Norberto Ovando

Experto Comisiones Mundial de Áreas Protegidas (WCPA) y, Educación y Comunicación (CEC) Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)

Para sobrevivir dependemos de los bosques y/o selvas tropicales

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El “Fondo de Bosques Tropicales para Siempre” es una iniciativa única que se lanzó oficialmente en la COP30 buscando asegurar el futuro de las selvas tropicales y subtropicales mediante un mecanismo financiero innovador

Origen

Brasil lidera los esfuerzos por la carrera del Tropical Forest Forever Facility – TFFF, (Fondo Bosques tropicales para Siempre), desde la COP28, realizada en Dubái en 2023, cuando el tema fue abordado públicamente por primera vez por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Hasta el momento, otros cinco países que poseen selvas tropicales integran la iniciativa: Colombia, Ghana, Indonesia, Malasia y la República Democrática del Congo. Además, cinco países potencialmente inversionistas también participan en el proceso de fundación del mecanismo: Alemania, Emiratos Árabes Unidos, Francia, Noruega y el Reino Unido.

Los gobiernos nacionales que administran las selvas tropicales serán los principales beneficiarios de los pagos del TFFF, pero los pueblos originarios locales tendrán acceso directo al 20 por ciento de la financiación total para la protección de los bosques en virtud del acuerdo.

En total, 53 países firmaron la Declaración de lanzamiento, un hito importante para el fondo, que inaugura una nueva era de colaboración global entre inversiones públicas y privadas para impulsar estrategias permanentes de conservación y fortalecer
alianzas en todo el mundo con el fin de proteger los ecosistemas tropicales más críticos.

Valor a los bosques en pie

La Tropical Forest Forever Facility – TFFF, (Fondo Bosques tropicales para Siempre) es una iniciativa que incentiva la conservación y expansión de los bosques y selvas tropicales y subtropicales. Busca fortalecerlos manteniendo en pie esas masas forestales demostrando mediante pagos anuales, que su protección vale más que la tala.

Unos 70 países en desarrollo con bosques tropicales y subtropicales pueden recibir los recursos de lo que sería uno de los mayores fondos multilaterales creados en el planeta.

La destrucción rápida de los bosques tropicales amenaza la producción de alimentos, el agua, la biodiversidad y la vida de millones de personas, y nos acerca a puntos críticos climáticos. Lo que sucede en la Cuenca del Congo, la Amazonía, el Bosque Atlántico, la foresta del sur de Asia y otras regiones del Sur Global afecta a todo el planeta.

La valoración de la preservación ambiental en términos monetarios por parte del TFFF se basa en el comprensión de que biomas como el Bosque Atlántico o Selva Paranaense o Selva Misionera, la Amazonía la Cuenca del Congo y del Mekong/Borneo son fundamentales para el mantenimiento de la vida como la conocemos hoy.

“Sabemos que estos biomas a nivel mundial, dijo André Aquino, asesor económico especial principal del Ministerio de Medio Ambiente de Brasil, son fuente de estabilidad climática, porque retienen carbono y son fuente de ciclos hídricos –los ríos voladores que conocemos muy bien en Brasil, por ejemplo-. Más del 80% de la biodiversidad de todo el mundo está en las selvas tropicales. Por lo tanto, cumplen servicios ecosistémicos para la humanidad a nivel global. Lo que busca la TFFF es que el mundo remunere parte de estos servicios. Se trata de remunerar al bosque como base de la vida, como base de la economía, para nuestro bienestar”.

Para Natalie Unterstell, fundadora y presidenta de Talanoa, un grupo de expertos en política climática con sede en Río de Janeiro y presencia en todo Brasil, el valor añadido del TFFF reside en que no promueve las compensaciones de carbono ni los planes de reforestación usados para compensar dichas emisiones.

El primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre declaró: “Es fundamental detener la deforestación para reducir el impacto del cambio climático y limitar la pérdida de biodiversidad. No hay tiempo que perder si queremos salvar las selvas tropicales del mundo”.

“Se debe detener y revertir la deforestación y la degradación forestal. La selva es un bien público” dijo María Netto, directora ejecutiva de la ONG Instituto Clima e Sociedade (ICS) de Brasil y aclaró “el fondo no es para pagar cosas que los gobiernos ya deberían hacer, es un incentivo para los países que tienen políticas de conservación”.

