El 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, una fecha que busca generar conciencia sobre la importancia de conservar y proteger el ecosistema.

Cada 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, una fecha que busca generar conciencia sobre la importancia de conservar y proteger el ecosistema, además de involucrarse en iniciativas globales para su cuidado. En ese marco, distintos conocimientos, saberes y prácticas ambientales aportan a la formación ciudadana un ambiente sano, digno y diverso.

En primera instancia, es fundamental que se sepa que el medio ambiente no posee una fuente inagotable de recursos y que se trata de un ecosistema vulnerable. Por ello, es importante concientizar a la sociedad con respecto a los daños y amenazas ambientales que enfrenta el planeta actualmente, como el cambio climático, las inundaciones, los incendios forestales o la extinción de especies.

Estas efemérides también permiten incentivar la participación de los gobiernos en el diseño de políticas públicas para disminuir el efecto de la acción humana sobre el ecosistema y recordar la relevancia de generar estadísticas medioambientales para tener en cuenta a la hora de tomar decisiones.

El Día Mundial de la Educación Ambiental se celebra cada 26 de enero desde 1975, cuando se emitió la Carta de Belgrado, un documento elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que define metas y directrices para la educación ambiental a nivel mundial.

En Argentina, la educación ambiental es un proceso fundamental para el ejercicio pleno de la ciudadanía, tal como lo establecen la Constitución Nacional, la Ley de Educación Nacional y la Ley General del Ambiente.

La UNESCO, uno de los principales organismos encargados de impulsar este campo de estudio, definió en la Carta de Belgrado los objetivos de la educación ambiental:

• Conciencia: Transmitir sobre los problemas reales derivados del cambio climático.
• Conocimiento: Poner a disposición de las personas toda la información disponible para que puedan formar una opinión propia y crítica de la realidad.
• Actitudes: Impulsar una serie de valores sociales, mayor interés y participación activa en la protección y mejora del ambiente.
• Aptitudes: Poner a disposición de las personas las capacidades y herramientas necesarias en la resolución de los problemas de carácter ambiental.
• Evaluación: Proporcionar una evaluación objetiva de las acciones realizadas en función de lo social, ecológico, político y educativo, para que sean los propios ciudadanos los que puedan sugerir mejoras a implementar.
• Participación: Animar a las personas a que adquieran la responsabilidad necesaria para adoptar medidas en la resolución de los problemas.

El Día Mundial de la Educación Ambiental es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y para actuar para protegerlo. Cada uno de nosotros puede aportar su granito de arena adoptando hábitos sustentables en nuestro día a día.

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