El ángel exterminador

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Por Emilia Guevara. *Periodista (USAL). Maestrando en Gobierno (UBA). Después de haberse impuesto en las PASO en tres distritos: Corrientes, Entre Ríos y CABA, en las generales la derrota de Juntos por el Cambio fue absoluta en todo el territorio argentino. La ruptura de la que hablamos desde hace tiempo, se materializó con resultados y declaraciones que comenzaron desde los primeros minutos posteriores a los resultados preliminares.

Cambiemos, Juntos, Juntos por el Cambio fue una coalición nacida en el 2015 que dejó al descubierto el autoritarismo del PRO y la poca capacidad de acción de una alianza que nació para romperse. Fue necesario llegar a una interna abierta, como las de agosto, para evidenciar de qué lado de la cancha jugaba cada espacio. El PRO, sin mecanismos institucionales sobre los cuales limar asperezas, tuvo una interna a cielo abierto que lastimó a todo el frente electoral y lo arrastró hasta la muerte. Como un matrimonio que agoniza, llegó por fin el divorcio.

En Misiones, particularmente, las definiciones fueron tajantes. La lista que ganó las PASO se quedó con el ala más dura y conservadora del PRO, sin la UCR y con un Puertismo que atendía más el teléfono de Javier Milei que el de Martín Goerling. Todos recordaremos el día en el que Mauricio Macri vino a sellar la derrota de Pato Bullrich en un acto minoritario en Posadas. 

Así mismo, pasadas dos horas de los resultados, Pedro Puerta, un hijo de la casta política, se posicionó del lado libertario de cara al balotaje, convocando a la UCR, al PRO y a la “gente de bien” a alinearse detrás de Milei; cosa que generó la ruptura absoluta del frente cambiemos en Misiones. Rodrigo de Arrechea, concejal radical, expresó que fue “una campaña soberbia y sectaria”.

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Martín Goerling pasa a la historia como un usurpador de la representación de la provincia, llega al Senado sin acuerdos en su espacio, sin haber hecho campaña electoral y sostenido por la estructura de Patricia Bullrich que solamente sobrevivió por la existencia de una boleta corta de Javier Milei en Misiones. En el radicalismo se quedaron sin representación: Martín Arjol no fue convocado a ninguna lista por especulador, Ariel Pianesi perdió la interna en la PASO y Gustavo González que entró por la ventana a la lista de Bullrich, no logró lo mismo en el Parlamento del Mercosur y no le queda otra que ponerse a buscar un trabajo de una vez por todas. 

Párrafo aparte para Pedro Puerta. El hijo de Ramón es más su hijo que nunca. Nada más puertista que girar en el aire como lo hizo. A mi entender, después de tantos intentos por llegar, Pedro evidencia su necesidad absoluta de ser oposición. Cuando es más factible que se asegure un lugar con Sergio Massa, peronista como sus principios, busca encolumnarse detrás de Javier Milei. Fuentes consultadas lo describen como el niño malcriado al que su papá le regaló una estructura política, un partido y lo dejó hacer. Pedro es inmaduro pero traidor, como el niño mimado de papá en el jardín de infantes, al que no le ponen límites, pero tampoco corrigen. 

Frente a este escenario, la única certeza es que el bloque de diputados provinciales de JxC electos en mayo todavía no asumió y ya está roto. No existe hoy una oposición consolidada en Misiones, por falta de propuestas superadoras a sus egocentrismos buscadores incansables de cargos. Pedro critica a la “casta”; habría que explicarle que la casta es, simplemente, la necesidad de sostenerse con un hilo de un sueldo del Estado a cualquier costo político.

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