El dólar minorista trepó a $28,43 y ya aumentó 11% desde el anuncio de acuerdo con el FMI
El precio del billete mayorista avanzó 6,5% en la rueda, para cerrar a $27,70. El volumen operado fue muy bajo, similar al de un día feriado en Estados Unidos, en una plaza muy confundida por el accionar poco claro del Banco Central, sobre todo esta semana. En todo 2018 el tipo de cambio trepa 49%
El dólar está irrefrenable, este jueves no dejó de subir ante la inexistencia de oferentes y una demanda que no pareció tener techo, en el marco de un volumen operado muy bajo, equiparable a un día feriado, y que en la región las otras monedas también se devaluaron.
Además, no se registró intervención del Banco Central, luego que en los anteriores dos días vendió casi u$s800 millones para controlar al tipo de cambio.
Esta estrategia oficial fue muy cuestionada en la City por la poca coherencia y “falta de timing” en el accionar durante toda la semana, debido a que se considera que se intervino en el mercado en momentos que no se debía y cuando se había anunciado que no se iba a tener presencia. En cambio, cuando se necesitaba que el BCRA “marque la cancha”, desapareció de las pantallas.
En resumen, la desconfianza del mercado se refleja en los números, ya que desde que se anunció el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), hace una semana atrás, cuando Federico Sturzenegger reafirmó que iba a dejar flotar al dólar -salvo que se registren “dinámicas disruptivas”-, y levantó la postura en las pantallas de u$s5.000 millones a $25, el precio del billete estadounidense avanzó 11 por ciento.
El mayorista saltó 6,5% ($1,7) para ubicarse en un récord absoluto de $27,70. Lo que representa un ascenso de 11% en junio y en todo el año de 48,5%. De hecho, en los últimos dos meses se disparó 38,7 por ciento.
El volumen fue muy flojo, de hecho, bajó 26% para quedar en u$s366 millones, porque las empresas no quisieron convalidar la semajante suba del precio del tipo de cambio ni vendiendo ni comprando a estos valores, afirmaron algunos operadores.
El billete minorista escaló $1,74 este jueves para cerrar a $28,43 promedio, de acuerdo al relevamiento realizado en las entidades del microcentro por el BCRA.
Al público en algunos bancos privados el billete llegó a venderse a un valor máximo de $29 (ICBC), seguido por los $28,80 del Galicia.
En cambio, por el lado del Banco Nación escaló a $27,20 para la compra y $28,20 para la venta. Además, el euro también saltó, ya que se vendió a $33,70 por unidad.
Desde la plaza informal, el blue trepó $1,3 para negociarse a $27,90, aunque igual quedó por debajo del precio promedio oficial en 1,9 por ciento.
Otro dato relevante en una rueda en la que prevalece el nerviosismo es que el volumen operado fue sustancialmente menor que el de días anteriores, pues apenas fue u$s366 millones, frente a los casi u$s500 millones del martes y los más de u$s1.100 millones del lunes.
Sobre este punto, un conocido operador afirmó que “rara vez se observa tanta volatilidad de los precios con tan poco volúmen. Es insólito que el tipo de cambio se maneje con el volumen de un kioskito”.
Al respecto, el operador Fernando Izzo indicó que, como viene ocurriendo desde hace un tiempo, “los ingresos de dólares de exportadores e inversores son cada vez más escasos, haciendo que la demanda no encuentre respuesta salvo cuando salen los bancos oficiales a vender la divisa (Nación y/o el Central) para dar liquidez al mercado”.
La demanda de divisas es para atender sus obligaciones tanto locales (ventas de billetes al público) como del exterior, ya que los bancos deben emitir giros por importaciones y atesoramientos, pagos de turismo y tarjetas con consumos en otros países, entre otras erogaciones.
