La otra triple frontera de Misiones, celebrada como lugar de encuentro
La única frontera seca entre Brasil y Argentina se encuentra en una aglomeración urbana formada por tres ciudades en diferentes estados: Barracão, en el suroeste de Paraná; Dionísio Cerqueira, en el extremo oeste de Santa Catarina; y Bernardo de Irigoyen, en el noreste de la provincia argentina de Misiones. Son pequeñas ciudades conurbadas, con intensas interacciones económicas, sociales y culturales.
Al compartir la misma zona urbana, sus límites territoriales se notan más en los mapas que caminando por sus calles. En algunas zonas, dependiendo de en qué dirección camines, estás en suelo argentino o en suelo brasileño. Hay un movimiento pendular muy grande de personas y bienes entre ciudades, lo que ayuda a la población local a percibir las ciudades como partes de un mismo territorio, a pesar de las demarcaciones espaciales y las diferencias culturales. Un cuarto municipio forma parte de esta red compleja: Bom Jesus do Sul, que alguna vez fue un distrito de Barracão. Juntos, los cuatro municipios tienen una población de 50.000 habitantes.
En esta región fronteriza, los espacios públicos son esenciales para la inclusión y cohesión social, así como para la construcción de un sentido de comunidad. Un ejemplo de ello es el Parque Turístico y Ambiental de Integración, ubicado en la frontera Brasil-Argentina, cuya creación es el resultado de la cooperación de los dos países. Representa un cambio de paradigma, en el que la frontera no estaba limitada por barreras físicas, sino que se celebraba como un lugar de encuentro para la población de las dos naciones.
Es en este contexto único que el proyecto Conexiones Urbanas, desarrollado por el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), cuyo objetivo es apoyar a las municipalidades en la definición de acciones para mejorar su red de espacios públicos. Con este fin, realizó un estudio para evaluar parques, plazas e instalaciones deportivas en las cuatro ciudades.
El análisis desarrollado a lo largo de 2022 evaluó 32 espacios públicos, observando las siguientes dimensiones: distribución, accesibilidad, instalaciones físicas, comodidad, seguridad, verde, gobernanza, tipos de usos y usuarios. La información fue recolectada a través de visitas de campo con observaciones técnicas, entrevistas con residentes de la región y en un taller con servidores públicos y líderes locales.
Resultados principales
La disponibilidad de espacios debe responder adecuadamente a la demanda en toda el área urbana. Idealmente, cualquier persona debería poder caminar hasta el espacio público más cercano a su residencia. En la región estudiada, la investigación reveló que la mayoría de los espacios están ubicados en barrios cercanos a la frontera, una de las áreas más densas de los municipios.
También fue posible notar que en los barrios más alejados de este centro, la disponibilidad de espacios públicos se reduce. Se verifica que el 23% de la población no tiene la posibilidad de acceder a un espacio público en menos de 15 minutos de caminata. A través del análisis de las múltiples dimensiones del estudio, se encontró que las instalaciones físicas, las infraestructuras de acceso y los elementos de diseño universal presentan un mejor estado de conservación en los espacios en las áreas centrales de los municipios.
A partir de las entrevistas con la población local fue posible identificar las principales actividades que ocurren en los espacios públicos de la región. Las personas afirmaron que los eventos planificados más comunes están relacionados con actividades deportivas, culturales y artísticas. En relación con los usos espontáneos, predominan las actividades comerciales (ambulantes), deportivas y lúdicas.
El informe también presenta el perfil de los usuarios. Más de la mitad de los espacios públicos son frecuentados predominante o exclusivamente por residentes de su propio municipio. En cuanto al grupo de edad, los espacios tienden a ser más frecuentados por niñas y niños de hasta 14 años. Por lo tanto, la investigación reitera la importancia de los espacios públicos abiertos para la recreación y la necesidad de involucrar a los jóvenes en proyectos y actividades en los espacios.
Incluso si se trata de ciudades pequeñas, ya se percibe un patrón de crecimiento urbano fragmentado, con una distribución desigual de los espacios públicos abiertos en el lugar urbano. Por esta razón, se refuerza la importancia del desempeño del proyecto con municipios pequeños, en los que las herramientas de apoyo a la planificación pueden revertir procesos de desigualdades espaciales en la provisión de infraestructura urbana, tan comunes en ciudades medianas y grandes de América Latina.
En el contexto local, la estrategia para apoyar la distribución equitativa de espacios públicos de alta calidad es muy relevante. Las mejoras en la red de espacios públicos pueden ocurrir a través de la recalificación de los existentes y la implementación de nuevos espacios públicos. Para la recalificación se prioriza la infraestructura de los espacios existentes y debe incluir elementos mínimos. Para la creación de nuevos espacios, se presta atención a las zonas del área urbana con mayor densidad y desde las que se tarda más en caminar para acceder a un espacio público.
Para proyectos en la región dirigidos a la recalificación y ampliación de espacios públicos, el estudio refuerza que es importante conocer las necesidades de la población de los cuatro municipios. La participación de las personas sirve para definir necesidades, saber qué tipos de instalaciones físicas les gustaría recibir a los diferentes grupos e identificar alternativas de mejora que podrían implementarse. Conociendo las necesidades y deseos de los diferentes grupos, es posible ser más asertivo en la propiedad y, en consecuencia, en la sostenibilidad de estos espacios públicos.
A partir de los resultados de los análisis y recomendaciones para la planificación, diseño y gestión de espacios públicos, el informe fue entregado a los municipios. “Esperamos que este estudio pueda apoyar la creación de investigaciones, políticas, planes y proyectos integrados para las ciudades, fortaleciendo la cooperación transfronteriza y la cohesión social a través del protagonismo de los actores locales”, explica Alain Grimard, oficial superior de ONU-Hábitat para Brasil y el Cono Sur.
Proyecto Conexiones Urbanas
Su objetivo es fortalecer los gobiernos locales a través de la planificación urbana participativa y el diseño de espacios públicos a través de recomendaciones de políticas públicas, desarrollo de capacidades del personal técnico, intercambio de conocimientos y apoyo a la regeneración de los espacios públicos.
El proyecto es financiado por la Cuenta de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDA), utilizando una metodología creada por el Programa Global de Espacios Públicos de ONU-Hábitat. Además de la región compuesta por las ciudades mencionadas, los municipios de Foz do Iguaçu (Brasil) y Ciudad del Este (Paraguay) y otras dos ciudades del Líbano forman parte del proyecto.
En el transcurso de dos años (2022-2023), el proyecto promoverá la escucha de la población y los actores locales, realizará talleres con autoridades y líderes de los territorios, elaborará un diagnóstico de espacios públicos basado en metodologías participativas y revisará las políticas migratorias y urbanas.
A partir de los diagnósticos y la participación de la población, se presentará una propuesta de proyecto de recalificación de un espacio público relevante para cada grupo de municipios, además de formular recomendaciones de políticas públicas para la red de espacios. También están previstos eventos y talleres regionales e internacionales con el objetivo de promover el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre las ciudades participantes en el proyecto.