La ley ómnibus: ambiente en peligro

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Argentina es un ejemplo a nivel mundial por sus normas ambientales y los logros de los últimos años. Los Art. 41 y 42 de la Constitución Nacional reconocen los Derechos Colectivos a un ambiente sano, a la sostenibilidad (porque somos guardadores del mismo para las futuras generaciones), además de los derechos de Usuarios y Consumidores. Estos derechos nos fueron dados para protegernos a nosotros (ciudadanos comunes) de los avances de grandes intereses económicos, cuyo único objetivo es la maximización de la ganancia. 

Amenaza a los derechos ambientales 

Los derechos ambientales y las regulaciones correspondientes por parte del Estado son esenciales para proteger la salud y la calidad de vida de las personas. Esto se debe a que está comprobado que el deterioro ambiental tiene un impacto directo en su bienestar y calidad de vida. 

Las leyes de presupuestos mínimos ambientales poseen una categoría especial, lo que implica que no requieren regulación tanto a nivel nacional como provincial para estar en funcionamiento. Sin embargo, algunas de estas leyes están sujetas a modificaciones en la propuesta legislativa presentada por el ejecutivo. 

Proceso legislativo y participación ciudadana 

La elaboración y sanción de las leyes ambientales llevaron varios años e involucraron la participación activa de la ciudadanía, diversas ONGs, expertos académicos y representantes del sector empresarial. Este proceso incluyó la divulgación de información pública, así como la realización de Audiencias Públicas en el Congreso. No es un detalle menor, ya que esta extensa actividad no solo brinda legalidad, sino también legitimidad a dichas normativas. 

A día de hoy, aún aguardamos la promulgación de leyes ambientales cruciales a nivel nacional, como las destinadas a la protección de los humedales, la Evaluación de Impacto Ambiental y las disposiciones penales ambientales. Sin embargo, nos sorprende e inquieta la implementación de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), seguido por una Ley ÓMNIBUS, cuyo propósito es la derogación de normativas ambientales. Este actuar carece de justificación razonable y urgencia fundamentada, dado que no guarda relación con la situación de emergencia

económica del país. Paradójicamente, estas medidas parecen destinadas a favorecer diversos intereses económicos. 

El patrimonio ambiental es invaluable; no tiene precio y no puede ser objeto de intercambio comercial. Es crucial destacar que la biodiversidad carece de repuesto: una vez perdida, su recuperación se torna imposible. Este hecho cobra mayor relevancia en el actual contexto internacional de crisis climática, una realidad reconocida a nivel mundial. Resulta llamativo que nuestro presidente, al presentarse en Davos, sostenga afirmaciones que contradicen la urgencia y la gravedad de esta situación global. 

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) introduce cambios sustanciales al derogar más de 300 leyes, mientras que la Ley Ómnibus consta de 664 artículos con 6 anexos que abarcan modificaciones en diversos ámbitos como el económico, financiero, energético, sanitario, administrativo, electoral, previsional, social, educativo, entre otros. Actualmente, trabajamos en equipo para analizar minuciosamente el contenido y comprender a fondo las implicancias de estas extensas reformas legislativas. 

Para el ciudadano común, es importante entender que una ley se construye como un cuerpo orgánico, coherente e integral. En este sentido, la derogación de un solo artículo puede resultar en la inaplicabilidad e inutilidad de la totalidad de la ley. Es decir, al modificar o eliminar una parte, se compromete la integridad y el funcionamiento armónico de la legislación en su conjunto. 

El accionar del gobierno actual representa un retroceso significativo en materia ambiental. Al dictar normas que modifican y derogan leyes existentes, parece ignorar un principio fundamental del Derecho Ambiental: el principio de NO REGRESIÓN. Este principio establece que las futuras normativas ambientales deben estar orientadas a mejorar la protección del medio ambiente, no a debilitarla. La aprobación de normativas contrarias a este principio probablemente genere conflictos sociales y una avalancha de amparos ambientales en todo el país. 

