Consolidación fiscal y transparencia: FMI destaca avances de El Salvador

Compartí esta noticia !

FMI aprobó la primera revisión del acuerdo ampliado con El Salvador y liberó un nuevo desembolso de USD 118 millones. El organismo multilateral destacó la solidez del desempeño macroeconómico salvadoreño, el cumplimiento de las metas fiscales y de reservas, y los avances en gobernanza, transparencia y supervisión financiera. La economía creció 2,6% en 2024 y se espera una expansión del 2,5% para 2025.

El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la Consulta del Artículo IV de 2025 y aprobó la primera revisión del acuerdo ampliado (EFF) firmado con El Salvador. Con esta decisión, el país centroamericano accede de forma inmediata a un nuevo desembolso de DEG 86,16 millones, equivalentes a unos USD 118 millones, elevando el total desembolsado hasta ahora a USD 231 millones.

El FMI valoró el “comienzo auspicioso” del programa económico respaldado por el acuerdo de 40 meses aprobado en febrero de este año, que contempla un acceso total de DEG 1.033,92 millones (aproximadamente USD 1.400 millones), equivalente al 360% de la cuota de El Salvador en el Fondo.

Sólido desempeño económico y cumplimiento de metas clave

Según el informe, la economía salvadoreña continúa creciendo mientras reduce sus desequilibrios macroeconómicos. En 2024, el país logró una expansión del 2,6% del PIB y se proyecta un crecimiento del 2,5% para 2025, en un contexto de inflación controlada (1%) y déficit de cuenta corriente moderado (-1,8%).

El Directorio destacó que las principales metas fiscales y de reservas internacionales fueron alcanzadas con holgura. Entre las medidas estructurales implementadas, se destacan:

  • La aprobación de una nueva Ley de Sostenibilidad Fiscal.
  • Restricciones a las excepciones de la Ley de Contratación Pública.
  • Publicación de información financiera de las empresas estatales.
  • Mejor acceso a los datos de contrataciones públicas.
  • Avances para mitigar los riesgos asociados al uso de Bitcoin y el proceso de desinversión del Estado en la billetera digital Chivo.

El FMI insistió en la necesidad de continuar con la consolidación fiscal, mediante la racionalización del gasto corriente y de la masa salarial del Estado, así como con reformas de largo plazo al sistema previsional y al empleo público. También recomendó movilizar asistencia financiera internacional para reducir la dependencia del financiamiento bancario y del uso de los fondos de pensiones.

“La formulación ágil de políticas y la planificación de contingencias siguen siendo esenciales para proteger los objetivos del programa, especialmente en el contexto de un régimen dolarizado”, advirtió el Subdirector Gerente del FMI, Nigel Clarke.

El informe resalta la importancia de fortalecer la supervisión financiera, implementar la nueva Ley de Estabilidad Financiera y mejorar la regulación de las instituciones financieras no bancarias.

Bitcoin, transparencia y marco anticorrupción

En cuanto al uso de criptomonedas, el FMI recomendó acelerar la reducción de la participación estatal en Chivo, evitar nuevas compras de Bitcoin por parte del sector público y reforzar la supervisión sobre criptoactivos para proteger a los consumidores e inversores.

Asimismo, se subrayó la importancia de aplicar la nueva Ley Anticorrupción, mejorar el marco de prevención del lavado de dinero (ALD/LFT) y elevar los estándares de transparencia fiscal y acceso a la información pública, en línea con las mejores prácticas del GAFI.

El Salvador mantiene uno de los niveles de ingreso per cápita más bajos de Centroamérica (USD 5.366 en 2022), con un 24,6% de su población bajo la línea de pobreza y un índice de Gini de 39. No obstante, el FMI considera que las reformas en curso, junto con un entorno de mayor seguridad interna, abren una oportunidad única para impulsar la productividad, atraer inversión extranjera y cerrar brechas de infraestructura mediante mecanismos como asociaciones público-privadas.

La próxima Consulta del Artículo IV se realizará conforme al calendario regular del FMI para países con programas activos.

Compartí esta noticia !

