Daños en un tramo de la pasarela de la Garganta del Diablo por la crecida del río Iguazú
Un tramo de la pasarela de la Garganta del Diablo, en el Parque Nacional Iguazú, se desprendió en las últimas horas producto de la crecida que afecta a los ríos Iguazú y Uruguay desde hace algunos días, se informó hoy.
“La situación todavía es incierta en cuanto a los daños que ha sufrido la pasarela, ya que todavía el agua está muy alta y muy turbia”, informó a Télam el intendente del Parque Nacional Iguazú, Atilio Guzmán.
“Las fotos que anduvieron circulando fueron tomadas del lado brasileño por la empresa Elisur, que tiene un recorrido, pero son de por lo menos dos días atrás. La situación actual es que el agua sigue muy alta”.
“Lo que pasa con la pasarela del circuito de garganta del diablo es que tienen un sistema por el cual están apoyadas sobre los pilotines de cemento que uno ve cuando camina por ella, no están fijas, sino que están diseñadas para esto que sucedió”, agregó Guzmán.
“Lo que se ha visto como algo catastrófico es para lo que se han hecho las pasarelas de manera de evitar que se dañe la estructura de anclaje que son los pilotines”, explicó el intendente del Parque ubicado en la provincia de Misiones, sobre el punto fronterizo trifinio de Argentina con Brasil y Paraguay.
“Cuando viene una crecida muy fuerte se salen del apoyo en los pilotines, caen al lecho del río y están sujetas a un tensor de acero, un cable, entonces tenemos que esperar que siga bajando el agua, poder recuperarlas del lecho y reponerlas sobre los pilotines, si no están dañadas por la fuerza de la caída”, precisó.
“Tenemos que seguir esperando por lo menos esta semana, que baje más el agua y podamos evaluar a ciencia cierta los daños y ver el tiempo que va a llevar la reconstrucción o la puesta de la pasarela, o sea que no tenemos un panorama cierto del tiempo ni de lo que se dañó”, indicó Guzmán.
El río Iguazú tenía un caudal de 10.100 (m³/s) según el monitoreo hidrológico de la Companhia Paranaense de Energía (Copel) de Brasil realizado el viernes último
El Parque Nacional Iguazú reabrió sus puertas el viernes último a los visitantes, luego de la inusual crecida del caudal del río Iguazú, producto de las intensas lluvias en las altas cuencas en el estado de Paraná, en territorio brasileño, que además obliga a las hidroeléctricas de ese país a abrir sus compuertas para aliviar la carga de agua.
El viernes fueron abiertos el circuito superior e inferior, no así el de Garganta del Diablo, porque el agua estaba entre 9 y 10 mil metros cúbicos por segundo”, aclaró oportunamente el intendente del parque.
Las proyecciones fueron superadas y el caudal de agua superó los 13 mil metros cúbicos, lo que obligó a evacuar y cerrar el Parque el jueves pasado a los visitantes por razones de seguridad, hasta la reapertura del viernes, según la Administración de Parques Nacionales.