La ley general del Ambiente establece el principio de NO REGRESIÓN, que prohíbe retroceder en los estándares ambientales. Este principio busca resguardar los derechos a un ambiente sano de los ciudadanos actuales y de las generaciones futuras. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha ratificado este principio en diversas ocasiones, subrayando la importancia de mantener y mejorar los niveles de protección ambiental establecidos. 

Además, es importante destacar que nuestro país ha adherido a numerosos documentos internacionales que poseen rango constitucional, establecido a través

de leyes del Congreso en plena vigencia. Este marco normativo internacional proporciona directrices cruciales para la protección ambiental y el desarrollo sostenible. 

El conflicto generado por las modificaciones legislativas será un tema recurrente en el debate público. Una de las modificaciones que impacta significativamente en nuestra provincia es la alteración de las categorías rojas y amarillas de la ley de bosques. Esta modificación podría autorizar la tala de bosques nativos de valor incalculable. Además, se suma la eliminación de subsidios, la cual parece encubrirse mediante estrategias engañosas. 

Impacto en la Conservación de Bosques 

La actual Ley de Bosques Nativos establece rigurosas restricciones al desmonte en las zonas rojas (de alto valor de conservación, donde cualquier actividad está prohibida) y amarillas (de valor medio, permitiendo solo actividades sostenibles), y en las zonas verdes con autorización previa. Esta legislación garantiza el derecho a la información y la participación ciudadana, habiendo sido aprobada de manera unánime en el Congreso. 

Contrariamente, la Ley Ómnibus propone liberar el desmonte en las categorías 1 y 2, que comprenden zonas rojas y amarillas, donde la producción está actualmente

prohibida. También afecta a las zonas verdes y amarillas al eliminar los requisitos de información y participación ciudadana. Esta propuesta representa un cambio significativo en las medidas de conservación actualmente establecidas. 

La Ley Ómnibus plantea un escenario desafiante al eliminar ambas fuentes de financiamiento, lo que, en consecuencia, dificulta su implementación, a pesar de haber sido previamente aprobada de manera unánime por el Congreso. Además, suprime el establecimiento de un piso mínimo, dejando a la discreción del Poder Ejecutivo determinar si realizará aportes o no. 

Estas modificaciones tienen repercusiones significativas para Misiones, ya que nuestra provincia ostenta la mayor cantidad de zonas y biodiversidad en el país. Tales cambios amenazan las políticas estatales de conservación que se han venido implementando hasta el momento. 

Desafíos en la Ley de Quema y Glaciares 

En la actualidad, la Ley de Quema requiere una autorización específica de la autoridad competente (ya sea la provincia o el municipio) para llevar a cabo quemas. Sin embargo, la Ley Ómnibus propone habilitar las quemas intencionales de manera más laxa. Según esta ley, si se solicita un permiso de quema y no se recibe respuesta en 30 días, se considera que está habilitado. En otras palabras, todas las quemas pasarían a ser legales y se eliminaría la sanción penal asociada. 

Esta disposición representa un grave riesgo para nuestra provincia, dadas las condiciones climáticas cada vez más extremas que enfrentamos, incluyendo

sequías y el aumento de las temperaturas. Además, la norma anterior impedía cambiar el destino de la propiedad, ya que muchos optaban por quemar bosques. La modificación de la ley de glaciares y otras disposiciones de la Ley Ómnibus reflejan un claro alineamiento con intereses económicos productivos. Es importante destacar que no todas las empresas son iguales, ya que algunas cuentan con certificaciones ambientales internacionales y practican la responsabilidad social. 

Estos cambios legislativos entran en conflicto con las demandas globales que buscan la trazabilidad de los productos, actuando como obstáculos aduaneros. Las leyes relacionadas con bosques y quemas afectan a intereses agropecuarios, mientras que la ley de glaciares se vincula con intereses mineros. Estas leyes fueron aprobadas gracias al activismo ciudadano y las acciones de organizaciones no gubernamentales. 