El FMI elogia la estabilidad macroeconómica de Paraguay

Compartí esta noticia !

El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó hoy el quinto examen en el marco del Instrumento de Coordinación de Políticas y el tercer examen en el marco del Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad. La conclusión de los exámenes permite a las autoridades acceder a aproximadamente USD 285 millones (211,46 millones de DEG) en el marco del SRS, de los cuales las autoridades han solicitado el desembolso de USD 195 millones (146 millones de DEG). 

En un contexto regional desafiante, Paraguay sostiene un perfil estable con crecimiento sostenido, inflación contenida y reservas por encima de los estándares internacionales. La aprobación del FMI consolida su posición entre las economías más previsibles de Sudamérica y refuerza su acceso al financiamiento internacional en condiciones favorables.

Crecimiento económico y disciplina fiscal: los pilares de la estabilidad paraguaya

El FMI proyecta un crecimiento del PBI real del 3,8% para 2025, luego de un 2024 con expansión del 4,2%, sostenida por el consumo privado y la inversión en capital fijo, a pesar de un retroceso en las exportaciones energéticas por razones climáticas.

El organismo valoró la mejora fiscal: el déficit bajó de 4,1% del PBI en 2023 a 2,6% en 2024, y se espera que continúe su descenso a 1,9% en 2025, rumbo a cumplir con el tope del 1,5% del PBI establecido por la Ley de Responsabilidad Fiscal para 2026.

El déficit en cuenta corriente, por su parte, se amplió a 3,7% del PBI, afectado por la caída del precio internacional de la soja y la menor generación hidroeléctrica. No obstante, el informe destacó que las reservas internacionales se mantienen por encima del nivel óptimo recomendado.

El Subdirector Gerente y Presidente Interino del Directorio del FMI, Nigel Clarke, afirmó que “la economía paraguaya sigue siendo resiliente, gracias a sus sólidos fundamentos macroeconómicos y a la continua gestión prudente por parte de las autoridades”.

Clarke remarcó la importancia de continuar con políticas basadas en evidencia, con un tipo de cambio flexible, una política monetaria guiada por datos y una mayor profundidad del mercado de capitales. Además, pidió “avanzar sin demoras en la Evaluación Nacional de Riesgos en materia de lavado de activos”, como parte del fortalecimiento institucional.

Recomendaciones estratégicas y próximos pasos

El Directorio Ejecutivo también enfatizó la necesidad de:

  • Reformar el sistema de pensiones del sector público para mitigar riesgos fiscales de mediano plazo.
  • Reducir la deuda en moneda extranjera para robustecer el perfil de la deuda soberana.
  • Combatir la informalidad, fortalecer la gobernanza y mejorar la preparación ante desastres naturales, como ejes centrales de sostenibilidad.

El avance sostenido bajo el marco del ICP y el SRS refuerza la confianza del FMI en el modelo macroeconómico paraguayo, y mejora el posicionamiento del país como destino de inversión.

Compartí esta noticia !

El giro de España hacia el éxito

Compartí esta noticia !

Escribe Carlos Cuerpo / F&D FMI – Nuestro nuevo modelo de crecimiento equilibrado y sostenible está superando los dilemas tradicionales.

Por primera vez en su historia moderna, la economía española ha salido de una crisis internacional más fuerte de lo que entró. Es un testimonio del profundo cambio positivo que se está produciendo en la cuarta economía más grande de Europa continental.

Si bien la mayor parte del continente todavía se está recuperando de las consecuencias de la pandemia y las posteriores perturbaciones de precios avivadas por la invasión rusa de Ucrania, España ha salido de ambas perturbaciones con un rendimiento de crecimiento sólido y equilibrado y sin cicatrices permanentes. El impacto de la COVID-19 provocó una caída del 11% en la producción económica en 2020, pero esta vez nuestra respuesta política fue diferente.

Aprendimos de las lecciones del pasado y no recurrimos a las medidas de ajuste que aumentaron el desempleo y redujeron los ingresos durante la crisis financiera de 2008. En su lugar, pusimos en marcha una red de seguridad social, con programas de ERTE que apoyaron a casi 3,4 millones de trabajadores en su punto álgido, y líneas de crédito público que cubrieron las necesidades de liquidez de más de 674.000 empresas, en su mayoría pequeñas y medianas.

