El grave error de exportar harina de soja
En estos días, con un gran despliegue mediático, el gobierno nacional anunció la exportación de una partida importante de harina de soja a China. Con un presumible desconocimiento, la harina de soja es un componente esencial para la fabricación de alimentos balanceados junto con el maíz.
En contra de la creencia generalizada, , los chinos, los mayores compradores de soja en el mundo, consumen una cifra insignificante que sería menor al 5% de la cantidad que cultivan o adquieren a las demás naciones productoras, entre ellos, nuestro país. El destino que le dan a esta leguminosa está orientada a convertirla en carmes, en especial de pollos y cerdos. En este contexto, están dando trabajo a millares de agricultores, tarea en la cual nosotros podemos sustituirlos y dar trabajo a loa hombres y mujeres de nuestro campo. Al utilizar gran parte de nuestro maíz y harina de soja en la producción de alimentos balanceados, habremos conseguido un doble efecto positivo para nuestro país: al retirar del mercado mundial de granos y leguminosas una parte importante de la oferta de soja, habremos creado un faltante de la leguminosa, cuyo nivel de seguridad en prevención de catástrofes y sequías, etc., se considera en 30 millones de toneladas, lo que repercutirá de inmediato en el nivel de precios de la misma. Si Argentina (60 millones de toneladas) y Brasil (95 millones de toneladas) adoptan una política común y sustraen al mercado mundial 40 o 50 millones de toneladas, de inmediato el precio de la soja en el mercado de Chicago, volverá a los u$s.650 la tonelada, sobrepasando en más del 80% el precio actual de u$s. 350 la tonelada. Aún si Brasil no se aviene a retirar su parte de oferta al mercado, el hecho de que nuestro país se decide a retirar su producción del mercado mundial para convertirla en aceites y carnes, el efecto sería casi el mismo.
Si hacemos un análisis del cambio que se producirá en nuestros países en este cambio de contexto de meros proveedores de materia prima sin elaborar y la conversión de estas en carnes, obtendríamos este resultado: El cambio estratégico para esta conversión, radica en convertir los granos y oleaginosas en alimento balanceado cuyo porcentaje ideal de mezcla está en un 70% de maíz y 30% de harina de soja.
Veamos los mismos en base al precio en el mercado interno:
Soja $ 1.900 la ton.- Pellet o harina de soja $2.100 la ton.- Maíz $ 1.00 la ton.
El alimento balanceado según los técnicos contendría:
30% de pellet de soja a $ 2.100 = $ 630.
70% de maíz a ……………$ 1.000 = $ 700 totalizando ambas mezclas la suma de $ 1.330 la tonelada, suma a la que agregamos $ 170 en algunos minerales o vitaminas, lo que representa $ 1.500 la tonelada del alimento balanceado.
Para la conversión en carnes se necesita:
1 kg. de alimento a $ 1.50 para producir 1 kg. de pescado= 1.50 de costo. Venta $ 150 el kg.
2.100 kg. “ a $ 1 50 “ “ 1 kg. de pollo = 3.15 “. . “ $ 140. “
3.200 kg. “ a $ 1.50 “ “ 1 kg. de cerdo = 4.80 “ . “ $ 180 “
6.000 kg. “ a $ 1.50 “ “ 1 kg. de vacuno = 9-oo “ . “ $ 200 “
Esta enorme diferencia entre el precio de costo y venta representa el tiempo y el trabajo que el agricultor argentino dispensa para convertir el alimento balanceado en carne..
Así con 40 millones de toneladas de pescado a $ 40.000 la ton. = $ 2.400 millones
“ 60 “ “ “ pollo a $ 140.000 “ = $ 8.400 “
“ 60 “ “ “ cerdo a $ 160.000 “ = $ 9.600 “
“ 60 “ “ “ vacuno a $ 200.000 “ = $ 12.000 “
Sobre estos números habrá que hacer las siguientes observaciones:
- En relación el pescado, es imposible producir actualmente esas cantidades debido a la no existencia de áreas de agua necesarias para generar ese volumen;
- El pollo y el cerdo son las únicas de esas cuatro especies que se alimentan casi exclusivamente de alimentos balanceados;
- El ganado vacuno se alimenta en una proporción reducida en feed lot de alimento balanceado. La mayoría lo hace en base a pastaje natural o artificial.
De todo lo expuesto podemos deducir que la conversión de granos y oleaginosas en carnes, genera una ecuación que puede más que quintuplicar el valor de nuestras exportaciones.
Exportar harina de soja e importar basura, ¡Contradicciones inexplicables!.