Broda, crítico con el Gobierno: “No van a llover inversiones en la Argentina aunque ganen las elecciones”
Miguel Angel Broda criticó con crudeza al Gobierno de Mauricio Macri en un reportaje publicado hoy por el diario Clarín en donde atacó el “gradualismo” y la forma de conducir la economía del Presidente, que no quiere poner un superministro “a lo Roberto Lavagna”.
“Macri no sabe que hacer. Si aumentar el déficit fiscal para ganar las elecciones o si profundizar la política monetaria de metas de inflación”, señaló Broda.
También advirtió que “no van a llover las inversiones aunque el Gobierno gane las elecciones en la provincia de Buenos Aires”.
A continuación, un extracto del reportaje a este economista ortodoxo, que como otras figuras de la misma extracción (Jose Luis Espert) critican a Macri por no implementar un ajuste fiscal más duro y por llevar adelante políticas que llevan al aumento del déficit.
– ¿Por qué es relevante la forma en que Macri conduce la economía ?
Dos comentarios. En primer lugar, muchos de los errores del Gobierno fueron producto de una posición política a favor de no dar malas noticias. Por ejemplo no se explicitó la herencia. Probablemente quienes hicieron ganar a Macri las elecciones con esta idea, mostraron el resultado que consiguieron y creyeron que no había que dar malas noticias. Segundo, si tengo que operarme del corazón, los costos de hacerlo con un médico promedio y hacerlo con el mejor se pagan.
– En la Jefatura de Gabinete dicen que el ministro de Economía es Macri
Se nota la buena voluntad del Presidente de querer ser el ministro de Economía. Pero también se nota la falta de un programa, una estrategia y un ministro de Economía que coordine para salir de las distorsiones estructurales que tiene el país. Hacer normal a la Argentina es una tarea para quién leyó muchos libros sobre experiencias de países que cambiaron sus historias más que para gente honesta y CEOs. Mi impresión es que Argentina necesita un plan de estabilización y desarrollo integral que requiere un equipo económico de mucha gente, coordinado por un economista que tenga un equilibrio general en la cabeza.
No. Macri tiene un equipo de gente inteligente, muy exitosa en el sector privado. Punto. Sí es cierto que hay un razonable equipo en formación en el Banco Central que llegó a tener una política monetaria de metas de inflación mucho más rápido que otros países.
-¿Ante qué decisiones se encuentra Macri en lo económico?
Con un enorme dolor digo que Macri está en un garete. El Presidente no sabe que hacer. Si aumentar el déficit fiscal para ganar las elecciones o si profundizar la política monetaria de metas de inflación.
-¿Cómo puede afectar el ciclo electoral de este año a la economía?
Si el Gobierno se obsesiona con octubre probablemente haya ajustes en las tarifas menores a los ya anunciados. En el corto plazo esto puede mejorar las perspectivas de ganar en octubre pero empeoran las de la estabilidad macroeconómica. Los pronosticadores tenemos un grado de incertidumbre enorme porque lo que uno calcula es cómo reaccionarán las políticas fiscal y monetaria.
-¿Las inversiones llegarán si el Gobierno gana las elecciones en octubre como se dice por ahí?
No van a llover inversiones en la Argentina aunque el Gobierno gane las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Uno entiende que el Presidente toma sus decisiones de corto plazo y que octubre es crucial. Pero se equivocan si creen que las inversiones no llovieron en la Argentina porque hay dudas de ganar la elección de mitad de término o si puede ser reelecto en 2019.
-¿Por qué no llegaron las inversiones como se anunció?
Por más que se cambie el rumbo no hay políticas que generen credibilidad al inversor de que Argentina tratará de ser normal como Colombia, Perú, Uruguay o Chile. Generamos un déficit fiscal que nos conduce a un atraso cambiario fenomenal. El inversor mira el tipo de cambio porque traer dólares para invertir no es un buen negocio porque se dan poquitos pesos. Además, si para ganar en octubre siguen aumentando el déficit fiscal y endeudándose en el exterior, continúan apreciando exagerademente el peso y aceptan concesiones en la paritaria que hacen imposible el cumplimiento de la meta inflacionaria, aunque gane el Gobierno no habrá lluvia de inversiones porque todas estas políticas van en contra de la estabilidad macro.
-Usted dice que el Gobierno cambió el rumbo, ¿qué le parece?
El rumbo es el correcto. Pero en la macroeconomía se han hecho pocos cambios. Eliminar los controles de cambios, acordar con los holdouts, fueron pasos positivos. Pero el déficit fiscal subió.
– Está leyendo el documento ‘Bases firmes para la economía’ de la Jefatura, ¿Qué le parece?
Aún no lo terminé, no lo puedo juzgar. Con las buenas intenciones estoy de acuerdo. Pero el tema no son sólo las buenas intenciones sino cómo instrumentarlas. Por ejemplo acá existe el mito de la gradualidad fiscal cuando el déficit fiscal sube. ¿Pero qué gradualidad es esa? La gradualidad es haber seguido el principio kirchnerista de que el gasto público real crece todos los años. Por ejemplo las metas fiscales de este año, tres trimestres de una flojedad fenomenal. Cumplir la meta del segundo trimestre implica poder aumentar 60% el déficit fiscal primario contra el del año pasado. ¿Qué gradualidad es esa? Es un programa fiscal para ganar las elecciones y después en el cuarto trimestre hacer un ajuste que nadie sabe de dónde saldrá para cumplir el 4,2%.
-Esta semana se conocieron los datos de pobreza, ¿cuál es su visión?
La pobreza en la Argentina es hija de la volatilidad macroeconómica. Cada vez que el país vive una supercrisis y los pobres aumentan en un millón, la economía necesita crecer cinco veces lo que cae el PBI en esa crisis para recuperar el nivel de antes.
-¿Es lo mismo hacer política económica en un país que hace seis años no crece y tiene inflación muy alta a hacerlo en uno más normal?
Es muy complejo este país. Volver la Argentina normal y resolver sus cuestiones estructurales es un proceso de largo plazo. Pero este es un año en el cual las elecciones son un farol porque resulta que hay que pasarlas por la gobernabilidad y la inversión. Y la verdad es que vamos posponiendo los programas serios para sacarnos de la decadencia y la volatildad macroeconómica.
-¿Piensa que Macri delegará la coordinación de la economía en un economista como señala?
No. Esto fue una decisión personal y visceral de Macri que no quiere un ministro a la Roberto Lavagna. Pero repito. Los costos entre operarse con uno u otro se pagan.
-¿Qué pronóstico elaboró para la economía de este año?
Para este año vemos un crecimiento de la economía de 2,7% y una inflación de 21%. Nos preocupa que que luego de un fuerte aumento del nivel de actividad en noviembre y diciembre se estancó en enero y febrero. Estima que el precio del dólar se mantendrá estable en el primer semestre y que luego, para la segunda mitad, acompañará el ritmo de la inflación. Nuestro pronóstico sobre el tipo de cambio está en línea con el consenso del mercado, $18 para fin de año.
MB