Garantizar la obligatoriedad en una escuela diversa, el modelo de la secundaria en Misiones desde 2023

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“Salir de la zona de confort”. La frase suena fuerte en medio de la serie de entrevistas a adolescentes misioneros sobre qué quieren de su educación secundaria. Salir de la zona de confort implica riesgos y vencer el obstáculo de la desconfianza de padres y docentes, acostumbrados a un modelo y sistema que “siempre fue así…”.

Imaginate si en la salud de cada diez pacientes que entran, seis se mueren ¿Confiarías en ese sistema?”, interpela Cielo Linares, la subsecretaria de Educación de Misiones. Ese es el crudo diagnóstico actual de la educación en Misiones: de cada diez chicos que ingresan, seis quedan en el camino o tardan mucho más que los cinco años obligatorios.

Linares es una de las responsables de la reforma educativa que comenzará a implementarse en Misiones en 2023. El modelo de la Escuela de Innovación se extenderá a todas las escuelas públicas y privadas , con profundos cambios, algunas controversias y el desafío de mejorar la retención, completar trayectorias y mejorar la calidad educativa. 

El principal cambio es casi un lema que identificará a la Escuela Secundaria Misionera: ofrecer respuestas diversas que reconozcan las particularidades de cada estudiante, donde todos estén en un mismo camino, pero entendimiento y atendiendo las diferentes trayectorias que darán lugar a recorridos singulares. 

El documento que dará vida a la reforma fue elaborado de manera participativa entre diversos actores del ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, con todos los estamentos internos, incluida la Mesa Paritaria Pedagógica, conformada con diversos gremios educativos. 

La reforma se basa en garantizar la obligatoriedad y que esa obligación no sea letra muerta. Parece una sutileza, pero en realidad, conlleva un cambio que deberá involucrar mucho más a los docentes y auxiliares: habrá que buscar a los chicos que se queden en el camino, hacer un seguimiento exhaustivo de sus avances y ofrecer alternativas de escolarización que atiendan requerimientos de acreditación de estudiantes con trayectorias discontinuas.

El modelo de base para la transformación es la Escuela de Innovación, que este año tendrá a sus primeros egresados. No registra repitencias ni abandonos. Varios de sus estudiantes ya fueron tentados por empresas tecnológicas que están a la caza de talentos. Es un bachillerato con orientación a la robótica, que en 2024 sumará la orientación en Agro y Medioambiente. “Lo que atrae es el modelo”, señala Lorena Malakoski, la vicedirectora de la escuela de Innovación, que tiene a un plantel de 60 docentes que trabajan con el nuevo modelo educativo. 

Lorena Malakoski con Magno y Agustín, dos de los futuros primeros egresados de la Escuela de Innovación.

En Misiones existe un largo ejercicio de construcción colectiva, de acuerdos pedagógicos, pero la llegada de la pandemia provocó que los sistemas educativos a nivel mundial se vieran conmocionados por el aislamiento. En 2021 se vio la necesidad de revisar sobre lo aprendido y en consecuencia surge la demanda de transformación. Revisar, resignificar y reorganizar los componentes claves de estar en la escuela, la presencialidad como condición inexcusable para validar aprendizajes, el tiempo escolar en bloque de minutos y horas cátedras sincrónicas como trabajo válido y legítimo, la simultaneidad como condición única de enseñanza y el proceso de evaluación y promoción según calificaciones en uso. 

Linares reconoce que en la actualidad, los problemas comienzan en segundo y tercer año, cuando los chicos comienzan a abandonar. “La tasa de abandono entre ciclos tiene dos dígitos. Pensá en otro servicio público donde entran diez pacientes y se mueren seis ¿Cuánto va a soportar la sociedad ese fracaso? El debate no es el facilismo, o todas estas cuestiones que vienen exportadas de una mirada despectiva”. 

