Economía “Frozen”: ¿Qué pasa con los precios y la actividad económica?
Desde Focus Market elaboramos el siguiente Informe donde mostramos que ocurre con los precios y la actividad económica en nuestro país explicandola a través del éxito de Disney “Frozen”.“
La política fiscal y monetaria del gobierno logró moderar el incremento de ciertos precios de la economía argentina, lo que resultó en aumentos menores al promedio general. Entre enero y julio de 2024, el índice general de precios experimentó un aumento del 87%. No obstante, es importante destacar que este incremento no se distribuyó de manera uniforme entre todos los precios”.
Estamos inmersos aún en una economía “Frozen”. En la película de Disney Elsa tiene poderes mágicos para generar hielo. En nuestra película económica en Argentina el gobierno nacional no cree en la magia y fundamenta baja de la inflación en un superávit fiscal primario, fin de la emisión monetaria para financiar déficit, congelamiento del gasto público, eliminación de la emisión endógena para pagar los pasivos remunerados del Banco Central de la República Argentina que pasarán a manos del Tesoro y emisión monetaria “0” hacia adelante.
En esta economía la actividad económica aún continúa resentida con caída de las ventas minoristas de acuerdo a la CAME del 15,7% en julio y 17% en el acumulado del año. El consumo masivo toca un piso en el interior del país con una leve suba del 0,1% y en el AMBA una leve caída del 0,8% de acuerdo a Focus Market a través de Scannetch (lector de código en 900 puntos de venta de todo el país). Sin embargo, los volúmenes de venta continúan a la baja en términos interanuales 12,4% para interior del país y 6,7% para el Amba. A nivel Industrial en junio de 2024 de acuerdo a la Unión Industrial Argentina la actividad registró una caída anual del 19,5% y mensual (-5,7%, sin estacionalidad). De esta manera, acumula 13 meses de caída interanual consecutiva y una caída en el acumulado del año del 14,1%.
La temperatura media en la economía argentina es a julio de 2024 de 87°. Dentro de este contexto, se pueden identificar dos niveles de precios. Por un lado, están los “precios frozen”, que experimentaron aumentos inferiores a la temperatura media. Por otro lado, se encuentran los “precios no frozen”, que mostraron incrementos superiores a la media. Esta diferenciación ilustra cómo los aumentos de precios varían en función de distintos comportamientos frente al índice general.
Si viviésemos en el mundo de “Frozen” y pudiésemos distribuir el comportamiento de precios en tres categorías de bienes lo podríamos realizar de la siguiente manera:
· Bienes de consumo masivo: Aquellos productos que son adquiridos con alta frecuencia por los consumidores, como alimentos, bebidas, artículos de limpieza e higiene personal.
· Bienes y servicios básicos: Incluyen productos y servicios esenciales para la vida diaria, como electricidad, agua y transporte.
· Bienes durables: Artículos que tienen una vida útil prolongada, tales como electrodomésticos y vehículos.
En general, los precios de los bienes de consumo masivo presentan un comportamiento “Frozen”, con la mayoría de las variaciones de precios por debajo del incremento promedio de 87° de temperatura de la economía en promedio en el acumulado del año. En algunos casos, se observa un fenómeno de “congelamiento”. Deflación en el mundo de “Frozen”. Por ejemplo, el azúcar ha registrado una disminución del 14% en su precio desde enero a julio de 2024, mientras que el arroz ha visto una reducción del 5%. También es real que estas categorías venían sufriendo fuertes aumentos previamente.
Otras categorías, como el aceite y el asado, están en proceso de “congelamiento” y muestran aumentos moderados de precios, con incrementos del 14% y 35% respectivamente, ambos por debajo de la temperatura media nacional.
En contraste, algunos precios están categorizados como “no frozen”. Se destaca la sal fina, cuyo precio ha aumentado significativamente en un 161°. Esta variabilidad en los precios resalta las diferencias en la dinámica de precios dentro del sector de bienes de consumo masivo.
