Austeridad
“Ya está empezando a bajar la inflación, lentamente va a mejorar la actividad económica y esperamos que eso nos lleve a tener un crecimiento cada vez más sólido“, enumeró Mauricio Macri. Horas después, el Instituto Nacional de Estadística y Censos, revelaba lo contrario. Después de una tímida desaceleración en diciembre, la inflación de enero recuperó vigor y fue superior incluso a la que esperaban consultoras privadas. La suba de precios fue de 2,9 por ciento, con un acumulado en los últimos doce meses, de 49,3 por ciento.
El NEA tuvo la inflación promedio más alta del país, con 3,4 por ciento y un acumulado de 49,9 por ciento. En la región, lo que más aumentó fue Comunicación, con 8,4%, Vivienda, agua y electricidad, con 6,7 por ciento, educación, 4,7 y salud, 4,4 por ciento. El segundo indicador obedece a decisiones del propio Estado nacional, como el nuevo tarifazo eléctrico decidido por la Nación. Los otros se alimentan del efecto arrastre de la misma inflación. Todo sube.
Macri también aseguró que “en lo económico, a pesar de los golpes, estamos mejor parados que en el 2015“.
Horas después, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, apurando un trago de agua, admitía que la pobreza está en aumento. “Con el impacto de la inflación y algunas medidas económicas claramente (el próximo) puede ser un índice que dé un poco peor que el último que se anunció”, reconoció la funcionaria.
No hace falta esperar hasta marzo. En Misiones la pobreza creció como consecuencia directa de la devaluación de mayo. Aumentó 6,6 puntos porcentuales en relación con el tercer trimestre de 2017, mientras que la indigencia creció 4,9 puntos porcentuales. La canasta básica alimentaria, lo mínimo necesario para subsistir, aumentó a 9.160,06 pesos, mientras que la Canasta Básica Total, se elevó a 23.487,33 pesos en Misiones. En el tercer trimestre se profundizaron las consecuencias del modelo y los datos del resto del país serán igual de dramáticos.
Cómo lidiar con ese escenario, define la sensibilidad social de un Gobierno. En las últimas horas sorprendió la ferocidad con que la Policía porteña, que obedece a Horacio Rodríguez Larreta, reprimió una manifestación de verduleros, que al mismo tiempo que se quejaban por la caída de sus ventas, ofrecían sus productos a bajo precio para compradores igual de necesitados. Sin contemplaciones, los uniformados repartieron golpes, empujones y un innecesario gas pimienta contra hombres “armados” con cajones de lechuga que fueron “incautados”.
Una colega periodista hizo una sagaz lectura: “El macrismo trata a sus votantes como si solo fueran antikirchneristas y por eso alimenta la grieta, apostando a que la promesa de transparencia sea suficiente para retener el poder, sin que la crisis evidente y cada día más profunda, sea una traba”. Se equivoca, claro está. Ni todos los que votaron el cambio son antikirchneristas ni son antik todos los que patalean por las consecuencias del cambio.
Misiones camina por otro sendero, no sólo por la contención a los pequeños productores, sino por la decisión del Gobierno de minimizar en lo posible, los efectos de las medidas que llegan de la Nación.
El gobernador Hugo Passalacqua ordenó al equipo técnico de Energía de Misiones que el nuevo tarifazo -38 por ciento sube la energía mayorista, que se traslada en 25% a la factura- se cobre en cuotas a los usuarios. Si, en cuotas. Tres cuotas de 8 por ciento para los residenciales y seis para la industria y comercio, con la idea de sostener el empleo. El esfuerzo es titánico para las cuentas de la Provincia: la Nación ya confirmó nuevas subas para mayo y agosto, además de desprenderse de otras obligaciones que venía asumiendo.
Apenas unas horas antes de que Larreta mandara a reprimir a los verduleros, el Presidente anunció una medida largamente anhelada por diversos sectores productivos, que están ahogados por la caída del consumo y el costo impositivo, que en algunos casos, aumentó con el último Pacto Fiscal, que quitó exenciones para las economías regionales. Ahora Macri cumplió con un pedido de las entidades empresarias y elevó el mínimo no imponible para los aportes patronales a 17.500 pesos, cuando estaba en 7.500.
