Bichos de campo, naranjas por el suelo y el salario del peón rural
La noticia apareció primero en un portal agrario y fue repetida hasta el cansancio sin ningún contraste: miles de kilos de naranjas sin cosechar en Misiones, por “falta de mano de obra”. El argumento de siempre. Los que cobran planes y la Asignación Universal, no quieren trabajar. Verdad de perogrullo cuyos cimientos son discutibles.
El debate se disparó en una entrevista a Ricardo Ranger, citricultor de Eldorado quien aseguró que la situación económica es muy complicada, y explicó que “en 2019 perdimos tres millones de kilos de limones que quedaron en el suelo” porque “el precio no daba ni para pagar al personal”.
“Es el problema más grave, porque la gente no quiere asegurarse. Cuando una persona viene y le querés dar trabajo, le pedís el documento para darle de alta en Afip, ahí se pega media vuelta y se va; la gente no quiere perder los planes, no quiere ficharse”, aseguró el citricultor del Alto Paraná.
Y acusó al Estado que dice “pagá impuestos, poné a la gente en blanco, tecnificate y, por el otro lado, te pone la mano de obra en contra; es algo ilógico”.
¿Es tan así? Hay matices que deben ser tenidos en cuenta. La Asignación Universal por Hijo es actualmente de de 2.973,60 pesos. La reciben hijos de desocupados, de un trabajador no registrado (sin aportes), de servicio doméstico, de monotributista social o inscriptos en Hacemos Futuro, Manos a la Obra y otros programas de Trabajo.
La AUH se da de baja automáticamente cuando el padre es tomado en un empleo formal. Y el niño pasa a recibir Asignación Familiar, que equivale a 3.717 pesos por hijo en el tramo salarial más bajo. Es decir, si el padre es contratado en blanco y en forma legal, cobra más por la asignación familiar que por la AUH.
Puede haber si, problemas con tareferos, ya que durante la interzafra si se blanquean en otro trabajo, dejan de cobrar al menos por un mes, la AUH o el subsidio. Pero el intercosecha dura tres o cuatro meses y obviamente no es lo mismo que estar en blanco. Se calcula que son necesarios 16 mil tareferos para la cosecha manual de los 800 millones de kilos de hoja verde que se producen en promedio cada año, pero solo 7800 se encuentran registrados. Pero una vez que son contratados en blanco, dejan de cobrar la AUH y pasan a cobrar el salario familiar. Lo mismo al revés.
Pero de todos modos, parece poco probable que se prefiera cobrar la AUH por sobre un salario en blanco porque el monto recibido, aún acumulado, seguirá estando muy por debajo de lo mínimo para subsistir.
Actualmente en Misiones 179.290 niños reciben una AUH, con 95.562 padres titulares, lo que equivale a 1,87 hijos por familia. No mucho más que el promedio general.
También hay 149.351 niños que cobran asignación familiar, con 87.718 titulares.
Con cinco hijos, un trabajador rural desocupado cobraría 14.868 pesos. La canasta básica alimentaria está en Misiones 20,846.17 pesos. La canasta básica total, que incluye algunos servicios, 53,451.72. Una diferencia bastante amplia como para conformarse con el plan social.
Pero según los datos oficiales, es poco probable que se llegue a esos casi quince mil. Los padres que tienen cinco hijos que cobran AUH, representan apenas el 2 por ciento del total. En la Argentina cerca del 52% de padres que cobran AUH tiene un solo hijo. Otro 28% tiene 2 hijos. El 13%, tres hijos. Con 4 hijos está el 5% de los padres.
En el Gobierno admiten que hay una zona gris que puede frenar el blanqueo. El propio Ranger pidió “que el personal necesario para las cosechas se pueda blanquear sin perder el subsidio estatal”.
El productor cítrico cree que para la cosecha de naranjas, que todavía está en curso, “este año se perderían 500.000 kilos”, que no se terminarían recolectando en la región.
Es cierto que la cosecha de naranjas sufrió una caída en 2020, pero no a causa de la falta de mano de obra, sino por una sequía que se hizo sentir con fiereza durante todo el año.
“Debido a las condiciones climáticas se observó la merma en la producción en la presente campaña comparada a la del 2.019, principalmente en las variedades de mandarinas tempranas Okitsu y Okitsu Luján, la cuarentena también afectó”, señala un informe oficial.
En el sector productivo advierten que la falta de mano de obra no obedece únicamente a los “planes”, sino que muchas veces los productores no tienen las condiciones mínimas para garantizar el alojamiento de trabajadores temporarios y en muchos casos, también buscan una relación informal, lo que desalienta, ahí si, a los peones.
El ministerio de Trabajo había pedido a la Nación que se elimine la incompatibilidad de los planes sociales con el trabajo temporario de los tareferos, pero hasta ahora no prosperó el pedido. Hay ocho mil tareferos en el registro oficial que bien pueden dedicarse a otras cosechas.
En el sector legal de los trabajadores rurales aseguran que puede haber casos aislados que no quieran trabajar. Pero la realidad indica que muchas veces la oferta de “blanqueo” puede ser por menos horas y ahí sí lo que ganan no compensa la pérdida del beneficio. Pero si se accede a la tabla salarial del trabajador rural, ganaría más en blanco que en negro. “Si le registran bien, si cumple la ley, un peón rural pasa los 40 mil pesos”.