Esta estrategia práctica, junto con los fondos de recuperación de la Unión Europea para impulsar las inversiones y las reformas que mejoran la productividad, ha hecho que la economía española sea más competitiva e inclusiva.

España fue la principal economía desarrollada de más rápido crecimiento del mundo en 2024, aportando aproximadamente la mitad del crecimiento total de la eurozona, al tiempo que representó solo una décima parte de su PIB. Nuestra economía está bien posicionada para volver a estar en la cima este año, a pesar del espectro de una guerra comercial mundial y el aumento de las tensiones geopolíticas, y fue la única economía avanzada importante cuya proyección de crecimiento para 2025 fue revisada al alza por el FMI en sus últimas perspectivas, en abril.

La clave de la transformación de España es un modelo económico equilibrado que aproveche nuestras fortalezas y haya impulsado una creación de empleo récord, junto con una mayor productividad y el mayor superávit por cuenta corriente de nuestra historia. Somos una de las economías más verdes del mundo y nos hemos convertido en un centro de inversión extranjera. Hemos reducido la desigualdad de ingresos sin poner en riesgo nuestras finanzas públicas.

Mercado laboral dinámico

El sólido desempeño del mercado laboral se produjo gracias a una amplia reforma en 2021 que amplió las opciones de contratación permanente. Estamos creando cifras récord de puestos de trabajo a pesar de la desaceleración de la zona del euro, y nuestra economía genera más empleo nuevo que Francia y Alemania juntas el año pasado.

Muchos de los nuevos empleos han sido ocupados por inmigrantes, en su mayoría de América Latina: dos tercios de los nuevos trabajadores en 2019-24 nacieron en el extranjero. Esto ha ayudado a aliviar la aguda escasez de mano de obra y a financiar nuestra seguridad social a medida que la población económicamente activa envejece y la tasa de natalidad disminuye.

Se trata de empleos de alta calidad y más estables. En los últimos dos años, la creación de empleo en sectores de alto valor, como la tecnología de la información y las comunicaciones, se ha expandido al doble del ritmo del empleo general. El empleo temporal, que en su día fue una característica crónica de la economía española, ha disminuido drásticamente hasta converger con la media de la UE.  

Este proceso ha ido de la mano de una mayor concienciación sobre la importancia de la inclusión social. Las repetidas subidas del salario mínimo, un total del 61% desde 2018, entre otras medidas, hacen que España tenga la menor desigualdad salarial entre las economías desarrolladas, según la Organización Internacional del Trabajo.

Junto con otras políticas, como una “renta mínima vital”, está contribuyendo a una mayor equidad económica: los españoles están recuperando su poder adquisitivo a un ritmo más rápido que sus homólogos de la eurozona, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Resiliencia externa

Otro cambio importante en nuestro modelo es la mejora del desempeño del sector externo. A diferencia de los ciclos expansivos anteriores, España no depende excesivamente del capital extranjero para financiar el crecimiento, lo que reduce el riesgo de peligrosas burbujas financieras, como ocurrió durante la crisis inmobiliaria de hace más de una década. Por el contrario, el año pasado registramos el superávit de balanza de pagos más alto de nuestra historia, equivalente a 4,2% del PIB.

España recibió un récord de 84 millones de visitantes el año pasado, y nuestro sector turístico, cada vez más diversificado, sigue siendo un importante motor de crecimiento. Sin embargo, recientemente fue superada por las exportaciones no turísticas, incluidos los servicios financieros, las tecnologías de la información y la consultoría profesional, que generaron más de 100.000 millones de euros el año pasado. El crecimiento de estos servicios de mayor valor y mayor cualificación pone de relieve la modernización de nuestra economía.

La creciente competitividad de nuestras empresas y la mano de obra altamente cualificada han convertido a España en uno de los principales destinos de inversión del mundo. Entre 2018 y 2024, España fue el quinto país del mundo receptor de proyectos greenfield, aquellos que más aumentan la capacidad productiva y el empleo, según el rastreador de inversiones del Financial Times.