Conflicto con estándares ambientales y derechos de los agricultores 

Estas modificaciones ponen en riesgo la apertura de mercados para productos madereros, no madereros y agrícolas que no cumplen con los requisitos de ser libres de deforestación, como exige la norma adoptada recientemente por la Unión Europea. El proyecto de ley amenaza la supervivencia de nuestros bosques nativos, su biodiversidad y los medios de vida de comunidades enteras. Desafía una norma paradigmática basada en consensos logrados entre diversos actores durante extensos debates legislativos, condicionando las leyes provinciales de ordenamiento territorial de bosques nativos (farn.org.ar sobre la ley ómnibus, pág. 5). 

Más de 100 ONGs y el Consejo Federal de Medio Ambiente se han manifestado en las comisiones del Congreso para salvaguardar la normativa. Este retroceso no solo afecta la conservación, sino también el desarrollo sostenible. La falta de explicación sobre la relación entre la disminución de estándares ambientales y la reducción de la inflación genera incertidumbre. Para obtener más información, se puede visitar la página de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) en farn.org.ar. 

En cuanto a la transición energética y los mercados de carbono, el proyecto de ley no especifica cómo el país llevará a cabo la transición hacia una matriz más limpia ni cómo cumplirá con los compromisos internacionales de reducción de emisiones para 2030 y carbono neutralidad para 2050 según el Acuerdo de París. El enfoque del proyecto se limita al establecimiento de mercados de derechos de gases de efecto invernadero (GEI) y no aborda la necesidad de reducir las emisiones en sus fuentes, como el sector energético (quema de combustibles fósiles), la ganadería y la agricultura, principales responsables de las emisiones según el Inventario Nacional de GEI.

En relación a la soberanía alimentaria, el proyecto de ley plantea un avance que representa un riesgo significativo al imponer la adhesión a la Convención Internacional sobre la Protección de Nuevas Variedades Vegetales de 1991. Algunos motivos de preocupación incluyen la prohibición o restricción sobre el uso e intercambio de semillas privatizadas. 

La Convención UPOV de 1991 y las leyes redactadas conforme a esta otorgan derechos de propiedad sobre las nuevas variedades de cualquier especie vegetal, incluyendo las silvestres, cultivadas, medicinales, hongos, bacterias y algas, a las compañías o instituciones que desarrollaron dichas variedades. Esto implica que solo esas entidades pueden llevar a cabo actividades como la producción, reproducción, venta, exportación o importación de dichas variedades. Quienes deseen realizar estas acciones necesitan obtener un permiso de la compañía y cumplir con las condiciones establecidas, como el pago de derechos y regalías, para mantener la semilla y su uso continuado en las temporadas siguientes. 

Para los agricultores y pequeños productores, esta normativa implica una serie de restricciones significativas. En primer lugar, podrían obtener legalmente estas semillas sólo si las adquieren de una entidad comercial autorizada por la compañía o instituto que reclama propiedad sobre ellas. Además, se verían afectados en tres aspectos fundamentales: a) su capacidad para obtener legalmente estas semillas se limitaría a la compra a entidades comerciales autorizadas; b) se restringiría o prohibiría su derecho a guardar semillas para la siguiente temporada; y c) las semillas privatizadas no podrían intercambiarse de ninguna manera entre los agricultores, ni siquiera como un regalo.

La privatización de las semillas campesinas, según esta normativa UPOV 91 y las leyes de patentes, se llevaría a cabo a través de dos mecanismos. En primer lugar, las compañías e institutos de mejoramiento podrían tomar semillas de los campos de agricultores, reproducirlas, realizar alguna selección para homogeneizarlas y luego privatizarlas como una variedad que ellos han descubierto. En segundo lugar, una disposición adicional del UPOV 91 permitiría extender la propiedad privada sobre una variedad específica a cualquier otra variedad similar a la que se ha privatizado. Utilizando estos dos mecanismos, una compañía de semillas podría tomar semillas del campo de agricultores, realizar una selección simple, privatizarlas y luego reclamar la propiedad sobre todas las variedades similares, limitando así la autonomía de los agricultores sobre sus propias semillas. 

