“Es una locura tener un litro de nafta a 30 pesos”, advirtió Faruk Jalaf
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Tal como lo muestra el proyecto oficial de Reforma Fiscal, los cambios impositivos proyectados por el Gobierno nacional, no contemplan retoques a la aplicación del Impuesto a la Transferencia de Combustibles.
Este punto genera rispideces entre los estacioneros, más precisamente, aquellos afectados por la cercanía con zonas exentas de ese gravamen y con países limítrofes como Brasil o Paraguay, que en el caso de concretarse la suba del 6 por ciento del precio de los líquidos, temen nueva caída en las ventas.
“Es una locura tener un litro de nafta a 30 pesos”, se quejó el Presidente de la CESANE (Misiones), Faruk Jalaf, quien se mostró “desilusionado” por la falta de respuesta del Gobierno Nacional, luego de las numerosas reuniones mantenidas con autoridades nacionales y provinciales con foco en el ITC.
Al ser consultado por el sitio especializado surtidores.com.ar, sobre la situación de migraciones internas de automovilistas en busca de combustible más barato a los países limítrofes, el empresario dijo que “con el tipo de cambio estable, el problema había dejado de ser tan grave aunque continuaba”.
Pero adelantó que si vuelven a aumentar los combustibles como lo vienen anunciando con la excusa del precio del bioetanol, la situación para las Estaciones de Servicio de las localidades que no están beneficiadas con el decreto del ITC exento para Posadas será “lapidaria”.
Agregó ofuscado que “si la excusa para subir los precios de las naftas pasa por el costo del etanol, lo mejor es que elimine la disposición que obliga a cortar combustible con ese elemento” y agregó, que “si siguen subiendo los precios al surtidor y nadie se hace cargo de reformular el sistema impositivo que enfrentamos los estacioneros, no tenemos futuro como pymes”.
Finalmente apeló a unir voluntades y fortalecer el diálogo con aquellas entidades empresarias del sector cuyos asociados estén sufriendo las consecuencias de las formas de aplicación de los impuestos que consideren “distorsivos” con el objeto de elevar un reclamo masivo al Ministerio de Energía y presionar en el Congreso para que la Reforma Impositiva se ocupe del concepto de las estaciones pymes como agentes de retención.