“Dentro de la política monetaria y fiscal “Frozen” el gobierno tiene un nuevo desafío por delante y observa la tendencia de los precios mayoristas más que los minoristas. La evolución de los primeros marcan el ritmo de los segundos. Hacia septiembre tiene proyectado bajar el impuesto PAIS para las importaciones de 17,5% a 7,5%, es decir 10 puntos. Esto debería impactar sobre la variación de precios mayoristas durante ese mes y los siguientes. El objetivo es llegar a un nivel “Frozen” de 2 % en la inflación núcleo que son los precios de los bienes que no dependen ni de los regulados por el gobierno ni los estacionales por contextos exógenos a su política monetaria y fiscal”.
El termómetro argentino muestra resultados distintos para la categoría de bienes y servicios básicos. En general, las variaciones de precios en esta categoría se sitúan por encima del promedio de 87°. Entre los más destacados, los precios de “comunicación” y “educación” han registrado incrementos significativos, alcanzando temperaturas de 144° y 118°, respectivamente. Otros servicios, como “entradas al cine” y “cortes de cabello” (tanto masculino como femenino), presentan aumentos de precios de 93° y 91°, respectivamente.
Por otro lado, los “servicios de salud” están experimentando un proceso de enfriamiento y se mantienen justo en la temperatura media. Además, se observan ciertos precios “frozen” en esta categoría, como las “prendas de vestir y calzado” y “recreación y cultura”, que han registrado variaciones de precios del 58% y 83%, respectivamente.
El enfriamiento económico implementado por el gobierno argentino ha tenido un impacto significativo en los bienes durables. Con la excepción de las licuadoras, que han visto un aumento de precios del 93%, la mayoría de las categorías en este segmento están en una situación de “congelamiento”. Por ejemplo, los “aires acondicionados” están en proceso de congelamiento, con una disminución del 50% en su precio.
Otros bienes durables, como “auriculares”, “motos”, “equipamiento” y “autos”, presentan precios “frozen” con variaciones de temperatura de 24°, 58°, 65° y 82°, respectivamente. En parte está baja de precios excede la política monetaria cómo único elemento sino la caída en las ventas y el alto nivel de stock en almacén.
Aunque los precios en el sector automotriz han sido afectados por el enfriamiento económico, la situación en términos de consumo muestra una tendencia caliente. Según ADEFA, las ventas de autos a concesionarias han mostrado signos de recuperación desde mayo de 2024, con un crecimiento mensual del 2.2% en julio.
Los precios “Frozen” no son solo una tendencia observada en los datos, sino que también se reflejan en la realidad cotidiana de los consumidores. Un ejemplo tangible de este fenómeno se encuentra en los precios de ciertos bienes de consumo regular.
Por ejemplo, los precios de la carne, como el asado y el cuadril, muestran una estabilidad. En julio, el precio del asado se mantuvo constante en comparación con junio, mientras que el cuadril sorprendió aún más, con un precio que se encuentra un 0.6% más barato que el precio de junio.
Tras un prolongado período de alta inflación, que alcanzó un acumulado de 211.4% en 2023 y variaciones mensuales de hasta 25.5% en el mismo año, las recientes políticas fiscales y monetarias implementadas por el gobierno argentino están dando lugar a un notable cambio en el panorama económico. Aunque esto pueda parecer sorprendente para algunos argentinos, es real, los precios están subiendo a un menor nivel previo, alcanzando una inflación mensual de 4% en julio.
“De lograr avanzar hacia un nivel menor lograría equiparar las temperaturas de la devaluación del peso frente al dólar en el 2% (Crawling peg) en el tipo de cambio oficial mayorista con una inflación mayorista en ese nivel y una núcleo hacia ese mismo sendero. Esto le permitiría en su viaje ganar tiempo hacia el levantamiento del Cepo. Por otra parte, lograr disminuir la densidad del bloque con el cual deberá enfrentarse el mercado cambiario intentando disminuir la brecha cambiaria, la cantidad de pesos en el mercado y mejorar las expectativas de reservas internacionales en el Banco Central de la República Argentina. Todo un desafío por delante con probabilidad de éxitos divididas en el consenso de mercado”.