Me intriga conocer cuál será el impacto de esta norma en nuestra provincia, que ha estado trabajando en la soberanía alimentaria y en la preservación de la genética y los recursos genéticos misioneros durante años. Desafortunadamente, parece que esta normativa no augura resultados positivos para nuestros esfuerzos. 

Necesidad de debate y evaluación responsable 

En una democracia, es natural que todos los temas estén abiertos a discusión. Sin embargo, estas discusiones deben llevarse a cabo en el Congreso de la Nación, con la participación activa de todas las partes involucradas, incluyendo la comunidad, las ONGs, los productores y los estados. Cada una de estas modificaciones tendrá un impacto tangible a corto plazo en nuestras vidas, afectando aspectos sociales, económicos y nuestra calidad de vida en general. 

Siempre existen aspectos susceptibles de revisión y mejora en cualquier normativa. No obstante, la imposición de nuevas leyes de esta manera, sin permitir un estudio y debate adecuado sobre cada una de ellas y las consecuencias de su aplicación, plantea preocupaciones significativas. Además, se está pasando por alto la jurisdicción de las provincias y su impacto en las diversas economías regionales, sin que el gobierno nacional asuma la responsabilidad de dichos efectos. 

A medida que se realizan cambios en las normativas ambientales y de energías renovables, se vaticina un impacto considerable en el futuro. Aunque sería extenso abordar cada modificación en detalle, todas ellas poseen un potencial impacto significativo en el porvenir. 

La delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, que confía la toma de decisiones sobre bienes, vida y libertad a una sola persona, contraviene los principios constitucionales diseñados para prevenir abusos de poder, sin importar el color político.

Solo deseo que esta nota les proporcione una ocasión para reflexionar, incluso a pesar del disgusto que pueda generar. Ofrezco algunos puntos de reflexión sobre las implicaciones del rumbo que ha tomado el actual gobierno. Este no solo ha implementado medidas de índole económica, sino que también busca establecer un nuevo sistema de valores en nuestro marco jurídico, abarcando todos los ámbitos. 

Si bien el debate es siempre enriquecedor, es crucial contar con la debida atención y el tiempo necesario para evaluar y escuchar a todas las partes involucradas, manteniendo un respeto mutuo. La magnitud y alcance de tantas normativas en un lapso tan corto plantea desafíos para un debate y sanción responsables. Aunque algunas normas pueden estar bien concebidas, otras podrían necesitar ajustes y, sin duda, no todo es negativo. Sin embargo, modificar las normas que rigen nuestro país de esta manera puede no tener resultados positivos. Como reza un refrán popular: “lo que empieza mal, termina mal”.

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Cambio climático: dos caminos opuestos en la Argentina

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En el Día Mundial de Acción contra el Cambio Climático, como Misioneros y argentinos que militamos la causa climática y el cuidado de la biodiversidad y el ambiente en general no puedo permanecer ni callada ni indiferente a lo que sucede en nuestro país sobre todo después de los resultados de las últimas elecciones.

Es que los candidatos que van a ballotage tienen dos modelos institucionales, científicos y morales totalmente distintos en cuanto al cuidado del ambiente y la lucha contra el cambio climático.

Muchos de nosotros asistimos absortos, no sé qué termino encontrar, a las manifestaciones de uno de los candidatos a Presidente que supuestamente defiende la libertad, a cuestionar valores, hechos históricos y científicos que llevan décadas y que pensábamos superados.