La medida viene muy bien para algunos sectores económicos, pero olvidó a otros que ahora trinan por la desventaja.
En el caso de Misiones, incluyó a la yerba mate y a la elaboración de hojas de té y dejó afuera al tabaco y a la industria de la madera, olvido éste, el último, que fue subsanado horas después por gestiones del senador y candidato a gobernador de Cambiemos, Humberto Schiavoni. Apenas la semana pasada los dirigentes de la alianza nacional habían escuchado el lamento de los madereros. Insólito olvido, siendo Misiones la provincia forestal por excelencia. Lo curioso es que la madera estaba incluida, pero para pymes de Formosa y Chaco, lo mismo que el tabaco, para la zona salteña.
En el caso de Misiones, donde se concentra la mayor cantidad de trabajadores alcanzados, con 12.500, las empresas podrán ahorrarse unos 50 millones al mes en aportes patronales, aunque en el caso de las yerbateras, en la práctica ya no pagaban aportes patronales, sino que cumplían con la Corresponsabilidad Gremial.
Pero la decisión del Gobierno nacional dejó muchos lastimados en sectores que padecen la misma crisis y no encuentran salida. Con toda lógica, la industria turística pidió los mismos beneficios y en el Comercio -devastado por la caída de ventas y cierre de locales-, preparan un reclamo similar.
Los concesionarios de automóviles de Misiones pidieron auxilio al Gobierno provincial para reactivar un sector que agoniza. De estar preparados para vender un promedio de 2400 autos por mes, en diciembre se vendieron 340 y diez planes de ahorro.
El desplome se inició en mayo, pero la actividad se paralizó en agosto, aseguró Frances Lowe, vocera de los lamentos empresarios en una reunión con el secretario de Hacienda, Adolfo Safrán, quien quedó, junto a su equipo, en trabajar en alguna medida para reactivar la demanda.
Las fechas no son casuales. En mayo se produjo la primera gran devaluación y el desesperado pedido de auxilio al FMI. En agosto, una nueva devaluación disparó la inflación y hundió el poder adquisitivo, entrando en una depreflación, una parálisis de la actividad que convive con suba de precios. El dato de utilización de capacidad instalada en la industria es espantoso: 56,6 por ciento en diciembre. El peor en muchísimo tiempo y revela que casi la mitad de la industria está parada. Algunos sectores están con respirador artificial: el 75 por ciento de la industria automotriz está inutilizado y el 68 por ciento en el caso de los textiles, 23,4 puntos porcentuales menos que en el mismo mes del 2017..
En Misiones, los datos de actividad y consumo, están en retroceso, según el último Informe Estadístico Mensual, que reportó el Instituto Provincial de Estadística y Censos.
El Cemento Portland, componente principal del hormigón y uno de los insumos básicos de la industria de la construcción, muestra una caída en la variación anual (septiembre 2018 – septiembre 2017) del 16,2 por ciento en la serie Tendencia-Ciclo y del 28,8% en la serie Desestacionalizada.
La cantidad de puestos de trabajo en la construcción presenta una caída anual (septiembre 2018-septiembre 2017) del -14,1 por ciento.
La demanda total de energía eléctrica presenta una variación anual del -4,8% y la variación trimestral interanual muestra un crecimiento del 2,7%. La venta total de combustible registró una caída del 9,3%, golpeada por los sucesivos aumentos durante el año pasado
En cuanto a la demanda laboral según sectores económicos, el único que muestra un crecimiento en la variación interanual es el sector de las empresas de servicios (41,6%).
Por el contrario, las caídas más pronunciada se dan en el sector establecimientos industriales (-56,4%), hogares (-56,4%) y empresas constructoras (-55,5%). La demanda laboral según la calificación profesional muestra una variación trimestral interanual positiva en cuanto a directivos (31,2%), otros (18,3%) y vendedores y corredores (6,7%).
