Guerrero: “No están dadas las condiciones para que se instalen carteles de droga en la zona de Iguazú”
Miguel Ángel Guerrero: Hace aproximadamente dos años que estamos trabajando con los jueces y fiscales federales de Paraguay y Brasil. Básicamente intercambiamos información sobre el accionar de carteles en el Alto Paraná paraguayo y en los estados de Santa Catarina y Paraná en Brasil. Estas reuniones nos permiten ver cuál es la información disponible, cual está judicializada. Hacemos requerimientos puntuales de cuestiones que ya conocemos y que tendremos respuestas favorables.
P.: ¿Estos comandos trafican drogas hacia Perú y Bolivia? ¿Intentarían establecerse en Misiones y Santa Fe?
M.G.: Tenemos un aspecto que es información de inteligencia y otro que consta en el expediente judicial. En un expediente de 2018 tenemos verificado que hubo circulación de integrantes del Comando Vermelho en la provincia de Misiones, concretamente en la jurisdicción de este juzgado federal.
P.: ¿Hay rutas establecidas que triangulen el tráfico de drogas?
M.G.: No establecimos ruta de drogas que triangulen por Argentina provenientes de Perú; Bolivia o Colombia. Si hemos detenido y secuestrado cocaína de alta concentración que sale de Paraguay.
P.: ¿Cuál sería el destino de esa droga?
MG: Sabemos que las organizaciones toman contacto con organizaciones similares establecidas en Europa. Inclusive hay un intercambio. Es decir, drogas que van hacia ese continente y que intentan ingresar desde Europa a esta zona.
P.: ¿Qué origen tienen estos comandos?
M.G: Son organizaciones brasileñas. El Comando Vernelho tiene una vieja alianza con la familia del Norte que es un grupo no muy grande pero muy fuerte en el Estado de Pernambuco. En tanto que sigue siendo muy alta la presencia en sectores urbanos pobres.
P.: La asunción del presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien manifestó su compromiso de luchar contra los carteles, ¿mejoró el trabajo en conjunto entre la Argentina y Brasil en la lucha contra el narcotráfico
M.G.: La relación con Brasil mejoró mucho, pero viene de antes de la asunción de Bolsonaro. En septiembre de 2015 tuvimos una reunión en Foz de Iguazú todos los jueces federales del sur de Brasil y los jueces federales de Argentina que básicamente manejábamos causas vinculadas con criminalidad económica que operaban en esta zona. A partir de ese encuentro, Brasil cambia su posición y empieza a convertirse en un país más colaborativo. Se hicieron procedimientos en ese país gracias a información que proporcionaron fuerzas federales de Argentina y viceversa. Brasil entendió que no iban a solucionar sus conflictos de narcotráfico sin la cooperación internacional.
P.: ¿Es Iguazú segura?
M.G.: Hace 40 días participé de un encuentro sobre la seguridad en la frontera tripartita. Hay que ser muy cuidadoso cuando se habla de seguridad. En Iguazú no se notan indicadores que transformen a esta ciudad del norte de la provincia de Misiones que esté por encima del promedio de las ciudades de la Argentina tomando como referencia la tasa de homicidio que es un indicador internacional.
P.: Se menciona siempre a Iguazú; pero Misiones tiene el 90 por ciento de su frontera con países limítrofes, por consiguientes se debería preguntar si toda la provincia es segura…
M.G.: Comparto lo que dijo tiempo atrás el ministro de Gobierno Marcelo Pérez, no hay en Misiones un despliegue de organizaciones criminales de territorios. Tenemos un Estado federal y provincial presentes. Lo que sí tenemos enormes conflictos de narcomenudeo. El Estado debe comprender que no es lo mismo el consumo que teníamos hace diez años atrás del 90 por ciento de cannabis a lo que tenemos hoy que son derivados de la cocaína, muy peligrosos. La respuesta del Estado no deben ser centros de días ambulatorios sino más centros de internación.
P.: ¿Teme que se puedan instalar carteles en Iguazú?
M.G.: No están dadas las condiciones para que ello ocurra. El 28 de marzo pasado en Buenos Aires hablé de los controles asimétricos. Paraguay tiene su tipo de control, muy respetable al igual que Brasil y Argentina tiene el suyo. Desde el 2015 el Ministerio de Seguridad de la Nación triplicó el número de efectivos en cada una de las fuerzas federales, lo que marca claramente la presencia del Estado y, esto hizo que las organizaciones delictivas estudien donde les conviene actuar y, hoy la presencia del Estado tanto nacional como provincial hace que no les convenga actuar en Misiones en general y en Iguazú en particular. No obstante, también es cierto que la posibilidad de invertir en casas de juego o en complejos hoteleros y de un tráfico de unos 3,6 millones de personas que se estiman para este año es obvio que esta gente puede hacer grandes negocios, básicamente a partir del lavado de activos que generan mucho dinero con el narcotráfico; infracción a la ley de marcas; el contrabando, etcétera. En ese aspecto la Argentina tomó muchas medidas en el buen sentido, inclusive desde el punto de vista legislativo
P.: ¿Coincide con lo que dicen desde los gobiernos nacional y provincial que se invirtió mucho en seguridad?
M.G.: Sí. Conozco algunos presupuestos y de montos que se invirtieron. Hablo de ocupación y desplazamiento de gente y las medidas que adoptaron si son razonables o no. Básicamente hicieron algo que es importante, escuchar a los que trabajamos en este tema lo que permitió que se implementen algunas de nuestras apreciaciones. Es muy compleja la frontera fluvial, tener fronteras con Brasil llena de pasos no habilitados; pero debo reconocer que tanto la Nación como la provincia tomaron decisiones inteligentes desplazando efectivos; algunas fuerzas de seguridad se especializaron. Desde que asumí como juez federal de esta jurisdicción por cada legajo penal hago un legajo económico, lo que permite investigar a la vez la parte económica
P.: ¿Qué cambió en relación a la lucha contra el narcotráfico?
M.G.: Antes se encontraban cuatro o cinco kilos de droga NN. Desde el 2015 no solo se secuestras la droga, sino que también se encuentran a los que la trafican. Esto demuestra que hay una fuerte inversión de ambos estados.
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