Una idea muy extendida en la sociedad de que se le facilitan demasiado las cosas a los chicos…

Claro, porque tiene que ver con poner el peso, toda la carga del recorrido académico, en la individualidad del estudiante. Una cosa son las condiciones y puntos de partida del estudiante, porque es verdad hay chicos que no tienen voluntad, les falta motivación, tienen otras demandas, ni hablemos de los que están con temas más severos, que son jefes de hogar, que tiene que trabajar porque están en la chacra y no tienen otra realidad. Si nos quedamos con eso, vuelvo a las analogías ¿Vos aceptarías a un médico que diga: ‘Lo tuyo no tiene arreglo, volvé a tu casa porque no hay solución”? Hace unas horas estuvimos discutiendo con profesores jóvenes, que plantean que “a la escuela se va a enseñar y aprender”. Y estamos todos de acuerdo en eso. La función de la escuela es transmitir conocimientos, generar aprendizajes. Pero para ellos la enseñanza es la clase, que tiene ya 200 años de vida. Y se les preguntó si veían que es necesario cambiar algo o creen que tenemos que seguir en la misma. Entonces, si vos decís que hace falta cambiar, ¿cuál es el cambio? ¿Qué en vez de enseñar Roma en primer año,  enseño historia moderna y paso Roma a quinto? O ¿cómo enseño historia universal? A mí me parece que pasa por ese cómo, donde entra en protagonismo el alumno. Ya no alcanza con que el profesor te diga: ‘Si no presentaste los cinco trabajos, tenés un 1’. El profesor tiene que evidenciar aprendizajes en el alumno. Y si el estudiante se involucra, se genera más aprendizaje.

¿Y cómo se valida ese aprendizaje?

Nosotros proponemos otro recorrido, por eso el RAM interpela demasiado. Ayer decía, porque estoy haciendo un diálogo con Capital Federal, que también viene trabajando mucho en eso y Misiones está siendo tomada como ejemplo, que creemos y entendemos que la escuela enseña de otras maneras y esas son más potentes. Entonces, tenemos que darles un marco normativo, para que eso que era la excepcionalidad, lo raro pase a ser lo común. Hay escuelas en el interior que con la huerta enseñan geometría ¿Por qué el profesor cree que está haciendo una cosa mal si está enseñando geometría con una huerta? Es fantástico, porque el chico que aprendió geometría haciendo el trazado de la huerta, no se lo olvida más en la vida.

Insisto, ¿Cómo validar ese conocimiento? Porque el chico dio geometría en la huerta, ¿Cómo valida eso en matemáticas?

Y porque justamente, qué es lo que vos vas a evaluar de matemáticas. Cómo evidencias vos los aprendizajes de geometría de matemáticas, por ahí, por ejemplo, puede ver que el chico pueda reconocer las figuras, que sepa cómo se toman las dimensiones de perímetros de estas figuras. Ahora, lo hace con una huerta, después lo puede pasar al cuaderno, lo puede ensayar. La significatividad del aprendizaje es lo que necesitamos que la escuela vuelva a entusiasmar.

Ahí los profesores van a estar obligados a trabajar más en equipo, ¿No? Ya no más la profesora de matemáticas de primero o de segundo año… 

Haciendo lo que quiere, y la de Primero B haciendo lo otro. Acá los profesores de matemáticas deben estar planificando juntos. “A mí me sale mejor la secuencia de fracciones, y a vos la secuencia de álgebra,, construimos los dos y usamos los dos. Por más que yo esté en el A y vos en el B. Esta es la idea de la escuela, que no es un invento nuestro. La reforma de los jesuitas en 2012, en las escuelas secundarias y primarias en la comunidad de Cataluña, es un modelo muy interesante. Ellos dieron vuelta toda la arquitectura escolar, no solo en el tema de los edificios, sino en la caja curricular. Nuestra Escuela de la Innovación tiene mucho de eso, porque se rearma todo el tiempo.

Pregunto, dos cosas que me surgen ahí, tenemos todo un cuerpo docente formado en la vieja escuela… También hay excepciones, pero no es lo mismo pensar la escuela de la innovación en Posadas, que pensar la innovación en Pozo Azul ¿Cómo hacer para que vaya todo por el mismo camino? Empecemos por los docentes ¿Cómo transformar a ese docente que está formado, educado en otro modelo?