Es que las advertencias sobre el Ambiente y los efectos de la industrialización fueron expuestas en la Conferencia de Estocolmo en 1972, por parte de científicos con la consiguiente preocupación por sus efectos a largo plazo.

Argentina es ejemplo a nivel mundial por su legislacion de vanguardia para el cuidado del ambiente y está adherida a numerosos Tratados y Acuerdos Ambientales sobre el Ambiente y el Cambio Climático, algunos como el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de Escazu.

En especial adherimos al Acuerdo de París sobre el cambio climático que es un tratado internacional adoptado en diciembre de 2015 durante la 21ª Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). El objetivo principal del acuerdo es combatir el cambio climático limitando el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, y esforzarse por limitar el aumento a 1.5 grados Celsius.

Este Acuerdo fue ratificado por la mayoría de países del mundo y es considerado un hito para luchar contra el Cambio Climático.[i]

A partir de formar parte de este acuerdo es que existe la posibilidad de Financiamiento de los países desarrollados para ayudar a mitigar y adaptarse a los problemas que acarrea el cambio climático. Problemas no menores genera el cambio climático y para dar una punta la última sequia llevo a que perdiéramos 20.000 millones USS de exportaciones solo en granos, sin mencionar que esa sequía que duro porque no terminamos de salir más de 2 años, provoco grandes incendios forestales, perdida de producciones en nuestra provincia y el país, muerte de animales por falta de agua y por consiguientes pérdidas millonarias, la falta de agua hizo que las grandes represas produjeran menos energía hidráulica por lo que hubo que quemar más combustible fácil para producir energía eléctrica que va todos los hogares e industrias del país (un círculo vicioso), más para un país con crisis económica como el nuestro.

Muchos de nosotros vimos atónitos como este candidato a Presidente en un reel decía Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación: Afuera, entre otros ya que para el no tiene sentido su existencia.

Él es consecuente con su pensamiento, ya que niega la existencia del Cambio Climático (Donal Trump, Jair Bolsonaro), y cree en el Derecho de los empresarios a contaminar los ríos, y habla de privatizar el agua para su cuidado.

Realmente su pensamiento es del 1900, donde existían derechos constitucionales de 1ª generación, hoy esa libertad de contaminar los ríos, colisiona con nuestro derecho colectivo derecho colectivo de 3ª generación, a un “… ambiente sano y equilibrado, apto para el desarrollo humano y para las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer la de las generaciones futura; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generara prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley. Las autoridades proveerán a la protección de este derecho a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica y a la información y educación ambientales…” Art. 41 Constitución Nacional.

Europa en 2020 firmo el nuevo Pacto Verde o Green Real, con acciones para combatir el cambio climático.

El mundo busca productos con Certificaciones Ambientales, y ya existen etiquetas de carbono neutral (como el de los alimentos) en cientos de productos en Europa.

La lucha contra el cambio climático significa muchas acciones, pero que no las puede tomar el privado solamente, sino que se necesita un engranaje de políticas públicas que den sostén y acompañamiento al sector privado para la transición tecnológica que estamos viviendo.

De ser elegido tendríamos un presidente que desconoce nuestra constitución, incumpliría otro tratado internacional más, pero esto tendría un impacto negativo ya que no podríamos conseguir financiamiento externo para la transición energética que necesitamos, o para cuidar la biodiversidad en nuestra provincia como muchas otras posibilidades más.

La lucha contra el Cambio Climático necesita un Estado Presente, mas Estado no menos.

Les recuerdo que el costo ambiental siempre lo paga alguien, y aquí la decisión es a quien se protege, esperemos que sea a los más vulnerables.

El Cambio Climático es una realidad, votemos con conciencia, seamos solidarios, seamos responsables de nuestras desiciones porque todos estamos en el mismo planeta, los recursos son cada vez más escasos, y el tiempo es hoy (4 años es mucho tiempo) por lo que termino con una frase de Paulo Freire: “Nadie se salva solo, nadie salva a nadie, todos nos salvamos en comunidad.”