“La transparencia y trazabilidad (de los fondos) es clave. Muchas veces los Estados firman acuerdos y cuando van a aplicarlos, se quedan con los fondos”.

El único latinoamericano que podría aplicar actualmente es Brasil, que recibiría unos 841 millones. Perú, Colombia, Venezuela y Bolivia estarían cerca de cumplirlos, por un monto total de 630.5 millones. Los sistemas transparentes de verificación satelital comprueban la cubierta boscosa de las naciones participantes.

Funcionamiento

La TFFF tiene el potencial de apoyar la protección de más de mil millones de hectáreas de selvas tropicales en más de 70 países en desarrollo.

Los países con foresta tropical que se adhieran a la TFFF deberán presentar al Consejo del Fondo informes anuales que comprueben la conservación de las selvas, con monitoreo satelital.

Las cifras destinadas a las naciones con selvas siguen el cálculo de 4 dólares por hectárea preservada. Los desembolsos podrán ser suspendidos en caso de constatarse degradación forestal. Los países beneficiarios tendrán autonomía para definir el destino final de los recursos.

El TFFF apoya a los países que ya tienen una baja tasa de deforestación, aumentando los recursos para sus programas y políticas de conservación, uso sostenible y restauración.

El TFFF tiene reglas de elegibilidad. Los países deben tener sistemas de gestión financiera transparentes y aceptar destinar el 20% de los recursos específicamente a los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales.

Conclusión

La última Evaluación de la Declaración Forestal revela que la deforestación global sigue lejos de alcanzar su objetivo.

Las tasas de deforestación y degradación se mantuvieron obstinadamente altas en 2024, alejando aún más al mundo del objetivo compartido de detener y revertir la pérdida forestal para 2030.

Estamos a mitad de camino hacia 2030, el mundo debería estar presenciando una marcada disminución de la deforestación. Sin embargo, la curva de deforestación global no ha comenzado a reducirse.

El TFFF contribuiría directamente a los objetivos de emisiones a través de la conservación de la foresta, la preservación y la conservación de la biodiversidad, entre otros. El TFFF ofrece una nueva forma de avanzar, un cambio de paradigma. En pocas palabras, funcionará movilizando capital filantrópico, público y privado.

El TFFF es donde la conservación se encuentra con la generación de capital.

Fuente: TFFF/AAPN

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COP 30, esperamos una hoja de ruta clara y creíble

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Durante dos semanas los Gobiernos de casi todo el mundo tratarán de acordar un enfoque común para afrontar la crisis climática en la COP30 de Belém, en Brasil.

Después del encuentro previo con decenas de primeros ministros y presidentes durante la Cumbre del Clima que se celebró el jueves 6 y viernes 7 de noviembre, comenzó oficialmente en la ciudad amazónica de Belém, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP30 que, durante dos semanas los Gobiernos de casi todo el mundo tratarán de acordar un enfoque común para afrontar la crisis climática.

La cita de Belém es la trigésima que se celebra desde que en 1992 se acordó en una cumbre en Río de Janeiro la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva proclamó, “Es urgente proteger los bosques y acelerar la transición energética. Es el momento de imponer una nueva derrota a los negacionistas” y agregó, “Su trabajo aquí no es luchar entre ustedes, sino luchar juntos contra esta crisis climática”.

Hace 10 años, un 12 de diciembre de 1915, 195 países sellaron en París el histórico acuerdo, un tratado internacional legalmente vinculante, por el que se comprometían a que la temperatura no aumentase 2 grados sobre los niveles preindustriales y que en lo Posible no se rebasen los 1,5°C.

En su discurso en Belém, el Cardenal Secretario de Estado de la Santa Sede Pietro Parolin hizo un fuerte llamamiento para que nos comprometamos a afrontar sin vacilar el reto del cambio climático. «Debemos aumentar nuestra voluntad política para emprender conscientemente este camino». El purpurado agregó “Concretemos los compromisos el tiempo se agota”.

Seis temas fundamentales

Desde la reducción de emisiones hasta la protección de los bosques, pasando por el fortalecimiento de la financiación para la adaptación y los sistemas de alerta temprana, estos son seis temas que se espera que los delegados aborden en Belém. 