Un factor clave detrás de nuestra ventaja competitiva fue nuestra apuesta temprana por la energía verde. Después de décadas de fuertes inversiones públicas y privadas, hemos aumentado nuestra participación en la electricidad generada por fuentes renovables de poco más del 20 por ciento en 2019 al 56 por ciento el año pasado. Según nuestro banco central, este cambio en la matriz energética fue responsable de reducir los precios de la electricidad en un 40 por ciento, aumentar nuestra competitividad, autonomía estratégica e independencia energética.

Punto óptimo fiscal

Nuestro modelo equilibrado se sustenta en un fuerte compromiso con la responsabilidad fiscal, que ha llevado a una fuerte reducción de nuestra deuda y déficit público. Nuestra relación deuda/PIB ha caído más de 22 puntos porcentuales desde su máximo durante lo peor de la pandemia en 2021, acercándose poco a poco al 100 por ciento. Nuestro déficit presupuestario se ha reducido en 7 puntos porcentuales y ha caído por debajo del umbral oficial de la UE del 3 por ciento por primera vez en seis años. Esa disciplina ha reforzado la confianza del mercado, como se refleja en la demanda récord de nuestros bonos soberanos, la contención de los costos crediticios y una serie de mejoras en la calificación crediticia.

Más importante aún, la responsabilidad fiscal ha sido compatible con la protección de nuestro estado de bienestar, que es fundamental para la aceptación social de nuestras reformas. De hecho, los premios Nobel Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson subrayan la importancia del propósito social de las instituciones a la hora de explicar las diferencias en el desarrollo económico. En última instancia, España ha logrado encontrar el punto óptimo que equilibra el crecimiento fuerte y el progreso social con unas finanzas públicas sostenibles.

Este modelo de crecimiento no hubiera sido posible sin el gran precedente del plan de recuperación pospandemia, que ha acompañado el impulso inversor y reformista de España, contribuyendo a modernizar y descarbonizar nuestra economía. Los fondos de recuperación para la inversión y la reforma ya están impulsando el crecimiento y el empleo y se espera que agreguen un 3,4% al PIB para 2031, en comparación con un escenario contrafáctico sin plan. Un crecimiento más fuerte está ayudando a distribuir la riqueza y reducir las desigualdades.

España ya ha invertido casi 50.000 millones de euros en las transiciones ecológica y digital, y ha puesto en marcha reformas críticas para reducir la burocracia, mejorar el entorno empresarial, mejorar la digitalización y la innovación, promover la transición ecológica y reforzar la protección social.

Por supuesto, tenemos más por hacer para convertir estos sólidos resultados macroeconómicos en mejoras tangibles para la vida de las personas. Esto incluye seguir reduciendo el desempleo, mejorar las oportunidades de formación y alinearlas con las necesidades de las empresas, reducir las desigualdades y promover oportunidades equitativas para todos.

Una de las principales prioridades políticas del gobierno es resolver el desafío de la vivienda para garantizar que nuestros ciudadanos, especialmente los jóvenes, tengan acceso a viviendas asequibles, un elemento fundamental para las decisiones personales y profesionales de las personas.

El nuevo modelo español de crecimiento equilibrado y sostenible consiste en desafiar los dilemas tradicionales y conciliar la eficiencia y la competitividad con la sostenibilidad medioambiental, la inclusión social y la responsabilidad fiscal. Lograr este equilibrio es el resultado de mejores decisiones de política que han llevado a un cambio estructural en nuestra economía, haciéndola más resistente a largo plazo.

CARLOS CUERPO, es ministro de Economía, Comercio y Empresa de España.

Compartí esta noticia !

La notable recuperación de Grecia

Compartí esta noticia !

Escribe Kontantinos Hatzidakis / F&D FMI – Las fuertes reformas han convertido a Grecia en una de las economías de más rápido crecimiento de Europa.

