Elizondo: “Estamos en medio de una transición trabajosa”
Marcelo Elizondo consideró que la Argentina atraviesa una “transición trabajosa” entre la puesta en práctica de las ideas de Javier Milei y la herencia recibida.
¿Cómo ve lo que está pasando en el país en materia económica y sobre todo en el rubro suyo en materia de lo que a nivel internacional? ¿Cómo se nos vería en todo caso?
Veo muchas cosas a la vez. Javier Milei ha puesto en marcha un programa con una meta estratégica de modificar de raíz la organización económica de Argentina y la vinculación económica con el mundo, buscando una economía de mercado, un Estado mínimo, desregulación, iniciativa privada. Y hacia afuera, una alianza con democracias occidentales, capitalistas. Pero en el medio veo bastantes dificultades de instrumentación. Es cierto que heredó muchísimos problemas y que por un lado tiene que ir gestionando la administración y los efectos esa herencia y eso no es sencillo y por otro lado tiene que poner en marcha las decisiones concretas de su modelo de organización de país, por lo tanto creo que estamos en el medio de una transición, con claroscuros. Creo que hay muchas cosas acertadas, otras con problemas. Y en materia de relaciones internacionales, veo claramente por un lado la búsqueda de acuerdos con países democráticos occidentales y capitalistas. Estados Unidos, que manifestó el interés de completar el acuerdo de libre comercio, han habido por otro lado muchos viajes a reunirse con grandes empresarios. Me parece que Milei le ha dado más preeminencia a las reuniones con grandes empresarios que a las reuniones con grandes líderes políticos en sus viajes internacionales y ahí hay una búsqueda de que la Argentina empiece a recibir inversiones e incorporar empresas argentinas en las cadenas de valor. Estamos en medio de una transición trabajosa, es como cuando uno tiene que estar todos los días operando en la recomposición de algo que estaba roto y hay avances y alguna dificultad y alguna corrección y algún movimiento adicional y ahí vamos. En líneas generales creo que el saldo es positivo pero ese saldo positivo está armado por algunas cosas a favor y algunas otras dificultades.
¿No es un poco contradictorio esa búsqueda intensa de inversiones y el hecho de que no se están generando las condiciones para que la Argentina recepcione estas inversiones?
A eso me refería. Creo que generar las condiciones en términos puros cuando se han heredado las dificultades que heredó este Gobierno, es difícil. Avanzó en desregulaciones, la ley Bases, la designación de Federico Sturzenegger para ir avanzando en desregulaciones y limitación de costos burocráticos de la economía. Hay varias cosas que se han hecho pero hay muchas pendientes: Salir del cepo, eliminar el impuesto país, en algún momento sacar las retenciones y todo eso la verdad es que depende de ir corrigiendo los efectos de todos esos problemas que yo digo que heredó, problemas fiscales, monetarios, cambiarios. Una economía en recesión desde hace más de diez años. Crear condiciones supone, primero, atender la emergencia y eso obliga a tomar algunas decisiones que no son consistentes con el modelo puro y abstracto. En siete meses creo que va combinando lo táctico, lo estratégico, lo de fondo y lo de emergencia y es cierto, no se pueden crear las condiciones puras de un día para el otro y ahí es donde aparecen los problemas, porque algunos esperan que tomen decisiones drásticas por ejemplo, “salgamos del cepo cueste lo que cueste”. Y otros dicen “si se sale del cepo en este momento, se generan problemas cambiarios y un salto inflacionario y hasta puede afectar la estabilidad política del gobierno. Hay tres planos. Creo que está luchando entre la explicación de hacia dónde quiere ir y la ejecución. Y ahí además a veces comete errores. Creo que se ha hecho mucho, pero claramente no se puede implementar un modelo nuevo sustituyendo el anterior de un día para el otro.
Hizo hincapié en la cuestión de esta búsqueda de Milei de hacerse ver, hacerse escuchar, de traer inversores de otros países, pero al mismo tiempo mantiene disputas diplomáticas con varios países de la región… ¿No cree en este sentido que hay como unas algunas cuestiones que son también contradictorias?
Creo que las relaciones bilaterales van evolucionando. En el caso de Brasil se han logrado avances, como el acuerdo de cielos abiertos y más flexibilización. Entre los líderes políticos es donde aparecen muchas veces confrontaciones personales como han pasado con el Perú, con el presidente Sánchez, o con el presidente Petro o episodios con Brasil. Creo que hay un descuido por las formas diplomáticas. Me gustaría que las relaciones fueran un poco más pacíficas y un poco menos controversiales. Pero admito que el mundo está cambiando y que si uno mira comportamientos de otros líderes políticos, también está ocurriendo en otros países europeos. Está cambiando la política en el mundo, se está abandonando una era diplomática más convencional y probablemente la Argentina está entrando en eso, algo que para nosotros es un poco más raro. No es algo absolutamente extraño. Recuerdo la mala relación entre el presidente Fernández y Bolsonaro. Pero en mi opinión aún teniendo diferentes posiciones, no me parece mal que el presidente Milei tenga posiciones muy distintas de las del presidente Lula en temas de fondo. Eso no está mal. Incluso en materia de Mercosur. A veces se pueden tener distancias de asuntos pero no llevar eso a un enfrentamiento personal. Son modelos. A mí me gustaría que la diplomacia convencional prevaleciera.
Hay números de la economía doméstica que hablan decaída, de recesión de economía que no despega, ¿Usted cómo observa este divorcio aparente entre lo que afuera se ve y lo que se ve aquí adentro?
Por mi trabajo, estoy mucho afuera y constato que efectivamente Milei se ha convertido en una figura política a nivel internacional. Él está desafiando el status quo político. Ha venido a desafiar al status quo de las políticas. Entonces llama la atención, porque cuando uno tiene la política de crisis en todo el mundo y viene alguien a torear a la política desde afuera, llama la atención. Además lo está haciendo con una reivindicación de una agenda puntual de economía de mercado, de prevalencias de la actividad privada, de reducción del Estado a límites que no impidan el desarrollo de la economía y eso está llamando mucho la atención y en eso siendo muy exitoso y probablemente está dando en la tecla porque en muchos planos, sobre todo en Occidente la burocracia y la sobrerregulación, la politización ha alcanzado demasiado y eso está generando crisis. Entonces yo creo que en ese sentido Milei está teniendo éxito. Ahora cuando lo ven en el mundo Milei lo ven en términos de esa agenda de largo plazo. En la de corto creo que ahí hay menos profundidad en el análisis externo, lo cuál es lógico porque insisto, creo que hay que tener una visión sobre el modelo que Milei propone y otra distinta sobre cómo manejar los problemas del día a día. Manejar todo lo heredado requiere una habilidad paralela a la del mediano y largo plazo. Se comprende que hay que administrar la emergencia.