Acá es inspirar para el cambio. Cómo convocar al otro para que haga mejor las cosas. Primero, la confianza absoluta de que el docente puede hacerlo, el docente que trabaja en equipo. La primera cohorte de escuelas tiene directores que vienen trabajando de manera innovadora desde años, desde que asumieron al cargo. Las escuelas de la primera cohorte de la transformación fueron elegidas por los supervisores, porque estaban haciendo otras cosas, de otra manera, donde los estudiantes aprendían y que se nota lo que está pasando. En Pozo Azul, por ejemplo, que está el CEP incorporado a la política desde la primera época, el director la tiene clara, él tiene un grupo de docentes con los que empezó a trabajar así. Llega un momento que la dinámica de la escuela toma tal forma, que los otros docentes o se van -porque en la Escuela de Innovación también renunciaron docentes, porque no conciben la educación que no sea de la manera clásica- o se suman a esa dinámica. Entonces, la transformación no es una cuestión mágica, del vestido de Cenicienta con la varita. Es un proceso que se sostiene desde la firmeza de ciertos puntos. Sabemos que por acá es el camino, la planificación colaborativa entre docentes. Ahora estamos trabajando para fortalecer la figura del jefe de departamento, porque es el que tiene que liderar con el departamento del área que preside, las planificaciones compartidas. Ahora con el decreto de valoraciones queremos que tenga más valoración, que se le puedan asignar más horas a ese jefe de departamento, o que se puedan reconocerle horas para que pueda trabajar, porque es lo más difícil.

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Es un incentivo económico además…

Claro, lo más difícil es que vos sientes a los diez profesores de matemáticas que tiene la escuela, que cuelguen el ego un ratito y puedan pensar en equipo. El trabajo colaborativo es uno de los puntos en que hacemos mucha fuerza, lo mismo que los modelos de acompañamiento de trayectoria. Eso no significa “te hago fácil la vida, porque vos te fuiste y volvés, sino que significa poder evidenciar qué le pasó a ese chico que se fue de la escuela y que debe volver, porque es el estudiante de la escuela”.

¿Eso va a estar reglamentado, el docente va a tener que buscar a ese chico que se fue?

Eso está reglamentado, que no es necesariamente el que está frente al curso, porque te dicen yo estoy cinco horas frente al curso, perfecto, por eso ponemos los Docentes Acompañantes de las Trayectorias Educativas. Ahora los Date, son docentes con otra función, si se le puede asignar a un docente tres horas más para que haga acompañamiento de las trayectorias espectacular, por qué, porque la tutoría no es suficiente. Las tutorías son con el mismo profesor del turno mañana, a contra turno que le explica lo mismo que a la mañana, a dos, no son tutorías. Vos tenés que reenganchar al chico para que aprenda eso que vos querés explicar. ¿Qué es lo que estamos enseñando? Fórmulas vacías. Rebeca Anijovich -Especialista y Magister en Formación de Formadores que hace poco tiempo capacitó en Misiones-, les hizo una pregunta a los directores. Les pidió en la primera clase “nombren los ríos de África”. Todos quedaron en silencio. El Nilo. Si, lo conocemos todos. Les repite: “Nombren ríos de África, ustedes estudiaron, yo estudié”. Hay que saber sobre los ríos de África, y ahí uno entra con el aprendizaje significativo, todo este modelo de la transformación es una escuela que hace que tenga sentido el proyecto de vida de los chicos. Esta es la visión de escuela, porque si no es un revoleo de palabras, de exitismo, de palabras muy disputadas, trayectoria exitosa, calidad educativa, innovación educativa, pero son palabras muy manoseadas, cualquiera te habla de innovación educativa sin tener idea de lo que uno está haciendo referencia. Con este horizonte común, diría Galeano para caminar, es que nosotros movilizamos a las escuelas. Queremos una escuela que haga que tenga sentido el proyecto de vida.

¿Se puede enseñar algo más argentino, más misionero, más local?