1-Cómo prevenir el calentamiento global descontrolado 

El Informe sobre la Brecha de Emisiones 2025 del PNUMA, publicado en vísperas de la COP30, muestra que los compromisos actuales encaminan al mundo hacia un calentamiento de entre 2,3 y 2,5 °C para finales de siglo. Es muy probable que superemos los 1,5 °C en la próxima década; la prioridad ahora es minimizar y agilizar al máximo este sobrecalentamiento. 

Por ello, los países participantes en la COP30 estarán bajo presión para demostrar cómo limitarán ese exceso de emisiones y lograrán reducciones más profundas, especialmente en sectores con altas emisiones como la energía, la industria y el transporte.  

2-Cómo proteger a las comunidades de los impactos climáticos 

Al igual que las COP anteriores, Belém se centrará en cómo los países pueden prepararse para los fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar que se prevé que acompañen al cambio climático.  

Los países en desarrollo necesitarán más de 310.000 millones de dólares estadounidenses anuales para 2035 para adaptarse a las consecuencias del cambio climático.

Cada dólar invertido en sistemas de alerta temprana puede ahorrar hasta quince dólares en pérdidas evitadas. Resulta esencial que la COP30 establezca un nuevo objetivo global de financiación de la adaptación, creíble, y el marco de indicadores para el Objetivo Global de Adaptación.  

3-Cómo cumplir una promesa de un billón de dólares 

En los días previos a la COP30, Azerbaiyán, país anfitrión de la COP29, y Brasil presentaron una hoja de ruta para movilizar 1,3 billones de dólares anuales en financiación climática para los países en desarrollo de aquí a 2035. Parte del dinero será destinado a la mitigación y adaptación en los países en desarrollo.

4-Cómo aprovechar las soluciones creativas a la crisis climática 

La COP30 destacará los compromisos de varias iniciativas novedosas para contrarrestar el cambio climático.   

Esto incluye la iniciativa «Combatir el Calor» , liderada por Brasil y la Coalición Cool, encabezada por el PNUMA. Esta iniciativa emblemática está diseñada para apoyar soluciones locales contra el calor extremo y ampliar el uso de soluciones de refrigeración sostenibles (techos fríos, espacios verdes urbanos, sistemas de alerta temprana en vertederos.

Por último, el Mecanismo para la Conservación de los Bosques Tropicales (Tropical Forests Forever Facility TFFF) es un mecanismo oportuno y transformador que incentiva a los países a mantener sus bosques en pie mediante financiación combinada. Estos lanzamientos forman parte de un esfuerzo más amplio de la COP30 para trazar un camino hacia un futuro más sostenible y resiliente. 

5-Cómo garantizar transiciones justas e inclusivas 

Los beneficios económicos de la acción climática nunca han sido tan fuertes: las energías renovables ofrecen la electricidad más barata del planeta y permiten a los países proteger sus economías de la volatilidad de los mercados de combustibles fósiles, al tiempo que proporcionan empleo, crecimiento y una mejor salud. 

Se espera que en la COP30 se tome una decisión sobre el Mecanismo de Acción de Belém para una Transición Justa. Este documento explicará cómo los gobiernos y el sector privado pueden situar a las personas en el centro de las transiciones nacionales y sectoriales.

6- Cómo recuperar la magia de París 

Cuando se adoptó el Acuerdo de París en 2015, trajo consigo la esperanza de que la humanidad pudiera revertir el cambio climático. Hoy, nos acercamos más a los 2,3-2,5 °C. Esta última cifra aún podría resultar devastadora para miles de millones de personas en todo el mundo

“La humanidad aún está a tiempo de evitar los peores impactos del cambio climático”, afirmó Do Coutto, del PNUMA. “Pero debemos actuar ahora, y debemos actuar con decisión, tal como lo hicimos hace una década”. 

También se ha pactado avanzar en la elaboración de una hoja de ruta global sobre adaptación climática y en los mecanismos para movilizar hasta 300.000 millones al año para ayudar a los países del sur global a hacer frente a los efectos del caos climático.

Conclusión

Los datos meteorológicos y climáticos fiables son vitales para las alertas tempranas, la resiliencia y la acción climática eficaz. Sin embargo, menos del 10 % de las observaciones de superficie necesarias proceden de los países menos adelantados (PMA) y los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID).

