecnología no nos falta”, indicó un histórico productor del norte misionero.
Ahora ¿en Santa Catarina -modelo a seguir según el plan de la Nación. están todos contentos? Esto escribió un productor del otro lado de la frontera al leer la columna Milho Quente publicada la semana pasada: “Aqui no Brasil a ganância humana está ultrapassando os limites da sensatez, pois estão matando a biodiversidade brasileira por dinheiro-”.
La ministra de Agricultura de Bolsonaro, Tereza Cristina, es conocida popularmente como “musa do veneno” por ser adepta al plantío con agrotóxicos.
Cuarenta nuevos productos comerciales con agrotóxicos recibieron permiso para llegar al mercado en los próximos días. El Ministerio de Agricultura publicó en el Diario Oficial de la Unión de Brasil del 10 de enero el registro de 28 agrotóxicos y principios activos. Entre ellos un adictivo inédito, el Sulfoxaflor, que ya causa polémica en Estados Unidos por la muerte de abejas.
De los 28 productos, uno es considerado extremadamente tóxico, el Metomil, ingrediente activo usado en agrotóxicos para algodón, papa, soja y maíz. Cuatro fueron calificadas como altamente tóxicos, catorce “muito perigosos” para el medioambiente y doce considerados “perigosos”.

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Milho quente

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A veces, los debates se disparan del modo menos pensado. Un mensaje con una sugestiva propuesta: decirle no a las semillas transgénicas en la Capital Nacional de la Biodiversidad. ¿Cómo oponerse? Pero acto seguido, el interrogante. ¿Quién quiere plantar semillas transgénicas en Misiones? La respuesta estuvo ahí, pecado periodístico, desde diciembre del año pasado, en un simple comunicado de prensa. La Nación pactó con la corporación Maizar desarrollar sembradíos de maíz de alta productividad en Misiones y el norte de Corrientes, en una extensión, en la tierra colorada, de 250 mil hectáreas. Alta productividad es sinónimo de transgénico. Las 250 mil hectáreas son una enormidad, equivalente a casi el 10 por ciento de la geografía provincial y prácticamente toda la superficie productiva que queda libre.
El plan es convertir a Misiones en una cuenca granera para abastecer el déficit que tiene Santa Catarina, el estado más rico de Brasil, donde se produce cerdo y pollo de exportación a escala global. El negocio está a la vista: demanda creciente, costos logísticos bajos y dólares al alcance de la mano por la exportación.
Debe ser, de los últimos años, el modelo de transformación más intempestivamente planteado sobre la mesa. Para la Nación no hacen falta estudios de impacto ambiental ni demasiados permisos. Es un “negocio directo con los productores”, argumentan los defensores de la idea. En Misiones hace 30 años que se plantan transgénicos, reiteran. La corporación Maizar, que tiene entre sus socios plenos y consejeros a ejecutivos de Monsanto, pone las semillas, “paquete tecnológico” y el asesoramiento. ¿Qué puede estar mal? Es un modelo de negocios a medida.
Sin embargo, se puede hacer un simple ejercicio de preguntas.
Es cierto que en Misiones se planta transgénicos desde hace por lo menos tres décadas. Y que se usa glifosato, en el maíz, en las más de 420 mil hectáreas forestadas y, también en el tabaco, pese a que la industria del cigarrillo descartó el uso de esos pesticidas. Sin embargo, salvo en el caso del grupo chileno Arauco, las cantidades son mínimas, en proporción. Para “proteger”las 250.000 hectáreas de maíz harían falta no menos de 1,5 millones de litros de glifosato -la marca más extendida es Roundup-. ¿La capital nacional de la Biodiversidad soporta semejante cantidad de veneno en el aire, con el consiguiente riesgo para la salud humana, animal, de cursos de agua y degradación del suelo? ¿Está Misiones preparada para cambiar su matriz productiva asociada al verde monte para parecerse a las desoladas praderas del sur brasileño, donde el desierto verde es dominado por la soja y el maíz por cientos de kilómetros? ¿Puede Misiones sacrificar la postal de naturaleza viva a cambio de una lluvia de dólares? ¿Puede Misiones ser mera exportadora de materia prima para que otros engorden ganado? En otros términos, Misiones pondría la tierra y sus proteínas para alimentar las vacas (y la riqueza) del otro lado de la frontera, donde prácticamente ya no quedan tierras productivas.
El modelo de primarización de la economía es el que se está imponiendo en la Argentina, según reconocen los propios thinks thanks liberales, pero al menos debe haber el derecho al pataleo.