Ese es uno de los grandes temas, partir de lo local para ir a lo universal, es una de las grandes disputas. El diseño curricular actual no lo tiene, el diseño arranca con lo más lejano, con la historia antigua y llega a lo local y de suerte algún curso ve a Andresito, de suerte porque hoy es ley y es obligatorio, pero de suerte, en especial en la secundaria que toquen algo de Andresito. El planteo de los contenidos de la enseñanza es el gran debate y para mí el debate de la asistencia, o de la calificación o de la revinculación, está postergando el que realmente nos interesa, que es el de la enseñanza. El desafío más fuerte es tocar los contenidos, no la carga horaria, porque históricamente siempre se tocó la carga horaria, que si cinco horas de matemáticas, cinco horas de lengua, si cuatro, seis u ocho. Hasta que no resolvamos qué es lo importante que tiene que aprender un chico, que lo aprende sólo en la escuela y no en otro lado, no resolveremos el centro. Tiene mucho que ver con las habilidades, con las capacidades, con cómo se estudia y se aprende matemáticas, cómo se estudia y aprende historia, cómo a partir de una fecha, vos construís un dato enriquecido que te permite comprender, qué significaba en la época de los griegos la democracia, cuáles son las diferencias con la democracia de hoy. No es el trabajo de: ¿Defina qué era para los griegos la polis? Donde el chico busca en el libro, lo completa y ese es el trabajo que entrega. Con ese esquema, vamos a seguir entre los últimos en PISA, vamos a seguir mostrando esa brecha en el Aprender, porque los estudiantes son repetidores de conceptos que no los pueden enganchar con su entorno.

¿Misiones está haciendo esta reforma en soledad, con decisión propia o es una tendencia en el país?

Este debate tiene larga historia en la Argentina, la que abrió otras formas de evaluar y puso la palabra flexibilidad, y ahí se empieza con la chicana de que “quieren flexibilizar el trabajo docente”. Pero en realidad de lo que habla es de múltiples formas de evaluar y pone en escena acuerdos de convivencia. Que todavía en eso, estamos en la pre-pre, porque acuerdos de convivencia significa que el derecho del estudiante está por encima de cualquier prejuicio o criterio que la institución tenga. Ahí empieza el debate de si van con piercing, con pelo morado, con tatuajes, eso todavía no está en debate y es el que se viene. Entonces, digo, que no es lo mismo que ausente o presente, es otro criterio. 

Vayamos a las controversias ¿Las faltas, cómo quedan?

La asistencia sigue vigente. El RAM plantea que la escuela tiene que elaborar un proyecto institucional de evaluación. ¿Qué es un proyecto institucional de evaluación? La elaboración de acuerdos colectivos, de cómo van a acreditar y promover los estudiantes. Ahí es donde se genera el ruido, porque deja de ser la potestad del docente solo: “Que vos no me presentaste los 15 trabajos, yo te pongo un uno en mi materia”. Entonces, primera condición la asistencia es un criterio institucional, donde lo que pedimos es que sea un criterio equitativo. ¿Qué significa eso? Qué los estudiantes tengan las inasistencias que tengan, tengan las instancias que tengan para revincularse, no que las promuevan, sino que revinculen las veces que sean necesarias. ¿Por qué? porque la figura académica del estudiante libre era: quedabas libre, de la escuela que es tu derecho, la escuela se liberaba de ese, pero por ahí quedabas libre por la inasistencia de una materia en contraturno, pero tenías aprobadas un montón de materias. O sea, el libre quedaba por no ir a educación física, pero tiene 10 en matemáticas. Y ¿que tenía que hacer el estudiante libre? Tenía que rendir todas.

¿Y ahora?

Ponele que las inasistencias en educación física sean 15, 20, 10, 8, lo que quieras, pero ese chico revincula sobre las materias que está libre, o sea, con más inasistencias. ¿Por qué? Porque también tenemos al chico que se le cuenta la falta completa, pero ese día vino un solo profesor y los otros dos faltaron. En definitiva, lo que se termina desdibujando son los tiempos reales de aprendizaje. O sea, la falta abrochada al tiempo de enseñanza, eso es una situación de la escuela graduada sistémica que tenemos que ir desmontando. Algún día vamos a llegar al modelo de la escuela no sistémica graduada, por ejemplo, el tema de la repitencia.

Ahí iba ¿Qué pasará con la repitencia?