Grecia, que alguna vez fue considerada como el talón de Aquiles económico de Europa, ahora está emergiendo como una historia de éxito improbable. Este notable cambio de tendencia está respaldado por tasas de crecimiento positivas que superan la media de la Unión Europea, un importante repunte de la inversión, unas exportaciones históricamente elevadas y una disminución del desempleo a niveles no vistos en más de una década. La política fiscal sigue siendo coherente, con superávits primarios crecientes, y la deuda pública ha disminuido casi 55 puntos porcentuales del PIB, uno de los descensos más pronunciados que Europa haya visto jamás.

Más allá de los indicadores fiscales y macroeconómicos, la transformación también tiene una dimensión cualitativa: un clima de negocios cada vez más favorable para los inversores, mejores condiciones de financiación, un Estado que está demostrando ser más hábil en la gestión económica y, por supuesto, el restablecimiento de la calificación crediticia de inversión de Grecia.

Este sólido desempeño económico no ocurrió en el vacío. Es el resultado de la implementación de la combinación de políticas adecuada: una política fiscal prudente para restaurar la confianza de los mercados, un esfuerzo sostenido para sanear nuestro sistema bancario y la finalización de reformas estructurales que fomenten el crecimiento.

Marcos competitivos

En el frente fiscal, hemos mejorado nuestro desempeño de manera constante desde la pandemia, con un superávit primario que alcanzó el 4,8 por ciento del PIB en 2024, lo que llevó a un superávit presupuestario general del 1,3 por ciento en ese año. Fundamentalmente, esto no se logró a través de una austeridad draconiana, sino a través del crecimiento económico y, lo que es más importante, de un esfuerzo decidido para combatir la evasión fiscal, que estimamos aumentó los ingresos en casi un 3% el año pasado.

En cuanto al sector bancario, hemos logrado sanear los balances y frenar la morosidad. Este importante hito ha permitido a los prestamistas griegos recuperar plenamente su papel esencial en la financiación de la economía real. Al mismo tiempo, los depósitos han aumentado de manera sostenida y la sólida rentabilidad ha fortalecido aún más los coeficientes de adecuación de capital. El éxito de la venta por parte del Fondo Helénico de Estabilidad Financiera de sus participaciones en bancos locales, que atrajo un interés significativo de inversores extranjeros de renombre a largo plazo, es un voto de confianza tangible en el sistema bancario griego.

Con respecto a las reformas estructurales, hemos reducido los impuestos y las contribuciones a la seguridad social, aliviando así la carga tanto de las empresas como de los consumidores. Redujimos la burocracia simplificando los procedimientos de concesión de licencias y modernizando la legislación laboral, alineándola con las necesidades cambiantes de las empresas y los empleados. Establecimos uno de los marcos de incentivos más competitivos para la investigación y la innovación, incluyendo amortizaciones de hasta el 315 por ciento para gastos de investigación y desarrollo. Las privatizaciones han avanzado a un ritmo récord, generando ingresos públicos y, lo que es más importante, abriendo nuevas oportunidades para la inversión y la creación de empleo.

Introdujimos un marco de insolvencia de última generación —clasificado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como el que cumple con las mejores prácticas internacionales— que está ayudando a librar al sector privado de la deuda problemática, como lo demuestra la disminución del stock de deuda privada en términos absolutos y en relación con el PIB. La reestructuración del Fondo de Crecimiento, que gestiona los activos públicos, representa un paso más hacia un uso más eficiente de los recursos. Se han llevado a cabo reformas en todos los ámbitos, en particular en los ámbitos de la digitalización, la justicia, la educación, la mejora de las capacidades y el reciclaje profesional, el sistema de pensiones y las normas de transparencia.

Por supuesto, todavía nos queda camino por recorrer. No minimizamos los desafíos. La relación deuda/PIB de Grecia sigue siendo elevada, aunque con una estructura favorable y provisiones para tipos de interés, lo que mitiga los riesgos. La inflación, aunque está disminuyendo, sigue siendo persistente, especialmente en el sector servicios. La inversión está mejorando, pero sigue estando por debajo de la media de la UE, lo que pone de relieve la necesidad de una mayor movilización de capital. La productividad, aunque está aumentando, sigue estando por debajo de la media de la UE. Lo mismo ocurre con la participación en el mercado laboral, especialmente entre las mujeres. Y, por supuesto, debemos reforzar la resiliencia y la adaptabilidad de nuestra economía frente a los desafíos externos, incluidas las transiciones ecológica y digital y la creciente fragmentación económica mundial.

