Dos crías de aguará guazú, rescatadas en Corrientes con apenas 45 días de vida, comenzaron una nueva etapa en el Centro de Recuperación de Especies (CRET) de Fundación Temaikèn, donde crecen bajo un estricto aislamiento humano que les permitirá, en el futuro, volver a vivir en libertad.

Los cachorros, bautizados Kuarahy y Jasy -que significan Sol y Luna en guaraní- fueron encontrados huérfanos en los pastizales correntinos y recibieron sus primeros cuidados de emergencia gracias al trabajo conjunto del Centro Aguará y la organización Rewilding Argentina.

Desde hace algunas semanas, ambos se desarrollan en el CRET bajo un protocolo especial que minimiza el contacto con personas. A través de cámaras trampa y sistemas de monitoreo remoto, los especialistas siguen de cerca su crecimiento y comportamiento, con el objetivo de mantener su instinto silvestre y evitar la habituación al ser humano.

“El aislamiento humano es clave en esta etapa: cuanto menor sea la intervención, mayores serán sus posibilidades de adaptarse nuevamente a la vida silvestre”, explicaron desde Fundación Temaikèn, que lleva adelante múltiples programas de conservación y rehabilitación de fauna nativa amenazada.

La iniciativa es posible gracias al trabajo articulado entre instituciones públicas y privadas comprometidas con la conservación del aguará guazú (Chrysocyon brachyurus), una especie emblemática de los ecosistemas de pastizales del Cono Sur. En este esfuerzo colaboran también Banco Galicia, JetSmart Argentina, Zoological Corporation of the Americas, Maned Wolf SSP y la Asociación de Zoológicos y Acuarios (AZA).

“Su historia demuestra lo que podemos lograr cuando trabajamos en red”, destacaron desde la fundación. Si todo evoluciona según lo previsto, Kuarahy y Jasy serán trasladados más adelante a un entorno controlado que simule su hábitat natural, antes de su reinserción definitiva en la naturaleza.