¿Que hace falta mejorar la productividad de las chacras para que haya una riqueza mayor? Por supuesto. Pero no son pocos los esfuerzos actuales para recuperar la chacra, que vivió su peor contracción durante los 90, cuando el colono abandonaba la tierra por el escaso valor de sus productos. La inmigración se frenó y en muchos pueblos, se revirtió.
Durante el año pasado, Misiones fue declarada capital nacional de la Biodiversidad y se aprobaron varias leyes vinculadas a la agricultura sustentable y la prohibición del glifosato en espacios urbanos y periurbanos. El plan de la Nación parece saltarse todas las contraindicaciones.
Los especialistas señalan que Misiones con la genética variada que posee, “no necesita trabajar con transgénicos”, aunque es cierto que otras zonas del planeta se han beneficiado con esas variedades, como la lucha contra el hambre en África. En cambio, la tierra colorada goza del privilegio de tener biodiversidad (todavía), y contar con condiciones climáticas beneficiosas.
Para un biólogo consultado para esta columna, la discusión no debe ser transgénicos sí o transgénicos no. “Es una discusión tendenciosa, poco objetiva y que trae como consecuencia la desinformación y distrae de las verdaderas preguntas. Las preguntas deben ser mucho más específicas y atender a las realidades de cada región ¿Es necesario utilizar organismos transgénicos? ¿Bajo qué condiciones se deben utilizar? ¿Qué genes están insertos? ¿Cuál es el objetivo de insertar esos genes? ¿Quiere Misiones responder al modelo agroexportador que plantea la Nación? Misiones posee una rica variabilidad genética que le permite afrontar los desafíos de soberanía alimentaria planteados a futuro, respetando el medio ambiente”, sentenció. Curiosamente, es un punto de coincidencia con Jerónimo Lagier, el diseñador del proyecto maíz: “No es el uso o no uso de los transgénicos, sino cómo lo usás”, dijo en un reportaje con Economis que se puede leer acá.
Pero en realidad es un debate que también se da en los países “avanzados”. Hace cuatro días la justicia francesa prohibió la venta y el uso en Francia del Roundup Pro 360, herbicida que contiene glifosato del grupo Monsanto/Bayer utilizado en el país galo en vitivinicultura. El fallo se produce en pleno debate en Francia y Europa sobre el potencial peligro del glifosato, principio activo del Roundup.
Se agregan otras preguntas. ¿Quién se quedará con los dólares extra de la exportación? Argentina es el cuarto exportador mundial, pero apenas cinco empresas concentran la mitad del negocio exportador. ¿Maizar hará los papeles de exportación? ¿Tributará en Misiones? ¿Dejará el maíz de ser considerado producción primaria? ¿Habrá aranceles de exportación o serán únicos ganadores? El proyecto plantea la generación de un nuevo ingreso anual en Misiones, sólo por producción, de aproximadamente 72,5 millones de dólares (márgenes brutos de 300 dólares por hectárea para maíz, 250 para soja y 120 para trigo), más la creación de mil puestos de trabajo e ingresos extra en “hotelería y transporte”.
Y la última… no es casualidad que las provincias que más están sufriendo los efectos de las inundaciones, sean las que tienen un modelo agrario basado en la soja, con inabarcables extensiones desmontadas para darle paso al “yuyo”. No es que llueve más. No hay monte que absorba el agua.
No debe tomarse este debate de manera apresurada. Y menos considerarlo un escarceo preelectoral entre los promotores de Cambiemos y el rechazo de la Renovación. De hecho, los primeros en salir a cuestionar el proyecto fueron dirigentes de organizaciones ambientalistas de diversas corrientes políticas, muchas de ellas enfrentadas al Gobierno provincial. Pero aunque no sea electoral -faltan un par de meses para el inicio de la campaña-, es, sin lugar a dudas, un debate político sobre modelos. Y ahí si hay un contraste.
La propuesta de la Nación busca aumentar la productividad y cazar dólares al alcance de la mano. ¿Propuesta equivocada? Misiones tiene un modelo de minifundios donde la productividad va de la mano con el cuidado ambiental. ¿Propuesta equivocada?
Para Cambiemos el glifosato es un mal menor -el ministro de Agricultura de María Eugenia Vidal, en Buenos Aires, Leonardo Sarquís, era CEO de Monsanto-. Y también es un mal menor granjearse la enemistad de unos cuantos “fundamentalistas” del ambiente. Lo mismo sucede en Iguazú, donde el Gobierno nacional insiste con el proyecto de “villas turísticas” en medio de la selva y el corazón de las Cataratas del Iguazú, pese al rechazo suscitado entre los habitantes de esa ciudad que incluso quieren recurrir a la Unesco para frenar el proyecto inmobiliario en la selva.