Cuál es lo tradicional de la repitencia, 11 materias en primer año, 11 en segundo, 11 en tercero. De las 11 materias de primer año, quedaban tres sin aprobar y repetías primer año. Y tenías que volver a hacer las 3 sin aprobar y las otras 8 que había aprobado. Volverlas a cursar y hacerlas de nuevo. Entonces la repitencia en el nivel académico no sirve, hay estudios, investigaciones a nivel mundial, PISA tiene una investigación donde los peores en responder las evaluaciones son los repitentes. Ni la condición socioeconómica impacta tanto como el chico repitente. Pero en este documento que fue consultado con los docentes, lo que no negociaron en la consulta es que se saque la repitencia. Para mí había que sacarla, pero quedó la repitencia. Si el chico logra aprobar el 60% de todos los contenidos, promueve, si es menos repite. Si tiene cinco materias de diez, repite. ¿Qué es lo que le falta para acreditar? Y te dicen: ‘Geometría, porque no sabe tomar los perímetros’, bueno tomale geometría, no le des aprobado por que sí, tomale lo que vos sabés que no pudo alcanzar. Que sirva para reconocer la complejidad del aprendizaje. ¿Cuándo cruzó San Martín los Andes? El chico no necesita saber la fecha de memoria, pero necesita saber las condiciones políticas y para qué lo hizo. Este es el esquema de la idea de la promoción, esto es promoción acompañada. Cuando vos te vas dando cuenta que hay chicos que se están quedando en el camino porque hay cosas que no las están pudiendo captar, entonces, vos los volvés a reorganizar, no los dejás por fuera, los reorganizas porque sabes que en otro esquema lo está logrando. 

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¿Va a haber una instancia más flexible para que pueda aprobar los contenidos?

Va a haber una instancia más integradora, para que pueda aprobar los contenidos. Que sigue siendo instancia y que tiene que aprobarlo, nadie dijo que hay que aprobarlos. Lo digo con claridad, porque si no empiezan con que ‘usted quiere que los aprobemos’, no hay que aprobarlos porque sí, porque ahí sí los estaríamos estafando a los chicos. Pero la clave está en si queremos que repitan conceptos, o que aprendan a usarlos.

Que aprendan los conceptos ¿Y qué pasa si de todos modos el chico no cumple?

Repite, porque la repitencia no se sacó. Tendremos en marzo del año que viene un montón de repitentes y eso también es un síntoma para la escuela. Porque si vos sos de una escuela que recibe 10 millones de pesos para equipamiento, estás generando un montón de espacios, pero estás haciendo repetir a un 30% de tu matrícula, el problema no son los chicos. El problema es que vos estás con un modelo organizacional que sigue siendo excluyente. Ese es el chip que tenemos que cambiar.

¿No generás ahí una competencia entre escuelas, o es sana esa competencia?

Para mí, es el costo de la autonomía, porque qué es lo queremos nosotros, porque acá hay mucho de juego en la autonomía institucional, que ese es otro dato de los sistemas educativos que funcionan. Cuando vos estudias los casos de Japón, Finlandia, Singapur hizo un salto, Polonia, hicieron un salto de estar entre los últimos, para estar entre los 20 primeros. Todos esos saltos cuantitativos vienen de la mano de algunas cuestiones puntuales, que tienen que ver con la formación docente, con la organización del trabajo docente y con la mayor autonomía de las escuelas. Tenemos que generar escuelas autónomas, que puedan organizarse en lo curricular y en lo institucional, respetando parámetros compartidos. Porque no es lo mismo la secundaria Pluriaño de Dos de Mayo, donde los chicos caminan 5 kilómetros, que la secundaria del casco urbano de Dos de Mayo. Entonces, esas realidades exigen que tengan acuerdos claros y esa es la autonomía. Ahora ¿Qué pasa con esta autonomía? La contracara es que se empiezan a generar estas cuestiones competitivas obviamente. Nosotros no vamos a alentar la competitividad falsa, estamos alentando equipos que trabajen de manera responsable.

En algún momento van a decir, ese director labura bien, vamos a empujar por ahí.

Va a pasar en algún momento, habrá escuelas que se va a notar que los chicos transitan y aprenden. Hoy ya se está notando con las 50 escuelas que están en el programa. En el BOP 82 de Candelaria, durmieron haciendo fila para inscribir a los chicos. Eso está hablando de que no está tan adormecida la sociedad con respecto a la calidad educativa que queremos.