Agenda futura

Nuestro objetivo es garantizar que no se comprometan los progresos logrados con tanto esfuerzo en los últimos años. Es por ello que seguimos firmemente comprometidos con la prudencia fiscal. En los próximos años, anticipamos que mantendremos superávits primarios cercanos al 2,5% del PIB, y se proyecta que la relación deuda/PIB disminuirá en 20 puntos porcentuales adicionales para 2028. ¿Son estas previsiones demasiado optimistas? Si el rendimiento pasado es una indicación, todo lo contrario.

En los últimos años, la economía de Grecia ha superado sistemáticamente las expectativas, a menudo por un margen significativo. Además, estas proyecciones aún no tienen en cuenta el uso estratégico de nuestros importantes colchones de efectivo para el pago anticipado de la deuda, un pilar clave de nuestra estrategia de gestión de la deuda altamente eficaz.

El fortalecimiento del cumplimiento tributario seguirá siendo una prioridad. En la medida en que el espacio fiscal esté disponible a través de mayores ingresos públicos, el gobierno tiene como objetivo implementar reducciones fiscales favorables al crecimiento para los trabajadores y las empresas, impulsando los ingresos disponibles y mejorando la competitividad.

También estamos decididos a intensificar nuestros esfuerzos para transformar la economía griega en un modelo de crecimiento rápido, sostenible e inclusivo. Para lograrlo, continuaremos con las reformas transformadoras centradas en el lado real de la economía, incluida la simplificación de la regulación empresarial y la mejora de la capacidad administrativa del Estado. Tenemos la intención de eliminar las barreras de entrada al mercado que aún persisten, en particular en el sector de los servicios, para fomentar la competencia, mejorar la eficiencia y aumentar el dinamismo empresarial.

Impartir justicia

Otra prioridad es mejorar la seguridad jurídica para los inversores. Acelerar la impartición de justicia es fundamental, y tenemos importantes iniciativas en marcha, incluidas reformas jurídicas integrales y la ampliación del uso de tecnologías avanzadas. La plena implementación del Catastro Nacional y la finalización de los planes urbanos locales y regionales, que delinearán de manera clara y transparente los usos del suelo, también fomentarán un entorno de inversión más predecible y eficiente.

Continuaremos fortaleciendo la competencia en el sistema bancario para garantizar que las empresas y los consumidores se beneficien de mejores servicios financieros, menores costos y mayor acceso al crédito. Pero igualmente importante es la expansión de las opciones de financiamiento más allá de los préstamos bancarios tradicionales, particularmente para las pequeñas y medianas empresas innovadoras. Es por eso que estamos implementando una estrategia integral para fortalecer el mercado de capitales griego y fomentar la actividad de capital de riesgo y capital privado. Optimizar el uso de los fondos de la UE también será la clave para desbloquear nuevas inversiones.

Por último, pero no por ello menos importante, seguimos comprometidos con el fortalecimiento de nuestra infraestructura física y nuestro capital humano. Las inversiones previstas en energías renovables y redes eléctricas ayudarán a reducir los costos de la energía, lo que permitirá a las empresas operar de manera más competitiva. Al mismo tiempo, las iniciativas de mejora de las competencias garantizarán que la mano de obra esté preparada para las demandas de una economía en rápida evolución.

Grecia ha protagonizado una notable recuperación económica en los últimos cinco años. El potencial de mejora sigue siendo sustancial. Dado el estado actual de la economía y su fuerte impulso, esperamos que el crecimiento siga superando la media europea en el futuro previsible. Al mismo tiempo, Grecia goza de acceso al gran mercado único europeo de altos ingresos, así como de una baja incertidumbre económica e institucional. Esta ventaja se ve agravada por la fuerte estabilidad política del país y su clara orientación geopolítica.