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Sequía= Saqueo

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En estos días sin dudas una de las situaciones más críticas en Latinoamérica ambientalmente es la crisis hídrica del hermano país de Uruguay. De ahí sale el título de esta nota, así se manifestaban un grupo de ciudadanos que se sentían: saqueados.

Edgardo Ortuño, director de Obras Sanitarias del Estado (OSE) de Uruguay, aseguró que la escasez de agua potable es la “situación más crítica” que enfrentó su país y criticó al Gobierno de Luis Lacalle Pou, por sus “decisiones políticas equivocadas” en la gestión de la crisis.
“Es la situación más crítica que enfrentó Uruguay, no hay registro de una dificultad en el abastecimiento de agua potable tan duradera y crítica como la que estamos viviendo”.
“Nunca existió un nivel tan bajo de reservas de agua dulce para el abastecimiento de la población metropolitana, están por debajo del 1%”, la situación que enfrentan 1.800.000 uruguayos, el 60% de la población total del país, es parte de lo que sucede con el cambio climático. 

Esto afecta en lo sanitario y en lo social porque muchas personas no tienen condiciones económicas para adquirir agua embotellada. Es que ante la escasez de agua dulce se la mezcló con agua del Río de la Plata que tiene alto nivel de salinidad, eso hace que el agua que sale de la canilla posee índices de salinidad que son desaconsejados para niños menores de 1 año, enfermos renales e hipertensos. Este mes salió en medios nacionales la terrible noticia de que empleados de un hospital fueron echados de sus trabajos por robar agua embotellada, estos aludieron que con sus magros salarios no podían hacer frente a dicho costo teniendo personas a su cargo con necesidades especiales.

 Al respecto hoy los ciudadanos uruguayos sienten que “fue un error la interrupción del proyecto de construcción de la represa de Casupá, que debió iniciarse en 2021“, pero es que se trata de decisiones políticas donde se priorizan otras necesidades y como buena parte del mundo deciden ignorar el cambio climático y su complejidad.

Como si no fuera suficiente esta crisis afecta también a la producción, por lo que verá disminuida su exportación de soja en un 63%, más los bajos precios, hacen prever que la situación empeorará a corto plazo. El impacto económico según previsiones del Ministerio de Ganadería, agricultura y Pesca (MGAP) de Uruguay será de al menos U$S1800 Millones, y es que se prevé que los números sigan empeorando a medida que se levanten las cosechas, la ganadería también está en crisis. 

En nuestro país también hay efectos serios por la sequía, la negociación que está llevando a cabo el ministro de Economía Sergio Massa con el Fondo Monetario, busca que el organismo tenga presente las pérdidas de U$S 20.000 millones según la Bolsa de Rosario, de granos solamente, lo cual afecta claramente nuestra balanza comercial. 

El Cambio Climático está aquí, los dirigentes políticos, empresariales, sociales, Sindicatos, etc., deben empezar a ver la totalidad de la foto, no solo la que le interesa a su actividad.

La gestión del Agua (recursos hídricos) debe hacerse de manera integrada y panorámica. La escasez de Agua también tiene que ver con la deforestación, el desvío de cursos de agua para diferentes producciones sin autorizaciones ni estudios ambientales, desaparición de humedales por diversas actividades económicas, que se hagan pozos de agua en forma clandestina sin autorizaciones ni registros, y la lista continua. 

Evitar y/o mitigar los efectos del cambio climático debe estar en la agenda de nuestros gobernantes, no solo declarativamente sino en los hechos haciendo uso de su poder de policía regulando y controlando las distintas actividades económicas privadas.

Escuché una frase que me impresionó y decía algo así: “Pensamos que el fin del mundo como lo conocemos sería a causa de la tercera guerra mundial con bombas nucleares, sin embargo, hoy en un mundo donde la naturaleza es cada vez más pequeña, la tercera guerra se va a producir por la escasez de los recursos naturales más básicos, el agua y la comida“. 