“Hubo rumores en el exterior que el Banco Central debería incrementar durante junio sus reservas unos u$s5.500 millones de forma genuina, y como no llegaría el Fondo Monetario no aprobaría el acuerdo. Algo que no es así, ya que el Gobierno podría utilizar parte de los u$s7.500 millones que recibirá de adelanto del acuerdo para sumar las reservas solicitadas y le quedarían libres u$s2.000 millones para intervenir como quiera en el mercado cambiairo”, dijo a iProfesional el analista Alejandro Henke de Proficio.
Que agregó que el poder de fuego del Gobierno para controlar al dólar, en base a los créditos que fueron concedidos al país en los últimos días, es de un total de u$s9.500 millones.
También se sumaron otros rumores respecto a la renuncia de Sturzenegger al frente del BCRA, algo que también le dio cierto nerviosismo a la City. Estas versiones fueron desmentidas.
Además, se registró en la región una abrupta suba del dólar, que afectó a países emergentes que devaluaron sus monedas, como México 0,70%, Brasil 1,5% y Chile 0,5%, por la influencia de la suba de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) del miércoles de 0,25%.
Aunque desde ABC Cambios destacaron que con la devaluación de este jueves, “el Central se ahorra unos u$s1.100 millones de dólares de lo que vence en Lebac” la próxima semana.
La actual política monetaria del Banco Central, que tiene una estrategia zigzagueante, provoca confusión en el mercado. Algunos días intervine alegando una dinámica disruptiva y en otros se abstiene de participar.
Este lunes, la entidad rectora se abstuvo de intervenir, convalidando una suba del dólar que superó los $26; el martes tuvo una fuerte intervención de u$s695 millones y el miércoles tuvo una actitud cuyo objetivo el mercado no terminó de interpretar que consistió en una venta temprana para luego retirarse y convaldiar una suba.
A esto se suma que ayer el Central intervino sólo al inicio de la rueda con u$s99 millones -según información oficial-, y cuando el precio comenzó a escalar la entidad que conduce Federico Sturzenegger, desapareció de las pantallas y dejó subir al precio a un techo muy elevado de $26,35 en el mayorista.
Esto generó una volatilidad inusitada para el mercado, ya que el valor osciló, entre el mínimo ($25,50) y máximo ($26,35) que tocó en la jornada, un 3,3%.
Estos vaivenes llevaron al economista Luis Secco a sostener que la actitud que tuvo el martes el Central de intervenir en el mercado cambiario generó “más ruido y confusión”, debido a que días antes había asegurado que no iba a volver a hacerlo para permitir una flotación libre, algo que solicitó el Fondo Monetario Internacional.
En el mercado secundario de Lebac se operó en el plazo de 7 días al 42,50%, a 34 días al 42,75% y la de 97 días al 41% anual, en el que se negoció un equivalente en pesos de u$s274 millones.
En el mercado de futuros, en el Rofex se operaron u$s708 millones, de los cuales más del 70% se pactó entre junio y julio a precios a $28,49 y $29,40, respectivamente, con tasas del 65,1% y 47,7% anual, para esos plazos. Los futuros subieron más de un peso con sesenta centavos acompañando la suba continua del spot.
Para fin de año, el precio negociado fue de $33, es decir, implica para los inversores que el tipo de cambio podría subir hasta el final de 2018 un “extra” de 19% más.
En tanto, el Riesgo País subió 4 puntos, a 507, su mayor valor en más de dos años. Si se analiza su variación, se ve que Mauricio Macri asumió con el índice rozando los 500. Los puntos más importantes de su gestión se dieron cuando el número llegó a 569 en mayo de 2016, mientras que en octubre de 2017 bajó al mínimo de una década (342).
Cabe dest acar que el riesgo país es un índice económico diseñado para medir el riesgo que representa un país para los inversores extranjeros. Lo que se mide, en concreto, es la diferencia en el interés que debe pagar un país por su deuda (la sobretasa), en comparación con el interés que pagan los bonos de la Reserva Federal de los Estados Unidos, considerados un punto de referencia por representar el menor riesgo.
Entre los factores que influyen en el riesgo país se cuentan el nivel de déficit fiscal, el crecimiento económico, las turbulencias políticas y la relación ingreso-deuda.