Al fomentar la confianza, el diálogo y la responsabilidad colectiva, los líderes de la COP30 pueden trazar un rumbo estratégico que impulse una acción climática audaz en todo el mundo y beneficie la vida y los medios de subsistencia de todas las personas en nuestro planeta.

«Demasiados dirigentes siguen siendo rehenes de los intereses de los combustibles fósiles», opinó el Secretario General de la ONU, António Guterres

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Día de los Parques Nacionales Argentinos, 6 de noviembre

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Los Parques Nacionales protegen una gran variedad de ecosistemas, selvas, bosques, montañas, glaciares, desiertos, lagos, esteros y turbales. Estos hábitats albergan una abundante diversidad de flora y fauna. Estas áreas contribuyen a la lucha contra el cambio climático.

Cuenta la historia que un 6 de noviembre de 1903 el Perito Francisco Pascasio Moreno cedió a la Argentina tres leguas cuadradas de su propiedad, equivalente a unas 7500 hectáreas. Ubicadas en las cercanías de la Laguna Frías y Puerto Blest, al oeste del lago Nahuel Huapi con el fin de que fueran “consagradas como parque público natural”.

La donación fue aceptada el 11 de febrero del año siguiente estableciendo el núcleo primitivo de las áreas protegidas nacionales a través de lo que fuera conocido como el «Parque Nacional del Sur», el primer parque nacional de América Latina y el 9 de octubre de 1934, treinta y un años más tarde, se crearía en las tierras donadas por Moreno el que hoy conocemos como Parque Nacional Nahuel Huapi.

Áreas protegidas y las necesidades de la sociedad

En 1872, cuando la revolución industrial comenzaba a difundirse por el mundo, se estableció el primer Parque Nacional moderno: Yellowstone en los EE.UU.

En el transcurso de todos estos años, la expansión de las áreas agrícolas, industriales y urbanas ha superado la expansión de las áreas protegidas. Pero las áreas protegidas (Parques y Reservas Naturales), son parte esencial del desarrollo integral de un país, pues le brindan a las sociedades un gran número de beneficios económicos, culturales, educativos, espirituales y turísticos.

A pesar de estos múltiples beneficios, son pocas las áreas protegidas que reciben el apoyo necesario para que puedan ofrecer una gama óptima de beneficios en forma eficiente. Más bien, las áreas protegidas de diferentes categorías han sido víctima de la falta de presupuesto y de personal apropiado, de infraestructura, muchas veces, en mal estado y de relaciones deficientes con aquellos que viven en las tierras vecinas.

A pesar de que las áreas protegidas satisfacen muchas necesidades de la sociedad, no se reconoce esta importancia brindando el apoyo necesario para mantenerlas y para que sigan existiendo.

Apoyo político

Las decisiones acerca de cómo y dónde creas áreas protegidas, o de qué porcentaje del presupuesto nacional debe dedicárseles, pertenecen al dominio de los políticos. Algunos de estos políticos se han ido uniendo a las filas de los que tienen conciencia ambiental, pero su vida política depende del apoyo público, lo que afecta sus decisiones, particularmente cuando se trata de adoptar una posición poco popular sobre un asunto crucial relacionado con las áreas protegidas.

Se necesita un público bien informado y elocuente para abogar por la conservación y engendrar así el apoyo necesario para crear y mantener las áreas protegidas.

El apoyo público a las áreas protegidas puede darse por presión directa o indirecta sobre los políticos locales o nacionales.

La opinión pública es a menudo una forma de presión indirecta que influencia las decisiones políticas. Por ejemplo las organizaciones no- gubernamentales (ONGs) pueden desempeñar un papel primordial, puesto que la mayoría de ellas tienden a ser independientes de los intereses políticos y económicos del gobierno y usualmente representan a un sector interesado en la conservación y protección de la biodiversidad.

Para tratar de resolver la oposición política al establecimiento o mantenimiento de áreas protegidas, es importante proporcionar información precisa y oportuna a decisores, así como estimular a las ONGs y a las comunidades locales a que den a conocer su opinión sobre el asunto.

Conclusión

A pesar de los enormes avances en materia de protección de áreas naturales, estos territorios y sus habitantes están todavía amenazados. La mitad de la vida silvestre del mundo desapareció en los últimos 40 años, mayormente debido a la pérdida de hábitats, el tráfico ilícito y la sobreexplotación, es decir, por culpa de nosotros, los humanos.