Es momento de acciones y no de intenciones. Hasta la próxima. 

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Día Mundial del Medioambiente: un mundo de transiciones

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Vivimos en una época de crisis y transiciones, en un mundo cambiante e indefinido. Hemos salido de una pandemia mundial, pero nos encontramos en una guerra energética que continúa hasta el día de hoy, poniendo en peligro al mundo.

Tenemos la capacidad de resolver las crisis y proteger los territorios ganados, los cuales no deben ser cedidos. Desafíos como la pobreza, la desigualdad y la precariedad laboral requieren nuestra atención.

Lamentablemente, los problemas sociales y económicos a menudo eclipsan el cumplimiento de los objetivos ambientales, pero debemos reconocer que son parte del mismo problema. Si queremos mejorar la calidad de vida de los seres humanos y ser justos, las soluciones futuras deben tener en cuenta la dimensión ambiental.

Los conflictos ambientales están en aumento debido a temas como la contaminación por agroquímicos, la minería a cielo abierto, la resistencia de las comunidades originarias frente a la explotación del litio en las provincias del noroeste, la deforestación, el monocultivo, la contaminación y la falta de saneamiento del agua, los residuos sólidos urbanos y la deforestación indiscriminada. También hay presión por parte de los desarrollos inmobiliarios en zonas sensibles, como las cuencas hídricas, la biodiversidad y el paisaje.

El deterioro de extensas áreas debido a la presión de las actividades productivas, muchas veces sin un control adecuado por parte del estado, se produce en medio de la mayor crisis climática mundial de la que se tenga conocimiento. Las consecuencias, como las olas de calor, las sequías, los incendios y las pérdidas económicas millonarias, son evidentes para todos.

La sociedad, junto con los científicos, exige políticas públicas integrales que aborden los diferentes problemas ambientales. Los científicos enfatizan la necesidad de acelerar la descarbonización, es decir, eliminar la quema de combustibles fósiles, especialmente en el sector energético. Los jóvenes son los más conscientes de que hemos hipotecado ambientalmente nuestro planeta. Cada vez más personas se unen a colectivos ambientales en formación, realizando acciones, movilizaciones y resistencias en todo el país.

Esta fecha nos llama a todos, desde nuestro lugar, a reflexionar sobre las soluciones que podemos encontrar a nivel local, municipal y provincial. No importa qué posición ocupemos, es hora de organizarnos para fortalecer, de manera democrática en este siglo XXI, los inmensos desafíos que enfrentamos y avanzar en la búsqueda de nuevas respuestas a los problemas de pobreza, desigualdad y precariedad ambiental.

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“El Agua es la principal fuerza motriz de toda la Naturaleza”, Leonardo Da Vinci

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EL AGUA ES ESCASA, la realidad nos muestra que el agua potable es escasa, quizás nuestros ancestros utilizaron el agua sin restricciones en campos y ciudades para sus actividades pero el consumo creció porque la población creció exponencialmente. No sé si alguien tuvo la visión al momento que empezó la construcción del puente Roque González de Santa Cruz (hace unos 40 años), pero Posadas, Candelaria, Garupa y la margen Paraguaya no tendrían la cantidad de habitantes que hoy tienen de no ser por este recurso compartido que involucró un desarrollo para las ciudades.

En el mismo sentido vemos que el flujo de agua disminuyó debido a la niña que causo la sequía, efecto de la deforestación de bosques nativos que se suplantan o por bosques implantados de especies exóticas como pino y eucalipto (que absorben muchísimo más agua) o por el simple corrimiento de la frontera agraria, sumando, claro, a los desvíos de ramas de ríos y arroyos.

