Los videojuegos al igual que las redes sociales han tenido un antes y un después tras la pandemia. El número de cibernautas aumentó considerablemente, ya que la tecnología fue una aliada para pasar el tiempo de aislamiento conectados y entretenidos. 

Particularmente la industria de los videojuegos con una diversidad cultural y una población joven, se afianzó como entretenimiento, comunicación y educación tanto como la televisión y la música. 

Actualmente y en sintonía con las nuevas tecnologías, en Misiones la formación de desarrolladores de videojuegos se incorporó también al sistema educativo con la carrera de Licenciatura en Diseño de Videojuegos y Tecnologías Creativas, que se dicta en la  Universidad Católica de Santa Fe, sede Santos Mártires, y la Tecnicatura Universitaria en Diseño y Programación de videojuegos de la Universidad de la Cuenca del Plata. 

“Son un fenómeno que está pasando hace tiempo en las universidades de Argentina, en mi caso yo doy clases en tres universidades y en tres carreras de videojuegos, estos son una industria mundial esto quiere decir que se producen masivamente. Cuando una actividad laboral pasa a ser de producción industrial, es porque hay un consumo masivo, que hace que la producción sea necesaria”, sostuvo Néstor Arriola, técnico en diseño y producción de videojuegos, quien desarrolla videojuegos educativos para empresas y universidades y en la UCSF dicta las materias: Taller de Diseño I y Taller de Diseño II.

En comunicación con Open 101.7, el especialista señaló que “hay consumidores que están pidiendo videojuegos y que hay una industria que responde a la demanda”. 

“Esta industria que abastece el consumo, necesita de profesionales que desarrollen los productos. Se necesita un diseñador, un programador, productor y artista, de estos cuatros roles hay uno que es intrínseco de la industria de videojuegos, que es el diseño lúdico, que no existe en otra industria,  después tenemos los roles heredados”, explicó. 

El experto que se dedica a desarrollar videojuegos educativos, contó que en el afán de crear algo divertido y bueno, es necesario crear un equipo de especialistas como así también adquirir conocimientos de diferentes áreas. “Es una industria multidisciplinar”.

“El último trabajo que hice el año pasado fue hacer un simulador de kinesiología. Aunque no soy kinesiólogo, hice un curso de masoterapia, así que hoy soy masoterapeuta. En el equipo de desarrollo teníamos con nosotros a kinesiólogos, licenciados en kinesiología y estudiantes de kinesiología, si bien yo soy diseñador tengo que saber un poquito del tema o la temática que va a tener mis videojuegos”, destacó. 

“La tecnicatura está teniendo una alta demanda de formación en lo que es el área de programación y  sistemas. A nivel mundial la industria está pidiendo programadores, Argentina tiene un excelentísimo nivel de programadores. La gente se va a trabajar afuera. A veces ni siquiera se va a trabajar afuera. Los contratan desde el exterior. Incluso sin viajar, en la era digital no solo se puede exportar un producto, abren una computadora y ya está”, señaló Arriola. 

Dijo además que “el videojuego funciona como entretenimiento pero también como herramienta en el sector salud, educación y formación. Mis estudiantes están trabajando en el desarrollo turístico para la ciudad de Posadas, es amplio, hay tierra fértil como para crear comunidad, como las hay en otras provincias y salir a mostrar al mundo lo que somos capaces de hacer”.

El diseñador y productor de videojuegos, dicta clases en la UCSF, y desde el año pasado “arrancamos haciendo eventos de desarrollo, también la universidad sale al barrio, todavía no hay una comunidad fuerte en Misiones pero hay pequeñas semillitas que están haciendo cosas”, analizó.

About The Author

Paola Czerevin

See author's posts