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El cambio climático está redefiniendo el futuro de la infancia

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En la región de América Latina y el Caribe (ALC), los niños, niñas, adolescentes y jóvenes enfrentan riesgos sin precedentes. Que amenazan no solo su presente, sino también sus oportunidades futuras. El cambio climático los afecta de manera desproporcionada, ya que son más vulnerables, tanto física como fisiológicamente. Y tienen menos capacidad para soportar y sobrevivir a condiciones climáticas extremas como inundaciones, sequías, tormentas y olas de calor.

Esta vulnerabilidad también se debe a su alta dependencia económica. La prevalencia de la pobreza y la falta de acceso a servicios esenciales para su desarrollo. Como los de salud, nutrición, educación y protección social, lo que a su vez limita los recursos disponibles para hacer frente a un clima cambiante. A medida que estos impactos se intensifiquen se espera que estas tendencias se agudicen, pudiendo resultar en una vida de oportunidades perdidas.

En un nuevo estudio del autor Rafael Van der Borght, titulado: “The impact of climate change on child and youth poverty in Latin America” (El impacto del cambio climático en la pobreza infantil y juvenil de América Latina), publicado por la Sección de Cambio Climático, Ambiente, Energía y Reducción del Riesgo de Desastres de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Unidad de Cambio Climático de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se pueden leer varios desarrollos sobre el tema.

Tres escenarios posibles en la región

Principalmente analiza el impacto potencial del cambio climático sobre la incidencia de la pobreza infantil y juvenil en América Latina en 2030. Con base en datos de pobreza armonizados para 18 países de la región, los resultados muestran que el cambio climático provocará un aumento considerable de la pobreza infantil y juvenil en América Latina. Aunque la magnitud final de este aumento dependerá 1- del escenario climático hacia el cuál el planeta se dirija y 2- de las políticas públicas que la región implemente.

En este nuevo documento se cuantifican los impactos del cambio climático bajo tres escenarios climáticos. Los cuales se identifican como (I)-Net Zero 2050; (II)- Políticas actuales y (III) Muy poco, muy tarde.

Estos escenarios reflejan los diferentes esfuerzos de reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a nivel global. En cada escenario, los impactos económicos del cambio climático contemplan los efectos crónicos relacionados con el aumento tendencial de las temperaturas. Así como los efectos agudos asociados con cuatro tipos de eventos meteorológicos extremos: olas de calor, sequías, inundaciones y ciclones tropicales.

Asimismo, se explora cómo una profundización de la desigualdad económica impulsada por los efectos del cambio climático y reflejada por un aumento del coeficiente de Gini (es un indicador de la desigualdad en la distribución de ingresos u otros bienes dentro de una población, variando entre 0 y 1. Un valor de 0 representa una igualdad perfecta -todos tienen el mismo ingreso-. Mientras que un valor de 1 indica una desigualdad máxima -una persona tiene todos los ingresos-. Esta distribución del ingreso podría impactar la evolución de la pobreza infantil y juvenil (efecto cambio climático y desigualdad).

En 2030, aún en un escenario en donde se implementen reducciones de emisiones de GEI ambiciosas y rápidas a nivel global (Net Zero 2050), se estima que el cambio climático podría empujar a la pobreza a 5.9 millones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes adicionales a los ya existentes.

Por el contrario, en un escenario de inacción climática (Muy poco, muy tarde), esta cifra podría triplicarse a 17.9 millones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes adicionales. A modo de comparación, aproximadamente 11 millones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes quedaron en situación de pobreza como resultado de la pandemia del COVID-19.

Bajo el impulso del cambio climático, las desigualdades preexistentes podrían profundizarse, si el coeficiente de Gini de distribución del ingreso se deteriorara un 1 por ciento por añoⁱⁱ, en 2030, la cantidad de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de pobreza por el cambio climático podría, aproximadamente, duplicarse con respecto a las estimaciones anteriores. Esto recalca la importancia de promover un modelo de desarrollo más inclusivo. En el cual la política pública atenúe las presiones del cambio climático sobre la desigualdad.

