El debate sobre los programas Ahora en Misiones se encendió tras el posteo del diputado electo Diego Hartfield, quien sugirió analizar la posibilidad de eliminarlos. “Los planes Ahora son muy cuestionables, generan un beneficio en el corto plazo y tiene muchísimos costos indirectos. Ojalá podamos tener una discusión sana y madura sobre este tema”, anticipó el libertario.

Los Ahora han cobrado protagonismo en la economía misionera en medio de un escenario de alta volatilidad por la inflación. Solo en lo que va del año generó operaciones por 27 mil millones de pesos, con un doble beneficio, para el consumidor, a través de reintegros y cuotas sin interés y para el comercio, que obtiene rotación de mercaderías. 

Alejandro Haene, contador público y exdirectivo de la Confederación Económica de Misiones, salió al cruce de las declaraciones del ex tenista y defendió la vigencia de los programas.

“Siempre hay miradas distintas, pero creo que se puede mejorar sin tirar todo abajo. Es como la torre de Pisa: en vez de demolerla, veamos cómo enderezarla”, afirmó Haene en diálogo con radio Up. Recordó que los programas Ahora se sostienen sobre tres pilares: el Gobierno provincial, los bancos y los comercios, a los que sumaría una cuarta pata esencial: los consumidores.

“Mucha gente usa el programa porque tiene descuentos o reintegros, y la posibilidad real de pagar en cuotas sin intereses, algo clave en contextos de alta inflación”, explicó. Haene destacó que otras provincias intentaron copiar el modelo sin éxito y subrayó la importancia de que en Misiones la operatoria sea voluntaria: “Nadie obliga a nadie a sumarse. Cada comercio evalúa si le conviene o no”.

“Hoy, donde la plata no abunda, hay que aprovechar todas las herramientas que alivian al consumidor y fortalecen la actividad económica local. Yo soy un defensor del programa desde su origen”, concluyó Haene.

Haene agregó también que en muchos casos, los comercios definen su participación voluntariamente y saben de antemano el costo y el aporte al programa. Además, destacó que el esquema permite sostener el consumo interno en tiempos difíciles: “Cuando la inflación llegó al 24,5% mensual, poder pagar en cuotas sin interés fue un alivio enorme para muchos misioneros”. Subrayó también que “los programas Ahora no son obligatorios, cada comercio decide y cada consumidor elige”. 

Haene reiteró que defiende el programa desde su génesis y cree que siempre es perfectible, pero nunca eliminable.

En contraste, Pablo Argañaraz, concejal libertario de Posadas, valoró que el plan sirve para el consumidor que llega justo a fin de mes y necesita cuotas, pero advirtió que obliga al comerciante a subir los precios para cubrir su parte del beneficio. Señaló que, por esa razón, a veces comprar en Corrientes resulta más barato y que los planes “no son todo color de rosas”, ya que generan distorsiones de precios. Reconoció que ayudan a vender y alivian al consumidor, pero sostuvo que se debería revisar el esquema para no perjudicar la competitividad del comercio local.