Particularmente en el último año se constató que en nuestra provincia las napas se han secado en varios lugares, con pérdidas económicas importantes para nuestros productores. Los desequilibrios en los ciclos del agua, la sequía o la lluvia excesiva, lleva a que se contaminen las fuentes y el líquido para beber, lo cual provoca muchos problemas de salud como lo vimos en este verano en Santa Catarina donde solemos veranear.

Esto es el cambio climático: el mundo se calienta y tiene un efecto directo sobre la cantidad de agua disponible. Aumenta la demanda y disminuye la oferta de un bien esencial para la vida, esto ocasiona conflictos y altera la manera de vivir las relaciones económicas, sociales y la propia estructura institucional.

Perdón por mi severidad, pero es que ocultando todos los problemas que tenemos no los vamos a solucionar. Únicamente visibilizando y concientizando vamos a empezar a poder diseñar acciones para solucionar nuestros problemas.

AGUA, UTILIZACION Y CONSUMO, son caras de una misma moneda, no podemos hablar de utilización (industria, producción, agro negocios etc.) sino hablamos de consumo. Y todas estas facetas tienen que ver con la cantidad y calidad de la misma también.

Estamos en una nueva era, lo queramos o no: el Cambio Climático es una realidad. Por ello, aunque sea difícil, hay que empezar a visualizar y diseñar soluciones.

 Israel es un ejemplo de cómo ha encontrado diversas soluciones con la evolución de la tecnología.

Debemos tener un uso más eficiente del agua, solucionar con urgencia los factores que ocasionan la contaminación de nuestros ríos y las napas y frenar los desmontes que ocasionan la alteración de los ciclos de lluvia.

Para eso hay que planificar y disponer de mejores datos para comprender las repercusiones de nuestras acciones en la gestión de recursos hídricos en el ambiente, en la sociedad y en la economía sin olvidar los bienes y ecosistemas en peligro.

Hoy existe una visión sistémica del agua: el paradigma cambió y el agua no es solo un instrumento destinado a satisfacer nuestras necesidades, sino que se la considera un bien que hay que proteger contemplando la globalidad de los procesos, desde la fuente, aprovisionamiento, su uso y su posterior reciclado. La visión sistémica es por el complejo ensamblaje de plantas, animales, sol, aire, agua y cada uno de los organismos que están interrelacionados directa o indirectamente en esa comunidad biótica, conformándose en un sistema ecológico complejo.

 En base de ello surgieron legislaciones que protegen los ciclos del agua, como ocurre en Misiones con la Ley XVI – 150 de Gestión integrada de las Cuencas Hídricas, sancionada el año pasado (2022) y cuya reglamentación debería estar finalizada en la primera mitad de este año recordando que los problemas ambientales, y en especial del agua, no coinciden con divisiones políticas o jurisdiccionales, porque la cuenca hidrográfica es una unidad en la que se entiende el ciclo hidrológico como un todo vinculado a un territorio.

Por último, una observación acerca  del nexo agua – energía. El  agua produce energía renovable a través de las represas, vinculo importantísimo en el contexto del cambio climático cuyo principal causante es la quema de combustibles fósiles para la obtención de energía. Por ello debemos empezar a pensar y diseñar cómo vamos a obtener, en un corto lapso de tiempo, la energía que necesitamos sin quemar combustibles.

En esta nota sólo toco algunos aspectos de una temática amplísima y me despido con algunos dichos populares sobre este elemento indispensable:

“No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo. Proverbio inglés.

“El agua, el aire y la limpieza son los principales productos de mi farmacia.” Napoleon Bonaparte.

“Si hay magia en este planeta esta contenida en el agua.” Antropologo Loran Eisely.

“Miles de personas han sobrevivido sin amor, ninguna sin agua.” Poeta W.H. Auden

“El agua y la tierra, los dos fluidos esenciales de los que depende la vida se han convertido en latas globales de basura.” Jaques Cousteau.

“El agua se ha convertido en un recurso muy preciado. Hay lugares en los que un barril de agua cuesta mas que un barril de petróleo.” Lloyd Axworthy

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