Cómo abordar estos cambios en la región

Ante la dimensión de estos impactos, resulta esencial abordar el cambio climático como un factor clave en la lucha contra la pobreza infantil y juvenil. Para ello, se recomienda impulsar una mayor articulación entre las políticas climáticas y las políticas de protección y defensa de la infancia y la juventud en la región en por lo menos las siguientes áreas prioritarias:

1.- Fortalecer la resiliencia climática de los servicios sociales y mejorar la infraestructura crítica (salud, nutrición, educación y desarrollo de la primera infancia con enfoque climático). Mediante el diseño de programas que proporcionen servicios combinados de salud, nutrición y cuidado temprano con especial énfasis en los primeros 1.000 días de vida, diseño y construcción de escuelas resistentes a los fenómenos climáticos y facilitando el acceso a agua potable, saneamiento e higiene.

2.-Aumento del financiamiento climático. A fin de desarrollar programas sensibles a la niñez y a la juventud que fortalezcan los servicios sociales críticos con el fin de hacerlos más resilientes al clima. Y, a la vez, asegurar la inclusión de sus derechos y su participación como actores relevantes y agentes de cambio.

3.- Fomentar políticas de protección social adaptativas y de respuestas a emergencias que tomen en cuenta las necesidades específicas de la niñez y la juventud. A través del desarrollo de sistemas de protección social adaptativos o responsivos a desastres, mejorando la accesibilidad a servicios de salud integrales. Y adecuando los protocolos de respuesta a las emergencias con base en los requerimientos físicos y psicológicos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

4.- Promover una mayor consciencia, educación y empoderamiento climático de la niñez y la juventud. Que generen habilidades para la vida en un mundo cambiante propiciando su participación a nivel local, regional y mundial. Y apoyando y fortaleciendo los movimientos climáticos liderados por niños, niñas, adolescentes y jóvenes mediante la inclusión de la educación ambiental y climática en los currículos y programas escolares.

Si bien los niños, niñas, adolescentes y jóvenes son particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático. También tienen ideas novedosas e iniciativas que contribuyen a aumentar la resiliencia de
sus familias, comunidades y países.

Conclusión

Para evitar que el cambio climático empuje a la pobreza a una cantidad cada vez más grande de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, es imprescindible contar con políticas climáticas y sociales integradas.

El presente y futuro de los jóvenes en América Latina depende de las medidas que se tomen para protegerlos de los efectos del cambio climático. Promover un crecimiento equitativo y evitar el riesgo de pobreza brindándole a cada uno de ellos una oportunidad en equidad para mejorar su bienestar.

Fuente: UNICEF/CEPAL/UN/AAPN

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El turismo puede proteger realmente la naturaleza

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Dicen que el turismo es una de las mejores maneras de contribuir a la conservación de la naturaleza. ¿Pero es siempre así? Sin embargo, también ha generado tensión en los ecosistemas cuando no se gestiona adecuadamente.

El auge del turismo mundial o internacional se produjo entre la década de los años 50 y 70. El turismo fue creciendo hasta convertirse en masivo o de masas también denominado sobreturismo. Los impactos que ha ocasionado el turismo en masa y que sigue ocasionando van en detrimento del planeta, de las poblaciones anfitrionas y de la naturaleza.

Según Christy Bragg, Bióloga con una Maestría en Conservación de la Universidad de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, “la palabra “sobreturismo” en sí es una adaptación del término inglés overtourism para referirse al problema de la saturación turística. Sobreturismo es, además, una voz relacionada con la turistificación, que alude al impacto que tiene la masificación turística degradando el entorno natural, altera el equilibrio social,  compromete el patrimonio cultural y perjudica a los propios turistas”.

La gestión del sobreturismo (también conocido como control de multitudes) debe abarcar el contexto, las comunidades, la experiencia del visitante y toda la cadena de viajes. Es posible transformar la gestión turística para que sea más proactiva, ofreciendo intencionalmente un conjunto de oportunidades turísticas y diversidad de entornos para maximizar las experiencias y minimizar el impacto.

En los últimos años, el sobreturismo se ha convertido en un problema global, afectando desde pequeñas localidades hasta grandes ciudades y paraísos naturales como el Parque Nacional Iguazú en la provincia de Misiones, el área arqueológica Machu Picchu en Perú, ambos calificados por la UNESCO como Patrimonio Natural Universal.

