Cáncer de Mama Metastásico: una droga alcanzó sobrevida récord
El cáncer de mama que se detecta temprano, cuando el tumor es pequeño y no se ha extendido, es más fácil de tratar con buenos resultados[5]. Sin embargo, en los últimos años, los grandes avances de la ciencia en este campo vienen dándose para mejorar el pronóstico de los casos de cáncer de mama metastásico, aquellos en los que el tumor se ha propagado hacia otras áreas del cuerpo, como los pulmones, ganglios linfáticos distantes, la piel, los huesos, el hígado o el cerebro[6]. En este sentido, acaban de difundirse las conclusiones de una investigación que demostró los resultados más contundentes de la historia del cáncer de mama metastásico en términos de prolongación de la vida de las pacientes.
Durante el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Oncología Clínica (ESMO por su sigla en inglés), que está llevándose adelante del 16 al 21 de este mes, se anunciaron los resultados del estudio en fase 3 denominado MONALEESA-2, que evaluó los beneficios de ribociclib, en combinación con letrozol, versus placebo más letrozol, como primera línea de tratamiento en mujeres postmenopáusicas con un subtipo muy frecuente de cáncer de mama, conocido como RH+ HER2- (que responde a terapia hormonal y que no sobreexpresa la proteína HER2), en estadio metastásico1.
La combinación de ribociclib con letrozol demostró una mejoría estadística y clínicamente significativa en la sobrevida global de las pacientes, con una mediana de 63.9 meses versus 51.8. El análisis demostró que, después de una mediana de seguimiento de más de 6 años y medio, la diferencia en la mediana de mejora de la sobrevida fue de más de 1 año1.
Ribociclib actúa inhibiendo las quinasas dependientes de ciclinas 4 y 6, unas proteínas reguladoras del ciclo celular que promueven el crecimiento de este tipo de tumores; mientras que letrozol es un inhibidor de la aromatasa, una enzima implicada en la producción de estrógenos, que son unas hormonas sexuales femeninas que ayudan al tumor a crecer. La sumatoria de un medicamento que bloquea las proteínas responsables del crecimiento del tumor, más otro que inhibe a la enzima productora de estrógenos, constituye la estrategia terapéutica de esta combinación.
En cáncer de mama metastásico, ¿cuál es el objetivo final en términos de tratamiento? Una encuesta reciente arrojó que para el 70% de las pacientes con esta enfermedad, el principal objetivo del tratamiento es vivir lo máximo posible[7] y lo es también para para el 60% de los oncólogos[8].
¿Sobrevida global o libre de progresión?
Es muy importante contar con evidencia de beneficios en sobrevida global, porque muchas veces en oncología, e inclusive en cáncer de mama avanzado, se mide solo la sobrevida libre de progresión, que es el tiempo que pasa desde el inicio del tratamiento hasta que la enfermedad avanza[9]. Sin embargo, esos resultados pueden no traducirse en una tasa de sobrevida global significativa[10],[11],[12].
La brecha entre tasa de sobrevida libre de progresión y sobrevida global puede ser grande en cáncer de mama avanzado donde, por la naturaleza de la enfermedad, puede haber un período más extendido de sobrevida luego de la progresión de la enfermedad12,[13],[14],[15].
“A la hora de tomar decisiones terapéuticas, desde el punto de vista médico, es más contundente y robusta la evidencia de aquellas opciones que hayan demostrado beneficios en términos de sobrevida global y no solo de sobrevida libre de progresión. Son datos que a veces llevan más tiempo, pero respaldan mejor la conveniencia tanto de su indicación como de su cobertura”, sostuvo el Dr. Gustavo Jankilevich, Jefe del Servicio de Oncología del Hospital Durand.
Las implicancias de este avance
Entre otras conclusiones de la investigación MONALEESA-2, se demostró una sobrevida libre de quimioterapia de 50.6 meses vs. 38.9 meses en el grupo control y, en términos de calidad de vida, también la combinación analizada ofreció un mayor beneficio1.
“Pocos años atrás, era impensado lograr este nivel de sobrevida de las mujeres con enfermedad en estadio metastásico, cuando ya están comprometidos otros órganos como los huesos, el hígado o los pulmones. Además, son años de vida ganados con una muy buena calidad de vida, porque este esquema de tratamiento, al ser vía oral y como toda terapia dirigida, al tener menor toxicidad permite seguir llevando adelante sus tareas cotidianas, muchas veces trabajar o hacer actividad física”, agregó la Dra. Victoria Costanzo, Subjefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Instituto Alexander Fleming.
“Para la comunidad de pacientes de Macma, siempre es una buena noticia que la ciencia avance y estamos muy pendientes de cada novedad que se presenta. En el pasado, sentíamos que todos los esfuerzos se destinaban únicamente a detectar a tiempo, relegando a aquellas que ya tenían la enfermedad instalada y en estadios avanzados. Vamos viendo cómo se revierte esa tendencia y, aunque para Macma la concientización sobre la detección temprana es uno de nuestros pilares, es muy importante estar al tanto de estas novedades para poder acercarles información relevante a los cientos de mujeres que asisten y participan en nuestros grupos de contención, sostuvo Paula Castillo, Presidenta de Macma (Movimiento Ayuda Cáncer de Mama).
“En nuestra organización, tenemos muchos testimonios de mujeres que se acercan para compartirnos su experiencia de vida. Creo que estos avances pueden dar esperanza sobre más tiempo de calidad de vida que las pacientes podrán compartir con la familia y con los seres queridos. Nos alegra mucho poder comunicar esta buena noticia a toda la gran comunidad de mujeres que participan en nuestros encuentros y actividades”, agregó Marta Mattiussi, también miembro de Macma.