El otro punto controversial, amonestaciones ¿Qué pasa con eso?

Eso va a acuerdos de convivencia y sanciones de convivencia. Sanciones tienen que existir, no existe otra. Tiene que haber consecuencias. Ahora las sanciones deben estar de acuerdo a preservar el derecho a la educación de los chicos. Se va el chico rebelde, lo echamos o le damos el pase ¿Resolvimos el problema de violencia de la escuela? Las cuestiones de convivencia, son grupales, no son de sujetos.

Para cerrar, ¿Cuál es el objetivo que se persigue, o qué plazo?

Lo pensamos como política educativa, porque queremos que sea en el mediano y largo plazo. Si no revisamos la escuela secundaria de ahora, lo que vamos a tener después es a todos los chicos excluidos, con todos esos proyectos de vida en pausa. Porque vos te imaginas lo que significa hoy, para el mundo del trabajo, que un adolescente no tenga su título secundario. Ni para playero de una estación de servicio lo toman, no puede seguir estudiando en la educación superior. Si tenemos un modelo de provincia que va por la economía del conocimiento, que va por la educación disruptiva, que va por la producción del compromiso social, la escuela que los cobije a esos chicos, porque es cobijar, no guardería sino que los tenga y los potencie, los inspire, tiene que ser una escuela que los motive en el proyecto de vida. Por eso es tan amplio, pero a la vez permite convocar a la idea de transformación.

¿Podemos pensar en una escuela más integrada a la sociedad?

Por eso la importancia del Date. La figura del Date tiene la función del acompañamiento de trayectorias en las escuelas. 

¿Cuándo vamos a empezar a notar algún cambio, no sé si en las Aprender, pero en mejora de calidad?

El año que viene vamos a empezar a notar, no sé si en las escuelas que ya están en la política, cambios en los proyectos de trayectorias. Yo creo que ese 10/4 -los diez que ingresan y cuatro que terminan- va a empezar a disminuir. Y esto quiero comunicarlo bien, porque no son un número por un número, son las historias de vida de los chicos que quedan fuera. Primero las mejoras en las trayectorias. Este Aprender que se tomó este año, para mí no va a ser feliz, vamos a ver el impacto de la Pandemia. Y en el Aprender de 2025 recién vamos a ver el impacto de esta política en las pruebas Aprender

¿El año que viene este empieza a regir para todas las escuelas?

Este es para todas las escuelas.

Esto también genera un impacto en la composición económica de la provincia, porque un chico mejor formado, va a demandar mejores empleos. Es un desafío más amplio que el de la escuela.

La secundaria que queremos, es la Misiones que soñamos. Por más que suene como eslogan de campaña, no. Para mí es eso, porque el chico que queda afuera, es el que después la sociedad relega porque es el pibe que cae en las drogas, o al que después se acusa de planero. Después no nos quejemos que tenemos adictos, los ni-ni. Los ni-ni empezaron a tener visibilidad cuando la escuela secundaria empezó a ser obligatoria y vos te diste cuenta que había toda una porción de jóvenes que no estaba. Ni-ni ¿Qué proyecto de provincia tenemos si seguimos diciendo que la clase es que yo te explico y vos contestas 20 preguntas? Y no esto de motivarlos a los chicos de que se queden y que compartan.

Romper reglas, salir de la zona de confort. Dejar de mandar estudiantes a la picadora de carne como en el clásico The Wall que inmortalizó Pink Floyd. “En un mundo que, durante el siglo XXI ha sido testigo de vertiginosos cambios en todas las dimensiones, esta formación no puede ni debe ser con el mismo formato ni con las mismas regulaciones de la escuela de antaño, sino que requieren una pronta revisión crítica e integral que debe ajustarse a los cambios del siglo XXI con una nueva política educativa. El nuevo modelo fortalece el derecho al acceso a la educación, la permanencia con aprendizajes relevantes, el progreso continuo en el recorrido y el egreso efectivo de todos los adolescentes y jóvenes atendiendo de forma distintiva a las trayectorias singulares y diversas. Hacer lugar para todos, pero no ofreciendo a todos la misma respuesta, sino respuestas diversas que reconozcan las particularidades de cada uno”. Tamaño desafío.

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