No se trata solo de reducir el número de turistas que visitan un área protegida (o un lugar de interés paisajístico o una maravilla natural). El dinero juega un papel importante en la ecuación, y por supuesto, más turismo significa más dinero.

Durante años, los conservacionistas han defendido el ecoturismo como un mecanismo financiero sostenible para financiar y mantener la naturaleza y las áreas protegidas, y, de hecho, ha tenido éxito en muchos casos.

Desde comienzos del siglo XXI, muchos países han lanzado una Estrategia Nacional de Ecoturismo, estableciendo un modelo turístico de alto valor y bajo volumen. Este modelo limita intencionalmente el número de turistas, a la vez que fomenta un mayor gasto por visitante. El objetivo es minimizar el impacto ambiental y maximizar los ingresos para la conservación y las comunidades locales.

Al centrarse en un menor número de visitantes, pero con mayor capacidad de pago, se evita la masificación en zonas sensibles, se apoya la financiación de la conservación y preserva la calidad de la naturaleza.

Turismo y gestión responsable

El turismo sostenible, es una iniciativa creciente de muchos viajeros consientes de la conservación del medio ambiente y la cultura, por cuidar y mantener intactos los lugares que visitamos. Es una muestra de respeto hacia el ecosistema, la población local y el patrimonio cultural con el fin de que este intercambio turístico sea lo más equilibrado posible, gana el viajero y el lugar de acogida.

“Las visitas a áreas protegidas siempre tendrán un impacto. Los administradores deben determinar qué nivel de impacto es aceptable, garantizando al mismo tiempo la conservación de la biodiversidad y los hábitats”, según la Dra. Anna Spenceley, doctorada en la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente, de la Universidad de Greenwich, Reino Unido; miembro del Grupo de Especialistas en Turismo y Áreas Protegidas (TAPAS) de la IUCN.

La Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés), brinda asesoramiento técnico para ayudar al Comité del Patrimonio Mundial a tomar decisiones informadas sobre el Patrimonio Natural de la UNESCO. La IUCN es el Órgano Asesor sobre el patrimonio natural. Supervisa los sitios inscritos y evalúa los sitios nominados a la Lista del Patrimonio Mundial.

Los problemas requieren soluciones prácticas. Una parte importante de nuestro trabajo es identificar las amenazas a los sitios del Patrimonio Mundial, pero nuestro objetivo es ir más allá de la mera presentación de informes y buscar soluciones prácticas e innovadoras para hacer frente a estas amenazas.

Una de las principales amenazas actuales para el Patrimonio Mundial Natural Parque Nacional Iguazú, Argentina y el sitio arqueológico Machu Picchu, Perú es el cambio climático y la sobrecarga de turistas, entre otras.

El último Informe de la IUCN denominado “Perspectiva del Patrimonio Mundial de la UICN 3 (IUCN World Heritage Outlook 3) evaluó como “preocupación importante” y puso en categoría naranja a estos dos sitios, por los motivos antes descriptos.

El promedio diario de visitantes muchas veces supera el máximo recomendado por la UNESCO que es de 4.000 personas por día. Sin embargo, informes locales indican que este número ha sido ampliamente sobrepasado en fechas de alta demanda, generando una presión significativa sobre los senderos, escalinatas, pasarelas, infraestructuras, la fauna, flora y arqueología.

Se recomienda revisar el modelo de gestión turística vigente, que actualmente privilegia la rentabilidad económica sin garantizar adecuadamente la sostenibilidad del sitio. Distintos sectores del ámbito académico, científico y ambiental han manifestado su preocupación ante este panorama.

Si no se corrige y mejora prontamente esta sobrecarga y otros problemas informados, los sitios podrían incluirse en la lista de “Patrimonio Mundial en Peligro de la UNESCO”.

Conclusión

El turismo debe desarrollarse de la mano de la población local.

El sitio de análisis y seguimiento ambiental Murmuration señaló que el 80% de los turistas del mundo visitaron solo el 10% de los destinos globales.

Es un equilibrio delicado proteger el medio ambiente y las comunidades locales, y garantizar que el turismo siga teniendo una influencia positiva en los destinos.

* Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales (AAPN)

   Experto Comisiones Mundial de Áreas Protegidas (WCPA) y,

   Educación y Comunicación (CEC)

   Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)

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