Lecciones del estudio científico más largo jamás realizado sobre la felicidad
Escribe Dr. Mauricio Wajngarten. Todo el mundo busca la felicidad. ¿Cómo conseguirla? ¿Cuáles son sus mayores determinantes?
Bueno, el Harvard Study of Adult Development es el estudio más largo que se haya realizado siguiendo a los participantes durante su vida adulta. Comenzó en 1938 en Boston, Estados Unidos, y ha abarcado tres generaciones: abuelos, padres e hijos, que ahora se consideran baby boomers. Analizó a más de 2.000 personas a lo largo de 85 años de investigación longitudinal.
El Dr. Robert Waldinger, coordinador de este increíble estudio, publicó en enero el libro The Good Life: Lessons From the World’s Longest Scientific Study of Happiness en coautoría con el Dr. Marc Schultz.
Después de seguir a esta gran población durante más de 8 décadas, el estudio descubrió los factores que más se correlacionaban con el bienestar y la felicidad. Traté de resumir algunos conceptos formulados por los autores.
Los factores más importantes
Los participantes más felices del estudio tuvieron dos grandes factores en común a lo largo de 85 años: cuidar su salud y construir conexiones cálidas con los demás.
Tener buena salud para vivir bien parece una obviedad. Pero, sorprendentemente, los investigadores encontraron que tener buenas relaciones era el predictor más significativo de la salud y la felicidad a medida que se envejece. Esto ha sido confirmado por otros autores y la investigación busca analizar los mecanismos fisiológicos asociados a este beneficio.
El éxito profesional no es suficiente
El éxito profesional, por sí solo, no garantiza la felicidad, aunque sí es gratificante.
La investigación revela que las personas más felices no estaban aisladas; por el contrario, valoraban y nutrían sus relaciones.
Tener un nivel educativo y cultural más alto entre los participantes de los grupos de mayores ingresos, también fue un factor importante para la adopción de hábitos saludables (más generalizados a partir de la década de 1960) y para un mejor acceso a la atención de la salud.
Aptitud social
La soledad es cada vez más común y dificulta combatir situaciones estresantes por las que todos pasan. Es importante tener con quien desahogarse para recuperar la calma. Entonces, el Dr. Waldinger recomienda evaluar cómo mejorar, fortalecer y expandir las relaciones. Él llama a este proceso mantenimiento de la aptitud social, que, al igual que la aptitud física, requiere una práctica constante.
Las amistades y las relaciones merecen atención continua para que no se marchiten. Unas simples llamadas telefónicas pueden ayudar. Participar en actividades que traen placer y convivencia, como los deportes, los hobbies y el voluntariado, pueden promover la ampliación de las redes sociales.
Nadie es feliz todo el tiempo
Las redes sociales casi siempre muestran aspectos positivos y sugieren la idea de que todos llevan una vida libre de problemas. Sin embargo, en realidad, ninguna vida está libre de dificultades y desafíos. La aptitud social contribuye a la resiliencia.
La vida tiene giros
Nunca es demasiado tarde para que ocurran giros inesperados y las personas cambien sus vidas, con nuevas relaciones y experiencias. Cualquiera que piense que sabe todo sobre la vida está definitivamente equivocado. Las investigaciones han demostrado que a las personas que han renunciado a cambiar sus circunstancias les suceden cosas buenas, y las noticias llegan cuando menos lo esperan.
Trascendencia
Este estudio destaca la importancia de la aptitud social, el cultivo permanente de las relaciones, que ayuda a construir salud, superar los momentos difíciles y alcanzar la ansiada felicidad.
Finalmente, tenemos datos robustos para hablar sobre la felicidad… basada en la evidencia.