Por otra parte, se observa una caída de la demanda de, principalmente, obreros de la construcción (-91,7%), operarios industriales (-75,0%), y servicio doméstico (-62,1%)
Desde la firma del acuerdo con el Fondo, el programa económico nacional solo cumple las metas impuestas por el organismo financiero internacional, que por estas horas vino a monitorear la efectividad de los funcionarios de Gobierno.
No es que el FMI haya perdido la fe en Macri, pero por las dudas, los enviados de Christine Lagarde, también buscaron conocer qué piensan los eventuales contendientes del Gobierno en un año electoral.
Sergio Massa fue el primero en sentar posición ante los técnicos del FMI y aseguró que “Argentina necesita generar sus propios dólares” para dejar de vivir de prestado. Calificó al acuerdo vigente como “inviable” y que “solo congela nuestra economía”
Del otro lado, Juan Manuel Urtubey juntó a su equipo “técnico” y se ofreció como una alternativa que no desentona con lo que pretende el FMI, con reforma laboral, impositiva y previsional, incluidas.
El ex ministro de Economía, Axel Kicillof, posible contendiente de María Eugenia VIdal en Buenos Aires, recibió a los enviados del Fondo Monetario Internacional en mangas de camisa, con un mate, bizcochos Don Satur y un libro con un sugestivo título: “Por qué la austeridad mata”, un mensaje extraño a las ideas de los boys de Lagarde.
Por qué la austeridad mata es un libro del economista David Stuckler y el epiodemiólogo Sanjay Basu. La sinopsis presenta una conclusión demoledora: “Los recortes son seriamente perjudiciales para la salud”. Son las recetas de austeridad las que agravan fatalmente las consecuencias de las crisis, mutilando programas sociales clave justo en el momento en el que más se necesitan, empeorando el desempleo y obstaculizando la recuperación. Nada que no se conozca en la Argentina por estas horas. Son decisiones políticas.
Misiones apuesta al sentido inverso, La presencia del Estado custodia, en la medida que sus recursos lo permiten, el bienestar compartido. Cada vez cuesta más, admiten en el Gobierno. El último tarifazo eléctrico, trasladado en cuotas, es otro nuevo golpe a las arcas provinciales, con una coparticipación que viene creciendo por debajo de la inflación. Pero otras provincias no pueden tomar medidas similares porque sus propias cajas están agotadas.
Passalacqua reunió a todo su gabinete esta semana con una premisa clara: no bajar el ritmo de trabajo y que no haya apuro por las cuestiones electorales. “Cerca de la gente”, remarcaron Passalacqua y el vicegobernador Oscar Herrera Ahuad. Ambos entienden que tomar distancia no significa quitar respaldos a la gobernabilidad necesaria, sino diferenciar gestiones y, esencialmente, sus efectos.
Reunión de trabajo con integrantes del Gabinete social. Creemos en un Estado cercano, y redoblaremos aún más los esfuerzos en estos momentos difíciles. Es nuestra manera de entender la gestión: estar cerca de la gente. #Misiones pic.twitter.com/kt0zUYKDzZ
— Hugo Passalacqua (@passalacquaok) 14 de febrero de 2019
Passalacqua aprovechó el momento para dejar claro que nadie debe descuidar la gestión ni por un minuto, sea o no candidato a algo. Nadie, ni en primera ni segunda línea, tiene el sillón garantizado, aún faltando pocos meses para las elecciones.
El énfasis puesto por Passalacqua en que la gestión no detenga su marcha se refleja en dos hechos que marcarán un antes y un después: en marzo abrirá sus puertas el Observatorio Astronómico de Misiones, que viene a coronar el despliegue del Centro del Conocimiento. El mismo mes se pondrá en marcha la primera escuela secundaria con el sistema Flipped Learning, o aula invertida. Son resultados de un modelo que piensa más allá de una fecha electoral.