Este conjunto de atributos, combinado con nuestro compromiso con un ambicioso programa de reformas, hace de Grecia una opción cada vez más atractiva para la inversión que beneficiará el nivel de vida y el bienestar de nuestros ciudadanos.

KONSTANTINOS HATZIDAKIS, es vicepresidente del gobierno de Grecia y ex ministro de Economía y Finanzas.

Compartí esta noticia !

Políticas industriales verdes: el camino del desarrollo competitivo según el FMI

Compartí esta noticia !

¿Las políticas industriales aumentan la competitividad comercial? Un nuevo informe del FMI brinda evidencias clave

Un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) aporta nuevas evidencias empíricas sobre el impacto de las políticas industriales en la competitividad comercial. El estudio concluye que, en promedio, los productos alcanzados por estas políticas experimentan una mejora significativa en su ventaja comparativa, aunque con marcadas diferencias según el tipo de instrumento utilizado y el sector productivo involucrado.

Las políticas industriales resurgen como herramienta estratégica

Según el documento de trabajo “Do Industrial Policies Increase Trade Competitiveness?” (WP/25/98), las políticas industriales han recuperado protagonismo en las agendas económicas, especialmente después de 2017. Basado en un análisis de más de 150 países y más de 5.000 productos entre 2009 y 2022, el estudio revela que estas políticas han sido utilizadas crecientemente con fines de competitividad estratégica, representando más del 35% de las medidas industriales recientes.

El análisis aplica una metodología de local projection difference-in-differences (LP-DiD), que permite evaluar de forma dinámica el impacto de los instrumentos industriales sobre el Revealed Comparative Advantage (RCA), un indicador que mide la competitividad exportadora de un producto.

Subsidios y promoción de exportaciones: impactos distintos según el plazo

Los resultados muestran que:

  • Los productos que ya eran competitivos antes de la aplicación de la política industrial obtienen mayores beneficios.
  • Los subsidios domésticos generan mejoras en la competitividad comercial a corto plazo, pero sus efectos se disipan con el tiempo.
  • Los incentivos a la exportación, en cambio, muestran resultados más sólidos en el mediano plazo.

Además, el estudio identifica una diferenciación clara en el impacto entre productos verdes (clave para la transición energética) y no verdes: los efectos positivos de las políticas industriales sobre los productos verdes se manifiestan principalmente en el mediano y largo plazo, incluso cuando no contaban previamente con ventaja comparativa.

Cadenas de valor verde: los efectos derrame son relevantes

El trabajo también analiza los efectos indirectos de las políticas industriales dentro de tres cadenas de valor estratégicas: energía solar fotovoltaica, turbinas eólicas y vehículos eléctricos. Se observa que cuando las políticas apuntan a productos “aguas arriba” (inputs o materias primas), los beneficios se trasladan hacia productos finales, ampliando el alcance de la política más allá del objetivo inicial.

Aunque los resultados muestran una asociación positiva entre políticas industriales y competitividad exportadora, el FMI aclara que no se trata de un análisis causal definitivo. Limitaciones como la selección endógena de políticas, la falta de datos sobre el tamaño fiscal de las intervenciones y la ausencia de efectos generales de equilibrio, sugieren que los resultados deben interpretarse como indicativos.

Implicancias para economías emergentes como Argentina

En un contexto global de mayor competencia geopolítica y transición energética, las economías emergentes como Argentina pueden encontrar en estas evidencias una base empírica para diseñar políticas industriales más efectivas. La clave, según el informe, está en focalizar los instrumentos según el estadio de competitividad de los productos y en sectores con potencial de escalamiento, como los vinculados a la economía verde.

Las políticas industriales, si son bien dirigidas y sostenidas en el tiempo, pueden desempeñar un papel clave en la transformación productiva y en la inserción competitiva en el comercio global. Este estudio del FMI refuerza la idea de que el Estado puede —y debe— desempeñar un rol estratégico en la reconfiguración de las ventajas comparativas, especialmente en sectores críticos para el desarrollo sostenible.

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin