Entonces, ¿es sostenible el uso de la madera?

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Escrito por Eduardo Souza | Traducido por José Tomás Franco. En los últimos años hemos publicado numerosos artículos relacionados con la madera. Desde abordar las tendencias de su uso, las posibilidades de la madera en bruto, los diferentes tipos de tableros, la madera curva, sus acabados, hasta sus innovaciones en estructuras de edificios altos o su comportamiento frente al fuego, el tema siempre genera mucha repercusión. Concretamente, las estructuras de Madera Laminada Cruzada (CLT) han emergido como una solución altamente eficiente, además de presentar otros beneficios térmicos, sísmicos e incluso sensoriales a los ocupantes, siendo señaladas por los especialistas como el hormigón del futuro. Pero cuando publicamos artículos en las redes sociales, siempre nos encontramos con comentarios de nuestros lectores preocupados por el impacto en la tala de árboles para todos estos usos. Al mismo tiempo que apostamos por la madera como el gran material de construcción del futuro, nos preguntamos: ¿es posible seguir utilizando madera? ¿hasta que punto es realmente sostenible?

K House / Kitamura Naoya Architects & Planners. Image © Takumi Ota
K House / Kitamura Naoya Architects & Planners. Image © Takumi Ota

Tales preocupaciones no son descabelladas. La madera proviene de árboles que crecen en los bosques. Por tanto, el uso de madera está asociado a la deforestación, que no solo destruye ecosistemas y hábitats, sino que también desencadena los temidos cambios climáticos. Según un informe de la WWF (World Wide Fund for Nature) [1], se estima que la cantidad de madera extraída en el mundo se triplicará para el año 2050. La demanda de madera y papel tiende a crecer con el aumento de la población y los ingresos en los países en desarrollo, además de aumentar el uso de la madera para fabricar biocombustibles, productos farmacéuticos, plásticos, cosméticos, electrónica de consumo y textiles.

Congresso e Centro de Exposição / Studio Botter + Studio Bressan. Image © Simone Bossi
Congresso e Centro de Exposição / Studio Botter + Studio Bressan. Image © Simone Bossi

El Informe sobre el estado de los bosques del mundo 2020 [2] establece que desde 1990, aproximadamente 420 millones de hectáreas de bosques se han perdido debido a la conversión a otros usos de la tierra, aunque la tasa de deforestación ha disminuido durante las últimas tres décadas. Entre 2015 y 2020, la tasa de deforestación se estimó en 10 millones de hectáreas por año, frente a los 16 millones de hectáreas por año en la década de 1990. El área de bosque primario en todo el mundo ha disminuido en más de 80 millones de hectáreas desde 1990. Más de 100 millones de hectáreas de bosques se ven afectados negativamente por incendios forestales, plagas, enfermedades, sequías por especies invasoras y eventos climáticos adversos. Según WWF, en 2019, los trópicos perdieron alrededor de 30 campos de fútbol de árboles por minuto.

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Congresso e Centro de Exposição / Studio Botter + Studio Bressan. Image © Simone Bossi
Congresso e Centro de Exposição / Studio Botter + Studio Bressan. Image © Simone Bossi

La mayor causa de la deforestación es la expansión de la agricultura y la ganadería. Los incendios forestales han ido aumentando en frecuencia e intensidad en los últimos años. La tala insostenible también provoca su degradación. Sí, parece un escenario extremadamente sombrío y preocupante. En el caso de la construcción civil, siempre es importante tener en cuenta que para construir, casi siempre necesitamos destruir. Cada rasgo y decisión en el proyecto representa algún tipo de impacto en el medio ambiente y entender en que punto podemos impactar menos es vital para la sostenibilidad real a largo plazo. En este sentido, la madera es definitivamente un material adecuado. Aunque parezca casi contradictorio, el mejor escenario sería si construyéramos más edificios de madera que de hormigón, ladrillo, aluminio y acero.