Para Misiones, la protección de los recursos naturales es una batalla que se da en los hechos y en lo simbólico. Es una de las provincias que tiene una demanda abierta contra la Nación por la potestad de los recursos naturales del Parque Nacional Iguazú, tiene leyes de protección del agua en ríos, vertientes y humedales. Tiene un Instituto de Biodiversidad y otro del Suelo. Tiene una ley del aprovechamiento energético de los recursos hídricos. Es pionera con un ministerio de Ecología, una de las “amenazas” del plan nacional, y creó un ministerio de Agricultura Familiar. Es el modelo que abrazó Misiones y que fue respaldado con los votos en los últimos quince años.
El presidente Mauricio Macri terminó sus vacaciones y se fue a Brasil, a seducir al todavía interrogante Jair Bolsonaro. La primera cumbre no dejó ningún documento sustancial, pero sí indicios del futuro del Mercosur, debilitado por la decisión de Brasil de buscar mercados en soledad. Macri aceptaría flexibilizar aranceles comunes y que Argentina también salga a negociar mano a mano con el mundo. Lo que a simple vista puede ser un “gran negocio”, tiene implicancias que van más allá de lo político.
El tamaño de la economía de Brasil es un mercado apetecible para cualquiera, para exportar o importar. ¿Podrán las empresas exportadoras competir en igualdad de condiciones con una escala menor, costos logísticos, impositivos y salariales distintos? La competitividad no será la misma. Salvo que se trate de la antesala de mayor flexibilización para bajar costos y que en la Argentina haya una mayor rebaja impositiva. Está por verse, pero sin dudas, se trata de la simiente de una radical transformación en la economía regional.
“Nos han elegido porque querían un cambio de verdad”, festejó Macri después de la foto con Bolsonaro. El Presidente argentino celebró la sociedad plasmada en la “interconexión de nuestras economías, que hace que cuando a uno le va bien lo ayuda al otro y necesitamos que a los dos nos vaya bien”.
En ese plano, la idea de producir maíz transgénico en Misiones para alimentar a los cerdos que exporta Santa Catarina, cobra otra relevancia.
De todos modos, Macri debe primero enfocarse en su reelección. Hoy ninguna encuesta se lo garantiza, aunque conserve su propio piso de votantes, en torno al 30 por ciento.
Los resultados económicos marcan el descontento de la sociedad y el drenaje de votos propios hacia una fuerza todavía no delineada de la oposición.
Los números marcan un retroceso en todas las variables. La meta fiscal es la única que se cumplió en 2018. La inflación fue la más alta en 27 años y en los últimos tres, durante la era Macri, se acumulan 158,4% de inflación, más que en los últimos cuatro años de Cristina. Para encontrar aumentos tan acelerados hay que retroceder a 1991, cuando la hiperinflación era un potro que recién fue domado con el plan de Convertibilidad. Siquiera en 2002, después del estallido de la crisis y la huida de la alianza de ese entonces, los números fueron tan malos: el primer año de Eduardo Duhalde terminó con una inflación del 40 por ciento.
Los fracasos de las metas y del programa económico quedaron evidenciadas en la inflación de 2018, ya que en paralelo, crecieron las tasas que están “matando” a las Pymes, el ajuste, el desempleo y la pobreza.
La paradoja es que las políticas del Gobierno son al mismo tiempo, inflacionarias, con la quita de subsidios y los aumentos de tarifas. No es casual que lo que más haya aumentado durante 2018 haya sido el rubro transporte, regulado por el Estado. El tarifazo por la quita de subsidios dinamitó el bolsillo de los usuarios y agregó más pólvora a la inflación. Lo mismo se repite con la energía eléctrica, el gas o el agua potable.
En el nordeste el transporte también es el rubro que más aumentó, aunque en Misiones se mantengan, con recursos propios, los subsidios para morigerar el impacto de las subas. El enojo de los usuarios tiene justificación.
La política de subsidios “inteligentes” que comenzó a usar Misiones marca un contraste que permite aliviar el bolsillo. En todo el país las panaderías se declararon en emergencia por la caída en las ventas y el aumento desproporcionado de tarifas y materia prima. Misiones, con el Ahora Pan puesto en práctica por el gobernador Hugo Passalacqua, fue una de las excepciones: se mantuvo el consumo y las panaderías tienen una tarifa eléctrica, en algunos casos, a la mitad.

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