La incertidumbre en la hidrovía Paraná-Paraguay, ante la disputa sobre la licitación en suspenso
La concesión actual esta vencida, el contrato con AGP que, si bien era “corto”, fue extendido sin fecha de vencimiento.
Son más de 3400 kilómetros que permiten la navegación continua entre los puertos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Donde más del 80% de las exportaciones de nuestro país pasan por la hidrovía, por su desarrollo, sus condiciones de navegabilidad, su profundidad y las señales de ingreso de buques.
Desde mediados de los 90’, el dragado y balizamientos se realizaba a través de un sistema de concesiones, donde la empresa debía garantizar las condiciones de navegabilidad de toda la vía argentina. Fue un proceso que promovía la integración, sobre todo con los Estados sin salida al mar: Paraguay y Bolivia.
Esta obra, que se sumó a una ampliación de la capacidad de instalación portuaria a partir de la ley 24093, de 1992, además de la rotación de cultivos y la biotecnología, permitió triplicar la superficie productiva.
Las inversiones que se realizaron, permitieron llevar el buque a la carga, situación que abarató los costos, creando una revolución para el producto agropecuario nacional.
En 2021, la concesión venció, desde entonces la Administración General de Puertos (AGP) es quien administra y gestiona la Vía Navegable Troncal, la que a su vez subcontrata a la empresa belga Jan de Nul, para el dragado, además de la empresa local EMEPA para el balizamiento. El estado mantiene la administración y el control soberano mediante prefectura, aduana y controles bromatológicos.
A pesar de esta situación, se desconoce quién se hará cargo de la administración, ya que la concesión se encuentra vencida desde hace 2 años, además del contrato “corto” con AGP, que fue extendido sin fecha de vencimiento en agosto pasado.
En este contexto, hay empresas chinas interesadas en un nuevo llamado a licitación. Se considera que fue uno de los temas tratados durante el viaje del ministro Sergio Massa en su visita a China.
En tanto, el mes pasado los embajadores de Bélgica y Estados Unidos se mostraron visitando las dragas que Jan de Nul tiene en Corrientes, mostrando una presión frente a la influencia de Beijing en la región.
Si bien, el gobierno no da señales con respecto a una nueva convocatoria, el escenario podría cambiar frente a las elecciones, además ante la escasez de divisas.
El conflicto frente al cobro del peaje, por parte del Estado Argentino:
Desde el corriente año, el Estado Argentino cobra un peaje por U$S1,47, por tonelada de registro neto de la embarcación, una unidad de medida que surge del cálculo de peso volumétrico del barco y sus dimensiones. Este monto se aplica a los barcos que pasan por puertos extranjeros, mientras que los que pasan por puertos nacionales, abonan $1,47 por tonelada de registro neto.
La justificación para este peaje, radica en la necesidad del Estado Argentino para mantener el sistema, el dragado y el balizado para la navegabilidad de unas 5000 barcazas por año. Pero otros Estados, en especial de Paraguay, cuestionaron esta decisión.
En la Reunión de la Comisión del Acuerdo de la Hidrovía Paraguay-Paraná, en Montevideo, la cancillería paraguaya informó que los datos presentados por la Argentina eran insuficientes para justificar el nuevo peaje. Tanto Bolivia, Brasil y Uruguay, rechazaron la medida, especialmente porque fue tomada de manera unilateral, sin informar con anterioridad a la Comisión.
Las disputas con países vecinos en contrapartida de la licitación en suspenso, forman parte de un clima de incertidumbre grave. Considerando la importancia de la circulación por esta vía, en la cual pasan más de 120 millones de toneladas anuales en productos para la exportación, vinculados al agro.
En las últimas décadas, la movilización de cargas en el río, se multiplicó por 20. Esta hidrovía cuenta con el potencial de convertirse en una de las principales y más redituables vías fluviales del planeta, con uno de los contratos de dragado más cotizados. Desde el final de concesión, no se termina de definir un horizonte previsible y todo el crecimiento se vuelve endeble.
Fuente: El Economista