Residência Gresham Street / Jackson Teece. Image © Christopher Frederick Jones
Residência Gresham Street / Jackson Teece. Image © Christopher Frederick Jones
Private House / CPU PRIDE. Image © Ilya Ivanov
Private House / CPU PRIDE. Image © Ilya Ivanov

Primero, la madera es un material renovable, si se tomaron ciertos cuidados durante su extracción. Esto significa que, a diferencia de los recursos no renovables como el petróleo, el carbón, las piedras u otros recursos naturales, el bosque puede seguir creciendo normalmente incluso si se talan algunos árboles. Si se lleva a cabo una ordenación forestal sostenible y se plantan árboles con frecuencia, es posible que tengamos madera disponible para siempre.

Cuando las plantas realizan la fotosíntesis, eliminan el CO2 de la atmósfera y lo almacenan en la madera. Esto es lo que llamamos “secuestro de carbono”. La tasa de secuestro es mayor durante el crecimiento joven y vigoroso de la planta. Por lo tanto, los bosques en crecimiento son una forma sostenible de reducir el efecto invernadero, incluso más que los bosques viejos (obviamente, mantener intactos los bosques viejos siempre que sea posible es interesante para mantener el equilibrio ecológico). Como señaló Think Wood, el manejo forestal activo o el aclareo de los bosques mitiga los incendios forestales, reduce las emisiones de carbono, reabastece las vías fluviales en el área, expande el hábitat de la vida silvestre y crea empleos en áreas rurales.

Potato Shed House / Julius Taminiau Architects. Image © Norbert Wunderling
Potato Shed House / Julius Taminiau Architects. Image © Norbert Wunderling
Modular Box / SPSS Design. Image © Ricardo Oliveira
Modular Box / SPSS Design. Image © Ricardo Oliveira

Otra característica positiva de la madera es su baja energía incorporada, que se refiere a la suma del impacto de todas las emisiones de gases de efecto invernadero atribuidas a un material a lo largo de su ciclo de vida. A diferencia del acero o el hormigón, por ejemplo, la madera requiere una cantidad mínima de procesamiento basado en energía.

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Un amplio estudio académico, resumido en este texto, señala que el hecho de reemplazar otros materiales de construcción con madera podría ahorrar del 14% al 31% de las emisiones globales de dióxido de carbono y del 12% al 19% del consumo mundial de combustibles fósiles.

Pero hay que tener cuidado. Si los bosques comienzan a cosechar más rápido de lo que se reponen con nuevos árboles, existe una posibilidad real de que tengamos una grave escasez de madera. Como arquitectos, es fundamental que busquemos el origen de todos los materiales con los que trabajamos. El diseñador debe ser el primero en darse cuenta de que no solo son importantes la calidad y los costos de los materiales, sino también de dónde provienen y cómo se explotan. Otra ventaja de la madera es que muchas especies pueden reutilizarse si se recuperan y separan de otros desechos. También se pueden recolectar otros desechos y utilizarlos para fabricar tableros de partículas y otros productos compuestos modernos.

House Bäumle / Bernardo Bader. Image © Adolf Bereuter
House Bäumle / Bernardo Bader. Image © Adolf Bereuter

Cuando la demanda de madera nueva es mayor, una forma de garantizar que la fuente sea segura es mediante sellos de certificación. El más tradicional es el Forest Stewardship Council (FSC), una organización independiente sin fines de lucro que promueve la gestión responsable de los bosques en todo el mundo. La madera certificada proviene de bosques gestionados de forma sostenible, lo que evita daños a los ecosistemas, las cuencas hidrográficas, la vida silvestre y los propios árboles. La madera certificada tiene el sello FSC para facilitar su ubicación. Más de 380 millones de acres de bosque están certificados por FSC a nivel mundial. Según WWF, alrededor del 30% de la producción forestal mundial está certificada, y alrededor del 13% por ciento por el FSC.

Recovery of Merola’s Tower / Carles Enrich Studio. Image © Adrià Goula
Recovery of Merola’s Tower / Carles Enrich Studio. Image © Adrià Goula

Los desafíos del mundo contemporáneo en relación a la explotación y el consumo excesivo de recursos nos han obligado a repensar muchas verdades cristalizadas. Y, respondiendo a la pregunta del título. La madera puede ser extremadamente sostenible y un material de construcción increíble, siempre que se explore y se trate de manera consciente y respetuosa.

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